Adrianita
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por oscareduardo.
Don Carlos estaba sentado en el amplio solar de su casa leyendo un libro que acababa de comprar, el silencio de la apacible casa fue interrumpido por la llegada de una moto de alto cilindraje, del ruidoso vehículo se bajaron dos jóvenes y una chica, subiendo un poco losojos de las gafas para leer pudo distinguir que era su hijo Jaime y su nuera Alicia, con ellos venía Adrianita su nieta, los recién llegados se dirigieron a Don Carlos y después de saludarlo bajaron un pequeño maletín y se metieron a la casa, Adriana se vino a saludar al abuelo, era un niña llegando ya a la juventud, en su rostro se pintaba la picardía y la malicia, sabía que su abuelo era demasiado serio y que no le gustaba que lo interrumpieran cuando estaba haciendo algo, pero ella le gustaba picarle la lengua y hacerlo rabiar un poco…con su voz melosa lo abrazó y dándole un beso en la mejilla le dijo en un tono muy sensual que estaba muy guapo…el viejo la miró por encima de las gafas y le expresó que lo dejara leer tranquilo…Adriana le sacó la lengua y le contestó que se iba aquedar con él…que le iba a demostrar que cambiaria ese libro por sus caricias…Don Carlos frunció los hombros y siguió leyendo…
Jaime y Alicia entraron a la casa y saludaron a doña Sara, era una mujer de unos cuarenta y tantos años, a pesar de su edad su figura era garbosa, alta y elegante, aunque estaba en una casa campestre estaba muy arreglada y su vestido sencillo se ajustaba a su silueta resaltando sus caderas, los senos turgentes y su trasero grande y firme…a diferencia de su marido doña Sara era muy charlatana, locuaz e inteligente, los mandó a sentar y les ofreció un refrigerio, después de una breve charla su hijo le comentó que tenían que hacer una diligencia a un pueblo cercano y por este motivo le iban a pedir el favor que cuidara a Adrianita…doña Sara asintió y los apresurados viajeros siguieron su camino.
Don Carlos era pensionado, su vida había transcurrido entre la academia y algunos empleos en el gobierno, era meticuloso en sus cosas, ordenado a morir y todo lo que llevara a la indisciplina le molestaba, hacía rato no hacía vida marital con su mujer y dormía en un cuarto aparte, Doña Sara se entretenía en labores domésticas y arreglando su jardín…estrictamente se hablaban lo necesario pues la verdad no tenían temas que charlar…todo era tan rutinario que las actividades de cada uno de los dos se podían predecir sin temor a equivocarse…pero…toda esa armonía y quietud estaban próximas a terminar…un pequeño diablillo llamado Adriana pondría todo patas arriba…
Adriana era una niña hiperactiva… no podía estar quieta, cuestionaba todo, quería saber el porqué de las cosas, el medio donde había crecido era de un libertinaje muy permisivo, sus padres eran medio hippies y dentro de esa filosofía de vida habían pocos temas vedados, se hablaba muy explícitamente sin palabras rebuscadas, el vestuario sobre todo en casa era opcional, no tenía horarios y la disciplina y el orden eran temas ignorados…y en el aspecto sexual era una locura, esa pequeña niña ya había visto escenas sexuales tan crudas que de seguro sus abuelos no tenían ni idea, las continuas borracheras de sus padres y de los amigos de sus padres le habían mostrado verdaderos clásicos de pornografía…sabía mucho de sexo aunque no lo había practicado, conocía su cuerpo y sabía que tenía muchos atributos para hacer perder la cabeza a cualquier hombre…incluso al abuelo…le molestaba esa actitud tan sería de Don Carlos pero esa indiferencia la atraía como a las moscas el dulce…hasta donde esa rectitud y esa disciplina podían resistir…? en la escuela le habían enseñado que la persistencia era capaz de vencer cualquier obstáculo…esa filosofía de la gota de agua continua que horada la roca más dura… sería verdad…? Adriana sabía que en su casa no podía destruir muchas teorías , pero ahora estaba en otro terreno, los temas podían ser los mismos pero cambiaban los actores…ella era la única que podía manejar ese entramado para probar si era o no verdad la invencibilidad de los obstáculos sobre todo esos cuestionados principios morales que se crean en la sociedad…
Esa tarde Don Carlos después del almuerzo tomó una pequeña siesta y por la tarde volvió a retomar la lectura del libro que estaba leyendo…de nuevo volvió a enfrascarse en el tema … de repente… un delicioso olor a perfume le interrumpió su actividad… desacostumbrado volvió a la realidad y se percató de la presencia de su nieta…creyó que había visto mal y se quitó las gafas para limpiar los lentes , no era su imaginación sino la figura sensual de Adriana, una blusa de tela muy transparente y ajustada delineaba su busto en crecimiento, sus senos se levantaban como dos pequeños conos que terminaban en punta, abajo llevaba un short ajustado , tan ajustado que la tela se metía entre su vagina delineando la raja entre sus labios vaginales… parecía que no llevaba ropa interior…don Carlos dejó de mirarla pero la imagen que quedó en su retina era muy nítida…desde ese preciso momento la concentración de don Carlos empezó a tambalear…trató de concentrarse de nuevo en la lectura pero Adriana trajo una silla playera y se sentó enfrente del abuelo…adicional a la silla se trajo un cono de helado que empezó a degustar en forma muy erótica…con su lengua recorría el cono y remataba en la parte superior lamiendo con su lengua el contorno del helado…Don Carlos empezó a sentir un extraño estremecimiento que recorría todo su cuerpo…como todo ser humano don Carlos también tenía un pasado con su lado oscuro…su nieta con ese maldito halado lo trasladó a la infancia a recordar una puta muy arrecha que vivía en su cuadra…él era un niño inocente cuando esa mujer paladeando un helado lo provocó y ella con la lascivia propia de una meretriz lo entró a su cuarto y allí con la promesa de comprarle un helado le hizo la primera felación de su vida, él con la ingenuidad de todo infante se vio doblemente sorprendido, su pequeño pene en la boca de esa mujer se hizo más largo y más grande…luego lo que sintió lo acompañó por toda su vida , una eyaculación pequeña pero que casi lo hace desfallecer fue la iniciación del delicioso sexo oral…ahora su nieta le recordó ese instante inolvidable en su vida, los gestos y los movimientos sensuales de esa lengua lamiendo ese helado lo pusieron más intranquilo, Adriana sabía que había “tocado” al viejo y haciéndose la ingenua le preguntó a su abuelo si quería probar el helado…con cara adusta y ceño fruncido le dio a entender que no…pero Adriana insistió y se paró de la silla , apartó el libro con la mano y sentándose en las piernas del abuelo le arrimó el cono a la boca y le untó la cremosa crema en la boca para que aceptara la golosina, don Carlos con la boca fruncida se negaba a recibir el helado, Adriana le arrimó su boca a esos labios fruncidos y lo besó tratando de meter su inquieta lengua en la boca del abuelo, don Carlos se sintió morir , eso era mucha tentación…ante la presión de esos labios juveniles el viejo abrió la boca y por ahí se deslizó rauda la lengua de Adriana… la malvada nieta le metió dos veces su lengüita y luego se la sacó, se bajó de las piernas del abuelo y se alejó hacia la casa…don Carlos quedó aturdido…ese pasado que ya había olvidado lo revivía esa inquietante chiquilla…sacó su lengua y la pasó por su boca reseca…paladeo ese sabor a fruta que tenía el helado pero más allá de deleitarse con el sabor frugal quería paladear el sabor de esa boca juvenil que por una breves instantes se había posado en sus labios…aburrido cerró el libro y se fue para la casa…
Llegó a su cuarto que lo mantenía con llave y tras guardar el libro se acostó en la cama a pensar…esa maldita chiquilla lo tenía desequilibrado , trató de cerrar los ojos pero las imágenes de su nieta y de la prosti que lo inició en la felación se confundían…empezó a sudar frío y a sentir un sofoco que le impedía respirar, abrió los ojos y otra vez estaba frente a él su nieta… sí allí estaba Adrianita… se había sentado frente a su cama en una vieja poltrona, estaba recién bañada y las gotas de agua bajaban por su pelo lacio dándole un aspecto fresco y juvenil…ahora lucía una pequeña blusa escotada y sin brasier… sus senos se alzaban atrevidos y provocativos, una minifalda trataba de ocultar su bellas piernas pero lo diminuto de la prenda dejaba ver una pequeña tanga negra ajustada a su cuerpo…estaba tomando un vaso de limonada tan frío que la humedad del ambiente se condensaba en las paredes del vaso…el viejo miró la silueta difusa, se puso las gafas y pudo admirar con lujo de detalles la escena…con la sed que tenía no sabía que estaba más provocativo…si ese vaso de limonada o esa chiquilla preciosa…otra vez Adriana sabía que había provocado a su abuelo…con la filosofía de la gota de agua volvió a insistir…se bajó del sillón , se arrimó al abuelo y pasándole el brazo por detrás de su cabeza le acercó el vaso de limonada…nuevamente el viejo recalcitrante se negó a recibir…Adriana tomó un sorbo y dejándolo en la boca nuevamente besó al viejo…don Carlos no quería abrir la boca , ella le tapó la nariz y el viejo le tocó ceder, cuando don Carlos abrió la boca ella lo besó y le traspasó el líquido…don Carlos quedo por un momento pegado a la boca de su nieta…ella se retiró y el viejo se pasó su lengua por la boca y sonrió…sería que estaba derrumbándose ese muro de contención ?.
la chica se subió al sillón y descaradamente se abrió de piernas para que el viejo pudiera contemplar su vagina aprisionada en esa diminuta tanga…don Carlos sintió que su escroto se recogía un poco…esa era la señal de que estaba empezando a excitarse…un leve cosquilleo subió por su cuerpo y sintió que su pene se trataba de parar…se frotó la frente y se paró de la cama…fue hasta el baño y regresó a su cama…Adriana ya no estaba…miró al suelo y vio con sorpresa que la tanga de su nieta estaba en el suelo…fue muy despacio ,la levantó del suelo y mirando para todas partes esquivando de pronto una testigo presencial se llevó ese diminuto panti a su nariz, absorbió con profunda concentración el olor de ese pedazo de tela que estaba impregnada con el mejor de los perfumes…el olor de una vagina joven …esa fragancia de sexo virgen …cuánto hacía que su olfato no gozaba de ese inconfundible aroma…? Adriana se había escondido y ahora se solazaba de ver a su abuelo como un niño travieso escondiendo sus pantis…estaba progresando…la gota de agua empezaba a horadar la roca…
Llegó la hora de la cena y doña Sara muy solícita les regaló esa noche una comida muy especial…estaba contenta de tener a su nieta en la casa…don Carlos a diferencia de otras noches llegó con otra cara…esa cara inconfundible de un pequeño bribón que está a punto de hacer una pilatuna…sus ojos antes apagados esa noche tenían una chispa juvenil y casi se diría emitían un brillo indescifrable…pero su comportamiento en la mesa aparentemente no quebrantó sus reglas de etiqueta…doña Sara terminada la cena se paró a lavar la loza, Adriana aprovechando que no estaba la abuela se acercó a don Carlos y colocándole una mano en la pierna le dijo al abuelo que lo esperaba en el cuarto para que le leyera un cuento, diciendo esto resbaló la mano hacia la entrepierna y pudo palpar el pene dormido de su abuelo… le dio un pequeño pellizco y se fue para su puesto…otra vez don Carlos sintió esa terrible sensación de cosquilleo en su bajo vientre…
Serían las diez de la noche cuando los tres se retiraron a sus respectivos cuartos…Don Carlos se acostó preocupado, en un solo día de estancia en su casa la nieta lo tenía desequilibrado…una tentación de agarrar a esa chiquilla y cubrirla de besos , de hacerla suya, de penetrarla hasta donde le permitieran sus falencias… se colocó su pijama pero esta vez omitió sus interiores…se acostó y con sus manos tocó su pene dormido…esa flacidez que le indicaba que su potencia viril se había disminuido…de pronto se acordó de unas pastillas que había comprado que decían que eran potenciadores sexuales…fue a su mesa de noche y tras buscarlas con cuidado las encontró…miró las indicaciones y se tomó dos pepas…se acostó y se puso a leer…pasada una hora el viejo se levantó para ir al baño…pasó cerca del cuarto de su nieta y vio la luz encendida , fue hasta el baño y al salir volvió a mirar el cuarto de Adrianita, la luz seguía encendida, se paró en la puerta y con un leve empujón abrió la puerta…el viejo creyó que su nieta ya estaba dormida pero se llevó la primera sorpresa…Adriana tenía una bata de dormir transparente, sus senos no tenían ningún tipo de sujetador y por esta razón sus bellas tetas estaban al aire libre, eran unas deliciosas y delicadas pomas que terminaban en unos pezones rojos y grandes, en su parte baja una triángulo dorado enmarcaba la entrada a su bella vagina, su vulva era prominente y se alzaba como una tentadora fruta…lo miró fijamente a los ojos y le pidió al abuelo que le contara un cuento…don Carlos se sintió sorprendido pero la incitante nieta le abrió campo en su cama y halándolo lo hizo sentarse al lado de ella, el abuelo colocó su espalda en el mueble y se dispuso a contar un cuento improvisado…pero apenas don Carlos terminó de pronunciar la famosa frase de “erase una vez.
” Adriana abrazó el abuelo con la mano derecha y con su mano izquierda empezó a bajar buscando el sexo de su abuelo…don Carlos sintió esa sensación en su escroto que le anunciaba que su pene estaba despertando…Adriana se inclinó un poco y enseguida buscó esa verga que ya estaba empezando a erguirse…el abuelo no aguantó más y cogiendo su nieta por la cabeza la acercó violentamente hasta su pene… la chica solo tuvo tiempo de abrir su boca para enfrentar esa verga semidura que trataba de atragantarla…el viejo cerró los ojos y se puso a dejarse acariciar…Adriana como si tuviera una larga experiencia empezó a deleitarse con esa lengua que recorría la longitud completa de ese cilindro, Adriana cogió ese glande y empezó a moverlo en su boca como si fuera una deliciosa colombina…el viejo empezó a sudar frío pero Adriana lo que deseaba ardientemente era que su abuelo se la culeara…soltó la verga y se acostó en la cama, don Carlos ante la vista de esa hermosa vagina no sabía que hacer, de una manera torpe con sus dedos trataba de separar eso labios vaginales ,luego acaricio el clítoris que sobresalía y bajando su cabeza acercó la boca para empezar a chupar esa cuquita preciosa…Adriana empezó a excitarse y a mover sus caderas facilitando la penetración de la lengua del viejo…don Carlos se cogió la verga y empezó a metérsela a la nietecita…a medida que el pene iba abriéndose paso Adriana se retorcía de la emoción …la chica miraba extasiada como la verga de su abuelo se metía despacio prodigando una emoción que nunca había sentido, la escasa lubricación inicial de esa vagina virginal impedía una entrada fácil a esa gruta de placer, pero a medida que Adriana se excitaba más, las cantidades de efluvios aumentaron facilitando la introducción de ese cilindro de carne, de ahí en adelante el viejo se tomó confianza y como en sus tiempos mozos hizo trepidar la nieta dándole toda la verga que ella quería…Adriana empezó a sentir un temblor por todo su cuerpo y luego una sensación de vacío que la hizo levitar en una atmósfera de pasión y lujuria…fue como si tocara el cielo…luego miles de esferas multicolores pasaron por su cabeza y después un vacío total… allí supo lo que era un orgasmo, había quedado cansada y un poco lastimada pero don Carlos estaba todavía con una erección incontrolada…dio vuelta a su nieta y la puso en cuatro…con sus grandes manos le separó las nalgas y buscando el orificio prohibido empezó a besarlo, buscaba con su saliva empezar a aumentar el pequeño diámetro de ese huequito de gloria para disfrutar del ano de su nietecita…la chica aunque tenía miedo deseaba sentir una sensación nueva y el viejo la pudo complacer con una penetrada anal que hizo chillar a la pequeña Adriana…don Carlos poseído de una lujuria extrema empezó a culear y culear arrancando gemidos de dolor y placer…el orgasmo del viejo fin llegó y una eyaculada de semen llenó el trasero de Adriana, el espeso semen tibio sirvió para mitigar el ardor que tenía en su trasero…don Carlos se sintió el abuelo más feliz del mundo…había logrado coronar a su nieta quitándole no sólo el virgo de su vagina sino que había redondeado la faena comiéndose el virgo anal de Adrianita…que emoción tan grande…de su parte Adriana se sentía dichosa le había entregado el tesoro más preciado a su abuelo , de aquí en adelante trataría de venir a visitar a su abuelo para hacerle más gratos los pocos momento de felicidad que posiblemente le quedaban en esta vida.
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