Tierno e inesperado trío con mi novio (Parte 1)
Hola, soy un joven de 22 contando experiencias varias. Las situaciones pueden variar dependiendo del personaje que se desarrolle dentro del relato, a veces hombre, a veces mujer y a veces directamente en la imaginación del lector. .
Todo inició un miércoles de la primera semana de marzo. Mi novio y yo hemos tenido una buena relación desde que empezamos a conocernos, pero en los últimos meses comenzamos a tener una comunicación y fluidez sexual más íntima. Entre nuestros deseos estaba el hacer un trío, pero ambos teníamos que estar de acuerdo con la persona, que realmente se adaptase a nuestras exigencias y gustos.
Antes de que se acercase el descanso de semana santa, ambos teníamos disponibilidad de tiempo para irnos de viaje; como tanto nos gustaba. Entonces llegó la fecha y nos fuimos de viaje a uno de nuestros pueblos preferidos, fuera de la ciudad. Como el pueblo al que vamos queda algo lejos, es necesario transbordar en distintas estaciones para poder llegar más rápido, que llegando en un bus directo; y por esa razón, decidimos quedarnos una noche en un pueblo intermediario y así no sentir tan pesado el viaje.
A ambos nos gusta mucho beber cerveza, y por eso, ya instalados, empezamos a beber y a conocer un poco mejor el lugar; ya que acostumbrábamos a ir solo de pasada. En eso encontramos un restaurante, con la apariencia de ser cómodo para consumir bebidas alcohólicas y comer; y nos instalamos. Para nuestra sorpresa, el lugar estaba lleno, y tuvimos que esperar unos minutos en la entrada, en lo que se desocupaba una mesa en el lugar. En ese momento nos atiende un jovencito llamado Ander, quien parecía ser hijo de los dueños del lugar. Ander era un nene muy lindo y con buenas relaciones interpersonales para su edad; pues pasó hablando con nosotros desde el momento de que llegamos, con temas muy básicos como qué hacíamos allí y qué nos parecía el lugar aquel.
Debo mencionar que Ander era chaparro, lo cual lo hacía lucir muy bien, con sus ojos color miel y una bella piel color morena. Yo sabía que a mi novio le había encantado el joven aquel, y a mí me excitaba la idea de que mi novio lo deseara tanto; pero sólo fue un pensamiento como cualquier otro. Después de 5 minutos entramos al lugar y pedimos nuestras bebidas y un almuerzo para cada uno; fue Ander quien nos atendió todo el tiempo. A pesar de ser tan joven, el muchacho sabía hacer su trabajo y transmitía seguridad, no parecía un problema que él fuese quien tomara la orden de los clientes.
Para nuestra casualidad, en el momento de instalarnos, la gente empezó a retirarse rápidamente del lugar; lo cual nos molestó, ya que casualmente a nosotros nos tocó esperar por una mesa hace unos pocos minutos. No sabíamos que funcionaría a nuestra conveniencia… ya comiendo y pidiendo la segunda ronda de bebidas, Ander se acerca a preguntarnos si todo va bien con nuestra orden, a lo cual ambos respondemos que sí al mismo tiempo y con el mismo tono amable. Ander se sienta en nuestra mesa, cabe mencionar que siempre me gusta sentarme al lado de mi novio y no enfrente, pues así podemos conversar mejor. Teníamos a Ander frente a nosotros y nos comenta que el negocio suele cerrar más temprano, ya que su padre; quien cocina, tiene otro trabajo por la noche y últimamente no había tenido quien lo cubriera. A todo esto, nos dice, que su intención es presentarnos los mejores lugares del pueblo, que no suelen ser de común atracción turística, pero que valen mucho la pena de conocer. Nosotros accedimos, ya que somos aventureros; pero nos y le preguntamos si no había ningún problema, ya que éramos desconocidos y él todavía era muy joven para andar con nosotros, así como así.
Resulta que Ander era muy expresivo, y desde la mesa bromea con su padre de que nosotros lo invitamos a salir; lo cual nos tomó por sorpresa y casi se nos cae la cara de la pena con mi novio. Rápidamente, Ander se levanta sonriendo y le dice a su padre que es una broma, se acerca a él y perdemos la oportunidad de escuchar que le diría. Mi novio y yo nos volteamos a ver y ambos nos preguntamos qué estaba pasando con aquel muchacho, que no queríamos tener problemas, ni quedar mal. En eso, Ander regresa contento, se sienta y nos dice: “Ya hablé con él y dice que no hay problema, pero que necesita un número de teléfono para comunicarse por cualquier cosa”. Con mi novio nos quedamos SORPRENDIDOS y le dijimos que no había problema, mi novio que es mayor que yo, accedió a dar el número; ya que él es quien me cuida a mí, y nos terminaría cuidando a ambos. He de admitir que nos sentíamos algo incomodos con la situación, ya que al principio no hubo ninguna intención más que socializar, pero ambos sabíamos que aquel jovencito era muy atractivo y que algo en él transmitía muchas ganas de besarlo y hacerle caricias.
Hablamos con el padre y nos comenta que él sale de trabajar a las 10 de la noche, que sería preferible que Ander estuviera en su casa a esa hora, pero que no lo dejáramos solo tanto tiempo, ya que últimamente Ander tenía problemas de ansiedad cuando estaba solo mucho tiempo y su padre se demoraba más de lo normal. Acá cabe mencionar que Ander no tiene madre, no quisimos preguntar, pero sí tiene una hermana mayor que estudia en la ciudad y por lo tanto sólo la ve los fines de semana.
Habiendo arreglado todo, decidimos ir al primer destino, pero no sin antes comprar un par de cervezas para el camino y el lugar. Ander era muy joven para beber, e incluso dijo tener poco interés en hacerlo, ya que lo había probado antes y no le gustó. Todo transcurrió normal en el camino, pero ya en el lugar (que era una montaña no tan alejada, pero escondida en el pueblo) nos sentamos a platicar y a conocernos mejor; y resulta que Ander es fanático de la lucha libre y futbol, como lo es mi novio. Entonces ambos conectaron en esa plática y yo sólo los veía, pero me causaba mucha ternura el verlos tan conectados. Ambos se levantan y se ponen a hacer luchitas, he de admitir que no sé cómo llegó su conversación a eso, pero sabía que estaba a punto de presenciar algo muy interesante.
Efectivamente, sus movimientos fueron muy excitantes ya que rozaban sus cuerpos por momentos. Al final se cansaron y mi novio se sentó en el suelo; seguido a eso, Ander viene y se sienta en las piernas de mi novio. He de mencionar que Ander estaba en un short muy bonito que dejaba contemplar sus lampiñas piernas. Mi novio me ve disimuladamente y ambos nos entendemos con la mirada, nadie dijo nada y para disimular mi novio comienza otra conversación fuera del tema y todo transcurre muy normal. Con fluidez, veo que mi novio empieza a sobarle la pierna a Ander, sin perder la comunicación para que todo transcurra normal. Ander no hacía nada, parecía estar muy cómodo hasta que finalmente siente la notable erección de mi novio y se ríe. Instantáneamente se baja y pide disculpas, ¿por qué te disculpas?, le dice mi novio. “Es que siento que te hice sentir mal, una vez me pasó lo mismo con un vecino y me maltrató que por qué había estado sentándome en él y que eso que provoqué no es de hombrecitos”. Mi novio le dijo que no tuviera pena alguna, que esas cosas eran normales y que podía sentarse todo el tiempo que quiera, siempre y cuando él se sintiera cómodo y a gusto.
Yo me quedaba viendo la situación, para todo aquello, yo ya tenía una gran erección y mi corazón estaba al mil. Me encantaba ver a mi novio tratándolo con tanta ternura, el nene era tan adorable y de verdad uno quería abrazarlo. A todo eso, Ander ya se había sentado de nuevo en las piernas de mi novio, y parecía tener más control de la situación que antes. La situación era muy parental, se veía a Ander muy pegado al pecho de mi novio como si fuese su bebé y la imagen era hermosa. No sé si fue el alcohol, o el impulso de mis emociones, pero en cuestión de minutos me levanté y le di un enorme beso a mi novio en los labios. Mi novio me ve y me vuelve a besar apasionadamente, a lo que Ander dice “wow, parece que ustedes son mis papis”; y mi novio y yo nos comenzamos a reír, atónitos por aquellas palabras tan inesperadas de un muchacho como aquel.
Mi novio le dice “¿y cómo así que tus papis, a qué te refieres?” a lo que Ander responde: “Sí, es que mi hermana antes miraba un programa de dos hombres que esperaban tener un bebé y ser sus papis”. A lo que entendí se refería a the new normal, una sería de una pareja de homosexuales que busca tener un hijo, lo cual me sorprendió pues ya había salido hace unos años y seguramente Ander era demasiado pequeño cuando salió esa serie, a no ser que su hermana la viera más adelante por cuenta propia.
A todo eso le dije: “Pues sí podríamos ser tus papis, ya teníamos tiempo esperando tener un bebé” Y responde muy contento que él esperaba tener dos papis como había visto, y que le encantaba que uno de sus papis sería quien le enseñe nuevas destrezas de luchitas. He de admitir que la situación fue un poco incómoda al principio, pero todo iba fluyendo con naturalidad y la verdad que la sonrisa de Ander era tan tierna que era muy alegre verlo tan contento; parecía estar esperando aquello ya por un tiempo. Nos quedamos hablando por un tiempo y ya se nos hacía tarde, al final solo conocimos un lugar, pero le dijimos que el hotel donde nos hospedábamos tenía piscina, si gustaba ir; y accedió sin dudarlo.
(Continuación en la siguiente publicación)
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