Upps mi cuñado
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por marinerosado.
La semana pasada estuve visitando USA. Fui de gira por carretera a la parte norte de Florida. Eran unas vacaciones familiares. Yo viaje 2 días después del grupo de tres parejas por motivo de trabajo. Quede en juntarme con mi cuñado quien me esperaría Miami para que subiéramos juntos a donde nos esperaba el resto de la familia. Llegue a Miami en la tarde, mi cuñado paso por mí al aeropuerto y partimos hacia Charlotte. En el camino llegamos a un hotel pequeño que habíamos reservado para dormir. Habíamos reservado una habitación doble. Llegamos 2 horas más tarde y entramos a un pequeño lobby y preguntamos por la reserva. El tipo nos atendió indicándonos el número de la habitación previamente reservada.
Salimos al parqueo y caminamos hacia la habitación que estaba en una segunda planta. Abrimos la puerta y nos llevamos la sorpresa que solo había una cama grande. Llamamos al recepcionista y le indicamos que había un error porque éramos 2. Las personas nos indicaron que la habitación que reservamos por internet no era de doble cama sino una cama para dos. Mi cuñado le pidió que nos cambiar a de habitación pero el hotel estaba lleno. Decidimos quedarnos así y pasar la noche. Por mi parte que había viajado desde RD estaba bastante cansado así que caería en el sueño casi de inmediato. Acordado así procedimos a turnarnos para usar el baño y acondicionarnos para dormir. Mi cuñado y yo, cincuentones nos conocemos desde hace más de 35 años. Así que había suficiente confianza para dormir así. Fui el último en acóstame, llevando una camiseta vieja y cómoda con una ropa interior slip como siempre duermo. Me acosté del lado izquierdo, levantando la frisa para entrar dentro y arroparme. Mi cuñado revisaba sus correos y demás sistemas en el celular. Yo me acosté y me coloque de lado dándole mi espalda a él. Termino de revisar el cel y se dispuso a acomodarse.
La cama no era muy grande por lo que sentí que estaba cerca de mí. Apago la luz de la habitación y decidí dormirme. Minutos en la oscuridad y siento que su mano rosa mi espalda baja sin querer. Me quedo quieto y vuelvo a sentir su mano un poco más abajo casi tocando mi nalga. Me quedo sin moverme esperando que él se duerma. De nuevo me toca pero esta vez mas descaradamente, y me manosea mis nalgas como si nada. Yo entro en pánico y no me muevo. El continua, supongo que creyendo que estaba aceptando sus avanzadas. Yo sigo paralizado, es algo que nunca había vivido. Sigue cada vez manoseándome más. Introduce su dedo por la raya de mi nalga y no me muevo. Me dice: estas bien? Y a mí no me sale la voz. Continúa diciendo: ya que la casualidad me puso a dormir contigo no quiero desaprovechar la ocasión de hacértelo. Dime te gusta? Yo solo respondo un tímido: se siente bien. Esas fueron las palabras mágicas para que el pasara de su avanzada sigilosa a un abrumador a fan de acariciarme. Se puso de lado detrás de mí abrazándome. Metió sus manos por debajo de mi t-shirt acariciándome mi pecho, mis tetillas y mis pezones.
La verdad era muy agradable la sensación. Saco de su pantaloncillo su miembro y me lo pego a mis nalgas. Era la primera vez que hacia esto con un hombre. Sobaba su erecto miembro en mis nalgas y seguía acariciándome. Me beso el cuello buscando mis orejas. Era un placer que iba creciendo, parece que este escenario de lo prohibido, lo incorrecto daba mayor sabor a lo que estaba pasando. Yo solo dejaba que el hiciera lo que quisiera pero la verdad era estaba muy excitado. Él se quitó su ropa y quedo desnudo totalmente, mi vista se hundió en ese miembro erecto circuncidado. Se dio cuenta de que estaba mirando y receptivo a aprender. Tomo mi mano izquierda y la puso sobre su pene diciéndome papito mastúrbame. A esta altura del juego yo estaba dispuesto a todo. Agarre bien su pieza y comencé a masturbarlo suavemente. Su excitación era tanda que brotaban grandes gotas de líquido seminal de color claro de su orificio. Esa humedad en mi mano me encendía más. Agarro mi cabeza dentro de su excitación y la fue llevando hasta que mis labios tocaron la cabeza de su pene. Los olores de ese semen pre seminal, el olor de su pene, de su piel púbica despertaron en mí mis instintos gays que tenía escondidos. Bese con mis labios su glande, absorbiendo todas las nuevas sensaciones de besar un miembro erecto. Se lo bese varias veces por diferentes partes. El solo gemía con cada toque. Me dijo en tono desesperado: chúpalo. Abrí mis labios y la boca entrando por primera vez un pene en mi boca. Me trague su cabeza y la succione por varios minutos. Luego comencé a lamérselo de arriba abajo.
Debe haber pensado que era un profesional. Pero todo esto era puro instinto. Me dijo: chúpalo y lo metí en mi boca. El tomo mi cabeza por los cabellos y comenzó a dirigir los movimientos de entrada y salida de su pene en mi boca, así como la profundidad de las penetradas. Dure largos minutos dedicados a mamarle su pieza, pendiente de escuchar sus gemidos de placer y su plática diciéndome palabras obscenas relativas a lo puto que era y a lo bien que mamaba. Largo rato después, cambio de posición pidiéndome que me pusiera en 4. Me pregunto si alguien antes me había penetrado a lo cual le respondí que no. Me pregunto en tono de burla: entonces eres señorito? Y hecho unas carcajadas. En la posición de 4 patas comenzó a comerme el ano. A besarlo y lamerlo, dejándolo totalmente lubricado para poder penetrarme con sus dedos. Inicio el proceso de penetración hincado detrás de mí. Primero un dedo con buenos y profundos masajes. Luego 2 dedos y luego 3 dedos introducidos profundamente. La verdad que era molesto. Es una sensación muy extraña pues para disfrutarla uno debe estar muy excitado de lo contrario el dolor no te deja disfrutar. Me dijo: ya estas preparado. Agacha tu cabeza en la cama que me gusta verte así. Me puse como él quería y el me comenzó a frotar su pene a punto de explotar, haciendo presión para que mi esfínter se abriera y dejara entrar a su intruso pene de más de 15 pulgadas.
Sentí perfectamente cuando su cabeza entro forzosamente por mi anillo anal, abriéndose paso. Dejo su cabeza a mitad por un gesto de dolor que había hecho. Luego que sintió que me relajaba volvió a empujar para entrármelo todo. Lo dejo completo dentro de mí. Recostado sobre mi espalda. Y al oído me pregunto: te gusta? Y solo respondí que si con el movimiento de mi cabeza. Inicio el movimiento de meter y sacar agarrándome de la cintura y asegurándose que en cada embestida lo metía totalmente. Los primero minutos fueron dolorosos, luego resistible y después aprendí varios placeres. El placer del roce del miembro con el anillo anal, el placer de sentirse que le llenan muy a dentro y el placer del roce con la parte interna de la próstata. Esa combinación de placeres, la aceleración dela velocidad de entrada y salida, el roce de los cuerpos, hizo que tuviera la eyaculación más satisfactoria que haya tenido. Luego de unos minutos después él se vino dentro de mí, depositando toda su leche en mi interior. Quedamos pegados, el con su pene dentro de mi acostados uno encima del otro en la cama.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!