Tradición Familiar 6 (Final)
«Soy tuyo papá, te quiero» dije para tranquilizarlo, sus ojos brillaron chocando su pelvis con dureza, gemi gustoso asintiendo al abuelo, este mordió su labio acercándose, recorrió el cuerpo de mi padre con la mano mientras se movía y expuso su miembro en mi boca para que lo chupara..
Papá me arrecosto en la cama acariciando mi culo, levanto mis piernas exponiendo mi ano el cual tanteo con sus dedos revisando lo bien abierto que estaba, con un suspiro despego sus labios de los míos mirándome a los ojos.
«Te quiere hijo, nunca lo olvides, siempre estaré para ti» susurró acariciando su nariz con la mía, posiciono su verga en mi orificio dejándola entrar con una embestida.
Me sostuve de su cuello escondiendo mi cara en su hombro, cada arremetida de su pelvis era la gloria mientras murmuraba palabras de cariño en mi oído.
Mis gemidos fueron altos sintiendo aquel pedazo de carne latir en mi interior.
Nos movimos por toda la cama dejando que nuestro deseo desbordara, sus palabras se volvieron gruñidos y pronto aceleró las embestidas, la cama tronaba ante cada golpe mientras nuestros labios se unían en toques bruscos.
Apreté mis piernas en su cadera cuando escuchamos la puerta del cuarto abrirse, sin dejar de penetrarme papá se dio la vuelta encontrando al abuelo quitandose la ropa con una sonrisa, mis tíos habían desaparecido del cuarto, seguro siendo sacados por su padre.
«Espero tengan espacio para dos» confesó el mayor agarrando su verga erecto, papá hizo una mueca, preocupado atraje su rostro al mío besando la comisura de sus belfos.
«Soy tuyo papá, te quiero» dije para tranquilizarlo, sus ojos brillaron chocando su pelvis con dureza, gemi gustoso asintiendo al abuelo, este mordió su labio acercándose, recorrió el cuerpo de mi padre con la mano mientras se movía y expuso su miembro en mi boca para que lo chupara.
Gustoso deguste de su glande dejando que el líquido presiminal pasará por mi, chupe con gula hasta tener una parte del tronco dentro de mi boca, mi abuelo tomó el rostro de mi padre con dureza chocando sus belfos con los de el, mis ojos brillaron al ver aquel acto tan caliente.
«No olvides quien te enseñó lo que sabes»dijo el mayor chupando los labios de mi padrastro.
Ambos se comían con fuerza tratando de dominar al otro, papá se rindió cuando sentí como su verga se hinchaba en mi interior, soltó un gemido ronco liberando su semen.
Su padre lo separo de mi con un movimiento, acomodo su verga en mi ano dejándolo entrar sin reparos.
Agradecí el volver a tener aquella carne caliente buscando con la mirada a mi progenitor.
Mi padrastro se subió a la cama hasta tener mi rostro a su alcance, dejó su verga al aire con semen encima el cual lami encantado.
Los minutos pasaron mientras recibía la hombría de ambos hombres, sus gemidos ronco, las embestidas, los gruñidos y mis suplicas de placer inundaron la habitación.
En ese momento mis tíos volvieron con dos niños cargando, eran sus hijos, al parecer los habían ido a traer para degustar de ellos.
Mis primos notaron como me estaban dando verga y se emocionaron, se acercaron cada quien desnundandose dejando que los hombres en el lugar rieran gustosos.
«Eso es, vamos todos a disfrutar» canto mi tío Alfred, tomó a su hijo de la cintura poniéndolo al borde de la cama, luego paso la lengua por su ano devorando todo a su alcance.
El tío Hector fue más directo abriendo las nalgas de su primogénito y penetrandolo, los gemidos de todos se mezclaron convirtiendo el momento en una orgia familiar.
Sin darme cuenta, el abuelo había cambiado de lugar con mi tío Hector, Papá recibía una mamada de uno de mis primos y el abuelo embestia al pequeño desde atrás con fiereza.
Luego Papá se subió encima mio mientras la verga del tío Hector seguía en mi interior, acomodo su hombría metiendola en una penetración doble, gemi cansado disfrutando de su bramura.
Pronto paso una hora, todos parecían extenuados, tenía a mi padrastro comiéndome la boca mientras el abuelo y su hijo Alfred me metían su verga al mismo tiempo, mis primos chupaban el pene de mi papá junto a la del tío Hector los cuales gruñeron gustosos.
Todos terminamos con un gemido alto descansando en la cama.
Había sido la mejor experiencia de mi vida y se lo dije a mi papá después de que nos fuimos.
El asintió prometiendo que sería mejor para la próxima vez y volvimos a casa con mamá quien se encontraba más relajada que antes.
Fin.
Gracias por haber leído hasta aquí, la historia de Tradición Familiar continuara, pero por ahora empezare un nuevo relato el cual espero les guste.
Si quieren compartir relatos o solo charlar pueden contactarme por Telegram.
Telegram: @AlexanderTL28.
Adiós.
Ya quisiera todos los maduros para mí
Espero dictan sigan muchas más tradiciones de este relato.
Lo de mls primos hubiera estado genial recrearse