Dirty Dancing 2
Una noche de baile y depravación entre mí madre y sus hermanos (basada en hechos reales).
La coronación de la Reyna del Baile.
Con la llegada de las fiestas de fin de año, llegaron las discusiones sobre dónde pasaríamos la Navidad y dónde el año nuevo. Dados los últimos acontecimientos en la casa de mis abuelos paternos. Mi madre convenció a mi padre de que ambas celebraciones serían en la casa de los papás de mí mamá. Todo parecía un triunfo de mi madre y sentía que estaba a salvó entre sus hermanos a quienes consideraba todos unos caballeros, nada más lejos de la realidad…
Para mí sorpresa los hermanos de mí madre resultaron igual de cabrones que los hermanos de mí padre y usaron el viejo truco de emborrachar a mi papá para dejarlo fuera de combate en la noche de Navidad. Dada la cercanía de nuestra casa se dieron el tiempo para llevarlo a dormir hasta su cama, mi hermanita por su parte fue a pasar la noche en casa de unas primas. Sólo quedaba un incómodo testigo que era yo. A petición de mis tíos me pidieron que fuera a cuidar a mí padre, porque podría ahogarse de lo borracho que estaba. Así fue como decidí dejar a mamá con sus hermanos, hermanas y cuñados bailando y bebiendo. Para ésas horas eran los únicos adultos ya que mis abuelos se habían ido a dormir.
Pasaron las horas y mi papá estaba completamente dormido, le puse un par de almohadas como lo indicó mí madre y decidí ir por ella. Antes de entrar a la casa de mis abuelos, escuché una acalorada discusión entre mis tíos y sus hermanas por la herencia de los viejos. Entre sin que me vieran y me escondí detrás de la barra de la cantina. La discusión llegó a su fin cuando mi tío Julián sacó su pistola y hecho unos tiros al aire.
De ahí salieron todas las mujeres exepto mi madre quien fue retenida de los brazos por mis tíos Juan Carlos y Teodoro, obligándola a mantenerse sentada. Mi mamá estaba muy ebria, jamás la había visto así, por lo que no puso resistencia alguna.
Mi tío Julián regreso y pidió un trago, le dió indicaciones a mi primo Alfredo de que no parará la música. Era el mayor de todos mis primos y al que consideraban como el hermano menor.
Mi mamá estaba vestida con un vestido de noche rojo, muy largo pero con cortes laterales hasta los muslos y que dejaban a la vista sus largas piernas. Me quedé contemplando las piernas de mamá que desde mi escondite lucian excitantes y que decir de su revelador escote, estaba hecha un bombón.
La música continuo y mis tíos se turnaban para bailar con su hermana menor. Julián fue el primero en tomar su turno con un danzón, tomó a mi mamá por la cintura y ella reposo su rostro en el pecho de su hermano. Con las manos entrelazadas en lo alto y con la otra mano en su espalda, aprovechó para bajar el cierre del vestido y así meter su mano bajo el vestido para acariciar sus nalgas. Mi mamá intento evitar la invasión de su hermano, pero el era el más grande y fuerte de los tres hermanos. Yo seguía paralizado por la excitación y mi verga ya estaba endurecida. Siguió mi tío Teodoro que eligió en la rocola una cumbia de moda, el aprovechó su turno para desabrochar el sostén de mi mamá y acceder a sus tetas. Llegó el turno de mi tío Juan Carlos, el eligió un rock and roll de los 60’s, era el más ágil para bailar y sabía cómo hacer girar a su hermana para que todos los ahí presentes contemplarán las piernas de mamá y un poco más. Para ése momento todos nos sobabamos nuestros paquetes por encima del los pantalones. Mi mamá estaba eufórica y solo reía como demente, algo estaba mal y no sabía que estaba pasando, pero no me importaba yo no quería dejar de mirar.
Por fin llegó el turno de mi primo Alfredo y mi madre pidió un refresco, ya no quería tomar más licor. Fué entonces que ví a mi primo sacar de su bolsillo una bolsa de sales verdes y ponerlas en la bebida de mi madre. En su desesperación tiro la bolsita cerca de la barra donde estaba escondido. Después del trago de mamá, Alfredo quién era dueño de la rockola, les dijo a mis tíos que uno de sus viajes a Brasil descubrió un nuevo ritmo que estaba enloqueciendo a todo mundo desde la zamba, su nombre, LAMBADA el baile prohibido.
Mi mamá sorprendida e inocente pregunto cómo se baila ésa cosa? Mi primo le explicó era una mezcla entre Tango y cumbia. Así comenzó a sonar unas letras en portugués que decían, llorando se fue la que un día me enseñó su amor…
Mi primo le pidió a mamá que se montará en su rodilla y se dejará guíar por el ritmo sin dejar de mover la cintura. El vestido de mamá era un impedimento para que la rodilla de mi primo se colocará enmedio. Mi tío Teodoro, dijo, eso tiene remedio y fue por unas tijeras y sin perder un sólo segundo, cortó el vestido de mi madre hasta los muslos. Ahora sí parece puta de Insurgentes, señaló mi tío Julián quien ya se había sacado su enorme verga para sobarla sin pudor alguno.
Mi mamá seguía riendo sin control y mi primo nuevamente puso la lambada desde el comienzo y con la falda recortada comenzó la danza erótica, mi madre montada sobre la pierna de su sobrino y mi primo metiendo sus dedos bajó las pantaletas de mamá, mientras le mordía las orejas y el cuello. Sus misión era liberar las medias del liguero de mamá y lo consiguió con gran facilidad, las medias poco a poco fueron descendiendo por efecto de la gravedad y los constantes megreos de mi primo.
Mis tíos ya estaban sumamente excitados y con las vergas de fuera, yo no tardé en hacer lo mismo. Mi tío Julián interrumpió a mi primo para tomar su lugar y acomodar su largo y duro miembro entre las piernas de mí mamita. Estaba fuera de sí y de un zarpazo arrancó las pantaletas de mi madre quien sólo atinaba a decir, así no se baila cabrón… Y daba golpes al pecho de su hermano. Mi tío levanto de las nalgas a mi madre y la cargo hasta una mesa, la puso en cuatro con las manos apoyadas, escupió su mano y lubrico su dura herramienta y sin pensarlo dos veces se la clavo de un sólo empujón ante la mirada atónita de los presentes. Mi madre lanzo un grito desgarrador, mi tío le quitó ambas medias y las metió en la boca de mamá para ahogar sus gritos. De los tres hermanos fué el que duró menos dentro de su hermana poco menos de dos minutos, le sucedió mi tío Teodoro quien era el único en usar condón, es colocó las piernas de mamá sobre sus hombros y las embistió con furia mientras le pellizcaba sus duros pezones, el termino por dejar los pechos de mamá al aire. Mi tío Juan Carlos, aprovechó que mi madre estaba acostada y le metió la verga en su boca, lo cual provocó que mí madre se vomitara, nuevamente la colocaron en cuatro apoyada sobre la mesa y trajeron una cubeta para que no ensuciará el piso. Y así aún vomitando, mi tío Teodoro le siguió dándole por la vagina hasta sintió venirse y sacó su verga encurvada, se quitó el condón y se corrió entre las nalgas de su hermana. Era el turno de mi tío Juan Carlos, pero algunos gritos y gemidos despertaron a mi abuela que desde su cuarto preguntaba qué diablos estaba pasando. Mi tío Julián fue a calmar a la abuela y dió indicaciones para que siguieran cogiendo a mi madre. Juan Carlos, no quería acabar pronto y aplicó la intermitente, así que cuando sentía que se corría, sacaba su verga y se dedicaba a lamer el culo de su hermana. Intento metérsela por el culo apretado y virgen de mi madre, quien ahora gritaba y lloraba. Mi primo subió el volumen de la rockola y los gritos de mamá se fueron perdiendo entre el ruido. Mi tío Juan Carlos, se rindió y en coraje por no haber podido cogerla por el culo, le aventó los mocos en la cara. Mis tíos animaron a mi primo Alfredo a no perder esa oportunidad y de todo ellos el tenía la verga más corta pero gruesa, era el único circuncidado y sabía que el culo de mi madre no tenía la leche de sus tíos. Fué a la cocina y trajo una barra de mantequilla, les dijo a mis tíos que lo había visto en una película. Se embarró la verga de mantequilla que se deshacía de lo caliente que estaba mi madre en cuatro ya se estaba durmiendo sobre la mesa y mi primo sin ningún miramiento, colocó su verga en la entrada del culo de su tía y de una sola embestida de la dejo ir hasta el fondo de su esfinter y mi madre reparó queriéndose safar, pero mi primo se aferró a sus caderas y continuo bombeando ante las súplicas de mi madre para que sacará su verga de su cola que en respuesta comenzó a cagarse sobre la verga de su sobrino. Mi primo sintió un poco de asco y fue limpiarse la verga al baño, mis madre hizo algo que nadie esperaba, se abrió las nalgas para que salieran los últimos restos de mierda, mis tíos la limpiaron con las servilletas de la mesa y uno a uno probaron el apretado culo de su hermana hasta que los tres depositaron su leche en las entrañas de mi madre y cuyo esfinter no dejaba de escupir semen entre pedos. Así fue como el culo de mi madre había sido coronado por los hombres de mi familia. Ésa fué la coronación de la Reyna del Baile y por mi parte había conseguido correrme hasta la saciedad observando dicho cocktail de fluidos y secreciones.
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