Ludmila, mi pequeña nieta – II y la presencia de Joaquina
Luego de esa siesta a la tarde, quedé muy caliente con mi nieta. Sentía que ella estaba dispuesta a más experiencias con el sexo, y yo estaba más que dispuesto a enseñarle y a disfrutarla..
Luego de esa primer experiencia con mi nieta, solo pensaba en como podría obtener de la niña su participación en un nuevo encuentro sexual. Pasaron unos días y notaba que Ludmila buscaba en todo momento pasar más tiempo a mi lado, y me sonreía con picardía en sus ojos. Cuando caminaba frente a mí movía su trasero como toda una putita. Eso me calentaba mucho, por lo que vivía con la verga dura, y a mis 52 años eso ya era todo un echo histórico. Es más, mi esposa estaba recibiendo más cogidas en estos días que en los últimos dos años. Estaba sorprendida y a la vez se molestaba por que yo quería sexo todas las noches. Así pasaron dos semanas y no me animaba a apresurar las cosas con Ludmila. Pero la ocasión llegó de la mano de Joaquina, su amiga más querida.
Mi hija Carmen debía viajar a un pueblo cercano por cuestiones de trabajo, en esa población vive una tía de mi esposa, a la cual hacía mucho tiempo no veía, por lo que aprovechando el viaje de nuestra hija, se sumó al mismo y ambas tomaron el bus luego de dejar en casa a mi cuidado a Ludmila. Fue meter el zorro en el gallinero. Luego de buscar a mi nieta en la escuela, me encuentro con la noticia de que Joaquina vendrá a tomar la merienda a casa. Así que con ambas niñas en el auto, nos encaminamos hacia nuestra residencia.
Al llegar, ambas niñas se fueron a la pieza de mi nieta y al volver a la cocina para tomar su merienda, ambas venían vestidas solamente con un short de lycra muy ajustado y una camisetita de algodón. Ver a ambas niñas así, automáticamente produjo un principio de erección. Y Joaquina, mucho más avispadas en estas cosas del sexo se dio cuenta enseguida. Obvio que estaba esperando algo así. Enseguida cuchicheando al oído se lo comentó a Ludmila, la que abriendo grande los ojos no deja de mirar mi entrepierna. Con el morbo a flor de piel, me hago el tonto y me dirijo a la pieza donde elijo un pantalón corto liviano y algo suelto, lo que propicia que se vea muy bien la carpa que mi pija forma al estar erecta. Me encamino a la cocina y ambas niñas siguen hablando medio en voz baja. Finalizada la merienda, las niñas se dirigen hacia la habitación donde normalmente duerme mi nieta cuando se queda en casa.
Yo lavé los trastos y me dispuse a ver un poco de TV mientras las niñas juegan. Pasó un buen rato y no sentía movimientos en la habitación, me intriga y me acerco a la misma, la puerta está medio entornada, sin hacer ruido abro la misma y descubro a las dos niñas dormidas en la cama. Joaquina está boca abajo abrazada a la almohada, y Ludmila está boca arriba y tiene un dedo pulgar en la boca el cual chupa como si fuera un chupete. Me acerqué más todavía hasta quedar a su lado, sabía que Joaquina participaría ya que estaba acostumbrada a que el padre tuviera sexo con ella. Pero necesitaba que mi nieta se prestara a ir más allá y me dejara poseerla. Opté por ir sobre Joaquina, me senté en la cama a su lado y comencé a acariciarle la cola y metía los dedos entre sus piernas buscando acariciar su conchita. Al sentir el contacto de mi mano, Joaquina abrió un poco las piernas favoreciendo el acceso de mis dedos a su vagina. Continué masajeando sus nalgas y frotando su conchita hasta que me di cuenta que la niña estaba despierta y aceptaba con gusto mis caricias. De pronto gira la cabeza y enfoca su mirada en mi, sonríe con picardía y estirando su mano la posa sobre mi miembro que está ya duro. Lo acaricia suavemente pero sabe lo que hace, yo me acomodo un poco mejor y propicio que la verga salga por el orificio para orinar, la niña al verla se pasa la lengua por los labios, relamiéndose. Y sin que yo se lo pida, acerca la cabeza a mi tripa y abriendo su boca la toma en ella, luego toma la pija por el tronco y comienza a darme una muy rica mamada, chupa y lame mientras me masturba, su manito apenas abarca el grosor del tronco pero no se amilana, puedo apreciar que realmente le gusta chupar una verga. Yo sigo acariciando su culito y su conchita, veo como la niña se va excitando cada vez más. Ya se traga más de la mitad de mis 19cms. Y yo estoy a punto de llenarle la boca de semen. Pero prefiero detenerla, se sorprende pero acepta el parate. La incorporo a mi lado y sin mediar palabras le saco el short dejándola desnuda de la cintura para abajo. Su labios vaginales se ven un poco abiertos, signo de que ya ha recibido una buena porción de verga, y brillan por la lubricación de sus jugos, me siento en la cama con las piernas en el suelo, tomo a Joaquina por las axilas y la levanto hasta acomodarla sentada de espaldas a mi sobre mis piernas, lo que propicia que mi tripa quede prácticamente en la puerta de su vagina, y otra sorpresa, la niña sabe que hacer. Simplemente se iza sobre mis piernas, toma mi verga por el tronco con su manito y guía la punta de la misma al medio de sus labios vaginales, que abriéndose como una flor permiten que la cabeza de la pija se posicione bien en el canal de acceso a esa núbil vagina. Luego tomándola de la cadera, ayudo a que se vaya sentando, haciendo entrar la verga en su conchita, está bien lubricada, cuesta que entre ya que es bastante gruesa para una niña, pero ella se aplica, se mueve adelante y atrás, se pega pequeños sentones y finalmente está penetrada en su totalidad, queda un pedazo de tripa afuera pero la punta de mi pija está pegando en su útero. Se nota que esa vagina ya ha recibido bastante carne en barra. Ya que pronto se acomoda sobre la verga y comienza a moverse como toda una putita, y es obvio que una vagina tan pequeña ya de por si es estrecha para el tamaño de mi verga, hacen del coito un placer inolvidable, su concha aprieta y desliza produciéndome un placer inmenso, y descubro que ella también lo está gozando, tanto que de repente comienza a moverse más ligero y gime, suspira y siento como sus jugos rodean mi poronga, la niña está acabando y no aguanto más y le lleno la conchita de semen con potentes chorros. Ella sigue moviéndose hasta que mi tripa se achica y luego se sale de encima mío, y sin decir palabra corre al baño a lavarse. Al darme vuelta para observar a mi nieta, encuentro sus ojos clavados en los míos, a presenciado la cogida que le pegué a su amiga callada la boca. Y sin decir palabra, se me acerca, me abraza y me dice, bueno abuelo, cuando me toca a mí? Y me da un beso en la boca.
Excelente excitante con morbo y lujuria,espero la continuación.
Como cinquenton, tener a la nieta y su amiga, sería el Paraíso en la tierra.
Esperamos más aventuras con ellas. El desvigue de la nieta, tríos con las 2, …
Uff que delicia. Si más. Excelente