Mi primera aventura con mi profesor de filosofía
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por lectoracuriosa.
Hola a todos, este es el primer relato que me decidí a publicar, el cual narra la primera vez que estuve con mi maestro de Filosofía.
Él tiene 28 años, es de complexión delgada pero atlética, posee un abdomen y una espalda que me matan; suele ser un tanto soberbio y orgulloso, un clásico chico malo y frío, acompañando a eso se carga un gran porte y hace que por fuerzas lo voltees a ver.
Yo por mi parte tengo 20 años, cabello y ojos castaños, soy bajita, un cuerpo normal, algo delgada pero todo proporcionado, mi parte favorita de mi cuerpo son mis piernas pues son grandes y torneadas.
Nos conocimos en un bar antes de que entrara a mi carrera, jamás supe cómo se llamaba pero sabía que esa mirada no la iba a olvidar fácilmente, pensé que el asunto terminaría ahí pero dos semanas después lo vi llegar a mi salón de clases, cuando nuestras miradas se cruzaron ambos nos reconocimos.. Creamos una buena amistad y el coqueteo entre ambos fuera de clases no se hacía esperar, sin embargo en el salón actuábamos de lo más normal, salvo por las miradas que nos dirigíamos, no hacía falta decir más. Así transcurrieron los días hasta que…
Después de mucho insistirme finalmente accedí a "perderme" con él un rato.
Quedó de pasar por mí a dos cuadras de mi casa, se veía tan encantador como siempre, ese toque de seriedad que hay en su mirada, iba acompañado de una camisa negra de manga larga, jeans y sus lentes a juego. En mi caso un jeans pegados y una blusa con encajes.
La plática dentro del carro era normal, un par de risas y bromas.
Llegamos y conversamos un poco sobre lo que pasaría, ambos nerviosos y emocionados.
Comenzamos con un par de besos los cuales poco a poco fueron subiendo de intensidad.
Sus manos recorrían mi cuerpo sobre mi ropa y la respiración de ambos era cada vez más agitada.
Sin embargo me desnudó sin prisa alguna, el lugar de cada prenda que caía era cubierto con besos y pequeños mordiscos.
Una vez desnudos los dos, las manos leían el cuerpo en braille, palmo a palmo la piel respondía erizándose y los sentidos se agudizaban…
De repente dejó de besar mis labios para comenzar a recorrer mi cuerpo, comenzó por mi cuello y nuca, siguiendo por las clavículas y se detuvo en mi pecho, tomándose el tiempo para disfrutar de ambos senos, los recorrió hábilmente con su lengua, un poco de presión acompañado de un mordisco me hizo estremecer y dejar escapar un gemido..
Una sonrisa traviesa se dibujó en su rostro y me fue inevitable sonrojarme, me dijo "esto sólo es el comienzo" y se dispuso a seguir conociendo mi cuerpo.
Al llegar a mi abdomen comenzó a acariciar suavemente y delicadamente mis piernas, poco a poco iba recorriendo mi cadera, sus manos a la par subían por mis piernas y muslos, cuando parecía que al fin iba a llegar a mi parte más íntima volvía a besar mis labios y cuello, haciéndome suspirar frente a la incertidumbre de qué haría a continuación.
Mientras me besaba decidió vendarme los ojos y sujetar mis manos, después se acercó y me dijo al oído que me preparara para lo que iba a suceder.
Después comenzó a acariciar mi cintura y mi cadera, con una mano estimulaba mi clitoris y después comenzó a hacerme un oral muy suavemente, poco a poco comenzó a introducir sus dedos y los movimientos de su lengua y de sus dedos dentro de mí iban en sincronía, mi respiración se agitaba cada vez más hasta que me hizo llegar al climax; pensé que se detendría pero contrario a ello siguió moviendo sus dedos y besando mi cuerpo hasta hacerme terminar otras dos veces más. De pronto se acercó a mí oreja, la mordió suavemente y me dijo "no voy a parar hasta que se me acalambren los dedos o usted grite mi nombre.."
Después mientras movía sus dedos comenzó a mordisquear mis pechos y parte de los hombros haciendo que mis gemidos no se hicieran esperar, cuando notaba que estaba a punto de terminar, retiraba sus dedos y comenzaba a estimular mi ano poco a poco y después volvía a introducirlos
De repente volvió a besar mis labios y a volver más fuertes y rápidos los movimientos de sus dedos, mi entrepierna no dejaba de lubricar, el sonido de su respiración acelerada y la manera de morderme los labios al besar hicieron que al alcanzar el siguiente orgasmo gritara su nombre tal y como él llo había pedido..
Después me colocó boca abajo y comenzó a acariciar mi espalda, siguió bajando hasta que comenzó a dilatar mi ano con sus dedos. Luego desató mis manos y me pidió que me pusiera en 4 y separara mis nalgas yo misma, en seguida de eso me dio una nalgada y me penetró de un sólo golpe, robándome un grito ahogado, una vez que entró toda se quedó quieto y dio tiempo a mi cuerpo para que se acostumbrara, me preguntó si me encontraba bien, sólo pude decir que dolía un poco, me dijo al oído que ya pasaría y que lo iba a disfrutar, después comenzó a acariciar mi pecho y a besar mi espalda, poco a poco el dolor iba desapareciendo, luego me tomó por los hombros y comenzó un vaivén lento y suave, aún me dolía un poco pero comenzaba a disfrutarlo, él se movía cada vez más rápido y a cada cierto tiempo me daba un par de nalgadas haciéndome gemir, cuando su orgasmo se acercaba comenzó a estimular mí clitoris y a gemir suave en mi oído, y cuando por fin terminó, mordió mi oreja y dejó caer su cuerpo sobre el mío, quedando los dos rendidos y satisfechos..
Al poco tiempo se incorporó y me dijo "esto sólo fue el comienzo, te deseo desde que te vi en ese bar, así que prepárate porque mañana no vas a poder caminar.."
Si les gustó comenten y seguiré contándoles lo sucedido ese día:) besos!
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