Mi primo y yo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Gaburieu.
A el lo conocí cuando yo tenía como 10 años, en ese tiempo el tenia 7, y yo empezaba a darme cuenta que era gay ya que me gustaba mirar a mis compañeros, en el baño y las duchas luego de hacer deporte, pero bien disimulado, ya que nunca nadie se dio cuenta.
Un día llego mi primo con su mama y hermana a nuestra casa y congeniamos bien, pasábamos todo el día juntos viendo tv, jugando, hablando, en fin.
A él le gustaba que cuando estábamos viendo tv lo sentara en mis piernas, y el se quitaba todo ya que era verano y hacía calor, solo quedando en calzoncillos, y agarraba mis manos y las ponía sobre su pene.
La verdad a mi me gustaba mucho, y aprovechaba de acariciarlo entero y a veces meterle la mano por debajo de sus calzoncillos y notaba que tenia una erección, aunque claro, a esa edad ninguno de los 2 tenía un pene muy desarrollado así que nunca me atreví a más por miedo a que nos pillaran o el dijera algo
Pasaron los años, yo tenía 16, y me fui de vacaciones al sur, donde unos tíos y estuve allí un tiempo, y un día mi madre me dijo que mi primo había ido a nuestra casa, ya tenía 13, y en la familia todos decían que era gay porque era afeminado, y se le notaba mucho.
El usaba la pc de mi casa, yo la de mis tíos y así hablábamos, y me decía que se quedaría unos días.
Para mi suerte, me enfermé y tuve que devolverme a mi casa por esos días y cuando llegue aun estaban ahí.
Nos saludamos y sólo hablamos, y congeniamos bien como cuando nos vimos hace tiempo.
La verdad yo lo deseaba, lo veía y me gustaba mucho, tenía pelo rubi ondulado, ojos cafes, era blanco, de mi tamaño, bastante alto para su edad, delgado y un trasero bastante lindo, redondito, que se marcaba en sus shorts y que me ponía a mil.
Yo nunca había tenido sexo, así que aprovechando su condición comencé a pensar como conquistarlo.
Y esa misma tarde el se puso a dormir encima de mi cama, y yo aproveche para acostarme a su lado, me quité mi polera porque hacía calor y me coloqué a su lado.
Haciendome el dormido puse mi mano sobre su espalda, y noté que se dio vuelta hacía mi y nuestros rostros quedaron muy juntos, pero yo tenía mis ojos cerrados, aunque también me di cuenta que se comenzó a acercar y posó sus labios sobre los mios,
Yo no reaccioné de inmediato, pero pasado un rato, haciéndome el dormido igual, comencé a bajar mi mano a su trasero, y la dejé ahí, quieta, y el reaccionó girándose nuevamente a mi y besándome.
Ahí si abri los ojos, lo miré y sin decir nada nos besamos largo rato.
Ambos ya estábamos muy calientes, le quité su polera y vi su cuerpo lampiño completo, y lo acaricié y empecé a besarlo en el cuello, el pecho, sus pezones su ombligo y bajé a su entrepierna, le quité sus shorts y solo quedo en calzoncillos, sentí su olor, era suave a verga, no muy fuerte, y laempece a lamer por encima de su ropa interior y su verga estaba durísima, medía como 14 cms, y cuando le quité sus slips saltó y noté sus huevos sin pelitos, solo en su zona púbica algunos y ese pene, no muy grueso, con el prepucio que aun cubría parte de su cabezita, comencé a chuparlo, y en mi inexperiencia a veces lo rozaba con mis dientes pero no le importó y seguí asi un rato, hasta que me dijo que parara y que me la quería chupar.
Yo estaba calientisimo, sería mi primera mamada y quería saber como se sentía, y me encantó, el también algo torpe pero aprendió rápido, en eso estábamos, sentimos un ruido y paramos.
En la noche se vino conmigo en su saco de dormir, no quisimos más previa y nos desnudamos completos y pude apreciar su cuerpo al fin, ambos con unas erecciones a tope, nos besamos recostados en mi cama, acariciándonos alocadamente, por todos lados, su trasero era blandito, de tamaño mediano, con un agujerito cerrado que no quería ser penetrado por mi dedo, pero insití hasta que entró, y solo senti un pequeño quejido, y luego siguió besandome, y yo metiendo mi índice por su colita virgen moviendolo por todos lados y el recibiendolo ya con placer.
No aguante más, supongo que por mi edad, y lo puse en 4, y sin saber que se debía lubricar el pena lo comencé a meter, y el se quejaba un poco, hsta que entró, por su culito, y se sentía tan bien, tan suave, humedo, me quedé un rato ahí para conocer esa sensación, y luego comencé el mete y saca despacio, aprovechando cada momento, el solo gemía y jadeaba, mientras con una mano en su cadera me mantenía firme, con la otra le acariciaba sus huevos y su verga ya húmeda por el líquido preseminal, y se lo pasaba por todo su pene para humedecerlo, así segui unos veinte minutos hasta que estallé dentro de él, fue genial, mi primera corrida dentro de un culito, y me encantó.
No pare ahí, ya que quería verlo correrse, y le empecé a chupar su pene, esta vez si tenía un olor algo mas fuerte pero no me importo, lo lamí, di mordiditas, se lo cupaba como loco y el solo se movía para todos lados, y cuando me dijo que eyacularía me la saqué y se vino en su pecho, lo que esparcí por todo su cuerpo y así nos quedamos dormidos, abrazados.
Se quedó como 3 días más, y lo repetimos muchas veces durante el día y la noche.
Hoy ya no hablamos, pero recuerdo con cariño esa, mi primera vez
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!