Mis aventuras sexuales
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Soy Jonathan. Mis aventuras sexuales empezarón con Rodrigo Fernando, un chiquillo que tenia 8 años, yo tenía 7 años, recuerdo tan claramente que vestíamos camisas manga larga y blue jeans, estábamos ocultos jugando sobre los cartones en el camión propiedad de la hacienda ganadera de mi padre, hubo un momento en que nos quedamos acostados boca abajo, Rodrigo se monta sobre mi espalda moviendo su verga vestida en mi culo vestido, me apretaba tan fuerte que me hacia pujar me hundía la cara con las manos nos dimos vueltas sobre los plásticos, Rodrigo culiaba mi verga vestida apretando con fuerza sus caderas en las mías, fue en ese momento que se acercó su padre Fernando de 26 años en ese entonces. Observa la escena y lo jala por el brazo a Rodrigo, sólo le dijo que saliera, me miró fijamente, no me dijo nada y se rió.
Esa escena con Rodrigo quedó grabada en mi mente como algo rico y delicioso, fue mi primera culiada, muchas veces corriamos por el granero o el potrero para estar a solas, me acostaba sobre las tablas para que se me montara culiando mi culito y verga vestida.
Pensaba que culiar era un juego rico que hacía con Rodrigo, a veces le sorprendía al orinar, con el tiempo me enamoré de su deliciosa verga, nuestras culiadas o cogidas se hacian también en el canal de riego a veces nos invitabamos a estar a solas para culiarnos en una ocasión que estaba muy caliente decidi desnudarme mostrándole mi culo para que me culiara, Rodrigo se bajó su short de baño su verga entró en acción sobando mi culo, esa sensación que estaba descubriendo aumento mi necesidad de su cuerpo, me culiaba con su verga sin penetrarme.
El destino quiso que culiaramos asi por casi tres años. Debido a una pelea la mamá de Rodrigo y sus dos hermanitas abandonaron a su papá. en la hacienda, se dijo que solamente era una pelea por causa del hostil cararcter y maltrato físico que sufría la señora. Pero Llorando en secreto me dijo Rodrigo que con su mamá habian sorprendido a su papá desnudo culiando en el monte con un jovencito peón de la hacienda, llamado Neptalí que a los pocos meses también salió de la hacienda.
Al no estar Rodrigo le enseñé a culiar a mi primito Renán en el potrero, le dije que se acostara boca abajo le corri hasta las rodillas sus interiores pasé mi verga en su culito suave, meneaba rápidamente y con fuerza mi verga en sus nalgas rapidito lo viré culiandonos y babeándonos los labios, en cuanto alzo mi cabeza llena de paja seca vi a Fernando riéndose algo oculto, las ganas de seguir culiando se me quitaron, levanté rápido a Renán limpiándolo y vistiéndolo, salimos de alli, de pronto senti las manos de Fernando cogiendo mi brazo que se reia, me dijo en voz baja: niño culión,
Tenia cerca de 14 años de edad siempre viajaba al pueblo con Fernanado, el padre de Rodrigo, como su copiloto y en esos viajes yo me restregaba mi verga a veces me metía mis manos para rascarme la verga, ya estaban creciendo los pelos de mi verga y sentia picazón natural porque mi verga estaba desarrollándose, Fernando no dejaba de mirar lo que hacía con mi verga,
Siempre para iniciar una conversación me hablaba de las hembras, que supuestamente las culiaba asi crecía cada vez más mi confianza y el interés de sus relatos, Fernando pasó sus manos por mis piernas nos miramos su mano tocaba mi verga me abria de piernas con mi mano le ayudaba a la suya para que me la sobara, detuvo el camión cerca del río nos bajamos a orinar, sonrientes nos mostramos las vergas, Fernando puso su verga en mi estomágo sobandomela circularmente me preguntó si me gustaba yo cerrando mis ojos le dije que si, ya estaba caliente, queria probar esa verga, Fernando notó mi necesidad, pasó su verga por mis brazos hizo que se la sobara con mis manos me preguntó si deseaba culiar y sin dudar le dije que si.
Me abrazó llevándome a unos montes pelados cerca de una playa de arena con unas rocas grandes que iban a cubrir nuestras culiadas estando parado me besaba el cuello, lamia mis orejas para ponerme más caliente y arrecho, me metia las manos por mis interiores apretando mi culo, ponia sus manos en mi cadera su verga sobaba mi culo.
Nos desnudamos Fernando me dijo que me ensañaría lo rico que es culiar, me sentó con las piernas abiertas sobre una roca sus manos pajeban mi verga hasta quedar bien parada me dijo que tenia una rica verga tan suave. Se arrodilló frente a mi, abrió sus labios chupándome y mamándome la verga fue mi primer gustito era algo nuevo descubrir ese tipo de placer lo unico que hice fue apegar mi pecho a la cabellera de Fernando, abrió su boca sentia que apenas me desforraba mi verga en su boca me decia que me imaginara su boca como la chepa de una hembra que estaba culiando, me mamaba tan rico que sentí salir de mi verga una babita, mi primer liquido preseminal salido de mi verga virgen, me lamió y me viró sobre la piedra dejandole al descubierto mi culo, su lengua me lo chupaba era más rico eso que lo anterior cerraba mis ojos para concentrarme y sentir más placer, al abrirlos miraba mi verga bien parada pegada de lado en la piedra junto a mi pierna, mi pecho acelerado de respiración mis manos apretaban la piedra y mis pies se querian meter en la arena, Fernando me estaba enseñando sexualmente con dulzura.
Me dijo que le haga lo mismo que me hizo y acepté claro que era mi primera verga que me mamaba su vergota la chupaba y trataba de morderla él me decia que no era asi que le dolia me dijo que abriera mi boca, sacara mi lengua para poner su verga sobre ella, fue asi que senti su verga en mi boca, el sabor al principio lo senti raro y me fui acostumbrando a metermela y sacármela en una de esas vi salir le una babita, me dijo que con eso se hacen los hijos yo ya lo sabía y me sonreía, se viró y le pasé mi lengua por su culo me indicaba que primero le lamiera sus nalgas con pelos y luego le lamiera la raja de su culote alli mi lengua probaba algo de sabor a mierda confieso que al principio me daba recelo pero al ver a Fernando pujar y estremecerse me estimulé mucho y se lo hice con agrado.
Lo mejor llegó cuando me arqueó boca abajo sobre una piedra, yo ya estaba bien arrecho y me dejaba hacer lo que deseara con mi culo, me metió sus dedos para lubricar mi culo sentía dolor pero estaba tan arrecho que se me transformaba en placer, deseaba la verga peluda de Fernando dentro de mi culo, con él había descubierto sensaciones nuevas que ningún otro hombre o chico lo había hecho, , le dije que me la metiera, desde hace mucho me gustaban las vergas y esta era especial en tamaño y en sabor.
Me la metió poco a poco, por cada milimetro que entraba en mi culo apretaba la piedra con mis manos con un puje, mi aliento expulsaba constantemente junto con la saliba que caia de mi boca a la piedra, la verga de Fernando entraba un poquito y se incrementaba el dolor aunque sentía angustia también nacia un poquitin de placer, Fernando sabía que se estaba comiendo mi culo virginal, que se llevaría para siempre mi virgo por eso sacaba y penetraba más y más, muy suave y lentamente, me decia aguanta mi amor, ya casi, ya casi, es lindo tu culo, va a ser mio tu culo, siente mi verga cómo te culea el culo, frases difíciles de olvidar pegadas en mi mente para siempre.
El dolor fue muy fuerte al sentir sus testículos peludos en los suaves cachetes de mi culo, se detuvo su verga, me la sacó y la metio suavemente haciendo circulos con su verga en el interior de mi culo seguramente para agrandarmelo, me abrazó y me paró me miré por detrás de mis piernas que chorreaba una raya de sangre, me sorprendí un poco Fernado me limpió el culo con mi boxer después lo lanzó al río.
Fernando se sentó sobre la piedra a masturbarse con sus manos me acercó a el y le salió semen de la verga mojando nuestros estomagos y caderas, nos bañamos, me pasé los dedos por mi culo traté de sobar el hueco de mi culo y gemí de dolor, Fernando me dijo que ya me pasaría que me iba a dar unas pastillas y crema para que no exista problemas, me dio por defecar saliendo el resto de baba y sangre me meti al agua, salimos del lugar rumbo a la hacienda.
Esa tarde difícil de olvidar marcó claramente mi tendencia sexual aprendi a culiar de otro modo poniendolo en práctica con Renán y otros chicos de la hacienda a solas sin que mi familia lo notara.
El cuarto de Fernando era el lugar de culiadas nocturnas cuando lo visitaba o cuando me insinuaba su necesidad, de culiarnos, aprendí nuevas posturas gays deliciosas.
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