Mi primera vez con mi Tia (P1)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por martin_92.
Como ya sabrán empiezas a ver videos porno en la edad de adolescencia y yo empecé a los 12 años y ya fantaseaba con mi profesora del colegio y ella fue la primera persona que empecé a masturbarme, sino me equivoco se llamaba Laura y siempre se vestía con calzas y botas mas el delantal de profesora, era rubia, ojos azules lucero, un cuerpazo para ser profesora, siempre entre mis amigos nos decíamos que era modelo pero no le gusto y siguió la carrera para profesora. Un día cuando hacía calor Laura se quito el delantal, era recreo y yo me quede con ella para saber cuánto me saque en mi prueba y también para ver su cuerpo desde arriba porque ella estaba sentada y yo al lado de ella, parado y de pronto vi como eran sus tetas y como se movían y de pronto se me puso duro el pene y ella se dio cuenta y solo sonrió y siguió como si nada porque la verdad a ella le gusta que los chicos se calienten por ella. Laura tenía 33 años pero no parecía de esos años sino que parecía de 25 años como mucho, se cuidaba muy bien y siempre hacia ejercicio y de vez en cuando llevaba calzas, pero en fin ella no la persona de la cual voy a contar que tuve mi primera experiencia sexual sino que es mi Tía Carla que tenía 6 años más que yo o sea 18 años (ahora tiene 25 años) . Ella es morocha de 1.65 cm y tenía unas lolas grandes y un culo redondito pero siempre se vestía con ropa que no mostraba sus atributos sino que las escondía, ojos verdes oscuros, se peinaba para el costado, cosa que me gustaba que se peinara así.
Yo ya sabía que mi Tía Carla era virgen porque yo no creía que ella habría cogido con un hombre y también porque le pregunte a ella. Carla y yo éramos de contarnos todos, éramos más como mejores amigos que Tía y Sobrino. Ella siempre me había gustado porque era cariñosa conmigo me saludaba con dos besos en cada mejilla, también me abrazaba mucho y siempre era de animarme cuando estaba mal por la separación de mis padres, que fue en ese mismo año. Yo me quede a vivir en lo de mi madre y quedaba muy cerca la casa de la Tía de Carla, donde ella estaba.
Un día mi Tía Carla vino a visitarme, en la casa de mi madre, con su Tía en la mañana de un sábado. La Tía de Carla y mi madre siempre se habían llevado bien y eran de hablar, hablar y hablar. Yo las salude y me fui a mi cuarto porque estaba mal por la separación, me agarra un bajón de vez en cuando porque sentía que era mi culpa que se separaran y yo no más quería que seamos una familia normal pero ya no era normal o a veces me hacía el que estaba mal para que mi Tía Carla me consuele. Cuando me fui a mi cuarto ellas se quedaron hablando en el living y mi Tía Carla fue a mi habitación para levantarme el animo y me abrazo y me dio cariño que era lo que yo quería de ella. Luego de un rato ya estábamos jugando en la PlayStation , a los 10 min vino mi madre y me dijo que se iba con la Tía de Carla a pasear y nos quedamos solos.
Luego de jugar por hora y media, me aburrí le dije si podemos ver tele y ella me dijo que si y me acosté en un lado de mi cama y ella en el otro lado de mi cama (era una cama matrimonial porque me gustaba tener mucho espacio para dormir porque de noche me muevo dormido) y empezamos a ver un episodio de los Power Ranger: Fuerza Salvaje (o algo así se llamaba), en la cual el episodio que el hombre, el líder rojo, tenía un don que podía sentir los latidos del corazón y lo intento con el monstruo de su primera misión y no sintió nada.
Yo: Y claro es un monstruo, no tiene corazón.
Carla: jajaja si es verdad, es un tonto. Yo tengo un corazón, espero que lo sienta jajaja.
Yo: jajaja si que tienes un corazón lástima que no lo siento pero veo que tienes un gran corazón jajaja.
Carla: jajaja. Si quieres acércate a mí y sentí mi corazón como late.
Cuando me dijo eso, sentí que era de broma pero lo decía en serio y yo no sabía que decirle, en ese instante me quede pensando que decir o que hacer, hasta que finalmente le dije okeii. Levante mi mano y me fui acercándome lentamente a su pecho, y puse mi mano en su pecho izquierdo; cuando hice eso sentí un placer por tocarle una teta (fue la primera vez que toque una teta en mi vida), y de pronto empecé a sentir que mi pene se me paro, y tenía miedo que Carla se diera cuenta y me diga que saque mi mano encima de ella. Pero no se dio cuenta, eso creo, y seguía tocándola:
Carla: Dale, mueve tu mano, no dejes quieta tu mano, sentí mi teta.
Empecé a masajear su teta, sentí que se le puso dura la teta y ya sabía que le gustaba, tanto que se excitaba y de pronto saque mi mano y le dije:
Yo: No sentí a tu corazón latiendo (le mentí a Carla para comprobar si le gusto o no).
Carla: Como que no sentiste mis latidos… a ver dame tu mano.
Me la agarro y me la puso por debajo de su remera, al tocarla me di cuenta que trataba de sacarse su corpiño para que sienta mejor su teta.
Carla: ¿Ahora sentís los latidos de mi corazón?
Yo: Si ahora siento tus latidos (con voz de tímido).
Carla: ¿Te gusta?
Luego de que me dijera eso me miro en la entre pierna y vio a mi pene parado.
Carla: Wauu tienes un gran amigo ahí abajo jiji.
Yo no le respondí nada porque me quede sorprendido de que no diga nada de mi pene duro, nunca me lo hubiera imaginado, así que luego de una pausa para recobrar valor para seguir le dije…
Yo: Si me encanta tu tocar tu teta.
Carla: Me alegro que te guste. Ahora es mi turno de tocarte tu pene.
Me quito la mano de su teta y sobre mi pantalón empezó a sentir mi pene con su mano, hasta que me bajo los pantalones, los bóxers y me agarro el pene con su mano derecha, empezó a masturbarme y me encantaba mucho que me masturbe.
Carla: ¿Te gusta Martin?
Yo: Si seguí que me encanta.
Me siguió masturbando hasta que estaba a punto de explotar mi pene.
Yo: Carlaaaa… se me viene!!!
Cuando le dije eso, a los segundos se escucho las voces de mi madre y de la tía de Carla, ya habían llegado. No me quede pensando, sino que me puse rápido el bóxer y pantalón mientras mi Tía Carla se iba al baño para disimular que no paso nada. Yo sentía un miedo si me atrapaban con los pantalones abajo pero no paso nada. Mi Tía Carla salió del baño como si nada y le dijo a su Tía, vamos? Y la tía le respondí: dale vamos… Nos saludamos como si nada y se fueron. Esa noche estaba feliz y sorprendido por lo que paso, me quede despierto imaginándome lo que paso y simplemente no lo podía creer; de la nada suena mi teléfono y era un mensaje de mi Tía Carla, diciendo que le gusto lo de ese día y que le gustaría que se repitiera y yo le respondí, a mí también me gusto y que me encantaría mucho que se repitiera…
Esto no termina acá, esto sigue y se pone más bueno el próximo encuentro con mi Tía Carla. Espero que les haya gustado y los espero para que lean la continuación. Para que sepan mi Tía Carla, no es la única con la que cogí sino que tengo muchas más historias para contarles…
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