Mi Primera Vez

Relato de un amigo que lo cuento como él me lo contó. .
– Te masturbas? – fue la pregunta que no supe responder porque no sabia su significado.

– No sé – respondí mientras miraba a mi primo con su pn en la mano tocándose. Era primera vez que lo veía, no desnudo, ya lo había visto antes, pero no como lo tenia ahora.

– Sácatelo y haz lo mismo que yo  – me saqué los slip pero no tenia una erección a pesar de la sensación que tenia en ese momento mirando a mi primo.

– A ver, déjame a mi – me dijo tomando mi pequeño miembro comenzando a agitarlo. Comencé a tener una erección, hasta alcanzar el 100% que no era más de 8 centímetros.

– Te gusta? – preguntó sin dejar de masturbarme.

– Si – era la primera vez que alguien me tocaba.

– Es rico cuando alguien te toca, hazlo tu conmigo  – dijo tomando mi mano y poniéndola es su miembro duro. Sentí una sensación que me agitaba entero, pero hice lo mismo que el hacía conmigo.

– Te gusta? – preguntó nuevamente. Asentí con la cabeza, la verdad es que me gustaba que me tocara y yo a él.

– Ahora da la vuelta –

– Qué? – no entendí a qué se refería.

– Date vuelta para allá  – estábamos acostados en una carpa en una zona de camping. Poco más allá estaba la carpa de las niñas y después la de mis padres y la de mis tíos.

De espaldas a él y en posición fetal, sentía como su miembro trataba de entrar por mi ano.

– Tranquilo, no te va a doler  – dijo en mi oído.

Sentí la penetracion, lo hacía con mucho cuidado, no me dolía y la sensación era agradable.

– Te gusta? – volvió a preguntar. Asentí con la cabeza mientras me mantenía quieto. Cuando lo tuvo entero dentro, comenzó a moverse lentamente empujandome después de cada movimiento hacia atrás.

La verdad es que se sentía rico,  No sé cuánto tiempo duró, sólo que se detuvo después de haber orinado dentro de mi. Eso era lo que yo pensaba en ese momento.

– Te gustó – preguntó una vez más en mi oído mientras me apretaba con su brazo por mi cintura.

– Si, me gustó  – le respondí. Nos quedamos abrazados un rato. El no había perdido su erección, por lo que algunos minutos después comenzó a moverse nuevamente.

Esta vez lo encontré más suave y me gustó más que la primera vez, también tuvo una duración mayor, cuando terminó la segunda vez sacó un rollo de papel higiénico de uno de los bolsillos de la carpa y me lo pasó – toma, para que te limpies cuando te lo saque.

Tomé el rollo y saqué un trozo de papel, me puse de cara a la colchoneta y comencé a limpiarme.

– Deja que lo haga yo – dijo al ver que me complicaba la posición.

Abrió mis nalgas y comenzó a limpiarme con mucho cuidado, se sentía bien así que dejé que el lo hiciera.

Después me abrazó cucharita, nos tapamos y nos quedamos dormidos.

Éramos niños, yo tenía 10 y él era casi dos años mayor.

Así fue mi primera vez, no tuve ningún trauma ni vergüenza, no le encontré nada de malo.

A la mañana desperté sintiendo su dureza entre mis nalgas, no sabía si el estaba despierto o dormido, acomodé mi ano en la punta de su miembro y empujé hacia atrás, él empujó hacia adelante y me penetró completamente, que agradable se sentía, su ir y venir me hacía sentir cosas que nunca antes había sentido y me gustaba mucho.

Se subió encima mio y me aplastaba con cada empujón, me sentía tan bien que cuando me llenó con su leche quedé con gusto a poco.

Sentimos ruidos afuera y me dijo que fuéramos a las duchas. Con traje de baño y toalla nos fuimos al baño.

En la ducha se lo miraba, no era ni la mitad de como lo tenía anoche, pero me gustaba.

Después de la ducha el desayuno estaba listo, después del desayuno fuimos a ordenar la carpa, lo que aprovechamos para tocarnos y así comenzó mi primer día de vacaciones.

En la noche sólo esperaba que nos mandaran a acostar para que mi primo me penetrara otra vez.

Esto pasó cada noche y aveces en el día cuando encontrámos un lugar secreto y nos podíamos desprender de las niñas.

Mi prima tenía 9 y mi hermana 8 años.

Mucho lo sentí cuando se terminaron las vacaciones, hasta lloré en las noches pensando en mi primo.