Probando a mi hermanastro
En una comida familiar, conozco a un hermoso chico que resulta ser mi nuevo hermanastro y gracias a un porro pasamos una noche increible..
Este relato puede ser real o falso, todo depende la interpretación que el lector le dé, espero lo disfruten.
Durante esta pandemia han había muchos cambios en toda mi vida en general. Logre entrar a la universidad, conocer personas nuevas, reencontrarme con viejos amores y, sobre todo, probar cosas que nunca pensé que haría. Para contar esta historia debo remontarme al mes de marzo, cuando mi madre conoció a su actual pareja, una mujer de 43 años con un hijo que vive en Querétaro, habiendo hecho el resumen necesario paso a contar el relato.
Un día que se organizó una comida con toda la familia (mi abuelo, mi mamá, su novia, mi hermano y yo), sin embargo, cuando llegué al lugar (la casa de mi abuelo) vi que había un chico quien resulto ser mi nuevo hermanastro Nico (hijo de la novia de mi mamá), cuando lo vi me quede como estúpido viéndolo ya que es un chico de 18 años, mide cerca de 1.85, güero de ojo verde y bastante carismático, la cosa es que es hetero y tiene novia, cosa que había matado todas mis ilusiones de tener algo sexual con él, hasta que una noche que me quedé a dormir con ellos y tuve la oportunidad de platicar con el nuevo miembro de mi familia, todo gracias a la magia de la marihuana -el morro me invitó a fumarnos un porrito-, eso fue lo que me dio la oportunidad de soltarme con él.
El inicio de nuestra platica fue sencillo, preguntarnos cosas sobre nuestros gustos y experiencias y saber más o menos que hacíamos durante la pandemia. Durante la plática salió a relucir el tema de nuestras respectivas sexualidades
N: Me contó mi mamá que eres bisexual ¿es cierto?
M: Si, lo descubrí cuando tenía 16 y desde entonces he estado bastante activo en cuanto a mi sexualidad -dije con una risa nerviosa-
N: Oh, entiendo ¿y que tal es el tener sexo con hombres?
M: Pues realmente lo he disfrutado bastante, ya que son dos cosas totalmente diferentes. Siempre me ha gustado practicarles sexo oral a mis parejas, sean del sexo que sean, es algo que me encanta; además de que al principio solo me gustaba hacerla de activo…
N: ¿Cómo que de activo?
M: -nervioso- Solo me gustaba penetrar.
N: ¿Te han penetrado? -me preguntó mientras le daba una larga calada al porro y me miraba fijamente a los ojos, cosa que me puso aún más nervioso-
M: Si -dije con pena-
N: Wow, supongo que te ha de doler un chingo.
M: Han sido pocas veces, por lo que si duele cuando lo hacen, sin embargo, la mota me ayuda mucho -dije eso de manera inconsciente, estaba abriéndome muy cabrón con mi nuevo hermano y eso me estaba dando mucha pena, por lo que quise terminar la conversación yendo por un vaso de refresco. Sin embargo, hubo algo que me hizo regresar a platicar con el y cuando llegué vi que estaba comenzando a fumar otro porro y me ofreció, no pude negarme ya que estaba muy entrado y quise seguir drogándome, eso orilló que nuestra plática siguiera por un largo rato.
N: Entonces, me estabas diciendo que tal es la vida como bisexual -dijo mientras me pasaba el porro-
M: Si, no es la gran cosa, digamos que me gusta el comer de todo -dije riendo-
N: Eso me queda claro, pero mi pregunta es ¿qué disfrutas más?
M: Pues disfruto mucho de ambos, una vez se me presentó la oportunidad de tener un trio con una pareja hetero y terminamos dándonos entre todos -dije dándole una fumada al porrito-
N: Suena interesante.
M: Fue algo que no esperaba y la verdad es que lo disfrute mucho, fue una buena forma de perder mi virginidad.
Seguimos platicando un rato más del tema hasta que me comenzó a ganar el sueño debido a los efectos de la marihuana, por lo que tomé la decisión de pasar a dormir al “cuarto de invitados” (un colchón inflable en la sala que había colocado mi mamá justo para yo dormir ahí) pero Nico me dijo que si quería podía dormir con el sin problema y así podríamos seguir platicando hasta que ambos cayéramos dormidos. No se si fueron los efectos de la maría o el simple hecho que querer estar con él, pero acepté su propuesta y me acosté a su lado mientras platicábamos, pero de un momento a otro caí en un sueño profundo.
Durante mi sueño sentí un peso raro sobre mí, cosa que me pareció rara y me hizo abrir los ojos solo para darme cuenta que mi hermanastro me estaba abrazando mientras dormía y eso me dejó en shock, por mi mente pasaron miles de cosas y sin darme cuenta termine viendo su hermoso rostro con sus ojos cerrados y contemplando su belleza, nunca me había sentido tan atraído por alguien como me sentía con el y una fuerza desconocida me hizo acercarme lentamente a el e, instintivamente, lo bese. No se que me orillo a hacer eso, pero cuando lo hice sentí que el tomaba mi rostro y lo correspondía, eso me dejó petrificado, después de un par de segundos él se separó
N: ¿Así van a ser las cosas? -dijo mirándome a los ojos, yo no sabía que responder, estaba totalmente ido por lo que acababa de pasar, pero el tomo mi rostro una vez más y me volvió a besar, esta vez de manera un poco más pervertida y eso fue lo que me hizo dejarme llevar, no me importaban las consecuencias o si eso era de una sola noche, quería poder disfrutar de ese magnifico joven que tenía frente a mí.
Comencé a besar su cuello y fui bajando poco a poco mientras, con un poco de pena, empezaba a tocar su entrepierna para ir calentando el terreno y ver cual sería mi limite, pero para mi sorpresa el solo se dejo hacer, así que puse mi mano sobre su pene y lo que sentí me hizo seguir con esa acción ya que me di cuenta de que su miembro comenzaba a ponerse duro poco a poco mientras seguíamos besándonos
N: Lo que pasé esta noche solo queda entre nosotros.
M: Eso tenlo por seguro, hermanito -dije sacando su miembro de la prisión en la que estaba y eso me hizo quedar más enamorado. Tenía un bello pene circuncidado de más o menos 18 cm, al verlo sentí como mi boca comenzaba a hacerse agua y no pude contenerme, bajé y lo metí en mi boca poco a poco mientras el ahogaba un gemido y me tomaba de la cabeza para marcar el ritmo. Ambos estábamos dejándonos llevar por todo lo que pasaba, el disfrutaba de mi mamada y yo disfrutaba hacérsela, así pasaron alrededor de 15 minutos en los que estuve lamiendo cada parte de ese miembro tan perfecto, lamia el tronco, la cabeza, bajaba a los testículos e incluso me dejó lamer un poco de su nies y ano en un par de ocasiones hasta que me dijo que se iba a venir, entonces volví a meterme toda su verga hasta el fondo de mi boca y recibí sin queja 4 grandes y prominentes chorros de semen que trague al instante, era la primera vez que alguien se venía en mi boca y lo disfrute como si fuera la mejor bebida del planeta.
Tras que terminara su orgasmo el saco su miembro de mi boca y bajó al mío para metérselo entero y devolverme el favor, no era la mejor de las mamadas, pero sabía compensar eso con suaves y delicados lametones en mi ano, lo cual es mi punto débil e hizo que me viniera poco tiempo después mientras el me masturbaba dejando su mano llena de mi lefa, la cual tomé y limpie con mi lengua.
Cuando terminamos me volvió a besar y me dijo
N: Esto lo repetiremos en otra ocasión, pero la próxima vez te haré mío.
M: Sera un placer y créeme que haré lo que tú me digas cuando eso pase -tras pronunciar esas palabras se acercó de nuevo a mi y me volvió a besar profundamente, a los pocos minutos ambos caímos dormidos mientras nos abrazábamos.
Espero les haya gustado, si fue así déjenmelo saber. Los ama, su madre Jack.
Queremos más estuvo muy exitante el relato y creo que debería contar más sobre que paso después, te felicito por tan buen relato