Me desvirgaron el culito a los 13 años y me gustó mucho
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Tenía 13 años y todo los fines de semana iba a casa de mi amigo Sergio a jugar, ésta vez, el papá de amigo estaba en casa tomando unos tragos acompañado de otro hombre mayor.
En ese instante ellos nos miraban y se reían, seguro hablaban de mi porque me miraban mucho.
El fin de semana siguiente fui como de costumbre a la casa de mi amigo, me abrió la puerta don Sergio, me hizo pasar y me dijo que su hijo no estaba pero que lo podía esperar, accedí y entré, ahí estaba don Sergio nuevamente acompañado de este otro hombre y como la vez anterior, me miraban y reían sin yo poder escuchar que murmuraban.
El otro hombre me llamó y me dijo que tenía un sótano en su casa que quería limpiar, si yo lo podía ayudar, él me pagaría por eso, accedí y me fui con él, nos despedimos de don Sergio y nos fuimos a la casa de don Javier, así se llamaba este hombre.
Al llegar a su casa efectivamente cumplimos la misión de limpiar el sótano, quedamos cansados y muy sucios, me invitó a bañarnos, hacía calor, era verano y acepté la invitación.
Nos desnudamos y al bañarnos yo no podía evitar mirar su pene, era atractivo para mi, había observado otro pene antes de un hombre mayor sin hacer nada y quedandome con la inquietud de tocarlo.
Don Javier al salir del baño notó que yo lo miraba, él deseaba eso también, se ocupo de exhibirse bien para provocarme, en el fondo quería saber si yo me motivaba, hasta ahí había sido muy respetuoso conmigo, como esperando que yo tomara la iniciativa.
Me preguntó si me gustaba su pene y asentí con la cabeza, me dijo que podía tocarlo, así lo hice, comenzó a crecer en tamaño y me pidió que se la besara, así lo hice casi en forma impulsiva, se la mame con mucho deseo y su excitación fue tan grande que me tomo en brazos y me llevó a un dormitorio.
Yo era muy delgado, lampiño aún, no tenía bello púbico pero a pesar de ser delgado tenía mis nalgas redondas y mi cola parada.
Me acarició las nalgas, me metió su lengua en mi ano, se me salio un suspiro de placer, era una sensación muy rica, luego introdujo sus dedos y en su desesperación me penetró pero no fuerte, lo hizo con cuidado, me dolía pero el placer era mayor, me sentía una puta, yo sabía que estaba haciendo y me gustaba, comenzó a acelerar sus movimientos, también sus gemidos, luego me embistió con fuerza y comenzó a gritar de placer, me lleno de semen mi ano y mis nalgas, se quedó quieto y luego nos lavamos, me sentí muy puta y me gustó, sentí que él había gozado mucho y eso me encantó, me gusto que me gozaran y que me desearan fue muy placentero todo para mi y para él.
Fui a ver a don Javier otras veces para tener sexo con él, no siempre estaba solo así es que a veces era frustrante ir sin que ocurriera, otras veces lo hicimos y lo disfrutamos.
Don Sergio se enteró de lo ocurrido y no pudo evitar abordarme en su casa, yo tampoco pude evitar entregarme, lo hice también con el papá de mi amigo con la condición de que nunca se enterara, lo hice con ambos hombres por años, también con un par de otros amigos de ellos y siempre lo disfrute mucho.
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