EXPERIENCIA CERCANA A LA MUERTE I: Luisa, la enfermera.
*RELATO 100% REAL* Debido a una neumonía termino en el hospital internado, llegando a morir de manera temporal, esto cambia mi perspectiva de vida, pero me vuelve mucho más caliente..
En un viernes a finales de septiembre (22/09) comencé a caer sumamente enfermo de la nada, vomito crónico, diarrea y muchísima calentura, mi fin de semana fue un completo desastre y llegado el lunes 25 no pude soportarlo más, habían pasado varios días en los que mi rutina había sido despertarme para vomitar, dormir, volver a despertarme para hacer del baño, volver a dormir y así todo el día, cuando hablé con mi madre ella pasó por mi al momento y me llevó su casa para poder llevarme con su medico de confianza el cual nos termino dando una referencia para que fuera a urgencias ese mismo día y ni cortos ni perezosos fuimos a que me checaran. Para que entiendan el porque tardé tanto en pedir ayuda les debo comentar que llevo desde 2019 con una depresión sumamente fuerte la cual me llevó a pensar que era una carga para toda mi familia y eso no me permitía pedirles ayuda por lo que cada vez que caía enfermo simplemente me quedaba en cama, solo y esperando a que me curara por mi mismo. Pasé la noche en una habitación del ala de urgencias de un hospital público en el cual me diagnosticaron una neumonía que poco a poco me estaba provocando una pulmonía y, además, estaba haciendo que mi corazón dejara de funcionar hasta que en un momento morí -literalmente, según me comentaron los médicos mi corazón dejo de latir y no dí señales de vida durante 2 segundos-, sin embargo gracias a los doctores y a un catéter en la vena yugular que llegaba hasta mi corazón este volvió a reaccionar y volví a la vida.
Conforme fue pasando el tiempo recuperé poco a poco la conciencia y llegada la tarde del 26/09 me subieron a uno de los tantos cuartos del hospital donde pasé mi recuperación hasta que el 4/10 me dieron de alta, sin embargo, uno de los tantos días que estuve internado ocurrieron las historias que les quiero relatar.
Tuve una lista variada de enfermeras y enfermeros que iban cambiando durante la mañana, tarde y noche, al ver la forma en la que me cuidaban no había momento en el que no fuera agradecido con ellos en todo momento. En la primera noche que pasé ya en el cuarto fuera de emergencias, tuve la necesidad de ir al baño pero debido a que me encontraba conectado a varios monitores que checaban el estado de mi pulmón y corazón se me dificultaba poder ponerme de pie, en uno de esos momentos llame a la primera enfermera que me estuvo cuidando, Luisa. Cuando se pasó a presentarse conmigo se me hizo una mujer sumamente atractiva, tenia sus rasgos faciales muy finos, una figura escutural y unos pechos enormes que captaron mi atención desde el primer momento que los vi, además de una cintura perfecta que la hacía parecer una guitarra, todo coronado con una estatura de aproximadamente 1.75 -lo digo porque en los momentos que me ayudo a ponerme de pie, se notaba que era un poco más alta que yo, cosa que siempre me ha excitado tanto en hombres como en mujeres- aquella primera noche que estuve a su cuidado ella se encargaba de tomar mis signos vitales cada cierto tiempo y ayudarme a ir al baño, si bien no podía orinar debido a que tenía una sonda en mi uretra, ella se encargaba de desconectarme y ayudarme a ponerme de pie para poder ir por mi cuenta a hacer el resto de mis necesidades, Luisa me retiro la sonda dos días después de que me subieron a piso y esa noche, pasadas algunas horas de que la había retirado, la llame, como ya era mi costumbre, para que me ayudara a ir al baño, pero esta vez, ya pude orinar en paz, al salir y acostarme en la cama ella me conecto nuevamente todos los aparatos que me monitoreaban y, mientras lo hacía, nos pusimos a platicar de lo molesto de la sonda
L- la verdad es que muchos pacientes de tu edad no aguantan tener esa mierda (la sonda) por mucho tiempo y terminan quitándosela y lastimándose horrible, incluso llegan a provocarse heridas y sangrado que luego mis compañeras y yo tenemos que curar
M- Me imagino, he de aceptar que lo único que me molestó de esa cosa fue cuando la pusieron y la quitaste, pero de ahí en fuera, ya cuando me acostumbre a la sensación, era bastante cómodo el orinar sin tenerme que parar en ningún momento- le dije, ambos nos reímos un poco por mi comentario, me sorprendió que lo tomara tan bien, pero suponía que era porque estaba acostumbrada a ello, cuando termino de conectarme se retiro pero antes de eso me tome la molestia de regalarle uno de los chocolates que me había llevado un familiar a manera de agradecimiento por haberme cuidado ese primer par de noches.
Pasaron unas cuantas horas, yo me encontraba dormido cuando escuche que abrían la puerta de mi habitación, era Luisa quien venía a tomar mis signos vitales como era costumbre, era su ultima toma de la noche antes de dejarme con la enfermera de la mañana
L- Disculpa por despertarte tan abruptamente, pero me acaban de avisar que es la última noche que estaré contigo, Mercury- me dijo suavemente mientras colocaba su oxímetro en mi dedo y tomaba mi pulso
M- No te preocupes, estoy agradecido de todos los cuidados que me has dado en estos últimos días- le dije con una ligera sonrisa entre sueños -además, la verdad es que me levantó bastante el animo tener una compañía tan hermosa como tu- le dije adormilado, pude ver como sonreía ligeramente
L- Si te soy honesta, me siento un poco culpable del dolor que te provoque al retirar la sonda, quisiera poder compensártelo, si me lo permites- dijo mientras terminaba con la toma de signos, yo solo le respondí que no era necesario cuando escuche que comenzaba a cerrar la puerta de la habitación y le ponía seguro, pensé que estaba soñando -insisto- me dijo con una sonrisa, fue ahí que me dí cuenta que había comenzado a quitarse su uniforme dejándome ver un brassier rosa y que, para mi sorpresa, no llevaba ningún tipo de calzón, fue en ese momento en el que me desperté completamente sorprendido por lo que estaba a punto de pasar, ella solo se acercó lentamente dejando su ropa en un reposet junto a mi cama, se subió sobre mi cuerpo y lentamente comenzó a masturbarme de manera suave -no dudes en decirme si te duele en algún punto, se que ahorita esta parte debe estar bastante sensible- decía mientras su mano levanto la bata azul que era lo único que cubría mi cuerpo y comenzaba a masturbar mi verga la cual poco a poco comenzó a erectarse causándome un poco de dolor, pero este era soportable, fue ahí cuando comprendí que lo que estaba apunto de pasar era 100% real, cuando Luisa vio que estaba completamente erecto miro mi verga y sonrio -además de que se te quito el dolor en poco tiempo, parece que tu amiguito quiere que juegue con el- dijo mirándome a los ojos, acomodo sus piernas a cada lado de mi cuerpo y comenzó a descender su cadera lentamente, la sensación de mi verga entrando en su vagina fue indescriptible, sentía como su vulva se amoldaba lentamente a mi miembro conforme iba entrando, Luisa tenia sus manos en mi pecho para ir manejado como su peso manejaba la penetración la cual era lenta, yo la miraba incrédulo a los ojos mientras ella solo mordía su labio inferior en señal de que estaba disfrutando, cuando estuve totalmente dentro de ella sonrió y me dio un suave beso en los labios -disfruta, que quiero hacerte venir- me dijo mirándome a los ojos con una hermosa sonrisa.
He de decir que no tengo el mejor cuerpo del mundo, soy sumamente delgado (pesaba casi 40kg en ese momento pero con el paso de los días he ido subiendo de peso) y con muy poco musculo, pero lo compenso con un miembro de 19 cm que hombre y mujeres me han chuleado mucho, y Luisa no fue la excepción, así que solo me deje guiar por el placer y lleve mis manos a su hermoso culo mientras la besaba nuevamente y pellizcaba sus glúteos mientras ella subía y bajaba su cadera haciendo un mete-saca lento, pero delicioso, se notaba que quería evitar lastimarme dentro de lo posible debido a la sonda que había sacado recientemente, no pude evitar sus mis manos de sus nalgas a su espalda soltando su brassier para dejar en libertad aquel hermoso par de tetas que se cargaba y, al dejarlas libres, lleve mi boca a sus hermosos pezones rosas los cuales succione sin parar mientras ella movía su cadera cada vez más rápido y aprovechaba la cercanía para besar mi cuello evitando que sus gemidos fueran sonoros pero permitiéndome escuchar como disfrutaba con mi verga, estuvimos cogiendo fácil como unos 20 minutos hasta que sentí que me iba a venir y se lo deje saber, ella comenzó a moverse cada vez más rápido, la camilla en la que estaba acostado comenzaba a rechinar de manera discreta y podía ver en el monitor que tenía de mi lado izquierdo como mi pulso cardiaco comenzaba a aumentar cada vez más hasta que, cuando ella sintió que mi eyaculación estaba cerca, se separo de mi y llevó mi miembro a su boca haciéndome una mamada que me hizo venirme en su boca casi al instante, solté fácil 6 fuerte chorros de esperma los cuales ella recibió en su boca y tragó sin problema con la misma hermosa sonrisa que tuvo desde el día en que la conocí
M- Valla delicia- le dije con la respiración entrecortada mientras ella checaba en el monitor como mi pulso volvía a la normalidad poco a poco
L- Y que lo digas- me respondió mientras se colocaba nuevamente el brassier y la parte superior de su uniforme -lastima que tuvo que ser rápido, sino seguiríamos disfrutantando un rato más, pero te tengo que entregar a mi compañera de la mañana en un par de horas- me dijo, ella termino de uniformarse nuevamente, me dio otro beso en los labios y cuando estaba a punto de salir la detuve con una pregunta
M- ¿Tu te veniste?
L- No, pero eso no importa, teníamos que hacerlo rápido- me dijo acercándose nuevamente a la cama y acariciando mi cabello
M- A mi si me importa, me acabas de darme la mejor cogida de mi vida, tengo que compensarlo- le dije poniéndome lentamente de pie y acercándome a ella, la tome de la mano y la lleve nuevamente a la camilla donde ahora ella era la que estaba acostada
L- ¿Quieres otro round, pequeño?- me dijo sonriendo
M- Siendote honesto, no creo que esto se vuelva a parar- le dije señalando mi pene -pero tampoco lo necesito- pegue el reposet un poco más a la camilla y me senté en este, bajé nuevamente el pantalón de su uniforme y frente a mi pude ver lo que me acababa de coger hace solo unos instantes, una hermosa vagina cuyos vellos parecían haber sido rasurados hace un par de semanas, no pude evitar comenzar a hacerle un oral mientras ella mordía la almohada que me habían llevado para poder dormir un poco más cómodo, no me tomo mucho tiempo hacer que explotara en un orgasmo dejando mi rostro lleno de sus deliciosos jugos vaginales ya que aun estaba sensible por la sesión de sexo que acabábamos de tener, ella solo me tomó de la cabeza y me repego lo más que pudo a su sexo cuando exploto en aquel orgasmo, me separe de su vagina, le quite la almohada de su rostro el cual estaba sonrojado y, mientras recuperaba la respiración le di un beso en el cual exploramos nuestras bocas con nuestras respectivas lenguas -ahora, estamos a mano- le dije sonriendo.
No tardo mucho en vestirse y acomodarse el cabello, le quito el seguro a la puerta y la abrió despidiéndose de mi
L- Espero volverte a encontrar pronto y en otras circunstancias, esto se debe repetir- me dijo con una sonrisa y salió del cuarto dejándome dormido nuevamente, a las 6 am llegó la otra enfermera la cual se presento conmigo, esa fue la ultima noche que Luisa me cuido hasta que me dieron de alta, pero fue la mejor noche… o eso era lo que pensaba.
Espero que les haya gustado este relato, recuerden que, como siempre, me pueden hacer llegar sus comentarios a mi Telegram @MMMercury, besos.
Interesante historia muy excitante, espero la continuacion.