Una Familia muy normal – Parte 2
El dia continua.
Primera parte: https://sexosintabues30.com/relatos-eroticos/incestos-en-familia/una-familia-muy-normal/
Por supuesto, el día continuo a pleno sexo con mi mujer mientras me decía cosas cochinas al oído y me exitaba de todas las formas posibles…
Yo aun no podía creer lo que había pasado en la mañana, con Elena teníamos muchas perversiones… probábamos todas las cosas, pero nunca creí que mi hija entraría de esa forma en nuestra vida sexual.
Mientras la tenia por detras a Elena y la penetraba con ganas… su pequeña vagina me apretaba mi pene y ella girando su cabeza me decia… te noto mas intenso que de costumbre… estas recordando a tu hijita?? mientras se reía y gemía, .. y continuò con la frase… somos tus mujercitas… todo para ti.
La verdad si me ponía como toro pensar en la boquita de mi bebe chupando la punta de mi pene, y sentir como se alimentaba de la leche de papà ademas de la de su mamita, pero Elena me volvia loco tambien, con su piel suave y joven, su pequeña cintura, sus nalgas firmes y muy bien formadas, unos pechos pequeños pero que combinaban muy bien con su cuerpo pequeño pero curvilineo. Un anito que se adaptaba a mi pene y una conchita delicada que tenia un sabor inigualable, todo eso con su piel blanca y su cabello negro ondulado, me hacia pensar a veces si estaba soñando o de verdad esa bella mujercita estaba casada conmigo.
Sus gemidos me hicieron volver a la tierra, y mientras bajaba dando besos por su espalda, para llegar a su apretado ano, una mano fue a dar a su pecho derecho, y la otra a su conchita,… asi la masturbaba mientras mi lengua iba a parar a su ano, al poco de esto, llego a su segundo orgasmo del dia… y no me detuve ahi, me pare frente a la cama, y la empinè bien su colita para penetrarla con ganas ese fantastico culito. A ella le encantaba y a mi mucho màs… la taladraba con ganas, mientras la sostenía de sus caderas. Me quedaba pegado de a ratos a ella con mi pene completamente hundido en su interior… y sentía como su esfinter me apretaba y soltaba mi pene dándome un placer enorme…
La giro, y la acuesto sobre la cama de espalda, con sus piernas sobre mi pecho, seguí penetrándola mientras con mi mano la masturbaba delicadamente pero con ganas… Me inclino sobre ella y comienzo a besarla, hasta que gimiendo… y su voz entrecortada me dice al oido… Ahora me toca tomar a mi la leche.
Se me pusieron los ojos en blanco del placer… me encantaba eso.
La levanto sin dejar de penetrarla me recuesto en la cama con Elena sobre mi, y después de cabalgarme unos minutos mas… mientras me besaba apasionadamente… baja con su boca a mi entrepierna… y mientras me masturba… chupa mis huevos y los lame…
Sin dudas sabia lo que me gustaba… lo hacia suavemente pero con intensidad… Mis ojos ya estaban en blanco del placer… Elena noto que estaba por acabar y se devoro mi pene hasta la mitad y comenzó a chupar sin intenciones de desperdiciar ni una gota… y no lo hizo, mientras mi cuerpo se tensaba y eyaculaba en su boca, iba tragando directamente cada chorro de semen como si de agua en pleno desierto se tratase…
Cuando terminaba… paso su lengua por todo el tronco para llevarse algún resto que haya quedado dando vueltas, y apoyo sus labios sobre mi glande, para chupar un poco mas… mientras me masturbaba muy suavemente y me miraba a los ojos con una sonrisa juguetona y burlona.
Trepo por mi cuerpo, y se recostó sobre mi, la abrace dulcemente y le daba besos suaves.
Acariciaba su cuerpo, y le recordaba cuanto la amo mientras nos quedamos mirando los 2 a nuestra pequeña princesa que dormía plácidamente.
Ambos nos relajamos y nos terminamos durmiendo hasta que escuchamos el llanto de Belèn… llorando en su cuna.
Abriendo un ojo y en tono de broma…. le digo a Elena riéndome… ahora te toca alimentarla a ti.
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