Mi hermano mayor se coge a mi hermanito a escondidas parte 3
Ahí se había cumplido una fantasía que jamás imaginé, tener a mi hermanito ensartado de sus dos agujeros, nuestro masculino hermano mayor del culo y yo desde su boca, ¿y Chris? Pues, recibiendo como la puta que es las vergas de sus 2 hermanos mayores..
Parte 3 de «Mi hermano mayor se coge a mi hermanito»
Chris se levantó de mi cama y se agachó frente al bulto que se me estaba formando en el short.
– ¿Te gustó lo que veías? -preguntó mientras sobaba mi bulto sobre mi short-. Nunca pensé que te gustara espiarnos.
No sabía que decir, si bien disfrutaba espiarlos para pegarme unas pajas, jamás hubiera imaginado ser parte de todo aquello. Asentí con expresión nerviosa y excitada; eso lo pareció poner feliz al putito este porque sonrió y comenzó a oler mi bulto aun sobre mi short.
– ¿Los vamos a hacer ahorita? -pregunté sacando voluntad de quién sabe donde-.
– ¿Por qué, no quieres?
– ¿Aunque nos escuche Mateo?
– No creo que suba, ya está deslechado y se queda embobado con esa serie.
– ¿Por qué lo de dices? -pregunté geniunamente extrañado, no entendía nada-.
– Tengo planes para después. -dijo Chris sonriendo-.
Mi pequeño hermanito era una mente igual de perversa que Mateo, por lo que si bien me intrigaron esos planes ya no insistí más.
Tiró de mi short y bóxers al mismo tiempo, dejando salir mi verga erecta y empezando a llenarse de precum. La tomó del glande y cuando estaba apunto de llevársela a la boca…
– ¡Oigan! -gritó Mateo desde abajo-. Bajen.
Rápidamente metí mi erección dentro y Chris se vistió con la ropa que tenía tirada en mi piso. Bajamos y se encontraba Mateo con las llaves del carro y su cartera en mano.
– Voy por la cena, traigo tacos. -dijo viéndonos-. ¿Los de siempre vas a querer Mario?
Asentí nerviosamente y Mateo asintió devuelta.
– Puede que tardemos unas horitas, por el tráfico y siempre está llena la taquería. -Mateo se abrió la puerta y quitó el seguro del carro con las llaves desde su posición-. Así que si te da hambre, come una manzana en lo que venimos. Vamos Chaparrito.
– Me voy a quedar, Teo. Andaba limpiando mi cuarto y no he acabado, apúrate para que cenemos temprano.
Mi hermano claramente no se esperaba esa respuesta y su expresión confundida lo mostraba; al parecer ya se veía cogiendo con Chris en el carro mientras esperaban (Tiene un polarizado muy oscuro nuestro carro).
– ¿Seguro? -sentenció Mateo con una expresión de ligeramente irritación esperando que mi hermanito cambiara de opinión-.
Mateo abandonó la casa luego de que mi hermano asintiera positivamente ante quedarse en la casa conmigo, pero al salir llevaba un aura de enojo y molestia tras de sí.
– Hagamoslo aquí en la sala, para que veamos cuando llegue. -dijo Chris mientras se desprendía de su ropa que recién se puso para bajar-.
Traía un short rojo con rallas amarillas y una playera del mismo tono amarillo que aquellas rayas. Se desprendió de su playera y volteó dándome la espalda. Podía ver ese culazo de niño bien apretado en ese short. Bajó primero su short y llevaba un bóxer blanco que apretaba esos enormes cachetes, con sensualidad bajó su bóxer dejándome ver cada parte de ese culazo blanco. Volteó a verme con cara provocadora y una sonrisa de perverso.
– ¿Quieres? -preguntó mientras movía su culo-. ¿Quieres el culito de tu hermano?
Sin decir una palabra, lo tomé de las caderas y me agaché hundiendo mi rostro entre los enormes cachetes de mi hermanito. Uff culazo, olía a jaboncito mezclado con pequeñas gotas de sudor infantil y se sentía suavecito al tacto de mi lengua. Llevé mi boca a cada parte de ese culazo, lamí del final de su glúteo al inició de su espalda baja y llevé mi lengua a su rajita, ahí lamía cada parte dentro de esa rajita riquísima.
Saqué mi rostro de su culito y lo nalgueé varias veces, ansiaba hacerlo desde la primera vez que los espié y ahora era también parte de ese perverso juego.
Me depsojé de mi camisa y Chris rápidamente de plantó a mis pies para bajarme mis shorts nuevamente.
Esta vez tiró de ambos al mismo tiempo dejando salir mi erección en sus 17cm de forma, apuntaba completamente hacia arriba y ahora sí estaba llena de precum en toda la uretra. Chris tomó mi tronco y lo olió de los huevos al glande.
– Siempre quise hacerlo contigo, desde antes que Mateo. -mencionó Chris mientras me miraba fijamente y tenía su mano en mi tronco-.
– ¿De verdad? -pregunté completamente asombrado, la idea de que mi hermanito me deseara incluso antes que a Mateo me ponía la verga durisíma.
– Te espiaba mientras de bañabas y me masturbaba oliendo tus boxers usados. -Chris reía con pena, pero cargada de perversión-.
Ahora tenía en mi mente imágenes de mi hermanito en su cuarto, con mi bóxer en su rostro mientras masturbaba sin control su verguita se niño, ese pensamiento me dejó sin control. Tomé a a Chris de las mejillas e inserté con fuerza mi verga en su boca, era yo quien controlaba los movimientos mientras la boquita de mi hermano recibía al menos 15cm de toda mi verga. La boca de Chris se sentía calentita y su lengua hacía presión a mi glande causando un sentimiento electrizante por todo mi cuerpo. Chris me empujó con ambas manos y salió mi verga de su boca toda babeada y roja de la presión. Mi hermanito se reía mientras tenía todo rojizo el rostro y lágrimas en los ojos. Tomó nuevamente mi verga y a su propio ritmo la sumergió en su totalidad, sentía su garganta aprisionando mi glande y yo estaba en el cielo con los ojos cerrados; al abrirlos ahí tenía a mi hermanito haciéndome garganta profunda unas 3 veces más en lo que yo bufaba como loco. Tomó mi huevo derecho y lo succionó completamente. Mateo tenía bien entrenado a este putito, una cosa era verlos y otra sentir la experiencia de putita de Chris cuerpo a cuerpo.
Tomé mi tronco desde la base y azoté varias veces a Chris con mi verga, golpeaba sus mejillas y luego azotaba su boquita que mantenía abierta para lengüetearla cuando lo cacheteaba con mi trozo erecto.
Se levantó y se puso en 4. Recuerden que jamás había penetrado a alguien, así que dude unos segundos sobre que era lo siguiente. Chris notó aquello por la espera y preguntó.
– Dale, vas… ¿No lo haz hecho verdad?
Negué con la cabeza y estaba apunto de llevársela a su anito, pero se levantó y me miró fijamente mientras decía.
– ¿Seré el primer culito que preñes? Pues déjame disfrutarlo.
Mientras yo esbozaba una sonrisa Chris me tumbó al sillón mas grande de la sala, escupió en su mano y lo untó en toda mi cabecita mientras ese tacto me sacaba suspiros, escupió nuevamente y lo llevó a su ano. Subió a mí y apuntó mi verga a él, entró y poco a poco fue bajando hasta la base de mi verga.
Yo tomaba una expresión de excitación y formaba un circulo con mi boca llena de asombro por la sensación que vivía por primera vez. Chris subió sin sacar mi verga de su ano y bajó con más velocidad mientras yo me retorcía de placer.
– ¿Qué tal el anito de tu hermano? -preguntaba Chris mientras subía y bajaba con destreza sobr3 ni verga-.
– ah ah ah, ricoOo. -respondí entrecortadamente-.
Chris seguía guiando los movimientos mientras usaba sus nalgas con gran destreza. Yo tenía los ojos cerrados mientras siseaba sin parar, las penetraciones en esa posición duraron unos 3 minutos más, mientras intentaba no venirme rápidamente.
Chris salió de mi verga haciendo un sonido de destape y mostraba su ano ya abierto y rojo por los movimientos anteriores.
Ahora sí se puso de perrito a mi lado, me levanté llevando mi verga a su ano y embestí con mucha fuerza sacándole un gemido, tomé sus caderas y lo penetraba con un poco de torpeza pero con mucha delicadeza.
Chris no paraba de gemir y abría sus cachetes dejándome ver como mi verga desaparecía en ese hoyito ya rojito por las embestidas. Se sentía suavecito, todo su interior estaba calentito y hacía una presión en mi verga tan deliciosa de lo apretadito que estaba, esa era la belleza del culito de Chris, ni las sesiones con los 20cm de Mateo habían hecho perder lo estrecho de su anito. Era una sensación que jamás había sentido.
Volteé boca arriba a Chris, necesitaba ver sus expresiones cada que yo, su hermano mayor lo llenaba.
Mi hermanito tomó su piernas y las llevó hacia su pecho reteniendolas mientras yo apoyaba ambas manos a los costados del sillón y hundía mi verga hasta el final de él.
Tenía la boca abierta y arrugaba sus cejas en señal de ardor, pero cada sonido que emitía solo emanaba excitación.
Saqué mi verga completamente sin perder vista al espectáculo, al salir podía ver a su anito rojo y ya bien abierto. Se la ensarté nuevamente sacándole un gemido aun cln su boca abierta y se formó una sonrisa en su rostro.
– ¿Te gusta llenar el culito de tu hermanito? -preguntó Chris mientras siseaba con locura-.
Hasta ese momento estaba yo callado, no era como Mateo que aventaba palabras morbosas, era la primera vez que penetraba a alguien así que solo asentía a lo que Chris decía pero eso sí, mi verga estaba a explotar cada que emitía una palabra sobre nuestro incesto.
– Me encanta la verga de mi hermano, mi hermanito me da muy ricoOo. -gemía Chris entrecortadamente-. Las dos vergas de mis hermanos me encantan. Sí, me encanta como me rellenan mis hermanos.
Escuchar esas palabras me volvió loco y con mi ceño fruncido aceleré mis embestidas con fuerza, mientras Chris gritaba y gemía como zorra, no pude con toda la situación y sentí como mi verga soltaba chorros de mi leche dentro de mi hermanito-.
-AAAAAGh. -Gritó Chris sudado y con la boca bien abierta-. Me dejaste llenito, Mario-.
– Perdón, te sentías bien apretadito y no me resistí. -dije con una sonrisa apenada-.
– No importa, qué rico, Mario.
Cuando mi verga salió naturalmente del culo de mi hermano pude ver cómo se escurría mi leche de su anito rojito, era el culito de mi hermano relleno de mi propia leche, tomé valor y mamé su culo llenándome de mi propia leche y besé con lengua a Chris intercambiando mis fluidos en cada beso.
Habían pasado unos 40 min desde nuestra sesión, Chris se levantó y tomó sus cosas para irse a su cuarto.
– Echa perfume o va oler a sexo. -dijo Chris mientras subía las escaleras desnudo, con la ropa en brazos y su culito rebotando.
Me vestí, acomodé la sala y abrí las ventanas para dejar que el olor de nuestra sesión abandonara el lugar.
A los 15 min Mateo regresó con la bolsa de tacos en mano y me preguntó por Chris.
– Sigue limpiando arriba. -intenté sonar lo más tranquilo posible pero mi voz no ayudó-.
– ¿Por qué estás así de nervioso? -río Mateo mientras me veía-. ¿Te la jalaste, verdad cabrón? Por eso huele a puto semen en la sala. Con Chris en la casa no, cabrón.
Me reí y le inventé la excusa de que Chris estaba encerrado mientras yo «me la jalaba»; Mateo me sermoneó sobre ser cuidadoso porque Chris me puede ver. Vaya hipócrita de mierda, lo dice mientras a escondidas se clava a mi hermanito.
Cenamos los cuatro normal, reíamos y bromeabamos entre nosotros como cualquier grupo de hermanos. La única diferencia es que cogíamos al menor a escondidas de nuestros padres.
A eso de las 9pm subí a mi cuarto y me puse a escuchar música en mis audífonos, tenía los ojos cerrados y mi brazo derecho como soporte para mi cabeza, solo recordando cada momento de mi encuentro con Chris. En eso, Chris entró a mi cuarto y me contó el plan que tenía para Mateo, sonreí al escucharlo completo y asentí a cada paso. No puedo creer que con esa carita de ángel, Chris sea tan perverso, no me sorprendería si haya sido él el que sedujo a Mateo primero.
A las 12 Mateo seguía en la sala viendo la tele con Chris, yo seguí el plan, cerré con llave mi cuarto guardandola en mi bolsillo y me escondí en el ropero blanco del cuarto de Chris, que estaba al costado de su cama y tenía 2 ventanillas de esas típicas de ropero donde podía ver pequeñas partes de lo que pasaba afuera.
Tras esperar 15min escuché voces fuera del cuarto y mis hermanos entraron.
– ¿Por qué aquí? Si gimes fuerte te va escuchar Mario a lado, mi cuarto es mejor. -Mateo discutía con Chris-.
– Porque te tengo una sorpresa aquí, además Mario se durmió con audífonos puestos, lo ví antes de que se encierre.
– ¿Qué regalito, chaparrito?
– adivina
– Uff, ¿un vibradorsito para que juegue con tu culito?
– Ándale, lo pedí en Amazon en la cuenta familiar para que todos lo vean.
Oí a Mateo reír ante el sarcasmo de Chris, escuché sonidos de besos tronados. Desde mi posición solo podía ver las mitad del cuerpo de ambos, sus rostros era cubiertos por los tablones de madera que adornaban la ventana del ropero, si me agachaba para verlo en los orificios de abajo, corría el riesgo de abrir la puerta.
– Dale con la sorpresa. -insistió Mateo-.
Vi desde mi posición como Chris se desvestía y mostraba ropa interior de mujer. Un calzón de encaje que apretaba su culo regordete y si ignorabas su rostro, era definitivamente un cuerpo de mujercilla.
– No mames. El mejor regalo de la puta vida, chaparrito. -Mateo acercó hacia a él a Chris tomándolo del culo y planteándole unos besos que solo podía escuchar-.
– Ponte esta venda, para la siguiente sorpresa.
– No mames, bebé. ¿Hay más?
– Sip. Ándale pontela y si haces trampa te saco de mi cuarto sin hacer nada.
– A tus pies, mi amorcito.
Solo podía ver los movimientos de Mateo poniéndose la venda. En eso, Chris abrió sin hacer ruido las puerta del ropero donde yo estaba y finalmente salí de ahí. Mateo tenía la cara tapada con un pañuelo rojo, vestía igual que al dejar la casa y sobre su short negro podía verle la verga parada.
– ¿Ya amor? -preguntó Mateo-.
– Ya, Teo.
Chris me apuntó a su verga y pasamos a la siguiente parte del plan.
Me agaché y retiré el short negro de Mateo, podía verlo sonreír mientras tenía sus ojos tapados. Bajé su bóxer y brincó su verga erecta de 20cm. Jamás había mamado una verga, pero ya había platicado brevemente con Chris sobre cómo hacerlo, así que saqué mi lengua y me llevé primero el glande a mi boca, lo succionaba suavemente y hacía presión en la cabeza. Intenté meterme toda su verga, pero era demasiado gruesa y grande para mi boca virgen, así que solo logré llegar a la mitad mientras arcadas llenaban de sonido la habitación.
– ¿Qué pasó, chaparrito?
Me vas a decir que horitas despegado de la verga de tu papi y ya no te entra jajaja.
– Es que no me preparé bien esta vez, Teo.-dijo Chris mientras aguantaba una risa debido a la situación-.
Me llevé más al fondo la verga de Mateo sobrepasando la mitad, otra gran arcada apareció pero no cedí a ella, eso hizo que me acostumbrara a la sensación de llenar toda mi boca. Al salir me lagrimeaban los ojos, regresé al fondo de la verga y esta vez la arcada era menor y la pude controlar, al cabo de unos intentos más, podía tragarme la verga sin reaccionar.
Saqué nuevamente su verga de mi boca y de ella caían los chorros de mi saliva por todo el tronco. Una vez más llegué al fondo de la verga de mi hermano, mi rostro está vez chocó contra el poco bello púbico de Mateo, olía a mi saliva y a sudor de macho, esta vez Mateo se sobresaltó y bufó con mucha agresividad.
– Nmms, chaparrito, ya me traes bien mojado a la verga. -dijo Mateo con una voz gruesa y llena de excitación-.
Ahora Chris estaba despejado de cualquier prenda, parado y con su verguita ya erecta y masturbandola mientras veía el espectáculo de sus 2 hermanos mayores.
Lamí en tronco de Mateo recuperando cada gota de saliva que dejé y posteriormente lamía sus huevos uno por uno.
Me levanté y me dirigí a la verguita de mi hermanito Chris, me la llevé completa sin dudar ya que era pequeña y podía comérmela entera. Lo volteé y hundí mi rostro entre su culito.
– ¿Y ahora? -preguntó Mateo aun vendado al notar que ya nadie estaba cerca-.
– Quitátela. -ordenó Chris mientras tomaba mi cabeza que comía todo su culito-.
Mateo se bajó la venda y una sonrisa ensanchó su rostro al ver a su chaparrito ser devorado del culo por su hermano del medio.
Yo lo veía de reojo, pero sin dejar de lamer ese culito que olía a semen de nuestro encuentro de hace unas horas, lenguateaba en círculos su anito y luego lo hundía penetrando ese hoyito.
Mateo se levantó de la cama y se dirigió hacia nosotros. Tomó a Chris de la cabeza y lo agachó hasta que ambos quedamos a la misma distancia.
Masturbó 3 veces su verga y la apuntó hacia la boca de Chris, él le dió la bienvenida devorandola por completo, comía con desesperación el glande de Mateo mientras él tomaba mi barbilla para dirigirme a ellos.
Mientras Chris estaba ocupado con el glande, yo me dirigí a los huevos, tomando uno por uno y metiéndolos en mi boca. Mateo tenía los ojos cerrados y con su boca cerrada siseaba de excitación mientras sus hermanos menores devoraban su virilidad.
Le arrebató la verga a Chris y nos pidió colornos al frente del otro, nos acercó demasiado, nos dimos un beso morboso Chris y yo, pero cuando íbamos a darnos el segundo, Mateo nos extendió su verga para darle una mamada doble, así que ambos devoramos el pito de nuestro hermano, llenando de saliva cada parte.
Mateo levantó a Chris y lo llevó a la cama, me pidió acercarme y abrió los glúteos de Chris.
– Adelante, bro. Devorale el culito a nuestro bebé.
Sonreí y clavé mi rostro nuevamente en ese anito, Mateo separó más los glúteos de Chris y también comenzó a devorar a lengüeteazos una nalga, recorríamos en distintas direcciones el culo de nuestro hermanito, pero en un instante nuestras lenguas se toparon y nos dimos un beso lleno de lenguas ansiosas aun en el culo de Chris.
Mateo salió del culito de Chris y apuntó su verga nuevamente hacia el anito, la insertó y comenzó a bombear. Yo me fui a la boca de Chris y este comenzó a devorar con toda su boca mi verga llena de precum. Ahí se había cumplido una fantasía que jamás imaginé, tener a mi hermanito ensartado de sus dos agujeros, nuestro masculino hermano mayor del culo y yo desde su boca, ¿y Chris? Pues, recibiendo como la puta que es las vergas de sus 2 hermanos mayores.
- Me levanté de la boca de Chris y me dirigí a donde Mateo que seguía embistiendo a nuestro hermanito mientras él solo podía gemir como loco. Sacó su verga y me la llevé a la boca, lo tomé del tronco y en movimientos circulares la devoré. Escupí en el ano de Chris y Mateo le ensartó su verga en el culo, al sacarla yo entendí los glúteos de Chris dejando ver el enorme agujero que las penetraciones habían provocado, los tres solo siseabamos de tanta calentura incestuosa.
– Déjame a mi, bro. Por favor. -rogué a Mateo quien sonrió y salió del culito de Chris-.
Él seguía boca abajo, me senté en sus piernas y apunté mis 17cm a su culito, se lo enterré sin control y él pegó un enorme gemido. Puse una mano en la cama y con la otro lo tomé del pecho mientras aceleraba mis embestidas a su hoyito de niño. Mateo se paró en la cama y llevó su verga a la boca de Chris quién había levnatado su torso para poder devorar la verga bien dura de Mateo. Ahora llevó su verga mi boca y logré meterme su glande a mi boca, mientras seguía penetrando a Chris y él devoraba el tronco de Matel entre gemidos.
Tiré del cuello de Chris hacia atrás para plantarte un beso y Mateo se unió, dándonos un incestuoso beso de tres lleno de lenguas y saliva a montón. Chris abrió su boca en una expresión de asombro por mis embestidas salvajes y Mateo aprovechó para escupirle dentro, eso me llenó de morbo y lo volví a tirar de atrás para escupirle de igual manera, Chris cerró su boca integrando a su garganta los escupitajos de sus hermanos y volvimos a darnos un beso lleno de incesto.
Mateo le ordenó a Chris levantarse y a mí acostarme boca arriba, se agachó de rodillas y tomó mis piernas hacia el. Chris mamó con desesperación la verga de Mateo y el apuntó su glande mi ano cerradito.
– con cuidado, bro. Es la primera vez .-dije asustado mientras con mi mano lo detenía del pecho-.
– ¿apretadito? -Mateo me veía lleno de morbo y una sonrisa retorcida-. No sé que hice para que me regalen la virginidad de mis 2 hermanitos.
Chris escupió nuevamente en la verga de Mateo que estaba estacionada en la entrada de mi ano. Mateo hizo presión y comenzó a meter los primeros 7cm más o menos, yo abrí mi boca en asombro. Me dolía y ardía esa acción, sentía que esa verga desgarraba mi interior y le sollozaba que parara. Chris tapó mi boca y lamía con ternura mis orejas mientras Mateo seguía entrando en mí. Cuando ya la mitad de esa gruesa virilidad se hayaba dentro, pegué un enorme respingo mientras gritaba con la boca tapada.
– Te vas a acostumbrar, bro. Solo espera.
Dicho y hecho, suavemente penetró esos 10cm dentro y el ardor se había transformado en un enorme placer, cuando ya casi 17cm tenía dentro mis gritos se volvieron gemidos ahogado por la mano de Chris y mis ojos se turnaron blancos mientras la verga de mi hermano mayor abría cada centímetro mío. Tras unos minutos de mis gemidos y las penetraciones de Mateo, Chris se levantó y apuntó su anito a mi verga parada y cubierta de precum. Se sentó y hundió por completo mis 17cm en su culito, yo grité de forma excitante, era el sueño perverso de cualquier pervertido, yo era penetrado por mi hermano mayor que bufaba como toro y a su vez, mi hermanito menor brincaba en mi verga mientras gemía como puta, en un incestuoso trío versátil.
Mateo había parado sus embestidas, pues eran mis penetraciones salvajes a Chris que hacía que yo mismo me ensartara en su verga, por los movimientos suaves verga salió de mí y tocó la espalda de Chris en señal que se parara, acostó a Chris boca abajo apuntando su boca a mi verga, y se plantó detrás de él, penetrandolo mientras Chris se pegaba a mi verga como becerrito.
Yo levantaba mi pelvis lleno de rabia para saciar mi calentura, mientras Chris tenía toda mi virilidad dentro con los ojos cerrados y Mateo lo penetraba mientras que lo besaba del cuello.
Me levanté y me senté en el borde de la cama, Mateo me siguió saliendo del culito de Chris.
Ahora los dos apuntabamos nuestras vergas duras como una roca, sentados uno a lado del otro mientras Chris se sentaba en el piso dándonos la espalda y meneando su culito para nosotros, quienes solo nos masturbabamos.
Mateo me tomó del cuello y nos besamos de lengua, en lo Chris aun en esa posición se ensartaba en mi hermano. Mientras Chris controlaba las embestidas, Mateo me besaba, abría su boca dentro la mía para gemir y sonreír por las penetraciones de Chris y yo aprovechaba eso para morder su labio o succionar su lengua.
Ahora Chris se ensartaba en mi, repitiendo cada acción anterior pero siendo yo el protagonista.
Comencé a bufar y llené de leche el anito de mi hermanito de 14, aun habiendome corrido, aumenté mis embestidas oenetrandolo con dureza, eso hizo que se viniera sin siquiera tocar su verguita de niño. Abrí sus glúteos y Chris empujó mi leche para dejarnos ver como chorreaba de su culito, mamé cada parte del ano para llenarme mi boca con mi leche y besé a Chris para compartir mis fluidos con él.
Mateo comenzó a bufar aun más salvaje de lo que yo hice, se paró y nosotros los menores abrimos la boquita y sacamos la lengua para recibir la leche de nuestro hermano.
Mateo aceleró los movimientos de su mano y demasiados chorros de semen llenaron nuestra boquita y rostro, Chris y yo solo intentábamos tragarme cada chorro que recibíamos. Al acabar, Mateo limpió su verga usando nuestra boca por turnos, nos levantó del suelo y compartimos el beso de 3 más morboso e incestuoso que cualquiera que hayamos hecho esa noche.
– Mis hermanitos, llenos de lechita de su hermanote. -reía Mateo mientras nos acariciaba a ambos las mejillas.
Nos acostamos los tres desnudos y sin bañar. Mateo tenía el brazo extendido, Chris se acostaba en su pecho y yo del otro lado lo abrazaba de cucharita.
Así dormimos los 3 hermanos, en un cuarto lleno de fluidos de los 3, un aroma lleno de sexo y nuestros hijos y sobrinitos en cada parte del cuarto.
Yes12098 en Tl, únicamente para compartir sus historias como este lector.
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