Mi hermano mayor se coge a mi hermanito a escondidas parte 4 y final
Hubo un momento donde ambos coincidimos en el glande y compartimos un beso mientras ambos teníamos la cabecita de nuestro hermano mayor en la boca.
Parte 4 FINAL de «Mi hermano mayor se coge a mi hermanito a escondidas». La 3ra parte la encuentras aquí:
Abrí mis ojos tras sentir un peso menos en la cama, era Mateo que se levantaba y salía del cuarto de Chris. Estaba completamente desnudo, al levantarse veía su verga dormida con una considerable tamaño a pesar de eso. Se veía hermoso, Mateo era muy guapo. Tenía abdomen definido, enormes piernas y brazos y ahí estaba yo, viéndolo completamente desnudo mientras se levantaba de la cama donde una noche antes hizo suyo a sus dos hermanos.
Espié la hora desde el reloj que Chris tenía en su mesita de noche, eran las 6:30 am.
Una vez despierto ya no pude volver a cerrar mi ojos, volteé y ahí estaba Chris, destapado acostado, dándome la espalda. Se veía precioso, con ese físico de mujercita, su culo como siempre bien redondo y con lechita escurriendo de ese anito gracias nuestra sesión de ayer.
Ayer…
Miré el techo. Ayer fue increíble, jamás imaginé una experiencia como la que tuve. Pasé de espiar a mi hermano mayor cogiéndose a Chris a escondidas, a yo cogérmelo y ahora los tres compartimos una noche. Mi verga se puso dura de recordar cómo se sentía por dentro Chris, cómo sabía la lechita de Mateo.
Yo sí me encontraba tapado con una sábana ligera, de ella sobresalía mi mástil bien erecto. Tenía que hacer algo.
Me senté en la cama viendo en dirección a Chris, tomé su cintura y clavé mi lengua en él. Olía y sabía a la combinación de los mecos de Mateo y míos, le daba un bello sabor salado a ese anito. Lamí al rededor de su ano mientras hacía presión en su entrada.
Al cabo de unos segundos más, Chris comenzó a moverse. Se levantó y miró a mi dirección. Era hermoso, su mirada somnolienta se transformó en una sonrisa. Tomó sus nalgas y las abrió para mí. Ahora con mis manos libres, puse una como apoyo en la cama, y con la otra masturbaba mi ya bien erecta verga.
No sé cómo hacía la fisionomía de Chris, pero la verga gruesa de mi hermano podría penetrarlo pero siempre se cerraba nuevamente, para que la siguiente vez apretara como si nunca hubiera entrado nada.
Le dejé el culo bien babeado. Le dí una nalgada y le pedí que se levantara.
Volteó hacía mí y me plantó un beso, su aliento mañanero me llegó y yo devoraba su lengua. Aprisionaba su boca con mi lengua y retenía la suya con pasión.
Se puso en 4 y le escupí a su hoyito. Mi escupitazo cayó justo en la entrada, recorrió los al rededores de ese ano rosita y comenzó a encaminarse por su cuerpo hasta gotear en la sobrecama.
Tomé mi verga a punto de explotar y la dirigí a la entrada de mi hermanito. Primero comencé a restregar mi mástil erecto en su anito, haciéndome una breve rusa con su culito.
Tomé mi tronco y dirigí mi glande justo en su hoyito.
Su anito no cedía fácilmente a mi invasión, así que hice más presión y UFFF. Mi verga se fue hasta la mitad de ese culo. Chris se estremeció y gimió fuertemente.
Se sentía espectacular, su anito estaba cálido en el interior y me hacía presión. Los restos de semen en su interior daban la perfecta lubricación a mi invasión.
Una vez que su interior se acopló a mí, di mis primeras embestidas. Eran suaves, mi verga salía y entraba de ese culo. Chris gemía suavemente mientras tenía los ojos cerrados.
Una rodilla tocaba la cama, mientras la otra la tenía flexioanada de tal forma que me diera fuerza para penetrar ese anito.
Chris seguía gimiendo y se masturbaba su pequeño penecito que rebotaba en ritmo de mis embestidas.
Lo tomé del cuello con una mano, con la otra agarraba su cintura. Mi verga salía y entraba con más facilidad, así que aceleré mis movimientos provocando el choque de mis huevos bien inchados y el culo de ese niño.
Al ritmo de cada choque, Chris gemía como puta.
– SIIIIII. SI MARIO, DAME VERGUITA. -Chris dejó de masturbarse para tumbarse por completo en la cama-. DALE VERGA A TU HERMANITO.
– Come verga, pinche puta. Que tu colita se trague la verga de tu hermano.
Se la saqué completamente.
Su ano ya estaba abierto, podía ver lo rojo e inchado de su interior. Eso me puso aun más cachondo. Tomé la base de mi verga, apunté mi cabecita a su anito, suave y delicadamente la coloqué de nuevo y tras entrar. !ZAS! Se la dejé ir fuertemente, ocasionando que grité.
– AHHH. SIII MARIO. MÁS
Repetí esa misma acción una vez más. Ayer había sido mi primera vez penetrando, ni 24h después y ya embestía sacándole gemidos, gritos y sollozos.
Todo el cuarto se llenaba de los golpeteo de mis huevos con su culo y los gemidos de mi hermanito. Quería seguir dándole verga todo el día, pero mi novatez me traicionó y sentí el semen subir de mis huevos a mi uretra. Intenté sacarlo a tiempo, pero 5 chorros ininterrupidos llenaron el interior de Chris.
– AHHHJ SSSSS. -la excitación era enorme, incluso me dolía mi glande mientras este seguía escupiendo mecos-.
Perdiendo tamaño, saqué mi verga batida de lechita fresca. Y me derrumbé en la espalda de Chris, aproveché y lo llené de tiernos besitos.
Chris se levantó y se llevó mi mástil que perdía dureza a su boca. Pegué un salito, mi glande estaba sensible y la boquita humeda de él no ayudaba. Limpió con lengüeteazos mi glande. Subió y nos besamos unos segundos.
Se levantó de la cama y salió al baño. Yo hice lo mismo, pero antes miré la hora. 7:15 Am.
Bajamos juntos aun desnudos y Mateo se encontraba en la cocina.
Ahí se encontraba él, con una playera de compresión negra y unos shorts igualmente negros. Tomaba lo que parecía ser sus proteínas o algo así, esas que usan los que van al gimnasio. Nos vio mientras bebía y sonrió. Bajó el vaso y dijo:
– Culeros, hicieron mañanero sin mí.
– Tú que te saliste de la cama. -dije ya en la cocina con Chris a mis espaldas-. Nosotros nos divertimos.
Chris solo río.
– No he ido en una semana al Gym. Ya me mandó mensaje mi amigo, sino me quedaba a devorar esos culitos.
– ¿Prefieres ir al gimnasio que jugar con tus hermanitos? Me decepcionas Teo… -dijo Chris fingiendo ofensa-.
– No es eso, chaparrito. -Mateo se acercaba a Chris para abrazarlo-. Ya quedé con mi amigo. Total, tenemos toda la tarde de hoy, todo sábado y la tarde del domingo sin papás.
Chris se agachó frente a Mateo y lo miró fijamente.
– Pero yo quería lechita ahorita. -Dijo Chris haciendo puchero-. ¿De verdad no me vas a dar?
Mateo reía ante la escenita de nuestro hermanito, pero todos sabíamos que Chris era su perdición. Jamás le diría que no.
– Una rapidín antes. Pero rápido.
Chris sonrió y volteó a verme, esa mirada de «ven»
Me agaché junto a Chris, ambos veíamos fijamente a Mateo.
Él sonreía viéndonos y se masajeaba sobre el short. Ya se estaba formando un tremendo bulto en ese short negro.
– ¿Qué habré hecho para merecer 2 putitos de hermanitos?
Bajó su short con mi ayuda. Su bóxer gris aprisionaba su verga erecta. Esta estaba hacia un lado, se marcaba cada relieve de su palote en ese bóxer.
Chris y yo masajeabamos suavemente su erección. Ambos olimos al mismo tiempo. Olía a sudor era un dia caluroso, olía a verga de macho limpia.
Con una mano en cada cabeza, Mateo restregaba su erección en nuestras caras mientras siseaba e insultaba.
– Mis putitos, van a comer verga de papi.
Chris tiró de su boxer lentamente. Veíamos asomarse su caminito a la felicidad, la V de su entrepierna, sus vellos recortados y finalmente su vergota blanca y rosita salió disparada cacheteandome. Aquello nos hizo a reír a los tres, pero con la misma velocidad regresamos al cachondeo.
– A ver, sáquenle esas lengüitas a papi.
Ambos obedecimos su orden, sacamos las lenguas mientras nuestro rostro expresaba, no. Pedía a gritos la verga de su hermano mayor.
La verga de Mateo se veía hermosa, gruesa, venosa, rosita y ligeramente curva a la izquierda.
La tomó de la base y con su glande daba pequeños golpes a cada uno de nuestras lenguas, eran toques breves para desear que nos la meta todas, pero no lo suficiente para saciarnos.
Tomó nuevamente su verga y la colocó en el rostro de Chris, iba desde su frente a su barbilla ocupando gran parte de su rostro.
– A la verga, mira la diferencia de mi verga con su carita de bebé.
Le retiró su pito y lo colocó en mi lengua, restregando su sabor de un lado a otro. Yo intentaba aprisionarla con mi boca pero el la retiraba y la volvía a restregar.
– Miren estas putitas, bien hambrientas de pito.
Me tomó de la frente y colocó su glande dentro. Comencé a mamarla intentado lucir experto, mis movimientos era torpes pero lo suficientemente buenos para que Mateo siseara con los ojos cerrados. Su verga estaba bien caliente, con mi lengua sentía cada vena, cada relieve de ese grosor de trozo.
Chris nos miraba mientras masturbaba su pequeño penecito.
No alcanzaba a meterme más de la mitad a mi boca, me provocaba arcadas pero con lo que entraba era suficiente para que lo devorara con necesidad.
Mateo me la sacó, su verga estaba bien babeada por mí, mi saliva resbalaba de su tronco y algunas gotas tocaban el piso.
Inmediatamente la ingresó en la boca de Chris, intercambiando nuestros fluidos. Chris ya era aun experto mamador, la enorme y gruesa verga de mi hermano llegaba hasta el fondo de su garganta. Apenas y le daban arcadas.
Él siguió mamando por unos minutos y después fue mi turno.
Mateo sacó su verga y nos pegó completamente lado a lado. Se colocó a un costado de Chris y colocó su verga de tal forma que ambos teníamos un cachito para cada uno. Yo mamaba el glande y Chris tenía el tronco y base. Mateo hacía movimientos de penetraciones mientras ambos disgustabamos ese trozote.
Cuando la retiró estaba bien babeada por ambos, la saliva de mi hermanito de 14 y la mía.
Con su mano tomó su tronco y azotaba su pito en la palma de su mano libre.
– ¿Quieren lechita de papi?
Ambos asentimos mientras Mateo sonreía como un pervertido.
Ahora ambos le dábamos una doble mamada, yo me concentraba en los huevos, metiéndolos en mi boca uno a uno, lamiendo el tronco. Chris lamía como paleta el glande y la parte superior de su tronco.
Hubo un momento donde ambos coincidimos en el glande y compartimos un beso mientras ambos teníamos la cabecita de nuestro hermano mayor en la boca.
– Pónganse perritas, ya me voy a venir.
Con mucha velocidad y lleno de gemidos, Mateo masturbaba su verga babeada con los shorts en la pantorrilla.
Ambos nos pusimos a su frente y volvimos a sacar nuestras lengüitas.
8 chorros salieron disparados a nuestro rostro. La lechita de Mateo estaba calentita y espesa, no sabía tan salada lo que le daba un sabor espectacular. De su glande seguía saliendo pequeños chorros de semen que resbalaba por su tronco, tanto Chris como yo devoramos lo restante mientras compartimos la leche de nuestro hermano mayor en la boca.
Mateo solo nos miraba con una sonrisa y una expresión de asombro. Seguía siseando y gimiendo.
– Lechita servida, amores. Ya me voy.
Colocó su aun erecta verga de vuelta a sus shorts y se fue al gimnasio.
Durante lo restante del fin de semana continuó igual. Nos cogíamos en la noche y se la mamabamos a Mateo por las mañanas.
Cuando mis padres finalmente llegaron seguimos jugando los tres a escondidas.
Ahora nos remontamos a hace apenas unos meses.
Nuestra rutina era la siguiente. Con las vacaciones acabadas y nuestros padres en casa, solo cogíamos de madrugada en el cuarto de Mateo. A veces, decíamos que íbamos al cine y acabamos en cogiendo en el carro o en lugares alejados. Antes de darles una noticia, les contaré la última sesión de sexo que tuvimos los tres.
Fue este junio. Mis padres fueron al funeral de un amigo de mi papá.
Eran los 8:30 cuando se fueron.
Nada más se fueron, inmediatamente nos subimos a mi cuarto.
Chris llevaba un putishort verde y un sport blanco. Se veía delicado, femenino, hermoso.
Cuando llegamos a mi cuarto, Mateo le quitó la camisa y comenzó a chupar suavemente sus tetillas. Yo le bajé el short y comencé a comer su culito.
Olía a jaboncito y sudor mezclados. Llevé mi nariz e inhale cada parte de ese culote de niño. Con mis manos abrí su culito y comencé a morder y lamer.
Chris gemía tiernamente. Tenía a sus dos hermanos mayores dándole placer.
Inmediatamente Mateo me pidió cambiar. Él llevaba un sport overzise negro y un short deportivo del mismo color. De él salía una enorme erección.
Yo ya me había despejado de mi pants, únicamente llevana una playera gris con estampado. Mi erección apuntaba completamente hacia el cielo.
Me coloqué frente a Chris y me llevé su pequeña erección a mi boca. Chris emitió un gemido y llevó su mano a mi cabeza. Sabía ligeramente a pipi, pero con esa sensación a niño deliciosa, me entraba toda en la boca. Lo llevaba hasta el final de mi garganta y el se estremecía.
Mateo, por su parte, devoraba el oyito de nuestro hermanito.
Nos levantamos los tres y nos dirigimos hacia la esquina de mi cama. Chris se recostó y mi Mateo y yo nos colocamos a los lados opuestos.
Mateo bajó su bóxer y shorts juntos, su verga ya estaba morcillona, venuda y era evidente lo mucho que ya estaba lubricando. Apuntó su verga al culito de Chris y se la ensartó.
Inmediatamente Chris gimió y se levantó pegando su espalda al pecho de mi hermano quien lo abrazaba mientras el tremendo pedazo de verga entraba en él.
Yo masturbaba lentamente mi pito, ya sentía mis huevos duros y la verga me latía de la excitación. Mateo tenía abrazado a Chris ahora de la cintura y le mordía la oreja mientras Chris gritaba de calentura.
– Aaaah AHHHJ SIIII
– ¿Te gusta la verga de papi? DIME QUE TE GUSTA.
– Me encanta, Teo
Ahora se besaban mientras yo sisesaba en lo que entendía mi enorme erección.
Chris volvió a recostarse en mi dirección y se llevó mi verga su boca. Primero lameó morbosamente mi precum que ya inundaba mi glande, lo saboreó en su boca y siguió lameando únicamente mi glande.
Después me hizo garganta profundamente sacándome gemidos excitantes. Su boca se sentía humeda y su interior hacia presión en mi glande. Era la gloria.
Ahora Mateo lo penetraba boca arriba, mientras masturbaba el penecito de Chris. Veía desde mi posición esa vergota desparecer en el interior de mi hermanito.
Chris daba lengüeteazos al aire mientras yo le pasaba mi verga por su boca.
Mateo ahogó un grito y gruñó.
– A la verga. -dijo con voz carreaspada-. Casi me vengo. Estás bien apretadito, chaparrito.
Mateo y yo cambiamos posición. Él jugaba con la boca de Chris sacándole y metiendo su verga.
Abrí en culito de Chris,. UFF no mames, estaba bien abierto, rojito y bien húmedo.
Fácilmente entró mi verga, y comencé a embestir con fuerza. El interior se sentía húmedo y calentito.
Así estuvimos un minuto hasta que Mateo le pidió a Chris que se levante. Él se acostó boca arriba apuntando su verga hacia el frente.
– Te toca, bro.
Reí. Durante los últimos meses, nuestra relación era versátil. Yo penetraba a Chris y me dejaba penetrar por Mateo, realmente le había buscado gusto a aquello.
Me subí en Mateo y me clavé, yo aun seguía apretado pero rápidamente ingresó.
Pegué un grito y yo mismo comencé a embestirme duramente. Mateo gruñía mientras tenía el culo de Chris sobre su cara.
Nunca me acostumbraba al grosor de Mateo, aquella vergota me partía en dos, pero era yo el que no para de embestirse a sí mismo.
Al cabo de un rato, me vine en todo mi pecho, Chris se levantó y lameó todo lo derramado, me besó mientras intercambiábamos mi leche.
Mateo comenzó a gruñir y me sacó la verga, me retiró encima y aventó chorros y chorros al ano de Chris.
Abrió su culito y de su ano reventado escurría la leche de mi hermano mayor.
– Cómele el culito al bebé.
Si pensarlo devoré ese culo lamiendo cada gota de semen. Mateo me tomó de cuello y nos besamos.
Nos bañamos y dormimos juntos. Mis padres llegaron como a las 3AM y nunca subieron a la segunda planta.
Ahora, recientemente me desparecí porque mi familia entera se ha roto.
Un miércoles de hace unas semanas, estaba en la prepa. Yo iba en la tarde, a diferencia de Mateo y Chris que iban en la mañana.
No fue nuestra maestra que me daba las últimas 3 horas y me retiré a mi casa.
Llegué a las 5, el auto de mi papá estaba prendido y aparcado en la calle y el de mi mamá no estaba.
Entré y el aire se sentía tenso. Algo pasaba y de pronto escuché gritos que venían del segundo piso.
Subí y entré al cuarto de Mateo. Cuando vi lo que pasaba en el interior, mi corazón comenzó a palpitar como nunca.
Mi papá tenía a Mateo en el suelo mientras lo golpeaba brutalmente con un cinturón. Chris desnudo lloraba desconsoladamente a un lado mientras se tapaba con una sábana.
Mateo tampoco llevaba nada, solo intentaba taparse de los golpes de mi papá, que lo azotaba en la espalda y las piernas.
Mi papá me explicó a gritos que al parecer tenían casa sola, pues mi papá trabajaba y mi mamá estaba en casa de su amiga. Mi papá llegó temprano y venía por un encargo de mi mamá, por ello su carro estacionado en la calle. Entró y al subir por los ruidos, encontró a su hijito menor clavado en su hijo ya prácticamente adulto.
De ahí, lo que yo estaba presenciando. Estaba nervioso, creí que en algún momento me iban a a delatar. Ninguno habló.
– LO QUE ESTABAS HACIENDO ERA VIOLAR A TU HERMANITO. – Mi papá gritaba como jamás lo había hecho, pero su voz también temblaba-.
Mateo no se defendía.
– Pero él y yo nos queremos… -alcanzó a decir Chris entres sollozos-.
– Qué mamadas dices, Chris. Lo que estaban haciendo no solo estaba mal, es ilegal porque tienes 14. ¡CÓMO 2 HERMANOS VAS A TENER RELACIONES?!
Cuando iba a ir a por Chris, Mateo se puso en medio.
– A él no pa, él solo hacía lo que le decía. No le pegues. -Tenía toda la espalda roja, pero no lloraba. No se arrepentía de nada-.
Interferí entre ambos y dejé que papá se calme.
– No le vamos a decir a su mamá. NADA. Tienen suerte que yo los descubrí, porque ella sí te aventaba con la policía, pendejo.
No los quiero volver a ver solos, ahora Chris se va con nosotros cuando se queden solos y ni en mi presencia ni solos quiero ver que se vuelvas a tocar. ¿Oyeron?
Ambos asistieron.
– Ante su mamá disimulen, que no se vea el cambio brusco. Si los vuelvo a encontrar a solas juntos, no importa que estén haciendo, te mato Mateo. TIENES 19, ¿CÓMO VAS A HACER ESO CON UN NIÑO? CON TU HERMANITO… -La voz se papá se cortó-.
Abandonó la habitación con mi hermanito que ya no respiraba del llanto y Chris lleno de moretones en espalda y piernas.
Desde esas semanas a hoy, la situación es tensa, solo mi mamá puede actuar normal, nosotros que vimos lo que pasó solo nos tensamos en presencia de papá.
Por ello, este camino se ha acabado y de mi parte me despareceré de redes por un tiempo, gracias por el apoyo a mi historia. Sigan apoyando las de este perfil. Atte: Mario
Yes12098 en Tl para compartirme sus relatos.
Sigan así q rico neta
Como sigue?
Excelente relato. Como sigue?
Que rico joder… me tienes completamente enganchado a esta historia. Me encanta como se divierten los hermanos.
Que mal que termine asi la historia, me habia enganchado demasiado
Muy buen relato.
Que gustazo da masturbarse con historias así… estoy deseando que subas otra historia al perfil