Mi aventura con un novato I
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hola amigos, luego de leer varios relatos de Uds. me he animado a contar una historia, que viví hace varios años, espero les guste y disculpen si no está del todo bien escrita, pero como verán no soy ningún escritor experimentado y los pensamientos y recuerdos se vienen de golpe a mi mente y cuesta un poco ordenarlos.
Soy un hombre chileno en ese tiempo de 33 años, 1.80 metros, 70 Kg. Pelo castaño, ojos pardos, blanco, varonil, normal, ya que no soy ningún adefesio, ni tampoco un adonis, pero mis encantos tengo. Soy de los que se dio cuenta de su condición un tanto tardíamente, ya que fue recién a los 28 años, motivos por los cuales no he tenido muchas experiencias.
Tengo pareja desde hace 4 años y soy muy feliz con él, pero igual eché una canita al aire, tal vez por probar la adrenalina que se siente el ser infiel o el poder comportarse más salvajemente con un extraño.
Todo sucedió hace un par de meses, aún era invierno en Chile, por lo que llovía y hacia frío. Yo estaba en mi casa, ya que trabajo desde ahí, la mañana estaba floja y no había mucho que hacer, motivo por el que me metí al Chat, como tantas veces lo he hecho, pero solo con el fin de calentarle la sopa a algún cibernauta, sin ninguna intención de que sucediera alguna cosa.
No me iba bien en el chat, ya que muchos una vez que sabían que tenía 30 años o que tenía pareja, simplemente me cortaban la comunicación. En una de esas me contacta un tal “novato”, cosa que me llamó la atención, aún cuando se que el nick no siempre refleja la condición real de la persona. Comenzamos a charlar y me contaba que tenía 25 años, que era estudiante universitario, varonil (cosa que todos dicen, y no siempre es verdad), que media 1.75, 65 Kilos, pelo castaño claro, ojos verdes, de cuerpo definido. Todas esas características me encantan y obviamente me empecé a calentar, la conversación pasó por cuanto tema se puedan imaginar, desde la Universidad, política, familia etc. Hasta que le pregunté realmente por su nick, si era cierto que era novato y porque me había contactado. Él me confirmó que era nuevo en esto, que recién se había animado a incursionar y probar esto de tener relaciones con otro hombre; que tenía mucho miedo, tanto por el dolor, los prejuicios, etc. Y que me había contactado simplemente por que le agrado mi nick, que era original y no decía explícitamente que quería sexo, él quería poder conversar con alguien y sacarse las dudas que rondaban su cabeza y ver si podía hacer algo, probar un poco; pero que no fuera un simple ¡Hola desvístete y hagámoslo¡ Él deseaba que las cosas se fueran dando.
Al parecer le di confianza con las cosas que le decía y quedamos de juntarnos en media hora en el centro, a tomar un café, nos intercambiamos números celulares y partí.
A los 30 minutos llegué al café, me siento en una mesa un poco alejada del resto, para así poder conversar mejor sin inhibirse demasiado por las orejas que pueda haber alrededor. No pasaron más de 5 minutos, cuando suena mi celular, era él que había llegado, le dije en que mesa estaba y me dispuse a recibirlo.
Las dudas pasaban por mi cabeza, ¿cómo será realmente?, ¿sería cierto todo lo que me había contado en el chat?, ¿sería demasiado obvio? Estaba en eso, cuando siento que dicen, “permiso” y corren la silla que estaba en la mesa, miro y era un joven muy guapo, unos ojos vibrantes y brillantes, con un verde intenso, el pelo un tanto despeinado, pero le daba un toque interesante, su cuerpo denotaba que hacia ejercicios, en fin, me encantó, lamentablemente los pantalones que él llevaba eran un tanto holgados, motivo por el que no pude descubrir que tal andaba de paquete ni de culo.
Se sentó junto a mi, nos saludamos de mano y pedimos más café. Se le veía muy nervioso, tartamudeaba un poco y se ponía un tanto colorado, eso me encantó aún más, ya que era muy buen actor o que realmente este era su primer encuentro. Conversamos por mucho tiempo y yo lentamente iba metiendo el tema sexual a la conversación, de cómo se había dado cuenta, que le llamaba la atención, que fantasía tenía, etc. Él me contó, no sin ponerse rojo como tomate, que siempre le habían llamado la atención los hombres, que siempre miraba con un tanto de culpa a sus compañeros en los camarines, que deseaba poder practicar de todo en lo sexual, ser penetrado, penetrar, chupar y ser chupado, pero que tenía mucho miedo de que se aprovecharan de él por ser novato, o que el otro tuviera un pene enorme y le partiera el culo o que el nerviosismo no hiciera que se le parase etc.
Yo traté de calmarlo, que no se hiciera tanto caldo de cabeza, que dejase que las cosas se fueran dando con la persona que él estimara conveniente (obviamente yo deseaba ser esa persona), que confiara en sus instintos, si alguien le daba la seguridad como para probar algo más, que lo hiciera.
Para mi sorpresa, él me interrumpe y me dice que muchas gracias y que yo le daba mucha confianza. En ese momento yo fui quien se puso nervioso, ya que hasta entonces, era yo quien llevaba las riendas de la conversación y ahora él las estaba tomando.
Me rozó con sus dedos la mano y me dice que le gustaría poder abrazarme, y tal vez hacer algo más, que con eso el se daría por satisfecho. Yo le dije que por mi no había ningún problema, que estaba solo en mi depto, hasta varias horas más tarde, que no lo obligaría a nada y que podíamos hacer todo lo que él quisiera, aceptó la invitación pagamos la cuenta y nos fuimos del café.
En el trascurso a mi Depto. fui mirándolo con más detalle y pude notar que el me inspeccionaba completamente con su mirada y yo de igual manera lo inspeccionaba a él, me percaté que un bulto se había levantado en su pantalón y que su cola estaba bastante bien. Llegamos al Depto. y nuevamente le vino el nerviosismo, así que lo abracé y le dije que lo tomara con calma, si no quería hacer nada que lo entendía, que todos pasamos por eso, él me comentó que estaba bien, que quería seguir. Le pregunté si había visto películas XXX gay a lo que me contestó que nunca, por lo que le ofrecí poner una para que la viésemos (obviamente yo quería que se calentara lo suficiente para que pudiéramos hacer de todo), él aceptó encantado y nos fuimos a la pieza donde tengo el Tv. y DVD. Elegí la película más caliente que tenía grabada y la coloqué, me tendí en la cama y le dije que hiciera lo mismo, se sentó en el borde, no se como no fue a dar al piso, así que lo tomé de la pierna, haciendo que se acercara más a mi, cuando puse mi mano sobre su pierna este dio un salto, traté de calmarlo un poco más, diciendo que no haríamos nada que él no quisiera. La película seguía con imágenes muy hot y él se iba entusiasmando, se percibía por su actitud tratando de taparse el bulto que había aparecido en su pantalón, yo por mi parte ya estaba más que caliente, con la idea de tener un novato en mi cama y la adrenalina de tener una aventura, eso me llevó a poner una mano en su brazo y empezar a hacerle caricias, lentamente se iba relajando, me acerque más a él y le acariciaba el rostro, se notaba que los pelitos del cuello se le ponían de punta y él correspondió mis caricias haciendo lo mismo conmigo, mis labios se acercaron a su cuello, dándole pequeños besos detrás de la oreja y lentamente acercándome a su boca. Cuando llegué a ella, no opuso ninguna resistencia y nos fundimos en un beso lleno de pasión y nerviosismo, lo abracé fuertemente y le pregunté si estaba bien, solo atinó a besarme con más fuerza y sus manos comenzaron a recorrer mi cuerpo, mientras de fondo se oían los gemidos de los actores de la película porno.
Yo ni tonto ni perezoso, empecé con mi labor de inspeccionar su cuerpo, esta vez con mis manos, cada movimiento mío, hacía que él diese un suspiro, revisé sus pectorales, que estaban muy firmes, sus tetillas se habían puesto súper duras, bajé por su abdomen y se notaba muy apretado, no con los abdominales marcados, pero se sentían bien, le quité la camisa y mi boca recorrió cada centímetro que habían recorrido mis manos momentos antes, su piel tenia un olor muy especial, mezcla de perfume y hormonas emanadas por la transpiración y nerviosismo, era una piel suave.
Mi lengua se entretuvo un buen rato en sus axilas con cada lamida subían los movimientos de mi acompañante y se retorcía cada vez más, seguí con mi tarea y mientras bajaba por su pecho, mis manos empezaron a desabotonarle el pantalón, cuando mi boca llegó a esa zona, su pantalón estaba completamente abierto, mostrando una erección considerable y una buena mancha de líquido pre-seminal en sus calzoncillos, mi boca se posó sobre su bulto, aún tapado por su ropa interior y su respiración se aceleró más aún, mientras ocupaba mi boca en su bulto; mis manos se fueron directamente a su cola, que estaba muy dura y redonda, tomé sus calzoncillos por el elástico y comencé a bajarlos, en eso sale disparada una verga de unos 17 x 4 centímetros, clara, sin circuncidar, muy derecha y con abundate vello, olía riquísimo, me la llevé a la boca y su cuerpo se estremeció, succioné lentamente su falo, lo descubría con calma y me metía poco a poco esa verga virgen. Mi lengua jugueteaba con cada centímetro, cuando noté que su escroto se apretaba, me la saqué de la boca y terminé de bajarle los pantalones, lo abrí de piernas y mi boca se acercó a sus bolas, me metía ambas en la boca, las mojé bien mojadas alargando mi lengua para poder tocar su pirineo, cosa que lo hizo volver a dar un salto de la emoción.
Dejé de lado sus bolas por un rato y seguí bajando, esta vez por sus piernas, mientras mi lengua recorría su cuerpo, me fui despojando de la ropa, primero la camisa, los zapatos y pantalones. Cuando llegué a sus pies, mi compañero tiritaba entero, tenía toda la piel de gallina y para coronar la situación me llevé sus pies a la boca y al succionar su dedo gordo, soltó un gemido que no olvido hasta hoy, me dijo que estaba que se venía, por lo que deje de hacer lo que hacía y lo abracé muy fuerte, nuestro penes, chocaban y se apretaban en nuestros abdómenes, me decía al oído que era todo una delicia, que nunca se había sentido así, que esto era el paraíso, entonces le dije que si quería continuar, contestándome con un ¡Siiiiiii!!!.
Así que me arrodillé y llevé mi pene tieso a su boca, el lo miró un rato, lo tocó con calma sintiendo su dureza, grosor, textura etc. Le pedí que me lo chupara, cosa que no tuve que repetir, ya que inmediatamente lo hizo, su lengua inexperta recorría la cabeza, y el tronco, no se lo pudo meter muy adentro y que le dieron arcadas (no es que sea grande mi pene, ya que solo mide 16 x 5, pero él no tenía experiencia), jugó con él durante mucho rato, estaba como poseído, no lo soltaba, me tenía a punto de llegar, hasta que se lo saqué de la boca, diciéndole que era muy temprano para acabar. Lo di vuelta, poniéndolo boca a bajo y comencé a besar toda su espalda, bajaba mis manos y acariciaba su cola, mi boca seguía mis manos muy de cerca, y lentamente me acerqué a su ano, el se retorcía nuevamente con cada lengüetazo mío, su ano para mi sorpresa no tenía pelos, y estaba muy cerrado, lentamente me di a la labor de dilatarlo con bastante saliva y unas buenas estocadas de mi lengua, esta empezó a entrar en su virgen culo, a eso le siguió un dedo, el cual con mucha dificultad entró, pero no recibí ningún reclamo de mi novato, lo movía suavemente en forma circular, luego de varios minutos me lubriqué un segundo dedo y fue a acompañar al otro, que ya estaba adentro, los gemidos inundaban toda la pieza, sus movimientos se hacían cada vez más rítmicos y su culo ya no oponía resistencia, cuando le iba a meter el tercer dedo, me pidió que lo penetrara, que ya no aguantaba más, así que agarré un condón del velador, me lo puse en un dos por tres y lo lubriqué, puse mi glande en la entrada de su culito y fui haciendo un poco de fuerza, entró la cabeza y gimió de dolor, por lo que lo saqué, seguí masajeado su entrada con mi pene y después de unos segundos intenté de nuevo la operación, esta vez entró la cabeza y el gemido fue distinto, no aprecié dolor en él, por lo que lentamente iba entrando. Cada cierto tramo me quedaba un rato quieto, para que se acostumbrara y cuando sentía que el se movía, seguía entrando, al poco rato, ya estaban mis testículos pegados a su perineo, me quedé quieto un rato y comencé con el vaivén típico, lo estaba pasando de maravillas, era la primera vez que estaba con un culo virgen y se notaba por lo apretado, el gemía cada vez más, la transpiración corría por nuestros cuerpos y el olor a sexo llenaba la habitación, en eso me pide cambiar de posición ya que su pene estaba muy duro y le dolía tenerlo así aplastado contra la cama, sin sacar mi pene de su interior lo di vuelta y lo puse de espalda a la cama, subí sus piernas a mis hombros y pude notar la cara de placer que tenía, cerraba los ojos, suspiraba, su pene estaba amoratado de tanta sangre, el espectáculo me puso más caliente aún, además que así podía ver mejor como entraba en su ano.
Los movimientos eran cada vez más profundos, por instantes sentía que su culo me estrangulaba el pene y eso hacía que me moviera más rápido, incluso varias veces salía completamente de su culo y volvía a entrar, con algo de dificultad, pero lograba hacerlo, con cada envestida el suspiraba, ya llevábamos 30 minutos en esto, cuando siento que empieza a contraer su culo, cada vez más rápido, su respiración era muy corta y los gemidos que teníamos entre la película y nosotros deben haber alcanzado varias cuadras. Él no se tocaba, sólo disfrutaba de mis envestidas, yo aceleré el ritmo y mis bolas chocaban en su culo, cuando siento que su ano se contrae completamente y empieza a emanar semen de su pene, las cantidades que salían eran impresionantes y la altura a la que llegó también, ya que le apuntaba directamente al techo, incluso uno de sus chorros llegó hasta mi hombro. Con la presión de su culo, el gemido que soltó y mis envestidas que no paraban, siento que lo desvirgué por segunda vez, sentí que algo se rompió y que pude entrar más aún en su culo, con esto me fui cortado en un gemido impresionante, creo que lancé el semen de una semana, ya que mis estertores no paraban, cuando nos calmamos, lo giré un poco sin sacarle el pene de su interior y lo abracé haciendo cucharita, estuvimos así varios minutos, hasta que nuestras respiraciones volvieron a la normalidad, le di un beso en el cuello, cuando me comenta que le encantó todo, que hasta sintió mis lechazos en su interior, a lo que le dije que no podía ser ya que tenía condón, pero cual fue mi sorpresa al sacar el pene de su ano, el condón estaba roto, todo enrollado en la base de mi pene, por eso sentí que quedé libre y que lo desvirgaba por segunda vez, nos fuimos la ducha, nos lavamos completamente, seguimos con los besos y caricias durante mucho rato. Lamentablemente ya se nos había hecho tarde y el debía irse, por lo que nos vestimos y quedamos de juntarnos nuevamente para seguir con su iniciación, pero eso lo contaré en otra historia.
Tarod
Si quieres hacer algún cometario será bien recibido
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!