Y todo por las tortillas
Les contaré la forma más random de conocer a una personita bonita .
Me encontraba muy entretenido, jugando en la pc, iba ganando una partida en linea cuando de pronto mi madre me habla a lo lejos.
-HIJO!!!, ve por las tortillas!! Para que comamos.
Yo de muy mala gana me salí de la partida y bajé las escaleras del segundo piso con muy pocas ganas de ir, pues me quedaba a 2 cuadras de distancia la tienda, mi mamá me dió el dinero justo para que no comprará otra cosa como solía hacer cuando me dan un billete y termino comprando galletas para mi.
Hola, mi nombre es. Bueno se quedarán con la duda, tengo 20 años de edad y estudio la universidad, por el momento estoy en vacaciones de verano, soy güero de 1.75 de altura que se satisface sexualmente con la mano mirando pornografía gay en internet.
Saliendo de mi casa, había un calor terrible, no tube opción así que me fui a caminar las dos cuadras, qué cansancio, al menos no por mucho tiempo, en toda mi distracción pensando en cosas sin importancia alcancé a ver a un niño, fuera de su casa, jugando en un espacio con arena, con juguetes de carros de esos de construcción, ambos nos vimos de reojo pero seguí mi camino.
Pasé comprando tortillas, que por cierto había una cola enorme, que pasé como 10 minutos esperando, ya enojado me fui de regreso a mi casa, pensando en más películas en mi mente (tonterías) hasta que, pasó.
Voz – ¿por donde vives? (En tono muy tierno)
Un poco extrañado volteé a ver, y me volví a ver a los ojos con ese mismo niño, que seguía jugando con sus juguetes.
Yo – puesss (en tono nervioso), a una calle de aquí, es que hasta allá a comprar tortillas (señalando la tienda en la otra calle a lo lejos).
Él – ¿no quieres jugar conmigo? (Con una voz mucho más tierna que antes).
Yo – me gustaría amiguito, pero tengo que dejar estas tortillas, si gustas vengo más al rato a jugar contigo.
Él – sí claro (dijo un poco serio).
Yo – no te pongas triste, por supuesto que vendré, te veo a las 4 aquí ¿sale?.
El pequeño me hizo una carita más tranquila y la movió asentando.
En mi casa no podía dejar de pensar en ese niño, a pesar de ser gay, y no haber tenido relaciones antes, me gustan los grandes, pero ese niño hizo algo que no sabría explicar, me movió mi corazón o algo que hasta sentía el pulso mientras hablaba con él.
Después de comer me fuí a mi habitación pensando en si ir a verlo o no, qué tal que sus papás me corren por hablarle a un niño de la nada, muchas incógnitas pasaban en mi cabeza, dieron las 3:30 pm y decidido me metí a bañar rápido, y a las 4 me dispuse a ir a ver al pequeño, le dije a mi mamá que saldría a hacer un trabajo con un compañero y me creyó.
Llegando a la casa del niño quedé pensantivo si irme o quedarme, ya que en la puerta había una señora ya grande que tal vez era la abuela, estaba dándome la vuelta cuando escuché esa hermosa voz.
Niño – oye!
Volteé a ver y dentro de la casa venía el niño corriendo con su misma ropa algo sucia de haber jugado todo el día afuera, y escabulléndose por el pequeño espacio de la puerta salió a saludarme, contento y alegre me dijo.
Niño – qué bueno que llegaste, pensé que no vendrías.
Yo – cómo crees que no amiguito, ¿qué jugamos?.
La señora interrumpe diciendo:
– veo que mi Lucas y tú son amigos.
Lucas, el nombre más lindo del mundo, le respondí.
Yo: bueno señora sí, Lucas pidió que viniera a jugar con él, digo si usted nos da permiso.
El pequeño Lucas volteó a ver a la abuela con una sonrisa hermosa queriéndole decir que sí nos diera permiso, la abuela muy sonriente y alegre dijo que fueramos al cuarto de Lucas a jugar.
Dentro del mismo era muy humilde su habitación, una cama sencilla, una mesa y una silla, y un tubo colgado entre dos columnas donde estaba su ropita, al estar admirando todo no ne dí cuenta que el niño había salido, cuando asomé la cabeza por la puerta vi que el niño fue hasta la cocina a traer una silla para mí, yo muy sonriente fui a ayudarle y nos sentamos en la mesa a jugar con sus mismos juguetes todos llenos de arena por lo de antes.
En ese tiempo me dijo que tenía 10 años y que la señora efectivamente era su abuela y se llamá Lucía. Sus padres trabajaban en otra ciudad y por la unión que Lucas tiene con su abuela fue que se quedó a vivir aquí.
En cierto momento de que el niño se distrajo le aventé un poco de arena sobre su cabecita, a lo cuál Lucas reaccionó saltando de la silla pero a la vez sin dejar de mostrarme su sonrisa maravillosa que me poseia involuntariamente. El niño se subió a su cama y se quitó su playera porque le había entrado arena en su ropa, pudiendo ver su pielecita blanca, pero un poco quemada de las veces que juega en la calle seguramente, también se quitó su short que porque también le entro arena, quedando en puro boxer y yo en estado de enamoramiento.
Me dijo que me sentara con él en su cama y nos pusimos a jugar con sus juguetes, que al parecer eran los únicos porque solo con esos jugaba, hasta que nos aburrimos y nos fuimos a la sala. Nos sentamos en el sillón de un solo espacio y Lucas obviamente se sentó sobre mis piernas, tal vez porque se sentó directo sobre mi pene hizo que me diera una erección involuntaria, pusimos la tele en un canal infantil y Lucas no dejaba de moverse sobre mí, hacíendo que gimiera silenciosamente.
Lucía: Lucas! Por qué estás en boxer en la casa! (Dijo seriamente la abuela)
Lucas: ay es que me ensucié hace rato ( hechándose la culpa así mismo).
Lucía: bueno pequeño travieso, vete a bañar rápido para que sigas jugando con tu amigo, sinó estarás castigado.
Lucas accedió sin levantarse de mí, la abuela se volvió a sentar afuera y fue cuando Lucas se levantó sin darse cuenta del bultote que me había causado.
Lucas: ven vamos a mi cuarto y ahí me esperas. (Dijo como sin ganas de bañarse el pequeñín).
En su mismo cuarto tenía una pequeña área de baño con su regadera y una taza de baño, que se cubría con una delgada cortina.
Lucas entró, cerró la cortina y podía ver claramente su sombra como si fuera una teatro de sombras chino, vi cómo se quitaba la única prenda de ropa que traia puesta y la aventó fuera de la cortina llegando a mis pies.
Levanté esa trusa color celeste y por instinto o no se, comencé a olfatearlo, teniendo un aroma increible a niño, mientras tanto se miraba la sombra del niño recibiendo el agua de la ducha, le pregunté a Lucas si podía pasar a orinar a lo cual accedió.
Entrandl vi a un Pequeño Lucas totalmente desnudo tapándose con sus dos manitas su pequeño penesito dejándo ver unas redondas y respingadas nalgas bien blancas que resaltaban de sus trusas que se pone ya que es la única parte de su cuerpo que no salió quemada. Sin embobarme más por él oriné en la taza dándole la espalda para que siguiera bañándose tranquilo, mientras orinaba me dí un buen susto al ver a Lucas que asomaba su cabecita para verme mi pene.
A lo cual reaccioné volteando muy brusco, y accidentalmente terminé orinando encima del niño a lo que los dos dimos un grito de susto, y abrió la llave nuevamente para lavarte su cuerpo, sin guardarme el pene lo dejé afuera.
Lucas: que susto nos dimos jaja!!
Yo: sí pequeño, ¿Porqué me miraste mi pene?.
Lucas: es que ví que la tienes muy grande, no como la mía que está chiquita.
Yo: bueno Lucas cuando seas grande lo tendrás como yo.
Mientras dije eso noté que Lucas no dejaba de mirarme el pene, ya que todo este tiempo siempre me vió a los ojos.
Yo: ¿qué?, ¿Quieres tocarlo?.
Lucas miró sorprendido y a la vez con una sonrisa pícara, como no se decidía le agarré sus dos manos y las coloqué sobre mi pene, sintiendo un escofrío enorme por todo mi cuerpo.
Lucas no me soltaba para nada, al parecer le gustaba lo que sentía.
Lucas: se siente bien duro (dijo muy curioso).
Yo: si lo mueves de arriba a abajo mi pene te dará una sorpresa.
A lo que el niño feliz comenzó a mover sus manos masturbándome de lo más sabroso posible, esta sensación no me la causó ni el mismísimo video porno más caliente que haya visto, Lucas sacó su lengua por el cansancio que esto le provocaba, eso que estaba haciendo Lucas era lo único que quería en ese momento, hasta que sin previo aviso saqué 5 disparos de semen, apuntando a su carita haciendo que lo dejara ciego por un ratito, el niño me soltó y se quiso sacudir los ojos pero porque el semen es espeso no podía ver todavía.
Yo: jaja perdón Lucas no lo ví venir.
Lucas: ahhh ¿qué es esto? (Dijo algo desorientado
Yo: es mi leche Lucas, sale de mi pene cuando juegas con él.
Lucas: ¿cómo?, No entiendo, (dijo curioso).
Yo: sí, porque jugaste con él así como lo hiciste le gustó mucho (refiriéndome a mi pene), y si tomas la leche te dará nutrientes para que seas un niño sano.
Lucas probó un poco de mi semen pasándose la lengua por sus labios a a lo cuál mostró asco obviamentr.
Lucas: iuggg!!! Sabe bien feo, no quiero!
Yo: lo se Lucas, es como las medicinas que te da tu abuela cuando te enfermas, saben bien feas pero es para que estés bien.
A lo que Lucas más informado, comenzó a lamerse todo el semen, con ayuda de sus deditos hasta dejarse medio limpio, haciendo muecas de asco, pero al parecer confió en mi.
Lucas: ah! La verdad no sabe tan feo jejejee (sonriendo).
No se si lo decía de broma o si era cierto, me guardé mi pene que ya había sido satisfacido lo suficiente con el simple hecho de que unas manitas me lo hayan tocado, y le dije a Lucas que lo esperaba en la sala mientras terminaba de bañarse, porque ni el shampoo se había puesto todavía.
Lucía: ¿ya se terminó de bañar este travieso? (Dijo sonriendo la abuela con cara de pena porque tal vez pensó que me incomodaría o algo ver a Lucas encuerado.
Yo: sí ya casi acaba, ahorita baja, solo termina y ya baja.
Mientras hablábamos la abuela me agradeció de forjar una amistad con su nieto, ya que Lucas siempre jugaba solo y estaba muy aburrido siempre, en la escuela nadie le hablaba y ahora que son vacaciones más solo se la pasaba todavía, y que nunca había confiado en nadie tanto como lo hizo conmigo.
Me sentí tranquilo al tener la bendición de doña Lucía para poder jugar con Lucas, al tardarse un poco decidí ir a buscarlo, pero me llevé una sorpresa aún mejor, Lucas se encontraba dormido de lado, dejándome ver sus lindas nalguitas, solo se puso una trusa nueva y se durmió, pensé que seguiríamos jugando pero creo que la medicina lo dejó cansando jajajaja.
Caí en tentación, entonces procuré que siguiera dormido, y noté que estaba como una roca, le bajé tantito su trusa viendo sus esplondorosas nalgas, que tenía ganas de besar, me agaché tantito para darle unos besitos en cada nalga, mientras olía un sabroso aroma a jabón, con ambas manos tomé sus nalguitas y las abrí tantito notando que tenía cerrado su anito, color rosadito, que me herizó la piel de nuevo, Lucas continuaba dormido, así que me saqué el pene de nuevo, y lo apunté en su entrada.
Se sentía de lo más maravilloso el hecho de solo tener contacto con su colita, pero me detuve, quizas no era el momento para hacerlo, y quería que él lo disfrutara, así que me guardé el pene de nuevo, y le subí sus trusitas como estaban.
Salí a la calle y me despedí de su abuela, le comenté que Lucas se quedó dormido y por eso ya ni jugamos, que tal vez mañana regresaba a jugar, la señora me asintió muy alegr
Lucas
A mi relato le faltó un párrafo ya que lo envíe por error antes de terminar, pero si todo Lo demás les agradó, hago una segunda parte complementando este capítulo y comenzando el nuevo
Cómo sigue , está buenísimo el relato