Tradición Familiar IV
Mi abuelo abrió mis nalgas dejando al descubierto mi entrada rosada, metió un dedo notando el fácil acceso que tenía, hizo lo mismo con otro maravillado por como me los tragaba sin problemas. «La tienes bien abierta putito, tu padre te ha usado bien» halago..
Durante una semana entera lo único que recibí de mi padre fue su verga, desde temprano en la mañana antes de irse a trabajar, en la tarde cuando volvía y algunas veces en la noche cuando mamá dormía.
Fueron horas muy placenteras donde lo único que deseaba era recibir más de su hombría y fue debido a esa actitud mía que mi padre decidió invitar al abuelo.
«Tu apetito voraz no debe ser desperdiciado bebe, hoy la pasaras con José, hazle caso en lo que te diga y disfrútalo ¿de acuerdo?» Susurro mi padrastro besando mis labios, luego se retiro palmeando la espalda de su padre, la puerta se cerró quedando los dos solos.
«Ya me contaron todo lo que eres pequeño devorador, ven y complace a tu abuelo» dijo con una sonrisa morbosa, se quito la camisa y bajo sus pantalones revelando una verga enorme, mis ojos se dilataron por la sorpresa, era diferente a la de mi padre, pero eso en vez de asustarme me excito más.
Con pasos seguros tome su hombría empezando con un roce de mis labios, mi abuelo tomó mi cabeza acariciando el cabello, luego dejo que mi boca se tragara una parte de su verga.
«Se nota que tu padre te entrena bien, comes como todo un profesional» decía ronco moviendo las caderas, su hombría entraba y salía de mis labios haciendo que mamarsela fuera difícil, pero después de varios minutos intentando encontré la manera de seguir con lo mío, copie la acción de mover mi cabeza para meter más su verga cuando empujaba y sacarla mejor al tirar de ella.
Mi abuelo no duró mucho, unas embestidas más y saco todo su semen en mi boca, trague lo que pude dejando el resto caer de la comisura de mis labios.
«También eres goloso con la leche, ven aqui» confesó riendo, me agarro de las axilas levantándome hasta su pecho, me acerque a sus labios para besarlo, pero el hizo una mueca.
«¿Andas con esa idea de besar a tus amantes? Tu padre no te enseñó que eso no se hace, venimos a tener sexo pequeño goloso, si quieres amor pideselo a mi hijo ¿entendido?» Regaño el mayor con el ceño fruncido, asentí apenado dejando que me acostarás en el sillón boca abajo.
Mi abuelo abrió mis nalgas dejando al descubierto mi entrada rosada, metió un dedo notando el fácil acceso que tenía, hizo lo mismo con otro maravillado por como me los tragaba sin problemas.
«La tienes bien abierta putito, tu padre te ha usado bien» halago sacando los dedos, escupió en la entrada y en su verga para luego tratar de meterla, respire hondo recordando lo aprendido con mi padrastro.
La punta de su glande pasó con dificultad haciendo que hiciera una mueca por lo incómodo que se sentía, pero después de haber entrado el resto del tronco se deslizó con facilidad.
Gemi en voz alta sintiendo ese pedazo de carne en mi interior, era diferente que con mi padrastro, con el era como tener una calidez reconfortante alojarse en mi ano, con mi abuelo se sentía como un pedazo de carne caliente que hacía sudar mis paredes internas.
El abuelo empezó con sus embestidas dejando que su hombría entrará y saliera en todo su esplendor, la sensación sofocante en mi ano seguía latente haciendo que mis gemidos fueran altos, la sonrisa en la cara de José era grande mientras apretaba mis caderas con dureza.
Sus golpes de pelvis en mis nalgas era contundentes y rápidos, parecía querer terminar rápido, pero pese a su velocidad de movimiento estuvo media hora sin terminar, el sudor en su cuerpo delataba su estado de agitación, mis ojos estaban nublados por el placer dejando que mi voz soltara pequeños gemidos al palpitar mi ano en toda su envergadura.
Con una embestida que me llego hasta el fondo mi abuelo descargo su semen en mi, su respiración entrecortada le siguió a una risa ronca, sacó su miembro de mi dando leves golpes con su verga en mis nalgas.
«Ya estas listo muchacho, vendrás a la reunión familiar de hombres este fin de semana, tus tíos estarán gustosos de verte» dijo guiñandome el ojo, se limpio el sudor con su camisa y levanto sus pantalones del suelo.
Cansado me quede dormido en el sillón escuchando como la puerta se abria y cerraba.
Al despertar me encontraba en mi cuarto, lo primero que sentí fue mi ano palpitando, gemia a gusto arrecostandome en la cama, pero un ruido en la entrada llamó mi atención.
Papá estaba desnudo con su verga en alto, cerró la puerta con pestillo mirándome con aquellos ojos oscuros.
«Espero mi padre no te haya dejado cansado para una segunda ronda con tu viejo» confesó masturbandose, emocionado me levante de la cama para mamarsela.
Fin del cuarto relato, gracias todos por su apoyo, he recibido buenas críticas de ustedes por telegram, aprecio mucho sus palabras, pronto sacare la quinta parte que se que los dejará con más.
Si quieren compartir experiencias o hablar conmigo pueden hacerlo por Telegram.
Telegram: @AlexanderTL28.
Adiós.
como continua
Qué rica familia. Ojalá hubiera crecido en una así 😋
Me fascinan este tipo de relatos con hombres formados por el campo
Se hace un poco monótono
Pasable.