Asi se formó una familia incestuosa y feliz
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Edollan.
La puerta estaba entreabierta, ella no podía saber que había llegado a casa y menos que la estaba observando, se quitó la toalla de la espalda y se puso frente al espejo, para mirarse su cuerpo ahora completamente desnudo. Su piel se veía blanca y suave como la seda, su pelo castaño claro cortado en melena, adornaba su rostro, para mi el más bello del mundo, unos ojos verdes esmeralda como los de su madre, su nariz pequeña y respingada, sobre unos labios carnosos y bién delineados, su cuello largo sobre hombros estrechos y muy femeninos, su torso mostraba un par de senos de campeonato, una cintura estrecha y unas caderas redondas, descansando sobre unos gluteos, redondos y firmes, sus piernas más bién delgadas, pero bién torneadas. Lo increible son sus senos, me pusieron a mil, no soporté el espectáculo y sacándome la polla, tomé el pañuelo y me sacudí una paja, que casi me hace gritar, debo haberme quejado o algo, porque ella levantó la cabeza, mientras yo rápidamente entraba al baño, sentí que ella gritaba
– ¿Hay alguien en casa? – Como ya había cerrado la puerta, le grité a mi vez
– Si yo, acabo de llegar, y además tendré que secar el baño, dejaste todo mojado – No respondió nada, así que me lavé y terminé de sacar el esperma de la polla y lavar el pañuelo. Salí del baño, con la conciencia un poco lastimada. Mal que mal era mi hija. Pasaron varios dias, y observé que Claudia mi hija había cambiado conmigo, la notaba más distante, diría extraña.
Bueno en mi casa se da una relación muy especial. Tanto mi ex esposa como yo somos profesionales, tenemos muy buenos trabajos y vivimos muy bién, nuestra casa tiene tres cuartos, en el segundo piso, el más grande con baño propio, lo ocupa mi ex los otro dos los tenemos Claudia y yo, además compartimos el mismo baño.
En el primer piso lo ocupa Juan Manuel mi hijo de 19 años y normalmente ocupa el baño de visitas que tiene ducha, de otra manera, ocupa el de la madre. Bueno mi preocupación se acentuaba en la medida que pasaba el tiempo. Hasta que un jueves no soporté y dispuesto a enfrentar mi error le dije sin preambulos
– Clau ¿Que te pasa conmigo? Desde hace un tiempo, te comportas muy rara conmigo, no así con tu madre y tu hermano, me miró fijamente y respondió mirándome a los ojos
– Llévame al piso de la playa, porque quiero conversar contigo un tema muy extraño – Me entró la curiosidad y le pregunté
– Está bién, solo que ¿Se puede saber algo antes? – Me miró muy seria y respondió
– No creo que sepas mucho del tema, pero averigua todo lo que puedas sobre el incesto, porque ese es el tema – Me quedé de piedra, solo le asentí con la cabeza, cuando con un dedo señaló al cuarto de Juanma. Al dia siguente, como muchas otras veces, cuando llegué del trabajo, Clau ya estaba esperando, con una maleta lista, le dije
– Dame tiempo, que prepararé un poco de ropa para el finde – Me dijo de inmediato
– Llevo todo lo tuyo y como son solo dos dias, basta con tus cosas de afeitar y un poco de ropa, por favor vamonos antes que llegue Juanma o mamá – No entendí mucho, pero le abrí la maletera y luego se sentó a mi lado, total eran poco más de 70 Km a la playa. No quizo hablar nada durante el trayecto por la carretera, luego en el piso me pidió que fueramos a comer algo y entonces me contaría.
En el edificio no son más que tres o cuatro matrimonios de extranjeros que viven todo el año, pero en invierno está casi vacío. Encendi el aire acondicionado y salimos del edificio, caminamos un buén trecho, casi todo cerrado, pero casi al final del Paseo, había una Pizzeria y Restaurante abierto. Pedimos Pizza y vino, el mesero miró a Claudia y le consultó por la edad, ella le respondió muy suelta de cuerpo
– ¿Quién, nosotros o nuestros hijos? Porque tenemos cuatro –
El tio pidió disculpas y se retiró, al terminar de comer le dije
– No tuve tiempo de leer nada de lo que me dijiste, pero debo reconocer que algo se del asunto, ahora ¿Porqué tanto secreto Clau? – Me miró con mucha ternura y me dijo
– Primero que nada debes hacerme una promesa, se trata de que me dejes explicarte algo importante, sin que me interrumpas y además que lo que hablemos hoy, nadie en el mundo podrá saberlo jamás ¿Lo prometes? – La miré en silencio con un poco de temor y le dije
– Si, te lo prometo – Me sonrió y comenzó
– Hace hoy dos meses, que un dia que me sentía mal, regresé a casa, entré pensando que estaría solo la empleada, pero no escuché nada, bueno nada más que unos quejidos, que venían del cuarto de Juanma, me acerqué muy despacio y entendí que estaba teniendo sexo, pensé que con Mercedes la empleada, que está bastante bién. Pero cuando él se disponía a orgasmar, le dijo: Me corro Cimi, me corroooo y se notó que tuvo un orgasmo brutal – Yo me quedé blanco, porque Cimi es mi ex, es decir la madre de Juanma. Ella prosiguió – Salí de inmediato de la casa, y caminé un par de cuadras.
Entonces llamé a casa, respondió Juanma. Le dije que me sentía mal y que el colegio me enviaban a casa, pero como no tenía las llaves, quería saber si había alguien. Me respondió, pues si, Cimi también acaba de llegar. Entonces le pregunté por Mercedes, para que me prepare un té. Me dijo que el lo haría. Esperé un buén rato y fui a casa, toqué el timbre y me abrió mamá. Le pregunté de inmediato, por Mercedes, me dijo que no sabía que ella venía llegando, pero que estaba autorizada para irse temprano. La vi un poco descompuesta y le pregunté que le pasaba, me dijo que nada y que me fuera a la cama. Fui me tendí y entro Juanma con una tasa de té. Le di las gracias y me di cuenta que como mamá también estaba muy agitado, le dije que quería dormir un rato, así que salió, ahora tenía la seguridad que mamá y Juanma tenían una relación de pareja ¿Que te parece? – No me atreví a hablar, así que le pedí
– Clau vamos a caminar, asi tendré tiempo de pensar un poco, esto es muy nuevo para mi y no tengo respuesta, he sabido de algunos casos de incesto, pero jamás algo tan cercano –
Pagué y salimos a la calle comenzamos a caminar de regreso al piso, puse como siempre mi brazo sobre sus hombros, ella me abrazó a la cintura. Caminamos en silencio, llegamos al piso y me puse a mirar por la ventana al mar, estaba muy fresco para abrir las puertas del balcón, pasaron unos minutos y sentí su voz que me decía
– ¿Que piensas de esto? – Me di vuelta y la vi en ropa interior, con solo bragas y sujetador, la había visto muchas veces así, pero ahora me conmovió, insistió
– ¿Tienes una opinión? ¿Que quieres tomar? – Se agachó en el mueble bar y sacó una botella de Whisky, le dije
– Dame uno grandote, creo que lo necesito – Me sonrió dulcemente diciendo
– Pues tampoco quiero que te embriagues, porque tenemos mucho que hablar, pero primero el asunto de ellos – le respondí sentándome en el sofá
– Eso que lo arreglen ellos, no es un asunto que nos competa, lo único importante es que no se haga público, porque nos afectaría de todas maneras – Me asintió, me pasó un vaso y ella tenía otro en la mano, luego se sentó en un sillón frente mio, se cruzó lentamente de piernas, al hacerlo observé como las bragas pegadas a su piel, dejaban ver los labios mayores de su vulva, gorditos en una verdadera amenaza al placer y dijo
– Recuerda que estás bajo promesa, así que ahora te quiero hacer una pregunta muy importante ¿Estás de acuerdo? – Le manifesté
– Más importante que lo que me acabas de contar, me parece difícil, pero hala vamos allá – Su cuerpo casi desnudo me tenía muy descompuesto, ella dijo impasible, dejando el vaso sobre una mesita
– Dani, Cuando me observaste desnuda desde la puerta de mi cuarto ¿Porqué te masturbaste mirándome? Por favor no me vayas a negar, porque yo limpié parte de tu semen que calló en el piso, solo quiero saber ¿Porqué? Creo que tengo ese derecho, si fue mi cuerpo lo que te provocó un orgasmo – La miré como se puso de pie, caminó hasta ponerse frente mio, entonces le dije desde el fondo de mis sentimientos
– Porque jamás mujer alguna, me había provocado la exitación que me dio tu cuerpo desnudo, fue el paroxismo, la locura misma – Ella no dijo nada, se puso a hocajas sobre mi y junto con comenzar a soltarme los botones de la camisa, me besó en la boca, mis labios se abrieron para recibir su lengua y un abrazo frenético, entre sacarnos la ropa y quedar desnudos, me pegué a sus senos a sus pezones, mis manos acariciaban sus muslos sus gluteos, mientras ella me pidió
– Será mi primera vez, quiero hacerlo en la cama – Me levanté y la tomé en brazos, la llevaba a la cama y no para hacerla dormir, su boca buscaba la mia, solo decía – Te amo Dani… te amo mi amor – La deposité sobre la cama y ella me tomó del cuello, pero le expliqué- Debo prepararte, para que no te duela mucho –
Me soltó y entonces comencé a besarle todo su cuerpo de diosa, mi lengua se daba un festín con la seda de su piel tan blanca, al llegar a su pubis, le abrí las piernas y esos labios gorditos de su vulva, se abrieron para dejar a la vista, la entrada de su vagina virgen, de su uretra y de su clítoris, mi lengua comenzó a moverse sin cesar entre el ano y el clítoris, ella ya estaba empapada, el sabor de sus fluidos es maravilloso, quería beber una cascada, de ese elixir del amor, cuando estaba a punto de correrse, me subí sobre ella, puse el glande en el vestíbulo vaginal y presioné, sentí como el glande entraba y rompía el himen, fue un pequeño tirón que ella acusó, pero sus brazos se atenazaron a mi cuello, mientras mi cuerpo subía lentamente sobre el suyo y mi polla ocupaba integramente su vagina, nos quedamos quietos unos segundos, comencé el sube y baja sobre su cuerpo, la vagina apretaba inexorable mi polla, que enviaba millones de señales de placer, el mete y saca llevaba ya varios minutos, ella lentamente volvió a sentir placer, ya superado el dolor, sus caderas comenzaron a moverse lentamente, le pedí
– Asi… así… muévete mi diosa, me estás haciendo muy feliz, te amo… te deseo… eres mia… mia y yo tuyo… – En ese momento ella estimulada por la acción y las palabras, se comenzó a mover muy fuerte, su pubis me embestía con potencia, su boca se abrió como pidiendo aire y decía
– Me muero Dani… haaaaaa… haaaaaaaaaaa… que ricooooo… máaaasssssssss, maaaassssssssssss… haaaaaaaa… amoooooooorrrr,,, amooooorrrrrrr – Y todo su cuerpo se comenzó a relajar, estaba casi inconsciente, me abrazaba con brazos y piernas, nos besabamos desesperadamente, estar sobre ese cuerpo maravilloso, sentir mi polla penetrándola hasta los testículos, me daba un placer que no deseaba terminara jamás, de pronto gritó – Siiiiii… otra vezzzzzzzzzzzzz… ahhhhhhhhhh… ahhhhhhhhhhhh… yaaaaaaaaa… y ahora si se comenzó a tranquilizar, estaba totalmente aferrada a mi, pegada como sello postal, me besaba, me buscaba la boca, mientras me juraba que me amaba más que a la vida.
Sentir como en su primera relación tenía dos orgasmos tan seguidos, me pusieron a tal extremo, que comencé a recorrer su cuerpo con mi lengua, le lamí hasta los dedos de los pies, sus piernas, cuando estaba al interior de sus muslos, me agredía con el pubis, para que me concentrara en su vulva, cuando lo hacía ella se revolcaba de placer, volvía con mi boca y mi lengua a su cuerpo, a sus senos, los lamía y chupaba a placer, siempre terminaba entre sus piernas y después de cada org´smo, me subía sobre ella, así tuve mi primer orgásmo en el interior de su vagina, no pensé en nada, solo en llenarla de leche, lo curioso es que pese a mi edad, la polla se mantuvo dura y firme como fierro. De todos modos no le di tregua, volví a disfrutar de su cuerpo, me di cuenta que hacía adicto a sus fluidos.
La amé toda la noche y ella perdió la cuenta de sus orgasmos. Casi al amanecer tuve mi cuarto y último orgasmo de esa noche en el interior de su vagina, fue entonces que descubrí lo enamorado que estaba de Clau. Eramos una familia muy incestuosa, pero ahora solo me interesa follar con mi amada. Al dia siguente, nos seguimos amando y me tranquilizó con un
– No te preocupes Dani, la mens me llega la próxima semana, así que ahora, lléname de semen y de amor –
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