MUCHO ME LO HAN PREGUNTADO…2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por BAREPELUDO.
Después de unas semanas era una rutina normal, me despertaba muy temprano para alistarme para la universidad y apenas sonaba la alarma Paquito se pasaba a mi cama y se apoderaba de mi verga con su boquita.
Yo siempre me dejaba consentir por el pequeñito, ya se había acostumbrado a el tamaño de mi verga y se podía meter casi la mitad en su boquita, también había aprendido a chupar mis huevos, los tocaba con la puta de la lengua y después succionaba uno, para sin soltar la bolsa de mis bolas pasar a succionar el otro, regresaba a mi cabeza y la volvía a tragar, justo cuando estaba por venirme siempre ponía mis dos manos en su nuca y lo sostenía para que no pudiera escaparse de comer mi leche a él parecía que le gustaba mucho esa parte ya que abría mas la boca y me permitía empujarlo sin importar sus arcadas.
Le daba un beso en la frente, lo regresaba a su camita y me metía a bañar, mi padre se sorprendía siempre al verme en el desayuno tan de buenas e incluso en agradecimiento a mi cambio de actitud me prometió ordenaría que le dieran prioridad a la habitación para el niño.
-Papa no es necesario, mira ahorita que me voy a la universidad él se queda dormido
-Si pero tu eres ya un muchacho y necesitas tu privacidad
-Mira cuando regreso el a los pocos minutos se duerme y la verdad prefiero sigamos teniendo un estudio y así puedo desvelarme haciendo tarea.
-Bueno viéndolo desde ese punto suena bien, lo que si haré es poner cambiar los muebles del estudio y los de su recamara para que estemos más cómodos y si necesitas hacer trabajos en equipo puedan tus compañeros dormir acá
Respire aliviado no podía renunciar a lo que acababa de obtener porque después de la universidad llevaba a su casa a mi novia, le había rogado por mucho tiempo que me dejara cojerle o que me hiciera sexo oral, claro como nuestra escuela era católica pues ella lo veía como un gran pecado, así que hasta que Paquito apareció yo solo me conformaba con chaquetas.
Ahora todas las noches llegaba con el bulto al mil pero el nene de cuatro añitos me estaba esperando y en mi habitación, siempre dispuesto apenas entraba corría y me abrazaba, brincaba para que yo lo cachara y sostenía en mis brazos, nuestros padres se dedicaban a vivir su recién iniciado matrimonio y más de una vez se escuchaban los gritos de placer de la mama de paquito siendo follada por mi padre.
En las noches yo tomaba el control y me sentaba en la cama con las piernas separadas, de inmediato paquito se acomodaba poniendo su cabecita en medio de ellas y dejando al alcance de su boquita mi verga, lo observaba como hacia succión y chupaba sus labios pequeños y rojitos se veían hermosos alrededor de mi miembro y más cuando lo hacía crecer y tenía que acomodarse como cachorrito, para poder seguir chupando, yo solo cerraba mis ojos y me dedicaba a gozar de esa ternura con la que él me complacía, después comencé a jugar con sus nalguitas lo acariciaba y pasaba mi dedo por su rajita, lentamente comencé a meterle el dedo despacio, hasta que sentía que él se quejaba y ahí paraba, no quería que le doliera y menos asustarlo cuando me estaba dando tanto placer, siempre terminaba en su boquita y el tragaba mi leche, en algunas ocasiones seguía chupando y lograba volver a parármela así que el premio era doble a su doble esfuerzo, ese nene se había vuelto un becerrito excelente mamador.
Se acercaba el cumpleaños número 5 de Paquito y nuestros padres justo una semana antes tendrían que salir de la Ciudad ya que los habían invitado a una boda en la frontera y aprovecharían para ir de compras para el cumpleaños de mi pequeño hermanastro, me pidieron si podría hacerme cargo del niño todo el fin de semana y a cambio me traerían algo especial del otro lado, claro que acepte, más porque en las noche con nuestra rutina Paquito estaba tolerando ya mis tres dedos en su culito y en casa solos podría dar paso a la completa dilatación de su hoyito.
Me dejaron dinero y en la noche se despidieron ya que su vuelo salía de madrugada y no querían despertarnos, al despertar Paquito corrió a cumplir su deber y quería chupar mi verga, yo lo detuve.
-No paquito hoy vamos a prepararte para que seas ya un niñote de 5 años
-Pero no me vas a dar mi lechita?
-Claro que si peque pero tenemos que hacerlo diferente, porque ya no serás chiquito y los niños más grandes deben hacerlo diferente
-No entiendo
-No te preocupes, mira vamos a bañarnos a bañarnos en la tina de la otra recamara y te voy contando
Lo lleve a la otra recamara y entramos al baño comencé a llenar la tina con agua caliente mientras el acariciaba mis testículos con sus deditos, cuando la tina estuvo lista lo metí me dijo que la sentía muy calientita, le pedí se sentara y después yo entre y lo comencé a acariciar su culito que gracias al agua caliente estaba mas relajado que nunca, ahí le di la indicación de que comenzara a chupármela y el de inmediato lo hizo, engullo casi la tercera parte de de mi verga de una vez, lo cual me permitio meter el tercer dedo en su hoyito, que gracias al agua caliente se veía mas rosita que nunca, unte en mis dedos un gel que estaba en el cajón de mi padre y era lubricante especial y pude meterlos y sacarlos sin queja del peque, fue ahí que decidi que estaba lsito.
-Paquito ahora quiero que te pongas como perrito y te sostengas con tus manitas del borde de la tina, vamos ponerte la lechita directa a la pancita asi los nenes grandes la toman.
-Me da miedo
-No tengas miedo Paqui yo te cuido, te va adoler poquito pero solo eso poquito después te va a gustar mucho
Movió su cabecita de arriba abajo asintiendo y se puso como le dije, yo agarre y le puse bastante lubricante en el culito y más en mi verga, coloque despacio mi cabeza en la entrada de su culo y sacando mi dedo del empuje despacito y pude ver como la cabeza de mi miembro entraba, paquito no se quejó, sentí el abrazo de su ano al desaparecer mi cabeza dentro de él y suspire, era tan caliente, tan estrecho se sentía increíble y suspire.
-Paquito te duele?
-No, no me duele se siente bonito
-Muy bien campeón voy a guardar más en tu cuevita tú me dices si te duele ehh.
Empuje y metí la mitad de mis 19 cm sentí que tope con algo y me detuve, para ver la cara del casi cinco añero, vi sus ojitos cerrados y la boquita bien abierta, el putito lo estaba gozando como loco, comencé a moverme sin meter más sacaba y metía solo la mitad de mi verga, su culito se había abierto por completo y apretaba como queriendo que le metiera más, saque la verga hasta que vi salir un poco de mi cabeza y le puse mucho lubricante, quería empujársela toda pero sabía que eso que había topado era la siguiente puerta en donde nunca lo había abierto, así que la volví a meter y al topar pare.
-Bebito voy a meter más y te va a doler poquito pero será lo único
-No me duele
-Ya se pero nene pero si te duele solo no te muevas te prometo que va a pasar rápido.
Empuje y entre hasta el fondo, sentí como se abrió su intestino completo para mí, me estaba recibiendo por primera vez y sabía que estaba desvirgando a mi hermanastro pequeño, sentí mis huevos topar con sus nalguitas y como justo a la mitad de mi verga su anillito interno me apretaba más que nada.
-Ahhhhhhh, ahhhhhh me duele, me duele, sácala.
-Tranquilo paquito te dije que dolería un poquito pero, no te muevas y respira despacito.
-Ay,ay siento tu pipi en mi pancita
-Si paquito ahí tengo que dejarte la lechita, si no nos movemos veras que te comienza a gustar.
Comencé a besar sus orejitas y su espaldita pequeña, acaricie sus pezoncitos y metí uno de mis dedos en su boquita el comenzó a chuparlo, después de unos minutos sin movernos, sentí como movía su culito en un vaivén, era la hora de comenzar a usar todo su interior.
Voltee y vi como entraba y salía toda mi carne de ese cuerpecito tan pequeño y sentí como mi cabeza tocaba su interior, metía y sacaba y el suspiraba con cada embestida, lo estaba cojiendo duro y el nene lo estaba disfrutando, se comenzaron a escuchar los golpes de mis huevos en sus nalguitas y el bombeo era más duro e intenso, después de varios minutos así sentí como mi verga crecía en su interior.
-Paquito ya va mi leche nene, aprieta tu culito para que sientas como sale toda directa a tu pancita
Sentí cuando apretó y comencé a arrojar mi leche en su interior, me vine en varios chorros empapándolo y dejándolo por primera vez preñado, jadeaba y el seguía apretando el culito, exprimiéndome por completo.
Después de eso saque mi verga y nos recostamos en la tina, vi su culito, estaba de lo más lindo dilatado y rojo, tenía un poco de leche el resto no se alcanzaba a ver.
El me abrazo le di un beso de piquito y descansamos un poco después bajamos a desayunar, ese fin su culito se volvió experto en comerme la verga, estaba listo para cumplir cinco años y en esa fiesta yo me enteraría de mas…
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