Mis aventuras con Dalia 2da parte
Continuare con la historia de cómo se fue evolucionando mi relación con mi novia Dalia a los 13 años y como se fue convirtiendo en mi mujer..
Mi primera relación sexual con Dalia
Nuestro retiro espiritual
https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/heterosexual/mis-aventuras-con-dalia/
La fiesta de 15 años
Luego de retiro espiritual y la conversación con su amiga Dalia regreso a ser la chica cariñosa conmigo, pero no quiso tener sexo el ultimo día para evitar toparse con los curas, cosa que yo acepte, ya que realmente yo tampoco quería volver a ver la escena.
Al lunes siguiente de haber regresado nos dieron el día libre para descansar, por lo que al medio día mis amigos y Yo nos reunimos en casa de un compañero para ver el video que conseguimos, junto al hermano que nos contó todo sobre el agujero. Conversando sobre el cómo, el encargado de la cámara nos platicó que uso una madera, unos ladrillos y unas piedras para fijarla. (Las mismas que usamos Dalia y Yo para colgar nuestra ropa yes piar a los curas).
Conectamos la cámara a la TV. Vimos como a las chicas del salón y las del otro, desnudándose, mientras cimentábamos, quien tenía las mejor lencería, los mejores bustos, no podíamos ver a todas ya que unas se tapaban entre ellas, tomamos notas metales de los detallas, como lunares o quien ya tenía vello púbico y cuánto. La imagen era de la mejor calidad de su época ya que era de esas primaras cámaras semi digitales. Nos queríamos masturbar se nos notaba en la cara, pero no lo arriamos frente a los otros. Mi compañero nos estrago una copia en DVD a cada uno (Eso era lo más caro que podrían encontrar) y nos cobró por el material. Felices lo pagamos. Aun conservo el video pero ya digitalizado. Por lo que al llegar a casa lo primero que hice fue verlo de nuevo, luego fui al cuarto de mi prima Karen para jugar y descargar mi excitación. Ella estaba en su cuarto viendo la tele, le pregunte por la abuela con la comparte recamara, me dijo que fue a casa de su hermana (vivía en la calle de enfrente). Enseguida la abrece y empecé acariciar su entrepierna, por debajo de su falda roja de cuadros.
–Amor la tienes dura verdad—Karen me dijo acariciando mi entrepierna.
–Si porque te extrañe estos tres días. Quiero acerté el amor—Yo le conteste metiéndole un gran bezo en la boca. Ambos empezamos a jugar con nuestras lenguas, hasta que me detuve, para recargarla sobre la cama, dejándola boca abajo, con los pues sobre el borde, rápidamente le baje la pantaleta y empecé a comerme su vagina, abriendo con mis dos manitas su trasero, clavándole mi lengua en su interior. Karen gemía mientras apretaba la sobrecama con sus manitas. Luego de un rato de sexo hora, me apresure para evitar que mi abuela regrese, por lo que me baje el pantalón y en esa pose se lo clave, Karen tenía más experiencia sexual conmigo que Dalia, por lo que pude acelerar a buen ritmo, desde el comienzo, se escucha “¡Plack Plack!” de nuestros cuerpos cucando entre si mientras la envestía. Karen se llevó las manos a lo boca para evitar gemir muy fuerte, hasta que termine en su interior a sus 9 añitos no tenía la regla aun por lo que no me preocupe mucho. Saque mi miembro y le acomode su pantaleta blanca de estampado de Mikie, luego me senté en la cama, ella fue directo a mi verga y para limpiarla dejándola sin rastros de semen y fluidos. Luego me acomode la ropa y me despido de ella. Karen me pregunto si cogeríamos mañana, Yo le conteste que sí, que lo haríamos cuando ella quisiera mientras tengamos oportunidad.
El martes temprano ya en los salones todos platicamos, sobre el viaje lo mucho que nos gustó etc. En el descanso como siempre Dalia y yo no juntamos para comer el almuerzo, ella llevo unas tortas para que comiéramos juntos, ya que desde unos meces atrás a ella le ha gustado cocinar cosas para mí, tanto en su casa, como en las clases de taller con las madres. Solo preparaba cosas sencillas pero con cariño. Luego de comer la acompañe al salón a dejar toppers en nuestra mesa de trabajo, aprovechando lo vacíos del lugar le di un beso mientras le acaricie el trasero por debajo de su falda (tenia falda pantalón escolar), al separarnos rápidamente ella abrió su bulto y saco una bolsa de papel de pan, para luego besarme nuevamente, –Es un recuerdo de retiro y también una disculpa por estar de pesada dos días—yo le dije que no era necesario que la entendía mientras le acariciaba el rostro, me dijo que no lo abriera hasta llegar a casa, claro sabía lo que era ya que era la segunda vez que lo hacía. En casa abrí su paquete y como me lo imaginaba eran los calzones blancos que tenía en el retiro, junto a ellos tenía una carta de amor de mi Dalia, donde me decía que estaba ansiosa por nuestro próximo encuentro sexual que ya quería ser mía otra vez y lo mucho que me amaba. Me pace oliendo sus los calzones, mientras me masturbe, la verdad ellos me excitaron más que el mismo video. Luego los guarde en mi caja de tesoros escondida y aun los conservo para revivir experiencias, es más les confesare que los saco para escribir este recuerdo, ya que cada vez que los huelo los recuerdos de nuestro pasado vuelven a mí.
Lamentablemente no volvería a tener sexo con Dalia hasta casi fin de año durante la fiesta de Navidad, donde cogimos en la bodega entre las escenas de la pastorela: (https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/incestos-en-familia/las-aventuras-con-mi-prima-la-fiesta-de-navidad-y-el-regalo-de-24-nuestro-primer-sexo-anal/ )
Nuestro siguiente encuentro fue luego de las fiesta de año nuevo, fuimos a pasar el día a casa de su amiga Talía, quien organizo una pequeña reuníos con sus amigas y por supuestos algunos chicos, incluyendo los novios de sus amigas, era un almuerzo al medio día, sus papas hicieron hamburguesas y carnes, ya que hasta el día de hoy son la familia más adinerada del pueblo.
La fiesta pasaba de lo más normal, bailábamos, comíamos y nos divertíamos nada del otro mundo, hasta que Dalia me dijo que la acompañara, nos subimos al segundo piso, entrado a un cuarto. Este era la habitación de Talía, se la había prestado a Dalia supuestamente para darme mi regalo de navidad.
Ella me pidió me sentara, mientras ella revisaba en su bulto. Me coloque sobre una banca que estaba frente a su tocador, mientras admiraba el cuarto de Talía, que era el de una chica elegante, no se parecía a los de Dalia o mis hermanas se veía más maduro para decirlo de alguna forma, en tocador, habían cajas de maquillaje joyeros y adornos, no conocía de marcar pero al ver sus empaques se veían caros, total era una chica de clase, luego recordé que se acostaba con el padre y pero al mismo tiempo cuidaba mucho a sus amigas, la verdad en ese momento no sabía cómo clasificar a Talía, por lo que siempre la trate con la guardia alta.
Luego de unos minutos, pero en mi cabeza pasaron años, Dalia me pidió que me acercara y que nos sentemos juntos en la cama, cosa que hice con un poco de resistencia por ser de Talía, ella me entrego una cada que contenía un reloj Casio, yo aproveché también y le di el suyo, era un juego de collar con aretes, el cual tenía un dije de corazón con la inscripción Love, que mi abuelo me ayudo a comprar. Dalia se puso muy feliz, después de intercambiar y ponernos nuestros regalos, nos dimos un beso que pasó de cariñoso a muy húmedos, para luego jugar con nuestras lenguas.
Aprovechándome de la intimidad del momento empecé a acariciar sus piernas, primero en la rodilla, luego fui subiendo por los muslos por debajo de su falda, hasta acariciar su abdomen con mi dedo índice y el central, sobre el borde de su pantaleta, Dalia ya instintivamente abrió un poco las piernas, permitiéndome bajar por encima de su ropa con los dos mismo dedos, para frotar la frontera de fu feminidad. Ella llevo su mano a mi entrepierna al mismo tiempo, bajando mi bragueta introdujo los mismo dedos para acariciar mi pene introduciéndolos en el orificio de mi bóxer.
Luego de las caricias y los besos, tome la cara de Dalia y le pregunte si podía hacerlo. Ella sonrojada me dijo que Si, lo había estado esperado desde el inicio de la vacaciones. Al escuchar esto la recosté en la cama y empecé a levantar su falda de mezclilla, llevando mi rostro a su entrepierna, luego me acerque para oler su vagina con todo y su calzón. Eso le causo cosquilla.
Dalia tenia puesta una pantaleta tipo bikini con un estampado de corazones, rojos, rojas y fucsias. Mientras clavaba mi rostro en su entrepierna oliendo y saboreando por dentro a mi chica, le daba pequeños masajitos circulares sobre el borde de su ombligo con mi dedo índice. Estuve así un par de minutos, para luego meter mis manos en los bordes laterales inferiores de su prenda íntima y empezar a quitársela despacito asta sacarla por completo.
Lugo regrese a su entrepierna y le di un chupetón enorme a toda su pequeña rajita, ya cubierta de una capa considerable de vellitos púbicos en especial en la punta de su triangulito femenino. Para después colocar mí lengua dentro de su rajita, pasándola de arriba abajo por todo el borde de su cuerpo empezando por la parte de en medio que separaba el ano de la vagina, hasta alcanzar sacarla en la punta de su monte venus Dalia solo raciono con un “¡Ha!”. A continuación le abrí su vagina con mi pulgar e índice de mi mano izquierda para empezar a penetrar el interior de entra masajeando sus parte internas con movimientos circulares. Dalia apretada la sobrecama creando dos bollos de tela con estas dentro de su puños, mientras gemían ¡Haaa Haaa!, moviendo su cabeza de un lado a otro.
Le pregunte que le parecía ella reacciono en voz alta ¡Me encanta!, por suerte para nosotros la fiesta estaba lejos y la música que estaba al tope nos cubría, es más las canciones se escuchaban a la perfección desde el cuarto que miraba al frente mientras la fiesta estaba en el patio.
Continúe mi sexo oral, en Dalia pero ahora con mi índice derecho empecé a jugar con su clítoris, mientras le daba mamadas a sus labios inferiores, formando círculos en sus paredes, mientras que con la izquierda mantenía abierto el conducto. Dalia se arqueo hundiéndose en un orgasmo.
De la bolsa de mi mochila saque un condón ya que los periodos de Karla y Dalia siempre se dan entre la segunda y tercera semana de cada mes, estábamos a 5 de enero pero no soy de arriesgarme. Esto nunca lo contado pero los condones los conseguía ya que mi madre fue por muchos años enfermera en el área de cuidamos sexuales/íntimos del hospital (Ginecología, Urología y Coloprotología) y como en esa época se inició con la campañas de planificación familiar y el uso del condón por el surgimiento del SIDA en una recepción desocupada tenían una canasta llena de condones para que la gente tome cuantos guste, sin que los demás los vean, al llevarle su almuerzo a mi mama cuando trabajaba los turnos de la tarde noche, to tomaba los que quería, por lo que siempre tenía uno a la mano.
Ya con el preservativo, frote mi pene sobre su entrada para luego insertarme dentro de ella empecé, con envestidas ligeras mientras hacíamos el amor en la posición del misionero, la cual aproveche para desabotonar la blusa azul cielo que esta tría. Debajo de esta tenía un pequeño brasier color crema con estampado de fresitas, Dalia para ese momento tenía unos hermosos senos capa A en plena formación. Empecé a acariciarlos por encima de su sostén, acelerando mis entradas a su interior. Dalia en eso llevo sus manos a mi cuello, para acercarme a su boca y besarnos mientras entraba y salía en si vagina. Luego de un húmedo beso, donde hilos de saliva se entendían en la comisura de nuestros labios. Dalia me pidió que la levantara, así que lleve mis manos a su espalda y pare mi envestidas y sin salirme de ella la levante hacia arriba, quedando ambos en una posición vertical de 90°, Dalia insertada en mi pene y sentada en mi entrepierna con sus tobillos sobre la cama y sus rodillas dobladas de tal forma que sus muslos quedaron sobre estos. Se quitó la blusa, para luego desprender lo clips del brasier, quedando totalmente desnuda ante mi sus pechos estaban erguidos y firmes, aunque era blanditos acato, sus pezones estaban totalmente saltaditos por la erección del éxtasis de nuestro encuentro sexual.
Dalia regreso sus manos a mi cuello, para empezar a mover las caderas con gran fuerza aprovechando el impulso que le daba la posición de sus piernas, ella daba grandes saltitos, clavándose mi pene en su interior de una forma grandiosa, Dalia gemía con fuerza, exclamando lo mucho que le gustaba estar unida conmigo, yo le decía que la amaba, para unirnos nuevamente en otro beso, ella a los pocos minutos alcanzo de nuevo el orgasmos a los pocos segundos por la presión de este sobre mi pene (me apretaba mi miembro como si lo exprimiera en las zancadas de su cadera) me corrí, ambos nos seguimos besando mientras sentía la humedad de dalia recoser mis piernas.
Dalia se salió de nuestra pose sexual, por lo que también me levante. Mientras me quitaba el preservativo, ella acomodo a cama que quedo hecha un desastre con la sobrecama toda revuelta.
Al terminas Dalia me dijo –“Dame”—extendiendo la palma derecha, Yo le di el condón y seguido de esto Dalia se lo llevo a la boca, sorbiendo su contenido como si de dulce de cajeta de tratar, se vivió todo mi semen para luego devolverme el condón todo vacío. Con un pañuelo del tocador se limpió la boca y la vagina, luego ambos nos vestimos y regresamos a la fiesta como si nada. Ella me tomaba del brazo, nos pusimos a bailar, comimos un poco más hasta que en la tarde noche llegaron por Dalia, Yo y Talía nos despedimos de ella.
Talía con su cara maliciosa me pregunto si me divertí (Esta era la primera vez que me invitaba a una de sus fiestas, hacía varias a veces solo de chicas), mientras me daba una gran palmada en la espalda, Yo le conteste que Si y le agradecí por invitarme, deforma cortante me dijo –Si no lo hubiera hecho Dalia de seguro se molestaría—Yo solo me reí a ante sus palabras, ya que no estaba acostumbrado a tratar con ella aun. Me dijo que tenía buen gusto que el collar, el dije y los aretes eran muy bonitos, completamente del estilo de Dalia, en mi mete pensé que se molestaría si supiera que mi abuelo los escogió por mí, por lo que solo agradecí su cumplido. Me despedí de ella volviendo agradecer la invitación y me retire a mi casa, la cual no estaba muy lejos.
A los pocos días regresamos a clases, luego de la fiesta de reyes, por lo que Dalia y Yo volvimos a nuestra rutina de sexo oral y manual, cuando teníamos la oportunidad, en espacial cuando su mama nos dejaba solos cuando hacíamos trabajos en equipo en su casa.
Nuestro siguiente gran encuentro sexual lo tendríamos al aire libre nuevamente durante el festival deportivo anual de la escuela que si gustan le platicare la siguiente ocasión, espero mis anécdotas les hallan entretenido y gracias por tomarse el tiempo de leer.
Excelente relato!
Un relato excelente tienes un espacial estilo de contar tus historias, estuvo fenomenal te felicito y créeme que todos queremos seguir leyendo tus historias.