Soy de mi mejor amigo, mi vecino… pero no guardó el secreto
No sé si enojarme o decirle gracias..
Mi nombre es Josué, la historia a continuación es tan real como el morbo que tienen al entrar acá.
Desde niño tuve un cuerpo afeminado, piernas y nalgas que parecían más de mujer. Muchas ocasiones recibí burlas de amigos y familiares, incluso piropos.
En aquellos tiempos tenía la edad de 14 años y ya había probado la verga de mi mejor amigo Adrián (de 17 años) en más de 3 ocasiones. ¡Me volvía loca!
En aquellos tiempos queríamos experimentar fumando marihuana… por lo cual tendríamos que conseguirla con otro vecino: Gabriel… el era más alto que mi vecino, tenía 20 años, algo gordo, con barba y era el típico macho; aún así era de los que más me piropeaban mi cuerpo… siempre me decía que tenía el culo de mi hermana mayor.
En fin, tuve que ir yo a visitarlo a su casa, para hacer que me vendiera tan sólo un poco de hierba…
Al llegar me gritó que pasara, desde la sala de su casa… Al parecer estaba sólo… al entrar lo mire recostado en un sillón, relajado, al parecer había fumado.
-Gabriel, hola, oye ya sabes que me junto mucho con Adrián… y este fin de semana se irá su madre de viaje… quería ver si me podrías vender algo de hierba… sólo un poco.
+¿Y se van a pasar todo el fin de semana juntos?
-Es la idea… jugar, ver pelis y tal vez beber cerveza…
+¿Y también te va a dar verga no?
Me quedé mudo…
+Adrián ya me ha contado Josué, lo que te dejas hacer y créeme que te imaginé muchas veces haciendo de zorrita…. Pero no te preocupes, yo no soy como el, yo no diré nada…
-Gracias Gabriel, son cosas que pasan, pensé que sería un secreto y quien sabe a quien más le halla contado…
+Sólo me ha dicho a mi, una vez que tomamos cerveza… te puedo vender algo de hierba Josué, pero…
+Tendrás que darme lo que le das a tu amiguito.
Al decir esto se frotó su short haciendo que se notará una grande verga, más grande que la de mi vecino… se dió cuenta que la vi.
+¿Ya se te antojo verdad putito?
Me quedé inmóvil y el siguió masajeando su miembro mientras se ponía de pie y cerraba la puerta con llave… se colocó frente a mi y bajo su short dejando ver un boxer negro con una verga durísima en el interior… yo no podía dejar de mirarlo.
+Se ve que te encanta la verga pero todavía te voy a motivar… si no haces lo que yo te diga… todo el barrio se enterará, empezando por tus papis….
Acto seguido bajo su boxer y salió disparada una verga de 19 cm aproximadamente… yo estaba babeando…
Sin pensarlo comencé a devorar aquella rica verga… ensalibando todo el tronco, Gabriel sólo gemía, me miraba y me sujetaba de mi cabeza, forzando a que la tragara toda, pero era imposible…
El se sentó, y me ordenó que siguiera, pero está vez parando mi culo.
+Si no me voy a coger a tu hermana, tu culo si será mío.
Me daba nalgadas a las que yo sólo respondía con gemidos ahogados por la tremenda verga que me estaba comiendo… era larga, velluda, muy rosada y larga… en ese momento estaba agradecido con mi amigo por no guardar el secreto…
+Se ve que te gusta putito… cuenta conmigo cuando tengas ganas de sentirte mujer… pero si llegas a venir te tendrás que poner una tanga de tu hermana, ¿oiste?
– Si, pero por favor no le digas a nadie más…
+ Tu culo no lo compartiré, sólo con tu amiguito… ahora eres nuestra putita…
De pronto me quitó de su verga, y con su fuerza me empujó al sillón, dejándome en cuatro…
Me empezó a nalguear y a escupir en mi ano… sentí como metió un dedo y me empezó a restregar su verga por toda mi raja… yo estaba en el cielo con aquel macho. Sentí como goteaba mucho, después de 5 min tenía mi colita lubricada.
Entro la mitad sin mayor esfuerzo, mientras me sujetaba de mis nalgas con sus dos grandes manos y me besaba el cuello…
+Ni hagas gestos de dolor que sé que te gusta putita…
Empujó un poco más y ahi fue cuando me empezó a doler… el rápidamente me sujeto del cuello y hombro para que no me quitara. Empezó a bombear mientras yo me mordia mi propio brazo, el sólo gemía y me nalgueaba. Yo estaba en las nubes con esa verga dentro y con mi macho chantajista. Pronto sentí que empezó a darme más rápido, yo no pude no gemir… sentía como cada vez entraba más y más, y como me apretaba más fuerte cada vez. Hasta que me empujó más contra el sillón mientras me abrazaba… sentí toda su leche adentro, entrando y saliendo a gotas. Mi paraíso.
El se levantó…
+ Que rico culo tienes, podría hacertelo todo el día… ve al baño a limpiarte putita, deja preparo tu hierba.
comos igue