Mi sobrinita de 12 y yo (2° relato)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Después de ese encuentro sexual con mi sobrina me sentí mal los siguientes días, el peor ser humano.
Pero me llené de valentía y pasado una semana volví a pasar por la casa de mi hermana, esta vez era domingo, al rededor de las 6pm, cuando llegué estaba mi cuñado viendo tv y mi hermana estaba en la cocina, los saludé y hablé unos minutos con ellos, luego pregunté por mi sobrina y respondieron que estaba en el segundo piso haciendo tareas.
Subí con el fin de saludarla, cuando estaba fui hacía su habitación estaba la puerta abierta y ella estaba acostada en su cama boca abajo, aun en uniforme, dejando ver esas bonitas piernas, inmediatamente mi cabeza se llenó de pensamientos sexuales.
La saludé desde la puerta y pregunté que estaba haciendo, a lo que ella respondió que tareas, la noté muy normal, como si no hubiera sucedido nada entre nosotros, esto me dio confianza y me senté en el borde de su cama, contemplando su hermoso culo y esas piernas, esta vez viéndola más de cerca, tuve una erección, ya empezaba a llenarme de lujuria.
Le pregunté que si la podía ayudar me dijo que no, que estaba bien. Así que me dediqué a observar lo que hacía y también su cuerpo.
Pasado unos minutos no pude contener las ganas de tocarla, así que puse mi mano derecha en su espalda baja, ella no pareció molestarle, allí la tuve unos segundos y de repente sin pensarlo dos veces baje mi mano hasta su culo, encima de su faldita, se lo apreté un poco, ella seguía escribiendo, hacer esto hizo que se me pusiera duro el pene. Ya sin miedo baje mi mano hasta sus piernas se las acaricié muy suavemente. Cada cierto tiempo miraba hacía las escaleras vigilando que nadie subiera.
Esta vez iba subiendo mi mano de regreso a su culito pero por debajo de su falda, esto hizo que ella pausara lo que estaba haciendo, mientras tanto yo acariciaba sus nalgas con ese deseo, estaba utilizando unos cacheteros, quise tocar su vaginita pero se incomodó y rápidamente se volteó, quedando boca arriba. Ella me quedó viendo con esa mirada de quiero pero me gusta. En mi pantalón ya mi pene quería explotar, quería salir, ya tenía mi pene súper duro.
Sin dudarlo, me puse de rodillas al lado de ella y soltando mi pantalón saqué mi pene que ya estaba durísimo, palpitando y con el prepucio bien atrás. Ella se quedó mirándolo con la misma sorpresa como la primera vez que lo vió.
Le acerqué mi verga a su boca pero quitó su cara, le daba asco el líquido preseminal que salía de mi verga.
Pero esto no me iba a detener, agarré su mano y la llevé a mi pene, ella lo agarró de la base, como procurando no hacer contacto con ese líquido transparente que me salía. Esperé unos segundos para ver si me masturbaba pero no, así que me tocó nuevamente masturbarme con su mano, para ver si aprendía a hacerlo. Mientras con mi otra mano fui directo a su vaginita por encima de su ropa interior, en ese momento me miró directamente a los ojos, era la primera vez que alguien le tocaba su cosita, esto me terminó de poner a mil. Le empecé a acariciar su vaginita en círculos, tratando de sentir su clítoris. Ella abrió su boquita y empezó a respirar por la boca, ya se estaba empezando a excitar.
En ese momento ya no era yo, quería hacerle de todo a mi sobrinita, así que le acariciaba mas duro su vagina, quise hacerle a un lado su ropa interior para tocar directamente su pequeño clítoris, pero no me dejó, lo intenté unas 4 o 5 veces pero ella no me dejó.
Estaba apunto de venirme, cuando ella me quedó mirando y reconoció esos gestos que yo había hecho la primera vez que me vine y que la había mojado con mi semen. Así que soltó mi pene repentinamente y se alejó un poco, pero sin perderse ni un momento de la escena. Yo me quedé mirándola mientras ella miraba en qué momento soltaba yo mi leche, eso me entusiasmó mas así que me masturbé con mas fuerza y verla ahí con la falda algo levantada fue el BUM!
Sentí como se contraía mi pene dejando escapar con mucha fuerza un gran chorro de semen, seguido de otro, y de otro, y de otro. Era la primera vez que me venía con tantas ganas, parecía un caballo eyaculando, y toda esta escena la estaba mirando mi sobrinita, sin perderse ni un detalle. Cuando dejé de eyacular ella aun estaba contemplando mi pene y viendo como cada vez perdía tamaño y quedaba flácido. Ella se molestó porque le ensucié su cama, así que le ayudé a limpiar, bajé me despedí de todos y me fuí.
Ahora pasaba por mi mente en cómo hacer para que la próxima vez me masturbara ella solita, de cómo hacer para que me lo chupara y se tragara mi semen, incluso tal vez penetrarla.
Después pasaron muchas mas cosas que relataré en una tercera ocasión.
Delicios relato sin duda, quisiera así pero con una prima!