MIS RECUERDOS SEXUALES
Desde que tengo memoria siempre he sido un niño extremadamente caliente y conforme fue pasando el tiempo me di cuenta de cuál iba a ser mi perdición..
Mi nombre es Carlos, actualmente tengo 25 años y nací, crecí y he vivido la mayor parte de mi vida en la Ciudad de México y desde que tengo memoria siempre he sido alguien muy sexual, recuerdo que en mis épocas de preescolar (4-5 años) me besaba con mis compañeros y compañeras durante la hora de la siesta, pero en casa la cosa era más candente. Tengo un hermano mayor que me lleva 5 años con el cual compartía habitación en el departamento donde vivíamos con nuestra madre la cual había quedado soltera tras que papá falleciera en un accidente cuando yo tenía 2 años, mi hermano y yo dormíamos en una litera, él siempre dormía en la cama de arriba, pero a veces decidía bajar conmigo para que no me diera miedo dormir solito, una de esas pocas noches recuerdo sentir como me abrazaba mientras respiraba suavemente en mi oído causando que un escalofrío recorriera mi espalda y me llenaba de mariposas el estómago, eran tantas sensaciones al mismo tiempo que solamente pegue mi cuerpo contra el de mi hermano sintiendo como su pene infantil quedaba entre mis nalguitas.
Un par de noches después mi hermano nuevamente compartió cama conmigo, pero esta vez quise llegar más lejos, en un momento donde se acostó boca arriba aproveche para destaparnos y fue ahí que, a mis 5 añitos mame la primera verga de mi vida, la de mi hermano. Me quite los pantaloncitos de mi pijama para quedar desnudito y puse mi culito en la cara de mi hermano sintiendo su respiración en mi anito y verga virgen, era algo delicioso, él siempre dormía en un boxer viejo con un hoyo en la parte de enfrente que me dio acceso a su pene para que, con un par de mis deditos, pudiera sacarlo de la prisión de tela que lo guardaba y, sin pensarlo, me lo lleve a la boca para simplemente pasarle la lengua suavemente como si fuera un caramelo sintiendo como poco a poco se iba poniendo duro dentro de mi boca hasta que comenzó a rozar un poco el fondo de mi garganta pero de la nada sentí como mi hermano Alan de 10 años me quitaba de encima de el y vi una mirada de confusión en su cara, tras unos minutos que se me hicieron eternos, el simplemente se acomodó la ropa y volvió a subir a su cama, yo estaba asustado y confundido pero caí dormido bastante rápido.
Continúo pasando el tiempo y había entrado ya a primaria cuando mi madre tuvo un problema con la persona que nos arrendaba y tuvimos que irnos a vivir a uno diferente, ahora mi hermano y yo tendríamos cuartos separados lo cual detuvo mis intentos de volver a mamar su verga, pero fue remplazado por un compañero de la escuela que, aunque iba en 4to de primaria, tomaba clase con los de 1ro, tanto el como mi hermano y yo nos quedábamos después del horario escolar para hacer tareas y comer, cuando terminábamos nuestras actividades podíamos ir al patio de la escuela. Iker, el niño de 4to, un día me encontró en un salón que estaba vacio haciendo algo que era una mala maña mia, jugar que era un power rangers fingiendo explosiones y lanzándome por los aires y se me acercó por detrás sometiéndome mientras decía
I- Te tengo ranger- me dijo tomándome en una nelson usando la fuerza suficiente para que no me moviera sin lastimarme, después de mi susto inicial y viendo que se había unido a mi juego, comencé a moverme como pez fuera del agua tratando de lograr escapar de su agarre -no podrás escapar de mi agarre, te destruiré- dijo soltándome para después fingir que me atacaba haciendo que yo fingiera sonidos de explosión, me tire de rodillas frente a el y fue ahí que capte algo que en mi juego no había visto, un bulto en su entrepierna el cual se quedo con mi atención completamente, el se dio cuenta de donde estaba mirando y me chasqueo los dedos para devolverme a la realidad -deja de verme ahí, cochino- dijo, yo solo atine a volver a mirarlo a la cara
C- Lo… lo siento- le dije apenado -por favor no le digas a nadie- el me miro y pudo jurar que tuve la sensación de que me miraba de una manera morbosa cuando mire sus ojos, Iker poco a poco se me fue acercando y cuando estuvo cerca de mi tomo mi mano para poco a poco llevarla a ese bulto que había captado mi atención
I- ¿Quieres verlo?- dijo mirándome con una sonrisa, yo solo afirme con mi cabeza en silencio mientras el quitaba mi mano de su bulto para poder desabrochar su pantalón y bajar su cierre dejando a mi vista una trusa negra la cual tenía algunas manchas blancas. Iker, a sus 11 años me dio a probar mi segunda verga cuando hizo a un lado su truza y dejó salir una pene de 10cm, moreno como su dueños, sin circuncisión y un poco grueso, yo estaba en silencio total viendo la segunda verga de mi vida cual el rompió el silencio diciéndome algo que cambiaría mi vida -pruebala Carlitos, te va a gustar- me dijo sosteniéndola suavemente con su mano, recordé lo que había vivido con mi hermano y fue ahí que abrí mi boca para comenzar a mamar esa verga que tenía enfrente, Iker solo me decía lo que debía de hacer “no uses los dientes”, “succionala poquito”, “usa mas tu lengua”, cada indicación que el me daba era seguida en el momento por mi mientras mi boca comenzaba a llenarse por esa verga que crecía por el placer que le provocaba mi saliva infantil pero tuvimos que detenernos después de un rato ya que escuchamos que gritaban mi nombre así que salí corriendo, esa fue la primera de mucha veces en que Iker y yo tuvimos encuentros.
Al mismo tiempo que Iker hubo otra niña que iba en mi salón, ella tenía 6 años y se llamaba Fernanda, cada vez que teníamos un momento a solas ella solía agarrar mi pequeño pene de forma suave haciéndome sentir un cosquillo suaves, incluso me tomaba suavemente de mis nalguitas lo cual me gustaba. Por mi parte yo también le apretaba sus pequeñas nalgas y le daba pequeños besitos en la boca los cuales ella correspondía, un día tomo mi mano y la llevo a su entrepierna dejándome sentir sus medias ligeramente húmedas y me pidió que la rascara suavemente lo cual hice, lamentablemente una niña nos vio y fue a acusarnos con una de las profesoras lo cual termino con Fer dejando la escuela al finalizar el año.
Una noche, durante las vacaciones de navidad del año 2007, yo tenía 9 años y tenía poco que había descubierto lo rico que era la masturbación, en esa ocasión mi abuela (la madre de mi papá) había organizado una fiesta para las festividades y fuimos llevados por mi tío (hermano de mi papá) y sus dos hijos Jaime (15 años) y Matias (12 años), en la cena, los primos decidimos que haríamos una pijamada para despertar cerca del árbol el 25 y abrir los regalos tan rápido como fuera posible, pero durante la noche me despertaron unos ruidos que venía desde la cocina, camine lo más en silencio que pude y escuche que eran sonidos de placer, lo reconocía por las películas eróticas que veía a media noche cuando me quedaba solo en casa, los sonidos venían desde la alacena que usaba mi abuela para guardar los víveres y al asomarme pude ver a mi primo Matias siendo clavado suavemente por la verga de su hermano Jaime quien, al percatarse de mi presencia, simplemente continuo esa penetración incestuosa mientras me miraba a los ojos
J- Ven primito- susurro Jaime, como si fuera una orden me fui acercando lentamente y probe una nueva verga, la de Mati, a quien se la mamaba suavemente como Iker y mi hermano me habían enseñado durante años -esa mamada que le estas dando esta haciendo que apriete muy rico primo- decía Jaime mientras Matias solo me tomaba de la cabeza guiando el ritmo de la mamada hasta que comencé a sentir como su miembro de 13cm llenaba mi boca con un liquido viscoso y salado el cual me vi obligado a tragar -puta, que rico, hermanito, te acabo de llenar el culito de leche- decía Jaime mientras Mati solo estaba con una cara de placer indescriptible sin hacer un solo ruido -¿te gusto la leche de Mati, peque?- me pregunto el mayor con una sonrisa mientras yo limpiaba la verga de mi primo de todo el semen que pudiese haber quedado
C- Esta rico- dije, me puse de pie y Mati me dio un beso delicioso y puso su mano en mi verguita de 10cm aprox la cual estaba durísima dentro del pantalón de mi pijama el cual bajó para dejar libre mi pequeño pene y mis nalguitas, Jaime saco su verga suavemente de su hermano y pude ver que medía unos 17cm aprox y era muy gruesa, con una pequeña mata de pelos sobre el tronco, Mati de puse de rodillas entre nosotros dos y comenzó a mamar la verga de su hermano para dejarla limpia mientras masturbaba suavemente la mia para luego hacerme un delicioso sexo oral mientras ahora masturbaba a su hermano, era delicioso sentir su boca en mi verguita, pero mas rico fue cuando Jaime se hincó detrás de mí, abrió mis nalguitas y comenzó a lamer mi culo suavemente mientras su hermano mamaba mi verga, tuve que tapar mi boca para ahogar mis gemidos por esa sensación deliciosa que terminó un delicioso orgasmo seco.
Espero que hayan disfrutado estas historias, todas son 100% reales, solo cambié los nombres por privacidad. Recuerden que pueden mandarme sus comentarios a mi Telegram @MMMercury.
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