Compartiendo al caballo de mi novio
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Desde siempre he creído que me saqué la lotería con mi novio, pues yo no me considero súper bonita, y en cambio él es todo un paquete.
Yo mido 1.61, morenita clara, cabello negro lacio, de cara linda, bueno, eso dicen. No estoy delgada ni gorda, estoy digamos rellenita, tengo los pechos pequeños :(, pero me defiendo con mis buenas piernas y cintura, que vuelven loco a mi novio. Él por su parte mide 1.86, igual moreno claro, cabello negro, es de esos que estaban gordo bajó de peso y quedó grandote y fuerte, y su rabo es de 25 cm de extremo a extremo (más que nada por eso digo que me saqué la lotería con él) aparte de que es un tigre en la cama, mis orgasmos y yo garantizamos eso.
Ya pasando a la historia, un día el me dijo que le gustaría hacer un trío con otra mujer, yo le dije que no es que no quiera sino que no me agrada mucho la idea de estar desnuda en la misma cama con otra mujer, él entendió y no dijo nada. Pasaron los días y me di cuenta de que eso significaba mucho para él, es su sueño estar con 2 mujeres, y no me queda duda de sin problemas dejaría a las 2 satisfechas, pero seguí sin latirme mucho el estar con otra, así que decidí darle algo parecido.
Unos días después le hice la proposición de que él estuviera con otra en la cama mientras yo los veo, a él le encantó la idea y acepto, ahora el problema era buscar la chica en cuestión, ya que aparte de que tenga que gustarle Josué tiene que aceptar todo.
Después de otros días buscando una chica, terminamos eligiendo a una compañera mía de clases, Grecia, no está buenota, pero mi novio dice le excita muchísimo. Ella es clara de piel, cabello castaño oscuro lacio y largo, una carita de ángel y voz súper tierna (eso es lo que excita a mi novio), igual de pechos pequeños, bastante delgada y con buenas curvas sin estar proporcionada, sus nalgas igual pequeñas y sus piernas bastantes bonitas. Fijamos día, hora y lugar para el encuentro.
Aquel día yo me puse un short verde y una blusa rosa, Grecia un short blanco con naranja y una blusa blanca con un escote muy sexy en la espalda, Josué una bermuda/short largo y una playera.
El encuentro fue en casa de Josué, quedamos en que ellos harían lo que quisieran mientras yo los observo de cerca sin entrometerme.
Fuimos directo al cuarto, yo me senté en una silla que había puesto él especialmente para hoy, ellos se quedaron parados en frente de la cama. Comenzaron a besarse con mucha pasión, al principio me disgustó un poco, pero poco a poco el disgusto se convirtió en lujuria y me daba mucho morbo verlos.
Él la giró y aprovechando el escote besaba sus espalda mientras acariciaba todo su cuerpo, Grecia sólo cerraba los ojos y disfrutaba. Josué la volvió a girar y le arrancó su blusa y brasier para comerle sus tetitas, yo comenzaba a mojarme, me excitaba mucho ver a mi pareja complaciendo a alguien más. Grecia no quiso quedarse atrás e hizo lo mismo, le quitó la playera a Josué y le besaba todo el pecho y abdomen dirigiéndose poco a poco a su rabo. Lo empujó contra la pared y ella se arrodilló frente a él, le desabrochó la bermuda y de un solo jalón le bajó la bermuda y el bóxer, y la sorpresota que se llevo Grecia al ver el rabote de Josué, yo me mordía los labios saboreando su jugosa verga. Grecia como pudo comenzó a chuparla, y por la cara de Josué se veía que hacía un buen trabajo, yo moría de ganas de estar con ella saboreando la verga. Grecia no se metía todo el rabo a la boca y a Josué le encanta meter todo cuando se la chupan, así que tomó firmemente de la cabeza a Grecia y le empujó toda la verga en la boca (cosa que me encanta cuando lo hace conmigo), y acto de eso yo no aguanté más y comencé a masturbarme, tenía un charco de lo mojada que estaba.
Luego de eso Josué la cargó y puso en la cama, le quitó su short y su calzoncito, y le devolvió el favor chupándole su rajita, Grecia se retorcía y gemía de lo lindo, eso me excitaba más a mí. Después Josué pasó a lo bueno y comenzó a cogérsela, Grecia apretaba la sabana, apretaba los dientes, estiraba los pies, pero aún así gemía como loca, yo me imaginaba cuando estoy en su poción, me masturbaba con más ganas y la acompañaba en gemidos.
Josué no tuvo piedad y de una y varias formas estuvo cogiendo al máximo a Grecia, la cual parecía que se iba a morir de placer. No sé bien en qué momento terminaron, pero yo tuve un orgasmos fantástico y de ahí cerré mis ojos y me recosté en la silla, y no vi más, sólo escuchaba aun los gemidos y jadeos de Grecia.
Ya cuando abrí mis ojos estaban ellos 2 acostados exhaustos en la cama. Al rato se levantaron, limpiaron y vistieron, nos despedimos y Grecia nos dijo que si queríamos repetir o hacer algo parecido que contemos con ella.
Desde eso Josué y yo hemos hecho varios encuentro así, incluso ya hicimos el trío que él quería, pero eso son otras historias, que a lo mejor les cuento después. Espero les haya agradado y parecido excitante mi historia como lo fuera para mí cuando pasó.
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