Mi Profesor

23,- La Familia .
Hubieran sido dos semanas maravillosas si mi mamá me decía que no me podía casar con mi padre .

Que los hijos de incesto nacen con problemas de salud o mueren.

Sólo quería volver y hablar con mi profesor.

Fue a buscarme al aeropuerto.

En el departamento le dije que teníamos que hablar de algo serio.

Le pregunté si conocía o tenía familia en el sur.

Tenia una tía pero hace mucho que no va a verla.

Le pregunté si había, ido a veranear alguna vez, me dijo que una sola vez.

Si había tenido algún romance con alguna chica.

Mi corazón cada vez se aceleraba más.

¿ Eres mi padre? Le preguntaba mentalmente.

– Si, conocí una chica hermosa, tenía que  volver a estudiar, pero le prometí volver al año siguiente. Unos meses después supe que se había casado.

Ya no tenía sentido volver a verla –

Respiré profundamente para calmar mis nervios.

– Nunca supiste que la dejaste embarazada? –

– Embarazada? Yo? De mí? –

– Nunca hicieron el amor ? –

– Si, bueno, claro, pero no fue una cosa que hacíamos el amor todos los días. Fue una sola vez  –

– Ella quedó embarazada fruto de esa relación y tuvo una hija, que soy yo. Eres mi padre! –

Se produjo un silencio espeso. No me atrevía a mirarlo a los ojos.

No sabía qué iba a pasar ahora.

Me tomó una mano y la acarició. Levanté la vista y lo miré directamente a los ojos.

Los tenía brillosos igual que yo.

– Te amo  – me dijo.

Me levanté y el hizo lo mismo y nos abrazamos en un sollozo.

– Te amo y no quiero perderte  – me dijo

– Yo también te amo, papá  – mi voz sonó ronca. Por primera vez le decía papá a mi papá.

Hechó la cabeza hacia atrás, me miró sonriendo y me besó en los labios.

– También te amo, hija –

No fuimos a acostar pero esta vez el amor tenía otro sabor.

– Cógeme papá  – le dije.

– Así te gusta hija –

– Si papá, métetelo todo  –

El orgasmo fue mutuo, espontáneo y abundante.

– Te gustó coger con tu hija ? –

– Si, y a ti? Te gustó coger con tu padre ? –

– Me encantó, mirarte y sentirte dentro sabiendo que eres mi padre  – le dije.

– Ahora qué? Le decimos a los niños? –

– Decirles qué? Que soy su hermana? Que me voy a casar con mi padre ? –

– Que mi hija a a ser su hermana y ellos serán también tíos de ella? –

– Legalmente no tenemos ningún parentesco, podemos casarnos sin problemas  –

– Pero pienso que ellos deben saber  –

– Sí, tienes razón  –

A la semana siguiente llegaron  a su visita de costumbre.

Después de la cena, les dije que su padre tenía algo que decirles.

Cuando en terminó de explicar las circunstancias que habían rodeado la acción, se pararon y me abrazaron sin decir nada.

– Ya te consideraba mi hermana, para mí nada ha cambiado, sólo que ahora te amo más  – dándome un beso en los labios.

– Yo también estoy feliz de que seas mi hermana con otro beso en la boca.

Había escuchado hablar de la atracción genética, la que se producía entre dos personas con los mismos genes.

Pero yo había tenido una atracción genital.

Primero con mi padre y después con mis hermanos.

Epílogo

Mi hija nació sana y hermosa. Cuando tenía 6 meses nos casamos.

Sólo mi padre y mi hermano vinieron al casamiento, mi madre no quiso venir.

Un año después nos cambiamos a una casa más grande, con una pieza para cada uno, claro que igual se acostaba con nosotros.

– Tengo los mismos derechos que tú  – me decía

– Pero yo soy su esposa – le decía

Pero yo no tenía problemas con que ella hiciera el amor con su padre. Me gustaba verlos y si podía intervenir lo hacía.

Cuando mi hija cumplió tres años tuve a mi segundo hijo . Sano, hermoso, fuerte y picudo.

Fin