UN SOBRINO MUY INQUIETO (7).
Correctivo para Cristian y posibilidades de desmadre. Secretos que salen a la luz y puntos sobre las íes..
Me levanté temprano y con muchas ganas de tener el culito de mi sobrino a disposición, era especial para mí, me encantaba mirar cómo se perdía mi verga entrando en ese agujero tan chiquito, me gustaba que sufriera un poco la introducción y que se adaptara enseguida para gozar de las cogidas que le daba. No era desesperación o morbosidad por culitos de nenes, era el de él y lamenté que no estuviera conmigo esa mañana. Bien dicen que todo tiene solución y como a las nueve me llamó mi sobrina.
- Hola tío, te llamaba porque tengo que ir a terminar un trabajo en casa de una amiga y quería saber si puedo pasar en una hora y media o dos por tu casa.
- Sí, pero te aclaro que no podremos hacer nada, tengo que hacer compras para ustedes.
- ¿Qué compras?
- ¿No me pediste un reloj?, tengo que comprar para todos y quiero cambiar los celulares y comprarte un Iphone, hacé una cosa, vení con tu hermano y dejalo en casa, te vas a hacer el trabajo y yo salgo con él a comprar, cuando vuelvas nos vamos a casa de tus abuelos.
- Bueno, dale tío, en unos veinte minutos estoy por ahí y lo dejó en la puerta, comprá algo lindo, besos.
Me venía como anillo al dedo y esperé esos veinte minutos con la verga dura y con ganas de meterla en ese culito paradito y tragón. Controlé que las cortinas estuvieran corridas y abrí enseguida cuando sonó el portero, “hola tío, me dijo Fernanda que la esperara en tu casa y que querías ir a comprar algo.”. Lo hice pasar y trabé la puerta, el rubiecito se dio cuenta y esbozó una sonrisa pícara… “La play ya está en mi casa y ya la usé, gracias, anda bárbara”, -expresó apurado, pero yo no le di bola, tenía otra cosa en mente-. “Antes de salir a comprar te quiero coger, mirá como tengo la verga”, se la mostré y no dijo nada, se limitó a tomarla con las manos y meterse el glande en la boca.
No quise terminar en su boca, me aguanté y luego de varias chupadas en que trató de tragarse toda la verga, le dije de ir a mi cuarto, el solo se desnudó cuando entró en la habitación y así como quedó se dedicó a sacarme la bermuda. “Yo también te extrañé mucho y quería que me cogieras, ¿querés que me ponga en el borde o en el medio de la cama?”, -preguntó poniendo cara de goce anticipado-. Me desquiciaba, me ponía recaliente cuando actuaba así y le pedí que se pusiera en el borde…
- Quiero, tocarte y chuparte el culito antes de metértela hasta el fondo.
- Dale tío me encanta eso, si querés probá sin crema, hoy a la mañana me metí dos dedos mientras pensaba en vos y no me dolió.
Me di cuenta que, eso de, “probar a ver cómo era”, tal como me dijo la primera vez fue un “invento”, el putito ya latía en él y quería recibir carne en barra hasta que se decidió para que yo se la diera, además, lo mantendría amenazado por si quería desbandarse, pensando en eso le comencé a lamer el culo y el entró a desesperarse, a moverse, a gemir y a pedir que lo cogiera rápido. Probé con saliva y dos dedos de golpe, apenas acusó dolor.
Estaba seguro que no se había metido sólo los dedos, estaba bastante dilatado, ya averiguaría, mientras tanto apoyé el glande luego de volver a escupir y empujé. Golpeó la cama con sus manos, gimoteó con sordina poniendo la cara en la almohada y sorbió sus propios mocos cuando entré hasta lo profundo de sus tripas.
- ¿Qué fue lo que te metiste en el culo?, ¿alguien te cogió?, -le pregunté serio y le tiré fuerte del cabello haciendo que se quejara dolorido-. No me mientas porque te va a quedar la cara destrozada a golpes, decime que pasó, -le exigía y le daba pijazos hasta lo más hondo del culito sin aflojar el tirón de cabellos-.
- Fue con el consolador tío, se lo robé a mamá de la habitación de la casa de la abuela, le conté a Matías que tenía ganas de probar y me dijo que buscara algo parecido a una pija.
- ¿Qué le dijiste a Matías?
- Nada tío, nada, sólo que tenía ganas, él me llamó y me contó que el hermano le había pegado y lo había cogido de prepo, después me dijo lo del consolador. -Me dio bronca lo del consolador y le entré a machacar las tripas con rudeza sin que me importaran sus grititos y sus lloriqueos-.
- Me duele mucho tío, me duele mucho, -repetía, pero por momentos paraba el culito buscando carne-.
- Te jodés por engañarme.
De todos modos, no podía ni quería aguantar más y lastimarlo por demás no entraba en mis cálculos, entonces empujé con ganas y lo llené, pero no dejé de tirarle del cabello y gimió complacido, tenía la duda sobre si le gustó el dolor o la leche en su interior o las dos cosas, ya le preguntaría, por lo pronto no esperé a que se me bajara, la saqué rápido y le provoqué un gemido extra.
- Te juro que nunca más voy a hacer nada con ese consolador.
- Tu culito es sólo mío, ya te lo dije, ni de ningún otro tipo ni de ningún consolador, si tenés ganas te aguantás hasta que me veas, como máximo usá los dedos, no quiero volver a repetirlo.
- Sí, tío, está bien, no te enojes. El pitito se me puso muy duro cuando me tiraste del pelo y las cosquillas me hacían doler los huevitos, ¿por qué es eso tío?
- Debe ser porque te gusta que te coja duro, la próxima vez vamos a probar igual y luego no quiero quejas.
- No tío, pero me gusta cuando me coges despacito y cuando me la metés fuerte, es distinto, pero es igual, no sé explicarlo, ¿querés que te limpie la pija?
- Sí, limpiala bien y si está sucia es tu problema, vos te tenés que ocupar de que tu culito esté siempre limpito.
Se apuró a metérsela en la boca y arrugó un poco el ceño, pero terminó esmerándose en su labor, es más como ya me había desinflado bastante, se la metió toda en la boca y se reía cuando aplastaba su nariz en mi pubis. Me estaba empezando a calentar de nuevo y decidí cortarlo, había que ir a comprar las cosas y no quería perder tiempo…
- Listo, ya está limpia, vamos rápido a lavarnos bien, tenemos que ir a comprar los relojes y un celular para tu hermana.
- ¿A mí también me vas a comprar?
- Te voy a comprar el reloj, pero el celular te lo voy a cambiar, te voy a dar el mío que está casi nuevo, pero si no nos apuramos tu hermana nos va a encontrar medio desnudos y con la cama revuelta.
- Se debe haber puesto caliente con vos mi hermana, debe ser por los regalos.
- ¿Por qué decís eso?
- Porque anoche se quedó sola viendo una película, yo bajé a la cocina a tomar agua y estaba sentada en el sofá, tenía las piernas abiertas con la mano metida ahí y decía, “sí tío así, así”.
- ¡No me digas!, ¿vos que hiciste?…
- Nada, pero si bajaban los abuelos o papá o mamá la iban a descubrir, entonces hice ruido con la puerta de la cocina, cuando regresé estaba bien sentada y me preguntó si había escuchado algo, le dije que no, que me había tropezado con la puerta y me fui a mi habitación.
- ¡Mirá vos!, ¡Así que está caliente conmigo!, es muy, muy interesante, -se me cruzó una idea morbosa por la cabeza y mi sobrino se dio cuenta-.
- ¿Vos te la querés coger?, -preguntó con un poco de intriga-.
- Me gustaría, tu hermana está muy bien, ¿a vos te molestaría?
- No, yo quiero que no me dejes de coger a mí, si te la cogés a ella no me importa. En una de esas puedo mirar, yo también le miro las tetas porque Matías que me dijo que tiene buenas tetas.
- En una de esas podemos coger los tres juntos…
- No sé, me da cosas que me vea cuando me metés la pija y tengo miedo que me diga que soy puto.
- No va a decir nada porque no le convendría, ya que vos sabrías que coge conmigo. Vamos a ver cómo hacemos, no digas nada y vamos a comprar los regalos, otra cosa más, hoy me desilusionaste y me hiciste enojar, que no se vuelva a repetir.
- Nunca más tío, perdoname, no pasará nunca más.
Nos cambiamos, ordenamos la cama y nos fuimos a comprar lo que les había prometido. Compré los relojes y hasta mi madre la ligó porque había uno que, además de la hora te marcaba la presión arterial. Tenían una forma rara, alargada y rectangular, pero decían que estaban de última moda y no me corté para elegir los mejores. Con los celulares tuve algo de suerte, ofrecían dos IPhone por el precio de uno y un cuarto y llevé los dos aceptando esa oferta, aunque insistí en darle a Cristian el mío, no era Iphone, pero era muy moderno, el que sobraba se lo daría a mi cuñada.
Mi sobrina se enloqueció con los regalos, se colgó de mi cuello, apoyó descaradamente sus tetas en mi pecho y me besó en ambas mejillas rozando mis labios con intención, “te amo, te amo tío”, -dijo en voz alta y bajando el tono, cerca de mi oído, deslizó, “tengo muchas ganas y un conjunto nuevo”. La miré notando que las caras de putas gozadoras no tenían necesidad de practicarla, les surgía sola cuando estaban calientes, de todos modos, no podía hacer nada allí y les dije de irnos a lo de los abuelos. En el taxi me contó varias cosas que yo sabía respecto de lo que había pasado con el padre.
- No sería nada raro que mi mamá se terminara separando de él, a ella no le da mucha bola, a nosotros tampoco, ni sabe dónde queda el colegio ni en qué año estamos. Todo le molesta, en casa está poco, se va a la casa de los abuelos o a la casa de ese amigo Ingeniero que tiene, aparece tarde y se va temprano, aunque yo sé que no tiene un trabajo fijo, está todo mal.
- Son cosas de grandes y de parejas, mejor no meterse en eso.
- Está bien, pero eso es para vos, no te olvides que en el medio estamos nosotros.
- Los hijos siempre tienen problemas con los padres, pero ellos, estén junto o no, siempre quieren a los hijos. Yo también me enojo mucho con los abuelos y después hablamos y se me pasa.
- Tenés razón tío, pero esto es distinto…
Me la dejó “picando”, como si supiera algo más, pero que no quería decir o contar. Al llegar a casa de mis padres los chicos bajaron corriendo y fueron a mostrarle los regalos a la madre, mi mamá me abrazó, me besó en la mejilla y me dijo en voz baja, “hola hijo, todavía tengo el culito destruido, está a la miseria, pero de vos me banco lo que venga, jajaja, estoy tremenda, jajaja”.
Me gustó verla de ese ánimo, aunque tuve claro que me lo decía muy en serio. Le di la caja con el reloj y le comenté riendo, “es muy moderno y te avisa si se te dispara la presión sanguínea” … Jajaja, entonces sé que hay momentos en que no debo usarlo, jajaja, -contestó y no hizo falta preguntar nada-. Cynthia se acercó a saludarme y noté que se había puesto uno de los vestidos nuevos que se había comprado en México, “estás muy elegante cuñada, sencilla, pero muy elegante”, -expresé-. La cara se le llenó de rubor y mi madre tiró una de las suyas. “Mirala a mi nuera, se pone colorada con los piropos de mi otro hijo, pensar que te hacías la dura con él”. Yo ponía cara de póker, afortunadamente se cortó todo porque apareció mi padre, “vamos a comer, hice asado y ya está listo”. Comimos bien y cuando estábamos por el café mi padre me dijo que quería hablar conmigo para que le contara mis ideas y ver como las podía implementar. Yo la miré a mi madre y me hizo una seña para que esperara luego se dirigió a mi padre…
- Me parece que seguís con la idea de ser el “mandamás”, ya estoy cansada de todo esto y de hacerme la tonta, -expresó levantando un poco la voz-. Mi cuñada amagó con levantarse y mi madre le habló: No, vos quedate, también sos familia, los chicos que se vayan un rato a la pileta porque vamos a hablar de negocios.
- Y ahora, ¿qué bicho te picó a vos?
- Me picó que no tomás en cuenta lo que te dijo Ángel en el departamento, te escuché hablando por teléfono con Ruiz, le decías que había que buscar la manera de rebajar los sueldos y hacer Economía, ergo: te querés seguir cortando solo como si hasta ahora hubieras hecho las cosas bien y sabemos que no es así.
- Bueno, pero algo hay que hacer para comenzar a solucionar las cosas.
- Lo que hay que hacer lo tendrá que hacer otra persona, Ángel fue claro, vos no podés meterte más.
- ¿Así que quieren que sea una figurita decorativa?
- Es exactamente lo que quiero que seas, hasta ahora no has demostrado mucha capacidad para llevar adelante la empresa, dejaste que se te metieran un montón de tipos que no tienen por qué estar allí, los costos de personal y mantenimiento se te fueron por las nubes y no tenés ni el carácter ni los huevos para solucionarlo, no fuiste previsor, dejaste que se perdieran mercados y varios etcéteras más, ponete a construir llantas a mano si querés, pero vos no volvés a dirigir la empresa. Voy a ser muy clara con vos, es eso o allí tenés la puerta.
- Pará mamá, no te embales, llevemos las cosas con calma, -dije como para tranquilizarla-.
- No hijo, con calma las pelotas, la empresa es mía, la casa es mía, las propiedades de la Costa también son mías, son todos bienes heredados de tu abuelo y estoy viendo que se van diluyendo por la inoperancia de tu padre, ya me cansé de eso. La culpa es mía porque lo permití y le cedí a él la responsabilidad que creí que tenía. Nunca me metí en nada, ni siquiera en la educación que les daba a ustedes y así estamos, con un hijo con Título, pero inútil y que no sabemos por dónde anda, otro que ha demostrado saber más, que se mueve mejor por la vida y al que nunca se lo tuvo en cuenta, a más con la Espada de Damocles pendiendo sobre la empresa de mi familia. Basta se terminó.
- Bueno, calmate porque así no podemos solucionar nada.
- Estoy calmada hijo, estoy calmada, esto es como escupir un veneno que viví tragando desde hace mucho tiempo. Estuve viendo balances de la empresa desde diez años a esta parte y la declinación es evidente, mientras la Economía del país estuvo más o menos bien, las cosas caminaban mejor, pero como ahora el país se viene a pique pasa lo mismo con la empresa. Jamás se habló de invertir, se construyeron oficinas lujosas, se cambiaban los coches, se compraron propiedades, se mantenían con lujos a dos familias y media, porque vos también recibías, no en la misma cantidad, pero recibías.
- Nunca lo negué, sucede que no gasté a tontas y a locas, antes de ganar la Lotería yo tenía en el Banco un equivalente a cien mil dólares, aun cuando aquí se opinaba que yo me la gastaba en putas y alcohol.
- Ese es otro error mío porque no corté de plano todas las idioteces de tu hermano, tu padre las incentivó y yo hice lo mío con mi silencio, ahora está ofendido, disconforme de todo y de todos y posiblemente odiando al Mundo. ¿Qué importaba si era incompetente y no duraba en ningún trabajo o sus Proyectos se pinchaban?, total estaba papá para mantenerlo y una madre que no decía nada y hacía el caldo gordo. Esto no tiene que ver contigo Cynthia, aunque el dinero pudiera venir “de arriba” nunca fuiste una mujer despilfarradora y educaste bien a tus hijos, también me equivoqué con vos.
- Bueno, eso quiere decir que viviste equivocada y ahora me querés cargar todas las culpas a mí, -expresó mi padre como una forma de sacarse el sayo de encima-.
- Yo tengo el valor de decir que estaba equivocada, no me aferro a un orgullo estúpido de creer que “me las sé” cuando todo lo que me rodea se desmorona. Tengo mucho más por decir, pero prefiero dejarlo acá, lo que si es cierto es que vos “no existís” más en la empresa, que decida Ángel y seré yo quien dará los consentimientos o no. Te lo repito, si te gusta bien, si no, ahí está la puerta.
- Pero, pero, no entiendo, ahora que había soluciones y que tu hijo nos dio el dinero me salís con esto.
- Es porque vos no entendiste nada y querés seguir insistiendo con tus errores, respecto al dinero, Ángel, mandá a anular ese cheque, se usará sólo lo que se vaya necesitando, no quiero que caiga en manos, cuanto menos, “inexpertas”.
- Eso es lo de menos porque para cobrar ese importe me van a pedir autorización a mí, nadie puede disponer del dinero si yo no lo autorizo, lo mismo pasa con el cheque de mi hermano. No era necesario que ustedes lo supieran, apenas entra el cheque a algún Banco me piden un código y yo lo autorizo o no sin que se entere el depositante.
- ¿Le diste un cheque a mi marido?, -preguntó Cynthia-.
- No, el cheque para tu marido me lo guardé yo y es bueno que te diga por qué. A pesar de todo lo que tu marido opine del hermano, Ángel le iba a dar tres millones de dólares para solucionar los problemas y el desenvolvimiento de su familia, antes lo llamé por teléfono y le pregunté qué haría si tuviera tres millones. Bueno, me contestó que compraría una casa mucho más grande en un country, compraría un auto de alta gama, mandaría a los chicos a un colegio privado bilingüe, se tomarían unas buenas vacaciones en el exterior, vendería la casa en la que ahora viven y con lo que le quedara pondría un Estudio con un amigo, ¿lo podés creer?, por eso me guardé el cheque para administrarlo yo, –Cynthia no aguantó, las lágrimas le brotaron y se lanzó a llorar con ganas, a nadie le debe gustar descubrir definitivamente que quien tiene al lado es un idiota al cubo-.
- Yo no pienso seguir aguantando estas humillaciones, ya mismo me voy a un hotel y el lunes hablaré con mi Abogado, veremos que resulta, pero a mí no me vas a dejar a un costado así porque sí.
- Hacé como quieras, pero, de buena que soy y en atención a tanto tiempo de vivir juntos, te aviso que ya hablé con “nuestro” Abogado, me dijo que no te asisten Derechos de propiedad y previendo esta actitud de soberbio, el lunes a primera hora va a ir a la empresa con un Escribano y se bloquearán las cuentas bancarias y las tarjetas de crédito, quedate con el coche y aprovechá a retirar ahora lo que te puedan entregar los cajeros automáticos, más los gastos que puedas hacer con la tarjeta, después no contés conmigo para nada, yo no te echo, pero apenas te vayas de esta casa, te tiraré todo a la calle.
Me quedé de piedra viendo a mi padre como se retiraba ofuscado hacia el interior de la casa, estaba ofendido y más que enojado, pero en su soberbia no se daba cuenta de todo lo que tenía para perder. No me jodía ni me molestaba lo que podía pasarle, quizás porque era producto de lo que había conseguido por su forma de ser conmigo.
Tampoco me dolió cuando salió con un bolso de mano grande, lo arrojo al interior del auto y salió quemando gomas. Me dolía más el llanto y la amargura de mi madre, había dicho lo que guardó por mucho tiempo, pero no dejaba de ser un fracaso enorme y decidir con la mochila de los fracasos colgada de la espalda suele doler mucho más.
Cynthia pasaba por algo similar, ella sabía desde antes con los bueyes que araba, aguantaba y tragaba porque no le quedaba otra, pero que te lo hagan saber de sopetón y como si fuera un sopapo, duele bastante, aun cuando en su fuero interno sabía que su porvenir, de alguna manera, estaba asegurado. Me quedaba todavía una hora antes de encontrarme con la vendedora de la inmobiliaria y fui a buscar unas copas, hielo y whisky para tratar de digerir mejor el mal trago.
- Perdoname nene, quizás me apuré, pero me dio una bronca tremenda cuando lo escuché hablar por teléfono, parecía que pedía autorización para hacer cambios en la empresa, -agregó mi madre sabiendo que se aceleraban todos los tiempos-.
- Ya está, ahora no sirve de nada lo de buscar culpables, habrá que acelerar todo, voy a citar para mañana a la persona que puede ser el administrador y a los dos Abogados del Estudio que llevarán los juicios que se avecinan y hoy a la noche trataré de hablar con la gente del Gobierno que me prometió interceder con los del Sindicato, después habrá que remar y vos vas a tener que estar en la empresa, al pie del cañón.
- Ya lo pensé y te aseguro que estaré.
- Tal como están las cosas te diría que llames a un cerrajero y cambies todas las cerraduras, no quiero ser mal pensado, pero… no quisiera que te desvalijen la casa cuando no estés.
- Tenés razón, pero no sé a quién llamar.
- Dejalo por mi cuenta.
Llamé al amigo que tenía la casa de Seguridad y le dije que tenía un problema grave con la casa de mi madre, había que cambiar unas cuatro o cinco cerraduras y colocar una alarma de inmediato, “Si te viene bien, ya estoy saliendo con mi gente y te solucionamos esos problemas al toque”. Le dije que sí, que lo esperaba, pero tuve que hacer algo más, llamé a la inmobiliaria y le dije a la vendedora si podíamos posponer por unas dos horas el tema de la muestra de la propiedad, que me interesaba, pero que no podría llegar. No tuvo problemas y quedamos para estar allí a las siete de la tarde.
Al final de cuentas y aunque yo no lo quería, tuve que hacerme cargo de cosas que, ni en sueños pensaba que deberían ser así. Las tomas de decisiones rápidas no eran lo mío, pero no me fue mal con eso. Cynthia me había escuchado la conversación con la gente de la inmobiliaria y preguntó si podía saber qué era eso de la cita pospuesta.
- Tengo que ir a ver una casa, quiero mudarme a un lugar tranquilo y comenzar a tener lo mío.
- Pero… nene, vos podés…
- Yo puedo nada mamá, tuve que “remarla” sola, me hice independiente obligado por las circunstancias y ahora que puedo voy a dejar de depender. Mis fracasos serán sólo míos, pero mis aciertos también lo serán y no hay nadie a quien tenga que darle explicaciones, además no me voy a ir a la luna.
- Supongo que no puedo decir nada, de alguna manera soy culpable por esa manera de pensar.
- Ya te lo dije recién, no es momento de echar culpas, pero no trates de impedir lo que yo tenga ganas de hacer.
Mi cuñada se fue a hablar en privado con mi madre, mis sobrinos vinieron a preguntarme que era lo que estaba pasando y le contesté a Fernanda, “¿Viste que hoy te hablé de problemas de grandes?, pues bien, a veces se agrandan y las soluciones no llegan” … Los chicos me dijeron que habían visto que el abuelo se fue enojado y que nunca habían visto a la abuela tan enfadada, “no creo que haya soluciones allí como tampoco creo que las haya entre mi mamá y mi papá”, -expresó Fernanda, aunque no parecía sentirse mal por esto-. No quise entrar en detalles con los chicos y aproveché a llamar por teléfono a un compañero de estudios, el padre era Contador, lo había tratado en más de una oportunidad cuando íbamos a estudiar a la casa de Jorge y, cuando me comencé a interesar “bajo cuerda” de las cosas de la empresa familiar había charlado algunas de las cosas con él.
El hombre sabía un montón y por no entrar en componendas, a los cuarenta y ocho años fue despedido de la empresa en que estaba. Fue indemnizado, pero, a esa edad ya no podría conseguir trabajo en ninguna empresa, en mi país parece ser que después de los cuarenta, cuando estás en lo mejor de la edad y de la experiencia, cuando no sos dueño, pasás a ser “viejo” y descartable. Hablé directamente con él después de saludar a mi amigo y quedó en pasar el domingo a las ocho de la mañana por la casa para ver los papeles y con lo que se podría encontrar. Se lo notó muy interesado y yo sabía que era un tipo derecho y leal.
Con el Abogado principal del Estudio Jurídico también hablé, a este lo conocía porque su pasión era enseñar y era profesor titular de la Catedra de Derecho Laboral, le expliqué someramente lo que pretendía y me contestó que le encantaba desmembrar a tipos que hacían un negocio lucrativo con los Juicios laborales. Con la gente del Gobierno tendría que hablar el lunes, nadie te daba bola en los feriados, fueras el amigo que fueras.
No bien corté la comunicación llegó una camioneta 4×4 y resultó ser de la empresa de Seguridad, saludé a mi amigo con un abrazo y le dije sobre las cerraduras que tenía que cambiar, al final, con las de los portones, el vehicular y el peatonal, más las dos puertas traseras, se hicieron seis, pero tres de ellas no serían nuevas, cambiarían la combinación interna de la cerradura y harían llaves nuevas, además de esto, le hice colocar una alarma inalámbrica, conectada a un Servicio de Seguridad, casi una Policía privada que acudiría ante cualquier irrupción no autorizada. Eran tres y trabajaron rápido, cuando se fueron todos teníamos llaves nuevas y los códigos de la alarma.
Me sobraba tiempo para irme a ver la posibilidad de la casa nueva, pero antes de eso las llamé a mi madre y a mi cuñada, estaba un tanto disgustado porque se habían marchado al interior de la casa y no me contaban lo que hablaron, además, cuando salieron porque llegaron los de la Seguridad noté que Cynthia había llorado y mi madre estaba muy callada. Se sentaron las dos y fue mi madre la que preguntó que quería decirles…
- Quería decirles a las dos que son unas verdaderas cagadas, me hacen meter en un baile en el que no me quería meter, no tuve problemas en ayudarlas y demostrar que puedo ponerles el hombro, sin embargo, tienen secretos y se cortan solas dejándome a mí de lado como si estorbara, al final la lealtad de ustedes es de cartón y no actúan muy distinto al soberbio de mi padre. Se están equivocando mucho conmigo y hay cosas que no tolero, -se pusieron pálidas y se miraron, fue mi madre la que habló-.
- No hijo, por favor, no lo tomes a mal, teníamos que hablar sobre el matrimonio de Cynthia y surgirían cosas “de mujeres”, no lo dudes, nosotras estamos en un 100% con vos y tus decisiones, recién lo hablábamos.
- ¡Me cago en las “cosas de mujeres” !, yo tengo que estar enterado hasta de qué color son los pedos que se tiran, si no lo entiende así es inútil que estén a mi lado, no les tendría confianza. Dije recién que se están equivocando mucho conmigo y me parece que no es así, el que me equivoco con ustedes soy yo y actuando así me defraudan enormemente, mejor me voy a ver la casa y quédense ustedes con sus “cosas de mujeres”, pero eso sí, no vuelvan a romperme las pelotas cuando surjan inconvenientes, -estaba un tanto sacado y Cynthia estaba pálida al extremo, mi madre otro tanto, pero quiso atemperar-.
- ¡Por favor!, ¡por favor, hijo!, no nos dimos cuenta, no nos dejés solas, nunca más pasará una cosa así, te contestaremos todo lo que preguntes y seremos leales sin ningún secreto de por medio. Cynthia, ¡por favor!, le decís vos o lo hago yo.
- Hablamos de vos, tu madre me preguntó que sentía por ti y le contesté que me había equivocado mucho de entrada, pero que ahora, me había dado cuenta lo que te quería y estaba dispuesta a entregarme totalmente a vos y complacerte en todo lo que quieras, estoy dispuesta a lo que sea para cambiar hasta el mínimo desprecio que te hice sentir. También hablamos de mi matrimonio, eso es lo que verdaderamente me hace sentir humillada pues estoy casi convencida de que tu hermano tiene otra pareja ¡y es un hombre!…
- Bueno, eso sí que no lo esperaba, vos pensás que puede ser ese amigo Ingeniero con el que quiere poner el Estudio, es el único que se me ocurre pues siempre lo saca a colación cuando habla con papá.
- Estoy casi convencida, desde hace tiempo que yo no existo para él como mujer y más de una vez se quedó a dormir en la casa de ese tipo aduciendo que trabajaban en el Proyecto, Proyecto que, por otro lado, no tiene sustento y nadie vio, ni siquiera hay una mísera maqueta de eso que habla.
- Si lo averiguas bien y con pruebas podés divorciarte por eso, hay una incompatibilidad manifiesta, no se lo puede juzgar por lo que elija, pero, además de la incompatibilidad está la infidelidad.
- No sé cómo hacer, en casa no deja nada a la vista, de seguirlo ni hablar, no me animo, aparte, lo reconozco, está mi propia autoestima de por medio y la negación para saber. Para peor, creo que Fernanda se dio cuenta y está mal por eso.
- Fernanda y Cristian tendrán que entenderlo, yo me voy a ocupar de conseguirte las pruebas para que puedas divorciarte, pagando se consiguen Detectives de lo mejor y a esos no se les escapa nada. ¿Qué otras cosas más me piensan ocultar?, no crean que estoy muy conforme con lo que hicieron y vos Cynthia, es la segunda que me hacés…
- Sí, lo sé, pero no sé cómo pedirte disculpas, estoy cambiando y aprendiendo.
- En algún momento me cobraré, ahora vayan a cambiarse porque me van a acompañar a ver la casa, Cynthia avisale a los chicos, -salió de raje a decirles y mi madre me habló-.
- Te dije que estaba muerta con vos, pero parece que está más entregada de lo que yo pensaba.
- Vos mejor no hables, ella no me conoce tanto, sos la única que tendría que saber cómo pienso y eres la primera que está fallando, no me busques por un tiempo y andá haciéndote a la idea de que en cualquier momento las meto a las dos en la misma cama.
- Sí nene, te pido perdón y hacé como vos quieras, estoy dispuesta a lo que digas, pero, no me hagas esperar tanto, te necesito…
No le contesté, una “fiestita” con mi cuñada y mi madre incentivaba mi morbo y la verga no entendía de razonamientos o de tales o cuales lugares, el bulto se estaba haciendo notar y preferí irme para el lado del auto y esperarlos allí…
GUILLEOS1 – Continuará… Se agradecen comentarios y valoraciones.
Te felicito por estas entrega de esta série de relatos estan muy buenos y excitante de verdad me gustan los relatos largo