La Cofradía XVIII
La chica con fiebre alta. .
Un par de meses después, y cuando se presentó la ocasión, puede conversar con mi hermano del tema que me gusta, me apasiona y para ser sincera, me calienta.
– Hola – le dije a mi hermano que venia llegando. Me pare del sofá lo abracé y lo besé. Como lo beso yo cuando estamos solos.
– Y los papás ? – me preguntó después de devolverme el beso.
– Salieron y van a llegar tarde –
– No les faltan los compromisos – dijo mi hermano sacándose la mochila. Yo le ayudé con la chaqueta, se sentó en el sofá y se sacó los zapatos mientras yo iba al refrigerador a buscar una cerveza.
– Ah, muchas gracias, no sabes lo agradable que es, llegar a la casa, sacarse los zapatos y tomarse una cerveza helada –
– Si, lo sé, por eso fui a buscar una –
– Te estaba esperando. Hace mucho no me cuentas como está Eduardo, vienes de allá? – le pregunté.
– No, vengo de la casa de una chica que tiene fiebre alta – dijo.
– Ah, ya, entonces lo de Eduardo ya se terminó? –
– No, si, es decir…es que es difícil de explicar –
– Empieza, te escucho –
– La verdad es que Eduardo está bien, puede seguir su vida normalmente, claro que va a depender de un inhalador en casos de crisis –
– Pero…sigues viéndolo todas las semanas ? –
– Si y no, lo que pasa es que voy a verlo, pero le hago la terapia a su hermana, la Paty. Es una chica hermosa que acaba de cumplir 14 años –
– Pero si es una niña todavía, al final terminaste cogiéndotela –
– Si, bueno, yo no quería, pero ella si y Eduardo insistió –
– Y cómo lo haces, vas a su dormitorio? –
– No, en la cama de Eduardo –
– Y Eduardo te deja sólo con ella? –
– No, le gusta mirar y después que acabo, se la coge él –
– Se la cogen los dos al mismo tiempo? –
– Si, aveces, cuando ella está encima mío, entonces el se la coge por atrás –
– Pero qué me estás diciendo? Que se la cogen los dos al mismo tiempo? –
– Pero no fue eso lo que preguntaste? –
– No, me refería al mismo momento, uno después del otro –
– Si, si éso también, ya te lo dije –
– Siempre hacen lo mismo? Se cogen a la chica entre los dos? –
– No, aveces ella no está, entonces cogemos entre los dos –
– Entre los dos? Él a ti o tu a él –
– Las dos cosas, aveces yo primero a él y después el a mi. O viceversa –
– Te gusta que te coja por el culo? –
– Si, ya te lo dije la vez pasada y me dijiste que no tenías problema con éso. Entonces a qué viene ahora esa pregunta? –
– Es que pensé que era por la terapia –
– Lo sigue siendo, me dice que si pasa un mes sin coger conmigo, se empieza a ahogar –
– Yo creo que te está usando, está usando su enfermedad para coger contigo. Lo peor es que a ti te gusta –
– Si, me gusta, es cierto, pero eso no me afecta como persona ni como hombre. No soy gay, me considero heterosexual pero me gusta el sexo anal, es tan difícil de entender? –
– Si, yo te entiendo, pero no sé cómo expresar lo que pienso. También me considero una mujer de amplio criterio. Cada uno hace con su cuerpo lo que quiere y nadie tiene derecho ni siquiera a opinar. Pero la sociedad tiene la costumbre de encasillar las cosas y resulta que hay más cosas que casillas –
– Bueno, la verdad me importa poco lo que piensen los demás. Mi problema es Paty, ella me gusta, pero no estoy enamorado de ella y pienso que no le hago ningún favor cogiendo con ella –
– Si, tienes razón, creo que deberías conversar con ella –
– Conversar cuándo? Cuando estamos cogiendo? O cuando se la está cogiendo el hermano? –
– Sabes, me gustaría conversar con ella –
– Tú? Con ella? Con la Paty? Y cómo sería éso? Vas a acompañarme y coger los 4 ? –
– Sería interesante, jajajajajaaaaa – me reí.
– No, dile que venga a verme y ahí converso con ella –
– No, éso no es posible, piensa en otra cosa –
– Si, tienes razón, pero y si la invitas un día, que venga a tomar once con nosotros –
– Y si ése día están los papás ? –
– Les voy a decir que es amiga mía y la voy a llevar a mi pieza a conversar –
– Éso me parece mucho mejor, voy a buscar la ocasión y la voy a invitar, estoy seguro que va a venir –
– Bueno, entonces en eso quedamos –
– Ahora cuéntame lo de las orgias, me exita de sólo pensarlo –
– Entonces no prefieres que invite a Eduardo y te cogemos entre los dos? –
– Ya te pusiste tonto, no me interesa coger con Eduardo ni con nadie más –
– Perdona hermanita, no quise ofenderte –
– A ti te gustaría verme coger con otro hombre? –
– No, la verdad que no, no me gustaría verte –
– Ven, abrázame, te quiero mucho hermano, me gusta coger contigo, no necesito a nadie más –
– Yo también te quiero y me gusta coger contigo y con nadie más –
– Pero lo haces –
– Si, pero te prometo que esta es la última vez, ya no voy a ver a ninguna persona enferma más. Voy a terminar con ésta chica que estoy viendo ahora y después no sigo –
– No, no te preocupes por mí, sigue haciendo lo que tienes que hacer –
– Es que no puedo, no puedo más. Esta interacción personal me afecta directamente, hay sentimientos de por medio. No soy un gasfiter que voy a una casa y cambio una llave. Es más que éso, cada uno de los chicos y chicas que he ayudado, pasan a ser parte de mi vida, no es fácil de olvidar. Los quiero a todos y cada uno de ellos…y ellos a mí. Cuando los he vuelto a ver, un tiempo después, para saber como siguen, vuelven los sentimientos como una ola de tsunami que arrastra con todos mis prejuicios –
– Te entiendo, ven vamos a la cama, quiero estar contigo, quiero amarte y que me ames –
Lo tomé de la mano, lo llevé a mi pieza, lo desvesti sin apuro, luego me desvesti yo, lo acosté de espaldas y me subí arriba de él. Sentía su miembro muy profundo, su corazón palpitar junto con el mío, y nos quedamos así, en silencio, amándonos profundamente.
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