Mi mejor amigo de la Secundaria.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Hace aproximadamente dos meses mi novio viajó a su ciudad natal a visitar a su familia, así que yo aproveché su ausencia para hacer lo mismo, habían pasado ya 5 años que me mude de aquí y era el mismo tiempo que tenía sin ver a los pocos amigos que aún conservaba, ya instalada le mandé un mensaje a quien había sido mi mejor amigo de la secundaria, quedamos de vernos y así fue, pasó por mí al lugar en el cual me estaba hospedando, me llevó a una plaza en donde estuvimos platicando sobre nuestras vidas y lo que había pasado con mis compañeros, después de allí me invitó a cenar y con gusto acepté, estuvimos cerca de 4 horas juntos y yo notaba por su mirada que mi nuevo cuerpo le gustaba y así me lo hizo saber (la última vez que me vio yo aún tenía cuerpo de una niña de 15 años) “Bendita pubertad” no se cansaba de repetir cada vez que podía, fue a llevarme al lugar donde me quedaría a dormir, estuvo a punto de despedirse de mí con un beso, de no ser porque mi prima salió e interrumpió el momento, yo me despedí de él y quedamos en que nos volveríamos a ver.
Esa misma noche volvimos a mensajearnos y yo notaba sus mensajes un poquito coquetos, decía que la próxima vez que nos viéramos me besaría y algunas otras insinuaciones, yo le seguía el juego pues así nos habíamos llevado desde la secundaria, además siempre habíamos sentido atracción el uno por el otro pero nunca había pasado nada, confiaba en que las cosas seguirían igual.
Nos volvimos a ver y bueno, el me llevó a un parque un poco más privado, estábamos platicando entre los juegos cuando de repente intentó besarme, mi primer instinto fue quitarme pues amo a mi novio y no pensaba engañarlo, así fue varias veces hasta que accedí a besarlo, la verdad es que eso de tenerlo cerca me ponía nerviosa y bueno, él me seguía gustando, así, entre besos transcurrió la noche, el trataba de pegarse a mi cuerpo con otras intenciones, pero yo trataba de que los besos fueran únicamente románticos y no nos llevaran a algo más. Al final de la noche noté como en su pantalón, cerca de su cierre había una pequeña mancha que denotaba que a él los besos le habían provocado algún tipo de reacción, en esa ocasión quedamos nuevamente en volvernos a ver.
Yo me pasé los días previos a nuestra siguiente cita pensando en qué pasaría, por mensajes me había hecho invitaciones sexuales y yo le seguía la corriente, pensaba mucho en mi novio y en que yo no sería capaz, sin embargo era muy excitante la idea de estar con Eduardo, ya que a parte de mi novio yo no había tenido relaciones con ningún otro hombre.
El día en que iba a pasar por mí decidí que dejaría que las cosas tomaran el curso que debieran tomar así que me bañé y me depilé completita, mi cuerpo no tenía un solo vello y mi rajita se veía perfecta esperando ser visitada ese día, elegí usar ropa interior que me hiciera sentir sexy, un cachetero de encaje y un brassier a juego que hacía que mi busto se viera más prominente, antes de vestirme empecé a imaginarme como sería ese momento y me sentí demasiado excitada, no podía sacarme de la mente la idea de que me cogería a otro hombre que no fuera mi novio, comencé a acariciar mis pechos, los amasaba lentamente mientras buscaba algo de porno en mi computadora, me acomodé y tenía ya mi mano moviéndose rápidamente sobre mi clítoris, la sensación era demasiado fuerte, metí uno de mis dedos en mi vagina y mientras lo movía dentro de ella mi muñeca acariciaba mi clítoris de manera que en menos de un minuto llegué a un orgasmo tan intenso, sentí como mis jugos resbalaban por mis piernas mientras mi espalda se arqueaba lentamente, las contracciones vaginales eran deliciosas, me quedé relajándome 5 minutos y me vestí rápidamente.
Eduardo llegó por mí y sin preguntar me llevó a una casa que estaba sola, apenas estábamos en el portal y comenzó a besarme, sentí como su mano me acariciaba los senos por encima de la blusa, yo seguí besándolo sin detenerme a pensar, de pronto su mano ya estaba dentro de mi sostén , lo volví a besar en señal de aprobación así que entramos a la casa e inmediatamente me llevó a la recamara, dejar de besarme me sacó la blusa y el sostén así que mis tetas quedaron al aire, las siguió manoseando y después bajó su boca hasta que llegó a mis pezones, comenzó a besarlos, lamerlos y succionarlos, al ver su cara me di cuenta que estaba extasiado, sus manos siguieron recorriendo mi cuerpo, se quitó la camisa y después me quitó el pantalón, seguido de mi bóxer, se quedó viendo a mi puchita y sin pensarlo dos veces bajó a besarla, su lengua comenzó a recorrer mis labios, se detuvo un momento en mi clítoris mientras metía sus dedos por mi vagina, la sensación era muy placentera, cada vez me sentía más mojada esperando que metiera su verga por mi hoyo, al fin lo vi acercar su miembro a mi cuerpo, comenzó a rozar mis genitales enteritos, mi clítoris ya estaba muy sensible y yo solo quería que me la metiera, así lo hizo
Muy lentamente comenzó a bombear, entraba y salía de mi pucha, yo quería más, pero al parecer a él le gustaba hacerlo de una forma más romántica, en un momento me sacó la verga y me hizo que se la chupara, estuve pegada a ella como por 10 minutos, la chupaba, le pasaba mi lengua por los huevos, me la comía como si fuera una paleta, entonces me llevó a un sillón y fue mi turno de mostrarle lo que sabía, me senté de espaldas a él y comencé a moverme lentamente mientras dejaba que viera mis nalgas rebotar, me volteé a verlo y seguí moviéndome, meciéndome sobre su verga, mientras él no dejaba de mamarme los pechos, de repente sentí que el orgasmo venía a mí comencé a moverme más rápido y dentro de mí ocurrió una explosión, cambiamos nuevamente de posición y él no paraba, seguía entrando y saliendo de mi cuerpo, nuestras respiraciones se escuchaban muy agitadas, en parte por el placer, en parte porque sabíamos que no era correcto, nuevamente me sacó la verga y me hizo que se la chupara, me la metió hasta la garganta, con una arcada la saqué de mi boca y lo ayudé a terminar con mi mano mientras el metía sus dedos en mi hoyito, cuando estaba a punto de correrse me acostó sobre la cama y esparció todo su semen sobre mi cuerpo al tiempo que me besaba y me repetía que ese había sido el mejor sexo de su vida.
Disculpen que el preámbulo haya sido muy largo, pero quería que conocieran todo lo que rodeaba a está aventura que estaba destinada a ser desde hace 5 años.
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