Tradición familiar VII
«Ven hijo, quiero que te tragues todo, mañana empezará tu nuevo entrenamiento para convertirte en un macho follador» dijo mi padre con voz ronca, agarró su verga con una mano limpiando su semilla de ella, mientras lo hacía estiró uno de sus brazos en la espalda dejando a la vista su axila peluda..
Me encontraba acostado en la cama con los párpados cerrados, mi respiración agitada acompañaba los gruñidos culturales de mi progenitor, su vaivén lento introduciendo con maestría su envergadura era un placer para las paredes de mi ano.
Apreté con fuerza su miembro cuando un orgasmo cruzó mi espina dorsal, gemi gustoso escuchando una maldición de su parte.
«Te has vuelto muy bueno pequeño» murmuró con la voz ronca, aceleró las embestidas un rato dejando que el sudor perlada su cuerpo peludo. El choque de sus testículos con mis nalgas enviaba corrientes eléctricas por mí próstata que me hacían regocijarme en el colchón.
Unos labios tocaron los míos tentativamente, los atrapé en un beso pasional, nuestras lenguas bailaron dominantes mientras las penetraciones se profundizaban hasta hacer rechinar la cama.
Entre beso y lamida nuestros gemidos sonaban, nuestros cuerpos estaban en sincronía mientras el calor aumentaba, el olor a sexo impregnaba la habitación y las sábanas estaban húmedas de tanto líquido que goteaba de nosotros.
Semen seco cubría parte de mi estómago mientras la verga de mi padrastro volvía a sus arremetidas lentas, palabras dulces salían de su boca mientras acariciaba mi rostro con su barba.
«Tan caliente, un manjar delicioso, con este culito para mi, tu ano es mi gloria, bebe, me haces el hombre más feliz» gruñó el adulto sumido en el deseo, apreté mis manos alrededor de su espalda dejándome llevar por sus caricias.
«Eres el mejor papá, tu verga es mia, me hace tan feliz recibir tu leche todos los días, dame más, quiero devorar todo» gemi con la voz rota.
Algo dentro de mi progenitor se activó y volvió a moverse con una cadencia digna de un semental, solo pude apretar las sábanas babeando por lo que sentía.
«Te amo papá» solté con lágrimas de placer, este sonrió delineando mi culo con sus gruesos dedos.
«Te amo hijo» susurró amasando mis glúteos, luego volvió a besarme con gula.
Estuvimos unos minutos más disfrutando del otro hasta que mi padre me lleno de leche por tercera vez, nos detuvimos para tomar un descanso, mientras el mayor recuperaba el aire en la cama, salí desnudo del cuarto rumbo a la cocina.
Mamá había salido por lo que no tenía miedo de que alguien me viera, saqué comida de un plato y me senté a almorzar.
Cuando termine volví al cuarto encontrando a mi padre dormido, sonreí emocionado pensando en hacerle una mamada, pero el ruido de la puerta siendo tocada llamó mi atención, mire al mayor un momento antes de agarrar mi shorts en el suelo y ponermelo.
«Debe ser el tío Gregory, dijo que vendría a visitar a mamá unos días»pensé llegando a la puerta de entrada.
«¿Quién es?» Consulte antes de abrir, el acento sureño de mi tío me hizo conformar que era el.
«Abre la puerta mijo, hace calor aquí afuera» sonriendo hice caso, lo primero que vieron mis ojos fue la entrepierna abultada del hombre, luego recorrí la mirada desde ese punto hasta arriba, tenía un abdomen plano, su cuerpo era delgado, vestía una camisa con los dos primeros botones sueltos, su cabello largo atado en una coleta, a pesar de haber visto su verga, al notar su rostro no pude evitar compararlo con una mujer.
«Cuanto tiempo sobrino ¿Está tu mamá?» Dijo el hombre dándome un abrazo, correspondi restregando mi cara en su entrepierna, sentí como está palpitaba un momento antes de soltarme, luego cerré la puerta cuando entró.
«Anda visitando a una vecina, vendrá en la noche» comenté mirando como este se quitaba la camisa con prisas.
«Que lástima, tenía mucho que contarle ¿Y Rodrigo?» Consultó con la mirada brillante, ignore su expresion apuntando al cuarto.
«Esta dormido» dije, apenas mencioné el lugar Gregory camino a paso rápido en esa dirección, quería detenerlo pero fue imposible.
Pronto esté noto la ropa tirada y el cuerpo desnudo de mi progenitor.
«¿Así duerme en la casa? ¿Se desnuda enfrete de ti? Sabía que era guarro, pero no tanto» murmuró mi tío con una sonrisa mórbida, su entrepierna creció hasta formar una erección, el noto mi mirada en ella y sonrió avergonzado.
«Perdona que hayas visto eso, talvez no lo entiendas y es mejor así, no le digas nada a nadie ¿De acuerdo?» Dijo en tono de broma, negué con la cabeza apuntando al lugar de su verga.
«Estas erecto, se lo que es eso, si necesitas desahogarte ahí tienes el baño» dije con indiferencia.
«Aunque me gusten los hombres, tío Gregory no parece uno» pensé desconfiado, este se sorprendió antes de soltar una carcajada.
«Veo que ya te incluyeron en la tradición familiar ¿Porqué tu madre no me dijo nada cuando la llame?» Se quejó el mayor, luego saco su miembro grueso de su pantalón, lo apunto hacia mi tentandome a tocarlo.
«Chupale la verga a tu tío mientras tu padre despierta ¿Sí sobrino?» Comento con la voz aguda, hice una mueca, no me atraía su persona, pero su miembro se veía delicioso, sin embargo una voz ronca intervino en mis pensamientos.
«¿Piensas que mi hijo es como el resto de chicos de la familia Gregory?» Gruñó mi padre, su respiración era pesada mientras se levantaba de la cama, su postura imponente a diferencia de la delicadeza de mi tío me causo una descarga de placer en mi ingle, este se encogió levantando las manos.
«Solo quería un poco de cariño, nunca fue mi intención ofenderlo» respondió con una sonrisa, mi padrastro se acercó a él tomándolo del cuello, sus miradas chocaron, una voraz como un depredador, la otra mansa.
«Entonces yo me haré cargo de eso» dijo mi progenitor, luego empujó a mi tío Gregory a la cama con fuerza.
«Hijo, cierra la puerta, hoy te enseñaré como dominar a otro macho, algún día tus primos querrán someterte para demostrar su hombría, es necesario que sepas defenderte» confesó mi padre, luego se subió encima de mi tío besándole la boca, mientras lo hacía le quitó el pantalón dejándolo totalmente desnudo.
Mi verga se puso erecta disfrutando de la vista, podía ver la espalda hérculea de mi progenitor cubrir el cuerpo casi femenino de Gregory, este apretaba sus piernas alrededor de la cintura del macho encima suyo, la verga erecta de mi padrastro con aquellos testículos que colgaban eran un deleite para mi vista.
Empecé a masturbarme como me habían enseñado mientras mi padre sometía a mi tío.
Casi sin esfuerzo el miembro del mayor se introdujo en el ano rosado del afeminado, este grito adolorido, pero pronto fue callado por una mano de mi macho.
«Aguanta como hombre, recuerda quién manda» ordenó mi progenitor con voz autoritaria, aquel tinte amenazante le saco un gemido a Gregory el cual se encogió en sí mismo dejándose a disposición del hombre a su lado, sonreí orgulloso al verlo.
«¡Eres increíble papá!» le halague viendo como este sin miramientos follaba a mi tío con movimientos bestiales, parecidos a los que usaba cuando ambos estábamos muy deseosos.
Escuchando el sonido de las pieles, el olor afrodisíaco masculino y aquella vista de un semental follador no pude evitar soltar mi semen en un orgasmo.
Mantuve mi atención en aquel sexo entre machos por mucho tiempo, cambiaron de posición varias veces por petición de Gregory quien se quejaba de calambres en las piernas, con gruñidos molestos mi padre hacía caso y después de acomodarse iniciaba una repetición de embestidas animales para recordarle quién mandaba.
Por petición de mi progenitor me mantuve mirando sin intervenir, llevaba varias deslechadas y mi padre no había ni dado la primera, al parecer estaba aguantando las ganas como todo un macho, por la mirada que tenía parecía que su intención era obligar a su tío a pedir clemencia, algo que no duró mucho.
«Ya Rodrigo, dame tu semen, no puedo más» decía con la voz entrecortada Gregory, mi padre sonrió mordazmente acercando sus labios a los del hombre sometido.
«Di las palabras correctas y lo haré» ordenó el mayor, aceleró las embestidas haciendo que un lloriqueo saliera de mi tío, este respiro hondo para hablar.
«Eres el macho aquí, el único que puede follarme, concédeme tu orgasmo para rendirme ante tu hombría» gimió Gregory, mi padre cerro los ojos soltando un grito, note como espasmos recorrían sus músculos con fuerza, su voz hizo eco varias veces notando como se deslechaba con fuerza, parecía que estaba teniendo múltiples orgasmos a la vez.
Mi emoción era tal que deje de masturbarme para prestar atención a todo, desde como salía abundante semen del ano rojo de Gregory hasta el vaivén lento de la verga de mi progenitor después de haberse deslechado.
Con un sonido fuerte de algo ser descorchado salió la verga erecta de mi padrastro del agujero del afeminado, está se encontraba roja y llena de su semilla, mientras tanto la entrada de mi tío era como un agujero de carne cubierta por un espeso líquido seminal, su ano palpitaba dejando salir chorros calientes de la leche de mi padre, este me miró señalando la escena.
«Ven hijo, quiero que te tragues todo, mañana empezará tu nuevo entrenamiento para convertirte en un macho follador»dijo mi padre con voz ronca, agarró su verga con una mano limpiando su semilla de ella, mientras lo hacía estiró uno de sus brazos en la espalda dejando a la vista su axila peluda que exudaba un olor a macho, acercó su nariz a esa zona respirando con pesadez, cerro los ojos intoxicandose del aroma, era una vista candente.
Gustoso me comí todo el semen del ano sensible de mi tío Gregory, este se dejó hacer gustoso de tener algo más delicado que el miembro viril de mi padre.
Me trague hasta el último bocado de leche antes de besar con pasión a mi padrastro.
«¿Te gusto lo que viste?»cuestionó el mayor levantándome de las caderas, enrede mis piernas en su cintura y los brazos detrás de su cuello, junte mis labios con los suyos en un contacto cargado de sentimientos.
«Me encanto, eres el mejor semental de todos» murmuré con un hilo de saliva uniendo nuestras bocas, su sonrisa brillante me hizo suspirar.
«Que bueno hijo, me hace feliz ser el hombre que tanto deseas» dijo con una voz ronca antes de llevarme fuera de la habitación, dejando a mi tío Gregory descansar con su ano roto.
Continuará…
Gracias por haber leído hasta aquí.
Espero que está segunda parte de la saga tradición familiar empiece gustandoles, los siguientes capítulos saldrán en unos días, se vienen muchas sorpresas.
Si quieren compartir relatos o solo charlar pueden contactarme por Telegram.
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Hasta pronto.
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