El sueño
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por mrhagritt.
Estaba yo en casa de mi hermano, cuidando a mi sobrina, su hermano menor y un amiguito de este.
Mi sobrina es una hermosura de 9 años, morena clara con un pelo negro largo hermoso y un cuerpo menudo que ya se empieza a desarrollar, y con la cual siempre he tenido una relación muy cercana pues desde chica ha sido mi regalona.
Su hermano menor es el típico niño de 6 años, travieso e intranquilo.
Era verano y hacia un calor horrible, así que todos estaban en el patio de la casa, jugando con agua.
Mi sobrina llevaba un vestido veraniego tipo campana, de estos que son ajustados en la parte de arriba, sin tiras y con elástica, y luego se abren como una campana en la cintura, hasta media pierna.
Recuerdo que me llamo la atención la forma en que sus pequeños pechitos ya despuntaban y levantaban el vestido ligeramente, indicando que no llevaba corpiño debajo.
Yo estaba acostado en una poltrona tomando una cerveza y supervisando a los chiquillos cuando de repente empiezan a jugar a perseguir a mi sobrina, la cual por alguna razón se había sacado el vestido y se había quedado solo con una bombacha negra.
Sus pequeños pechitos se veían paraditos en su hermosa piel morena y, por la naturalidad de la escena, parece que es algo que era normal en su casa.
El hermanito y su amigo la perseguían con una pistola de agua para mojarla y, en plena carrera, se monta en la poltrona donde yo estaba, buscando protección.
Al hacer esto sus pechitos quedan justo en mi boca por unos minutos mientras ella pedía auxilio en medio del juego.
Recuerdo que en el sueño fui perturbadoramente consciente de la presión de esos pechitos sobre mi boca y mi cara, su olor a fresco y piel suave, pero en el momento solo atine a regañarlos y bajar a mi sobrina al piso.
Cuando los niños se fueron, mi sobrina se quedó conmigo, se sentó en mis piernas y me dice:
– Pense que me ibas a chupar mis tetas
– Oye!!! como me dices eso?? de donde sacas semejante cosa?
– No creas que soy tan inocente tio.
yo veo pelis porno por las noches en mi laptop y tu.
tu siempre me has gustado!
Me le quede mirando esa carita hermosa, ruborizada por lo que me acababa de decir y solo atiné a abrazarla y darle un beso en la frente.
pero la excitación que sentía era inmensa.
mi sobrinita de 9 años se me estaba ofreciendo y, la verdad, pudo mas mi morbo y empece a acariciar su culito por encima de su bombacha.
Ella reaccionó abrazándome mas fuertemente y pasando su pierna derecha por encima de mi cintura para darme mas facilidades, mientras me decía al oido: "quiero que me chupes mi conchita".
No podia creer lo que escuchaba!
Los otros niños ya volvian, así que me separé de mi sobrina y les dije que ya era hora de bañarse para que cenaran.
Como habían dos baños, aproveché la oportunidad y metí a mi sobrino a que se bañara mientras su amiguito jugaba con el play, y me fui a la otra pieza donde estaba mi sobrinita.
La tome de la mano mirándola a los ojos y lentamente la llevé al baño.
Fui a asegurarme que los otros dos niños estuvieron ocupados en sus cosas, y al volver a cerrar la puerta del baño me encontré a mi sobrina sin ropa y montada en la taza del sanitario.
La visión de ese cuerpito moreno desnudo, suave como la seda, con sus pechitos chiquitos paraditos y su conchita peladita y abultadita fue algo simplemente inolvidable.
mi corazón latia a millón y mi erección era ya claramente dolorosa.
Lentamente me acerqué a ella, mirándola a los ojos.
uno ojos brillantes y llenos de deseo (que increíble que una nena tan chica pudiera mirar de esa forma tan lasciva) cuando estuve cerca ella me sonríe y.
levanta su pierna derecha apoyándola en el placard.
dejando toda su conchita a mi disposición.
Como en cámara lenta, me fui acercando hacia ese manjar que me ofrecía y en medio de un gran suspiro de ella pase mi lengua por toda su rajita.
que sabor mas delicioso.
dulzón con un tono medio agrio.
olor a fresco, a lluvia.
recuerdo que lamí lentamente su conchita, rozando sus labios con la punta de mi lengua hasta llegar a su pequeño clitoris, rozándolo en circulos para luego seguir por el otro lado.
Ella solo gemía quedadamente, respirando aceleradamente y presionando mi cabeza contra su conchita.
Agarre sus nalguitas para poder tener mayor control y esto la excito aun mas.
Sintiendo que su orgasmo era inminente, empecé a meter mi lengua en su cuevita y estalló en un orgasmo intenso, apretando aun mas mi cabeza contra su concha.
La sostuve mientras la bajaba de la taza y la abracé, sintiendo su piel tersa y caliente.
– Tio, tio.
uffffff.
que bien se sintió eso.
fue justo como lo soñé tantas veces.
– Ya chiquita, pero esto debe ser un secreto entre los dos.
No debes contárselo nunca a nadie, esta bien?
– Siii tio.
no te preocupes.
ademas.
espero que se repita.
Con su cara de picara me dio un beso en la mejilla y se metió a la ducha.
Yo, aun mareado por lo que acababa de suceder, salí del baño a supervisar que estaban haciendo los otros dos chicos y verificar que no se hubieran enterado de nada.
Mi sobrino había salido ya del baño y ahora el estaba jugando con el play mientras su amigo se bañaba.
Les preparé un par de hamburguesas y los dejé comiendo y jugando, con lo que sabia estarían entretenidos por un buen rato, así que aproveché el momento y volví al cuarto de mi sobrina.
Al entrar, la consigo ya bañada, con un vestido veraniego y acostada boca arriba en su cama.
Me le quedo viendo y, sin decir nada, me voy acercando a su cama lentamente, llego a sus piernas, sigo subiendo hasta llegar a la altura de su pecho y, lentamente, le bajé la parte superior de su vestido para dejar a la vista sus hermosos pechitos.
La miro a los ojos y veo de nuevo esa mirada morbosa, excitante, así que lentamente empiezo a besar sus pechitos paraditos.
Paso mi lengua por sus pezones erectos y voy chupando sus pechitos completos con mi boca.
Su respiración iba aumentando sensiblemente, señal de su creciente excitación, y metía sus manitos dentro de mi pelo, acariciándolo.
En un momento siento como sus manos empiezan a empujar suavemente mi cabeza hacia abajo.
por lo que fui bajando hasta llegar a su falda, la levanto y.
oh sorpresa, la muy picara no se había puesto ropa interior!! Levanto la cabeza y veo su mirada entre morbosa y traviesa, y me doy cuenta que mi sobrinita de 9 años me esta seduciendo descaradamente.
Sin perder mas tiempo, hundí mi cara en su conchita peladita, embriagándome de su olor y de su sabor.
Ya estaba bastante mojada pero, en cuanto sintió mi lengua empezar a jugar con su clitoris, empezó a mojarse profusamente.
Con sus manos iba empujando mi cabeza como queriéndola enterrar en su entrepierna.
Yo no le daba tregua con mi lengua, mientras con una de mis manos le tocaba esos pechitos chiquitos y paraditos.
A medida que sentía como su excitación iba en aumento, decidí empezar a meter mi dedo en su conchita.
Cuando ella sintió mi dedo entrando dio un respingo y soltó un fuerte gemido.
A medida que lo metía y lo sacaba, empezó a mover sus caderas hacia abajo para que el dedo le entrara mas adentro.
Yo lo metía lo mas que podia y luego lo sacaba lleno de sus jugos; lo chupaba y lo volvía a meter lentamente en esa conchita chiquita.
Asi estuvimos por unos minutos hasta que ya sintiendo que su orgasmo era inminente, y sintiendo mi pene a punto de explotar y demandando atención, me senté sobre mis rodillas, saque mi pija y empece a restregarla por toda su conchita.
Los ojos de mi sobrinita se desorbitaron y empezó a restregarse cada vez mas rápidamente contra la cabeza de mi pija que la recorría de arriba a abajo por toda su rajita, abriéndole los labios pero sin penetrarla.
Cuando ya era evidente que se venia, puse mi cabeza en su entrada y ella movió sus caderas como queriendo metérsela, y explotó en un violento orgasmo, el cual yo acompañé restregando la cabeza de mi pija por toda su rajita y llenándola de mi leche.
La visión de esa conchita chiquita, peladita, llena de mi leche fue algo realmente excitante.
una visión que aun hoy mantengo fresca en la memoria.
Una vez que nos tranquilizamos, la tomé en mis brazos y la llevé de nuevo al baño para que se aseara.
Mientras la cargaba, me abrazo fuertemente, me dio un beso en la mejilla y me dijo: "eres el mejor tio del mundo.
te quiero mucho".
Justo ahi desperté.
aun con el olor de su concha impregnando mi cerebro, el sabor de sus juguitos aun en mi boca, la sensación de su piel tersa aun en mis manos.
y una dolorosa y bestial erección!!
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