Todo ocurrió de forma fortuita IV
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por argamedon40.
Yo lógicamente comencé a preguntarle que era, pero me dijo, que ya lo vería, que estuviese tranquilo que todo iba a estar controlado.
Montamos en su coche y fu e conduciendo en dirección a las afueras de la ciudad, donde vivimos no es muy grande, así que en poco tiempo llegamos a un parque, que era medio bosque medio campo y metiendo el coche por un camino aparcó entre ‘arboles.
Yo: Y que se supone que vamos a hacer?
El: Vamos a disfrutar de nosotros y nuestros cuerpos en plena naturaleza
Yo: Pero y si nos ve alguien?
El: Nadie viene por aquí entre semana, además que importa eso si no nos conocen?
Me quedé perplejo, pero como siempre tiene esa capacidad de seducción, me dejé llevar.
Salimos del coche y cogiéndome de la mano me llevó a un sitio que parecía algo mas discreto y comenzó a besarme y acariciarme.
Yo me dejaba hacer, porque estaba intranquilo, pero él con el aplomo que le caracteriza siguió besándome, mojándome con su lengua mi cuello y mis oídos, mientras me cogía una mano y me la llevaba a su bulto.
Nuevamente perdí la noción de donde estaba y me apresuré a liberar ese instrumento que me tenía cautivado,.
Cuando salió aún estaba flácido y me apresuré a dejarlo en forma con mi boca, mi lengua y mi mano.
Estuve durante unos minutos disfrutando de su caliente polla en mi boca, cuando observé por el rabillo del ojo que había alguien mirando.
Me asusté y saque la polla e Carlos de mi boca, mirando hacia el lugar y vi a un joven que estaba con la polla en la mano y pajeándose mientras nos miraba.
El no se cortó en absoluto sino que siguió con sus maniobras, mientras Carlos que había estado con los ojos cerrados, me miró y luego al joven.
Le dije:
– Carlos, creo que nos deberíamos de ir
– Alex, porque nos vamos a ir?, no ves que él también está disfrutando a su manera?
– Quizás también quiera participar con nosotros?, sería divertido.
– Carlos, de verdad, no estoy tranquilo aquí y de esta forma, vayámonos
Carlos, sin encomendarse a nadie, le miró al joven y le dijo:
Te gusta el espectáculo, si quieres puedes intervenir con nosotros.
El joven, dubitativo al principio, se guardó la herramienta y fue acercándose a nosotros dos.
Carlos: Como te llamas y cuantos años tienes?
El: Me llamo Ramón y tengo 25 años, estaba haciendo footing por aquí cuando os he visto y me habéis calentado.
Carlos: pues si estabas caliente puedes seguir, mira como tengo mi polla que está deseando que la chupen.
Ramón, sin mas preámbulos se puso de rodillas delante de Carlos y cogiendo su polla con la mano, le dijo:
Tienes una polla enorme, nunca había tenido algo así entre mis manos y estoy deseando comértela.
Carlos: Ramón haz con ella lo que quieras, pero no te importará si mi amigo juega un poco también con los dos?
Ramón : me encanta compartir y además me gustáis mucho, mientras os miraba me he fijado que sois especiales.
Y comenzó a masajear la polla de Carlos, acercando su boca a ella y tragándosela con ansiedad comenzó a follarla con su boca.
Mientras yo, ya mas convencido de la situación y caliente por lo morboso del asunto, me puse de rodillas detrás de
Ramón y con mis manos comencé a acariciarle el pecho y bajando a su bragueta y no sin cierta dificultad por la postura que él tenía le bajé el short de deporte que llevaba, saltando una polla dura y tiesa.
Cuando la cogí con mi mano note su tibieza y su juventud, parecía de hierro, totalmente descapullada pero cálida y armoniosa.
Para no estar en desigualdad, me bajé también mi pantalón y nuevamente me dediqué a aquello que deseaba, tocar esa polla joven y dura, masajeándola y deslizando de vez en cuando mi mano a esos huevos enormes que tenía Ramón.
Yo estaba caliente y comencé a jugar con su culo.
Al ver que no decía nada seguí con mi juego y empecé a meterle, primero un dedo (entró con mucha facilidad) y luego con dos dedos haciendo círculos en su agujero y entrando y metiendo cada vez mas fuerte.
Ramón, no decía nada, solo se dedicaba a chupar la polla de Carlos, con ganas, deleitándose a veces con su lengua en recorrerla entera mojándola y jugando con sus huevos e introduciéndole a Carlos algún dedo también en el culo, lo que hacía que éste gestionara y diera suspiros al sentir que le penetraban.
A cabo de un rato en esta situación, Ramón, se levantó y si soltar la polla de Carlos me dijo:
– Estoy deseando que me la metas
Así que me acerqué a Carlos y comencé a besarle mientras cogiéndole de la cabeza la acerque a mi polla para que me la pusiese a tono.
Carlos, comenzó a pajearse él, mientras me besaba con pasión, nuestra lenguas nuevamente se enrollaban, esperando lo que ambos sabíamos que iba a suceder.
Cuando ya estuve en plena forma y con mi polla bien dura, me puse detrás de ramón y tras pasarle mi mano mojada con saliva por su ojete, puse mi capullo en su entrada.
Carlos, le cogió d la cabeza y de un golpe le metió su polla en la boca, comenzando a follarla él con ganas de correrse en ella.
Yo por mi parte presioné en su culo y ploff!! Sin apenas fuerza mi capullo entró con naturalidad.
Animado por la situación, comencé a meterla y sacarla, cada vez mas fuerte, mientras Ramón era follado por la boca por Carlos.
Carlos y yo nos mirábamos, nos veíamos que estábamos poseídos por el vicio, veíamos ambos como ramón, nuestro joven amigo, era follado por sus agujeros y eso hizo que no aguantásemos mucho.
Carlos presionó la cabeza de ramón contra su polla y se corrió, gritó y soltó todo su semen, Ramón siguió sin hace aspaviento alguno mientras por la comisura de los labios comenzaba a gotear la leche de Carlos.
Al ver esa situación, reventé y metí hasta el fondo mi polla para que mi leche inundara su culo, estaba como poseído, la imagen era nueva para nosotros, un joven apuesto, follado por el culo y con la polla de Carlos en su boca, algo que nunca hubiera pensado me podría ocurrir.
Después de unos segundos en los que Carlos y yo nos fuimos relajando, él saco la polla e la boca de Carlos, aunque éste siguió lamiéndola con su lengua y limpiándola toda.
Yo por mi parte la saque de su culo y la restregué por sus cachetes a modo de limpieza.
Ya mas relajados, los tres ramón, nos dijo que al experiencia le había encantado, que nunca había estado con dos hombres, y que si queríamos nos daba su teléfono para repetirlo, pero a poder ser en otro sitios mas relajado y tranquilo.
Carlos, como siempre educado, le aceptó su número y le dijo que le llamaría.
Nos ofrecimos a llevarle a donde quisiera, pero él dijo que tenía el coche cerca y que prefería ir tranquilo, que había unos vestuarios cerca y que allí se ducharía y cambiaría para ir a trabajar.
Ramón se acercó a ambos y nos dio un beso en la boca, guiñándonos un ojo, y despidiéndose de nosotros.
Cuando estábamos ya en el coche, le dije a Carlos:
– Me imagino que si le llamas será para estar los dos con él y no tu solo?
– Alex, sabes que somos tu y yo y lo que pueda venir, pero también espero que tu no te vayas por ahí con otro sin contar conmigo.
Nos echamos a reir y tras darnos un beso, iniciamos la vuelta a la ciudad y a nuestros trabajos.
Al mediodía me llamó Marisa para decirme que había quedado con Carmen esa tarde y que cenarían fuera, que estaban planificando el día de su cumpleaños.
Yo le dije que Carlos y yo estábamos ya en ello y que no había nada que preparar a lo que ella me dijo :
– Lo que estamos preparando no lo podis preparar vosotros.
Ah!!! Por cierto, no me esperes levantado esta noche.
Tras colgar le llamé a Carlos, pero me dijo que estaba ocupado y que me llamaría.
Yo empecé nuevamente a darle vueltas a la situación que no controlaba, ¿qué estaba pasando?, ¿Había algún otro hombre y utilizaba a Carmen como escudo para que no me enterara?
La verdad, estaba muy preocupado por la situación.
A la media hora me llamó Carlos
Yo: Carlos me ha llamado Marisa sobre que esta tarde sale con Carmen
El: Espera Alex, tengo que contarte una cosa muy importante
Yo: ¿Qué pasa?
El: Cuando me has llamado estaba hablando con el portero del edificio
Yo: Y que es tan importante?
El: Me ha dicho que otro día cuando estuvimos en el despacho, vino Carmen.
Le preguntó si estaba arriba y le dijo que si, que con un amigo, así que subió.
Al rato dice que bajó roja como un tomate y le preguntó que quien era ese amigo con el que estaba.
El portero le dijo que era un amigo habitual ya que solíamos ir muchas mañanas sobre las nueve y después de una hora mas o menos yo me iba.
Carmen, se dio la vuelta y echando un bufido se marchó, se notaba que estaba cabreada.
Yo me quedé mudo, de piedra, nos habían descubierto.
Yo: Y ahora que vamos a hacer?
El: Nada, hay que esperar a ver que dice Carmen, si dice algo y a ver como se desarrollan los acontecimientos.
De momento vamos a preparar la fiesta de cumpleaños de Marisa como si no hubiese pasado nada.
Por cierto, de que me ibas a hablar?
Le relaté lo que me había sucedido con Marisa y que esa noche también salían juntas y que lo esperase despierto.
El: Pues a mi aun no me ha llamado Carmen, asi que como estoy avisado, a ver si le sonsaco algo.
Yo: Conforme, en cuanto sepas algo me avisas y la semana que viene tenemos que decidir que vamos a cenar y si preparamos algo especial.
El: Ok, hablaremos el lunes.
Un beso
Yo: Un beso y no t e olvides de decirme si te llama Carmen.
Cada uno de nosotros volvió a su trabajo, aunque creo que igual que yo, Carlos tampoco estaba tranquilo.
Por la tarde sobre las seis me llamó Carlos:
– Alex, ha hablado con Carmen y me ha dicho lo mismo que Marisa a ti
He intentado sonsacarle algo, pero no me ha dicho nada y tampoco le he notado enfadada.
Crep que le conozco y me temo que esté preparando alguna.
– Carlos, yo el lunes tengo que ir a Zaragoza y estaré dos días allí,a si que la preparación de la fiesta tendrá que esperar al miércoles, no obstante hasta el sábado tenemos tiempo d prepararlo todo.
– Ok Alex, que tengas buen viaje y estaremos en contacto.
El dia transcurrió con la normalidad posible tras lo sucedido.
Por la noche y tras cenar con mis hijos y darles las oportunas instrucciones de horario de TV, me fui a la cama.
Cogí el libro pero estaba intranquilo y no podía dormir, por otro lado me acordaba de lo sucedido por la mañana, de Ramón, de su juventud, de su preciosa polla en mi mano, de su culo en el que mi polla se deslizaba con facilidad, la cara de Carlos cuando ambos le estábamos follando a Ramón, a pesar de los nervios decidí levantarme, fui al baño y mirándome al espejo me hice una paja tremenda, mi leche brotó por salpicando el espejo y mi mano se embadurno con ella.
Procedí otra vez a limpiarlo todo (comenzaba a ser algo habitual) y me metí en la ducha, pensaba que es me relajaría y me permitiría dormir.
Sobre las tres de la mañana, sentí a Marisa que se metía en la cama y se pegaba a mi cuerpo.
Noté que estaba desnuda y su mano comenzó a deslizare hacia mi polla, mientras so boca y su lengua comenzaban a jugar en mi cuello.
Me deje hacer, hasta que con sus manos me hizo girar y poniéndome de espaladas comenzó a besarme en la boca y
su lengua a la búsqueda de la mía.
Mis manos no pudieron quedarse quietas y comencé a acariciar sus pechos y a jugar con sus pezones, ella comenzó a descender con su lengua por mi cuerpo.
Primero me besó los pezones y su lengua los martilleó un poco, luego fue a mi ombligo introduciéndose en mi agujero su lengua, para seguir descendiendo y acercar su boca a mi polla, que ya estaba muy dura nuevamente.
Su lengua comenzó a jugar con mi capullo y me dijo entre susurros:
– No creo que nadie te haga esto mejor que yo, aunque lo estés intentado encontrar.
Me quedé de piedra y no sabñia como reaccionar hasta que le dije:
– No sé que quieres decirme con eso?
Y ella me dijo, no importa, olvídalo y ahora disfruta de lo ue te voy a hacer.
Se metió mi polla en su boca y comenzó suavemente a follarla, como ella sabe hacerlo, sin prisas, pero sin pausas.
De pronto noté que su mano se iba a mi culo y sus dedo comenzaba a jugar en mi agujero, i un respingo y le miré, ella soltó mi polla de su boca y mirándome me sonrió y me guiñó un ojo.
Me quedé otra vez sin saber que hacer o decir, nunca había actuado así y por otro lado yo estaba muy caliente.
Le dije, que estaba a punto de correrme y que si seguía así ella se iba a quedar con las ganas y me dijo:
– Cariño, no importa ahora quiero que disfrutes tu y mi boca es tuya.
A continuación se metió mi polla tiesa en su boca y comenzó a follarme de forma mas fuerte, frotando con su mano y sus labios, hasta que ya no pude mas y le dije :
– Marisa, me corro, me corro
Mi leche manó de golpe, y aunque me había descargado horas antes, le llenó la boca y abriéndola me la enseño, con mi leche sobre su lengua y resbalándose por la comisura, tragándose todo a continuación.
Luego se agacho nuevamente y con su lengua me limpiaba de los restos de semen.
A continuación se acercó nuevamente a mi cara y tras besarme en los labios de forma suave, me dijo:
– Cariño, y ahora a dormir, que tendrás que reponerte de un día con mucha actividad , espero te haya gustado y es el preámbulo de muchas otras cosa, que sé que te van a gustar.
Nuevamente me quedé sin palabras, era un tonto que no sabia reaccionar, me callé y viéndole como se daba la vuelta, hice lo mismo e intenté conciliar el sueño.
¿Qué había querido decirme? ¿A qué se debía a forma de actuar? ¿Qué estaba sucediendo a mi alrededor y de lo que yo no tenía idea?.
Con todas esa preguntas en mi cabeza, me costó mucho conciliar el sueño, pero al final cedí.
Por la mañana , me levanté como todos los sábados el primero, preparé el desayuno para los cuatro y comencé a despertarles.
Cuando me dirigí a Marisa, la vi aun desnuda en la cama, con sus pezones naciendo en sus aureolas y su coñito con su pelo muy arreglado y precioso, estuve a punto de lanzarme de nuevo, pero ante lo sucedido y con el miedo de que me rechazara, me limité a darle un beso y decirle qque el desayuno estaba en la mesa.
Ella estiró los brazos, los enrolló alrededor de mi cuello y dándome un beso, me dijo :
– Buenos días amor, hoy estoy muy feliz y contenta, ahora bajo.
No era la forma habitual de despertarse, así que una nueva cosa que ayudaba aún mas a mi perturbación.
En el desayuno y como quien no tiene excesivo interés, le pregunté que tal con Carmen la noche anterior.
Ella me respondió que lo habían pasado bien, que cenaron en un restaurante que conocíamos y que luego se fueron a tomar una copa en una cafetería, y que charlando y charlando se les habían pasado las horas.
No insistí más, porque no quería demostrar curiosidad, aunque por dentro me corroía .
Cuando terminamos de desayunar y recoger, le llamé desde el jardín a Carlos para que Marisa no me oyera.
Yo: Carlos, que te ha dicho Carmen?
El: nada, es como una tumba.
Llegó se metió en la cama, me pegó la gran mamada con multitud de sonrisas y a dormir.
Cuando le pregunté que había hecho, me dijo, “Cosas de mujeres” no merece la opena que te lo cuente, ya te enterarás pronto, tranquilo.
Asi, que me ha dejado peor que antes, si estaba preocupado por lo que me contó el portero, no sabes como estoy ahora.
En fin, de ahora en adelante tenemos que tener cuidado, por lo menos hasta que nos enteremos que es lo que está pasando y que es lo que sabe.
Yo: OK Carlos, hasta el miércoles, que te recuerdo lunes y martes estaré en Zaragoza.
El: Ok, estaremos en contacto.
A partir de ese momento, el fin de semana pasó como los habituales, llevar aun hijo al partido de futbol, a la hija a casa de una miga, etc.
El lunes por la mañana temprano me despedí de Marisa, recordándole que tenía que llevar y recoger a los niños, diciéndome que no me preocupara que ella se encargaba.
Durante el viaje en coche a Zaragoza no paraba de darle vueltas a lo sucedido, pero a medida que me acercaba comencé a pensar ya en el trabajo de decoración de un local que me habían encargado.
Al llegar al local, me encontré con la dueña quien tras comentarme lo que quería, le expliqué las ideas que tenía y le enseñe unos bocetos que había preparado.
Le gustaron mucho y le dije que si tenía gremios con los que trabajase habitualmente, para ponerme en contacto con ellos.
Me dijo que tenía unn persona que era la que cuando tenia algún problema le buscaba los obreros y lo solucionaba.
Le llamó y al mediodía nos fuimos a comer los tres.
Se llamaba Angel, tenía unos 30 años, me dijo que iba al gimnasio tres días por semana y se notaba porque llevaba una camiseta pegada al cuerpo que dejaba notar unos pectorales deliciosos.
La dueña del local, a la hora del café dijo que se tenía que marchar y que dejaba en nuestras manos todo el proyecto.
Angel resultó un hombre muy expresivo, buen conversador y muy agradable.
Del trabajo pasmos a hablar de nosotros; le dije que estaba casado con dos hijos y él me dijo que era gay y que hacia unos meses había roto con una pareja con la que había estado casi tres años.
Comenté que las roturas siempre son duras, perro que seguro que pronto encontraría otra media naranja, y que mientras había otros hombres para conocer y si se pudiera, disfrutar.
El me dijo, que si, pero que lo difícil era encontrar hombres así, que él no se conformaba con cualquiera, que le gustaban los hombres maduros, porque le daban aplomo, seguridad y sabían lo que querían.
Tras terminar el café, nos fuimos al local, allí le fui desgranado las ideas que tenía, le enseñe los bocetos y le encomendé la búsqueda de gremios que hiciesen presupuestos conforme a la documentación que le enviaría por
email.
El me dijo que conforme y sobre las ocho de la tarde salimos del local.
– Alex, quieres que tomemos una cerveza’
– Conforme Angel, pero invitó yo, tu me llevas al local que quieras.
Comenzamos a andar y comenzó a preguntarme por mi familia, mi mujer, si era feliz etc.
Yo comenzaba a sentirme incomodo con esas preguntas, ya que últimamente se me estaban amontonando los acontecimientos.
Le fui comentando someramente que mis hijos eran u cielo, que iban muy bien en el colegio, que Marisa tenía un comercio y que nuestra relación iba viento en popa.
El me sonrió y entramos en un local de una céntrica plaza.
Pedimos dos cerevezas y él saludó a varias personas.
Al sentarse en unos sillones que había con una mesa, se le notó un bulto en el pantalón ya adiviné que Angel además de los pectorales, tenía también otra cosa grande.
Esto comenzó a calentarme, pero decidí que no era el momento apropiado para perder la cabeza.
Charlamos durante una hora, no sin interrupciones de otros hombres y alguna mujer y nos despedimos.
El se acercó y me dio un beso que se acercó a la comisura de mis labios.
Yo sin mas le dije, un hasta mañana y comencé a andar en dirección a mi hotel.
Y en el hotel lo primero que hice fue llamar a Marisa.
Yo: Hola Marisa, que tal has pasado el día?
Ella: muy bien, esta mañana he coincidió con Carlos y hemos estado desayunando juntos, es un hombre muy agradable por cierto y de muy buena pinta
Yo.
: osea que habéis estado desayunando juntos? Y luego?
Ella: luego cada uno se ha ido a su trabajo, pero hemos quedado para mañana para desayunar juntos.
Le he llamado a Carmen y se lo he dicho y me ha dicho que le parecía muy bien y que seguro que Carlos había estado muy feliz con ella.
Yo: Vale, muy bien y los críos que tal están’
Ella: Muy bien, están cenando y luego a la cama, como yo que estoy muy cansada.
Yo: Bueno, entonces hasta mañana,
Cuando colgué me quedé pensando en la conversación y decidí llamarle a Carlos.
– Hola Carlos, que tal?, creo que has coincidió con Marisa esta mañana?
– Si, hemos desayunado juntos y hemos vuelto a quedar para mañana, es una mujer encantadora y si me permites decirlo está muy buena.
– Carlos, no te olvides que es mi mujer y que las fantasías son fantasías
– No te preocupes Alex, ya sabes que no me atrevería a hacerte una faena.
– Ok, entonces hasta mañana.
Un beso
– Un beso.
Que había pasado? Carlos y Marisa se iban a enrollar?, que estaba sucediendo?
Ultimamente siempre me acostaba con quebraderos de cabeza, así que me metí en la cama y comencé a dar vueltas en la misma.
Eta vez ni me levanté, me pajee encima de la cama y luego me dormí.
Por la mañana cuando baje a desayunar Angel estaba en el comedor.
Yo: Angel, Como así por aquí?
El: Sabía que desayunarías aquí y he venido a hacerte compañía
Se levantó de la mesa y me volvió a dar un beso, esta vez casi en los labios.
Yo hic como si nada y me senté enfrente.
El: Que tal has dormido?, yo muy mal no podría quitarme de la cabeza a ti y la impresión que me causaste.
Yo: No sé porque soy un hombre casado normal
El: pero destilas algo que me embriaga
Yo: Angel, te repito que estoy casado y quiero seguir estándolo, soy feliz con Marisa y con mi familia y por nada del mundo haría algo que oudiese romper esa situación.
El me sonrió diciéndome:
Alex, no es mi intención romper ningún matrimonio y mucho menos hacerte infeliz, simplemente pensaba que podríamos aislarnos del mundo durante un rato y estar como si ni hubiese nadie mas.
Mientras me lo decía noté que algo rozaba por debajo de la mesa mi pentalón.
Pensé que era una ilusión, perro de repente sentí que algo se desplazaba hacia mi bragueta acariciándola por encima.
Su mano no podía ser me dije, así que mirando hacia abajo vi su pie con un calcetín puesto que me estaba tocando la polla por fuera.
Esta situación me calentó y pensando en que Carlos y Marisa estarían en ese momento juntos y a saber que estarían haciendo, me llevo a decirle:
– Angel, me gustas y si quieres nos aislamos, pero quiero que sepas que será algo que no ha sucedido nunca.
– Alex, como te he dicho quiero estar contigo, pero no quiero perjudicarte
Y noté como su pie empezaba un vaivén sobre mi polla que hacía que esta estuviese reaccionando.
Me dijo:
– Si quieres vamos al local o si quieres nos quedamos en tu habitación, hasta las doce hay tiempo para dejarla libre.
– Angel, mejor en la habitación, en el local puede aparecer la dueña y no sé que pasaría entonces.
Firmé la nota del desayuno de ambos y nos dirigimos separados al ascensor.
Nada mas entrar, entró también una señora y él se puso delante mio al lado de ella.
Su mano se fue hacia tras y busco mi bulto paseándola por él como quien no hiciera nada.
Llegamos a nuestro piso, nos despedimos de la señora y fuimos a mi habitación.
En el trayecto me dio una palmada en el culo que me excitó.
Nada mas pasar el umbral de la habitación, me giré y cogiéndole la cara le besé, abriendo mi boca en búsqueda de la suya, introduciendo mi lengua en su boca en búsqueda de su jugo.
El no perdió el tiempo y con sus dos manos me desabrochó el pantalón y metió su mano dentro para cogerme la polla que comenzaba a endurecerse.
– Alex, no sabes como añoraba este momento, desde que te conoci ayer no he arado de pensar en ti.
Yo no le decía nada, solo actuaba, nuestras bocas y nuestras lenguas ni paraban de mezclarse, mis manos también bajaron a su pantalón soltándolo y tirando hacia debajo de toda su ropa para dejar libre su protuberancia.
Me agaché y la miré, no era como la de Carlos de grande, pero era preciosa, su capullo brillante me estaba llamando, estaba totalmente depilado y sus huevos grandes e hinchados me llamaban.
La cogí con mi mano, tersa y suave y mientras la movía no dejaba de admirarla.
Angel, tienes una polla encantadora, seguro que les vuelve locos a otros hombres
Alex, quizás pero hoy es solo tuya y asi quiero que sea, disfrútala y los dos disfrutaremos de nuestros cuerpos.
Me la metí en la boca, la sobé, la lamí, la saboreé.
Angel gemía de placer mientras me acariciaba el pelo y me ponía el ritmo de baile que él que ría.
Yo estaba muy caliente, y procedí a meterme sus huevos en la boca, uno a uno, los chupaba , los saboreaba mientras mi mano seguía el ritmo de sube y baja que le gustaba.
A continuación pase a su culo, lampiño y duro, blanco y agradable, mis dedos se dirigieron a su ano, no dijo ni hizo nada, se dejaba hacer, suspiraba y de vez en cuando gemía.
Tenía los ojos cerrados y enfocados hacia el cielo.
Yo cada vez mas valiente me atreví a meter un dedo en su culo.
Me dijo, me gusta lo que me haces Alex, sigue, sigue….
Yo ya lanzado, moje dos dedos en mi boca y los llevé a su agujero, forzando su entrada.
Me paró, me levanto y tras darme un beso me empujó a la cama, me desnudó entero y mientras lo hacía no paraba de mirarme, de acariciarme y de lamerme con su lengua.
Tras desnudarme se desnudó y se tumbo a mi lado, nuestra bocas v fueron buscando aquellos lugares que a todos nos gusta que nos chupen, nos pasen la lengua, nos acaricien, hasta llegar a nuestros sexos.
Mientras él comenzó a chuparme la polla, yo me puse otra vez a mirarla, grande, dura, tiesa, joven; de un golpe me la metí de nuevo y comencé a follarle.
El no se quedaba atrás y me masajeaba los huevos mientras me la chupaba.
Mi mano se deslizó nuevamente a su culo, no sin antes pasar por mi boca para mojar los dedos y empezar a hacer círculos en su agujero.
El emitió un sonido de aprobación, lo que me hizo pensar en que podría ser mio.
Tras unos minutos, me incorporé y estando el tumbado, levantó sus piernas mostrándome su tesoro y diciéndome:
– Alex, quiero que me folles, quiero ser tuyo, amor,
Yo apoyé sus piernas sobre mis hombros y acerque mi polla a su agujero, de un golpe se la metí.
El una vez con sus manos libres comenzó a pajearse.
La visión de su polla grande manejada con soltura, y la mia entrando y saliendo en su culo hizo que tuviera un estremecimiento, que no paralizó en absoluto mi entrada y salida de su culo.
Mi polla excitada por el rozamiento comenzaba a a dar muestras de estar llegando a su culmen de excitación.
El se pajeaba cada vez mas fuerte diciendo mi nombre:
Alex, me encanta, quiero que te corras dentro de mi, quiero que tengas un recuerdo inolvidable de estos momentos, ya que no puedes ser mio que en tu interior me lleves sabiendo que he sido tuyo.
En ese momento se corrió, su leche caliente le salía a borbotones de su polla, se manchó toda ,a tripa, llegándole hasta el pecho.
No pude aguantar más y me corri, SSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII, SSSSSSSSSSSSSSSSSIIIIIIIIIIIIIIIIi, gritaba como un poseso, mientras mi leche llenaba su agujero.
Seguí follándole durante unos segundos mas hasta que no me quedaba gota de mi néctar.
Saque mi polla e su agujero, jugando con ella por su culo mientras le sonreía.
– Alex, hacia tiempo que no echaba un polvo como este, has estado divino y me da pena de quizás ha sido el primero y el último.
– Angel, te he dicho en todo momento cual es mi circunstancia y que no esto no iba a pasar, no te he engañado y me gustaría que quedásemos como buenos amigos.
– Tranquilo Alex, de aquí no va a pasar, quiero que sepas me alegro de haberlo hecho y que te deseo lo mejor para ti, A partir de ahora será un trato únicamente profesional.
Nos fuimos juntos a la ducha, y aunque en ella hubo algunos besos, roces y juegos, no pasaron de ahí.
Nos vestimos y fuimos al local a proseguir nuestro trabajo, que se desarroló sin salir de ahí hablando con distintos gremios y con tiempo solo ara un bocadillo ya que tenia que volver a casa.
Al atardecer, me despedí por teléfono de la dueña que no había aparecido en todo el día y luego de Angel.
A este le di un beso en los labios y un apretón de manos, diciéndole que había sido una experiencia deliciosa y ue pronto nos volveríamos a ver por el trabajo.
Angel, me miró me sonrió y me dijo : hasta ponto Alex.
Durante el viaje pensaba en que no solo había traicionado a Marisa, sino también a Carlos, cuando a él le había dicho que no tuviese nada con Ramón si ni estaba yo con ellos.
Al final decidí que “ojos que no ven, corazón que no siente” así que no tenían porque saber, ni sospechar nada de ello.
Llegué a casa cuando habían terminado de cenar, estuve con mis hijos un rato y luego nos quedamos Marisa y yo solos.
Le pregunté que tal y me dijo que había desayunado y luego comido con Carlos, que en el desayuno le invitó a comer y que ella en vez de comer sola había aceptado, Que él había estado muy atento y solicito y que era un encanto de hombre.
Eso hizo que mis alarmas saltaran, por lo que decidí llamar a Carlos.
Me cogió Carmen el teléfono diciéndome que estaba en la ducha, me comentó que al día siguiente ella iba a llevar a su hijo al colegio porque Carlos tenía una reunión temprano, y que si quería podíamos desayunar juntos.
Me sorprendió una vez mas la situación y le dije que con mucho gusto le invitaría al día siguiente a desayunar, que yo no tenía mucha urgencia por ir a mi trabajo.
Nos despedimos afectuosamente y quedamos para el dia siguiente
Marisa me preguntó que tal estaba Carlos, le dije que solo había hablado con Carmen y que al día siguiente iba a llevar ella al crio al colegio y que desayunaríamos juntos.
Ella me dijo:
– Lo vas a pasar muy bien con ella, es una mujer muy abierta, muy divertida y tiene unos pechos envidiables.
– Porque dices eso Marisa, solo vamos a desayunar y no me he fijado para nada en su cuerpo.
– LO sé Alex, pero sé que te gustan los pechos grandes ye ella los tiene grandes, duros y tiesos.
Y se rió.
Yo ya no dije nada, recogimos todo y nos fuimos a dormir, había tenido un día largo y muy excitante y lo único que necesitaba era descansar y dormir.
Por la mañana ya nos encontrábamos a miércoles, faltaban tres días para el fin de semana y aun no habíamos preparado nada Carlos y yo, y para colmo ese día él no podía venir a desayunar, asi que nos quedaba solo jueves y viernes.
A las nueve en punto apareció Carmen, con un vestido estampado de colores vivos, con un escote preciosos y del cual como dice la canción de Serrat “ Caramelos asomándose a un escote”, lo que se veía y lo que me imaginaba hizo que mi cuerpo reaccionara nuevamente.
Esta esplendorosa, no era tan alta como Marisa, pero tenía un cuerpo muy bien formado y una sonrisa encantadora y seductora.
Me dio un beso cerca de la boca y fuimos hacia la cafetería habitual.
Me empezó a comentar que después de hablar la primera vez con Marisa habían ido recuperando episodios de su niñez, tanto de ellas como de otras niñas.
Le pregunté que tipo de episodios y me dijo, “cosas que hacen las niñas cuando son niñas y quieren descubrir sus cuerpos, no lo haciais los chicos también?
Su respuesta me descolocó, y me hice el despistado llevando la conversación a que quedaban tres días para el cumpleaños y que Carlos y yo teníamos que preparar todo.
Nos despedimos con un beso, eta vez igual que el anterior, junto a mis labios y quedamos ya en vernos el sábado.
Quedaba por delante hacer las compras y preparar todo para que Marisa pasase un fin de semana de cumpleaños inolvidable y vaya si lo iba a ser……………
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