EL REGALO DE CUMPLEAÑOS QUE DESEABA MI ESPOSA
Esta historia inicia a raíz del cumpleaños de mi esposa, ella es una mujer de 52 años que se conserva muy bien, no es que se esfuerce haciendo mucho ejercicio, lo que más le gusta es caminar, alimentación saludable aparte de eso su genética hace que se conserve atractiva. .
Esta historia inicia a raíz del cumpleaños de mi esposa, ella es una mujer de 52 años que se conserva muy bien, no es que se esfuerce haciendo mucho ejercicio, lo que más le gusta es caminar, alimentación saludable aparte de eso su genética hace que se conserve atractiva. Además, como es muy simpática, no falta el hombre que se equivoca y cree que puede llevársela a intimar, pero afortunadamente para mi ella es muy exclusiva y hasta ahora no he notado ninguna infidelidad.
Como se aproximaba la fecha de su cumpleaños, se me ocurrió llevarla a algún lugar del Caribe, pensé en Jamaica o en República Dominicana y finalmente decidí que fuéramos a Jamaica, me recomendaron un lugar llamado Seven Mile Beach que es sin lugar a dudas, la zona más popular de Jamaica y alberga una costa de unos 11 kilómetros. Hice todas los tramites, compre los pasajes, reserve hotel por una semana y algunos tures, además todas las actividades que directamente ofrecía el hotel.
Cuando llego la fecha le di la sorpresa a mi esposa, aclarándole que era su regalo de cumpleaños, a ella le agrado mucho y preparamos maletas para el viaje. Como cada cual escogió su equipaje no me entere que llevaba mi esposa hasta cuando pasaban los días en la isla.
Cuando llegamos, como era temporada baja había pocos turistas, en general europeos y norteamericanos de manera que podíamos disfrutar todas las atracciones del lugar sin ninguna congestión. Cuando salimos a disfrutar de la playa note que mi esposa había llevado un traje de baño de dos piezas bastante llamativo, no obstante, los turistas europeos y norteamericanos no se sorprenden por esto, pero si note que uno de los empleados del hotel a quien pedimos un servicio de toallas y bebidas mostro mucho interés y atención por mi esposa.
El joven de menos de treinta años, debía provenir de la mezcla de raza de afros e ingleses, por eso su figura resultaba atractiva para las mujeres ajenas a la isla, entre ellas mi esposa que mostro mucha atracción y deseos de entablar conversación en inglés, porque ella lo habla muy bien, yo muy poco y así consiguió acercamiento con él.
No había solicitud que ella le hiciera, a este joven llamado Joseph, que él no se esmerara por atenderla. Hubo algunas conversaciones que yo no entendí muy bien, pero en sus miradas llevaba alguna coquetería entre ellos y me pareció entender que él se refería a la belleza del cuerpo de mi esposa y ella a su vez respecto al de él, mencionando que era muy atlético y atractivo, al final terminaron riendo y el joven se fue a sus labores.
El tercer día mientras mi esposa disfrutaba de la piscina, yo fui con un instructor a jugar tenis y desde luego él más joven y experto me dejo muy rendido, así que después de la comida del medio día, yo preferí ir a descansar en la habitación. A cambio mi esposa me dijo que ella quería caminar a lo largo de la playa y salió en traje de baño a caminar. Como estábamos alojados en el piso veintiuno del hotel antes de dormirme salí al balcón y observé a mi esposa caminar hacia la playa, pero iba acompañada con alguien que me pareció era el mencionado Joseph.
A esa hora y por los escasos turistas solo la vi a ella y a su acompañante. Caminaron una distancia hasta llegar a una zona de muchas palmas donde alejándose de la playa se confundían con otras plantas no tan altas como las palmas. Por la ubicación de altura que tenía, logre observarlos y quede impactado cuando los vi abrazarse. Joseph parecía hablarle mientras acariciaba el cuerpo semidesnudo de mi esposa y no tardaron en besarse con mucha efusividad. Después de esto Joseph le corrió la parte superior del bikini quedando a la vista los senos de mi esposa, que a continuación comenzó a besar y chupar con decisión. En este momento él tenía a mi esposa recostada contra el tronco de una palma de manera que su cuerpo se mantenía pegado al de ella. Yo no salía de mi asombro y aunque alguna vez tuve la fantasía que mi esposa follara con otro hombre, esto me tomo por sorpresa y hasta sentí algo extraño recorriendo mi cuerpo.
No paso mucho tiempo antes que mi esposa metiera la mano bajo el pantalón de Joseph y sacara su verga, para luego arrodillarse frente a él y después de admirar su enorme falo lo comenzó, en principio a besar y luego a chupar. Pasaron varios minutos en que ella estaba engolosinada con semejante verga entre su boca, lo mamaba y masajeaba de manera que Joseph mantenía una tremenda erección.
Luego Joseph decidió levantarla y cambiando de posición se arrodillo frente a ella, le quito la parte baja del bikini, para meterse en medio de las piernas de mi esposa, que ella separo, y comenzó a darle sexo oral. Ella recostada contra el tronco de la palma pegaba su cabeza al mismo dejando que Joseph hiciera de ella lo que quisiera. Así duraron varios minutos en los cuales por momentos ella adelantaba su pelvis deseado más y más motivación de los labios y la lengua de su joven amante.
Y llego el momento que más me impacto y fue cuando Joseph se levantó y su verga que se veía en su máxima expresión la acerco al vértice de las piernas de mi esposa y ella tomándola con su mano la dirigió a su coño con algo de dificultad ya que Joseph tenía mayor altura que ella. Él se movió hacia abajo para colaborar en la penetración logrando acoplarse, no creí que mi esposa pudiera asimilar tan enorme verga, pero sucedió.
Estando conectados, comenzaron a besarse apasionadamente sin importarles que algún turista los pudiera observar, de seguro Joseph conocía muy bien la zona y sabía lo que hacía.
En medio de besos y constantes penetraciones creo que los dos disfrutaron al límite hasta que ella alcanzo su orgasmo y él se debió correr dentro del coño de mi esposa, porque no note intenciones de hacerlo fuera de ella. Al alcanzar el clímax se quedaron pegados por un par de minutos, besándose y él acariciando todo el cuerpo de mi esposa.
Finalmente, se separaron, mi esposa se puso su bikini y fueron caminando hacia la orilla y ella se metió al mar, de seguro para lavar lo que Joseph le acababa de dejar dentro de su coño y regresar luego a la habitación sin las huellas de su aventura.
El tiempo que ella demoro en regresar a la habitación me dio la oportunidad de serenarme y ordenar mis ideas, ya que lo que acababa de ver sin habérmelo propuesto, me genero una tremenda erección que debía calmar antes que llagara mi esposa.
A partir de esa tarde nos quedaban cuatro días más en la isla y con lo sucedido se presentaba la oportunidad de cambiar los planes, generando ideas locas en mi mente y decidí lo siguiente:
Esperar a que llegara mi esposa y cuando entró le pregunte como le había ido en su paseo, me dijo… Muy bien, el paisaje es maravilloso y el agua del mar deliciosa.
Entonces fui de frente y le dije… Antes de acostarme a descansar, como tú dices, viendo ese maravilloso paisaje me asome al balcón y observe a una mujer muy parecida a ti, caminar hacia la playa acompañada de Joseph, ese joven que tanto atrae tanto a las mujeres.
Ella siguió hacia el baño y yo caminando detrás le dije… Desde aquí del balcón, pude apreciar como los dos disfrutaron de sus atractivos físicos, afortunadamente por esa zona circula muy poco turista. Pero te digo que la señora disfruto esa enorme verga de Joseph hasta alcanzar su orgasmo, él también hasta correrse dentro de ella. Luego caminaron hacia la playa, ella lavo los recuerdos de Joseph y regresaron al hotel. Y la señora era tan parecida ti que me sorprendió, pero si a ella eso la hizo feliz no hay ningún problema. ¿Tú qué opinas?
Ella se debió sentir acorralada y me dijo… Esa señora que viste era yo. Desde que vimos hace un tiempo un video con un afro tuve la fantasía de follar con uno de ellos y hoy se presentó la oportunidad, yo no lo busque fue él quien me abordo y se dieron las cosas. Ahora tu decidirás si hice mal.
Como yo no es que hubiera sido un santo durante nuestro matrimonio, entendí la situación y le dije… No te preocupes que no te voy a juzgar por realizar tu fantasía, las cosas se dieron y ya paso, ahora toma tu baño y más tarde bajamos a la discoteca.
Al día siguiente era la fecha de cumpleaños de mi esposa y pensé en darle un regalo que ella deseara y que no le pudiera darle algo igual cuando regresáramos a casa.
Pensando, pensado, esa noche cuando disfrutamos con mucho licor en la discoteca y más tarde de regreso a nuestra habitación de una noche de pasión, como hacia tiempo no lo lográbamos, se me vino a la cabeza invitar al dio siguiente a Joseph a compartir unas copas cuando el terminara su turno que era hasta las siete de la noche, de manera que lo contacte y le mencione que quería nos acompañara en la noche para celebrar el cumpleaños de mi esposa y para motivarlo le di unos dólares, por supuesto que él acepto.
Llego la noche ya habíamos tomado algunas copas con mi esposa, cuando los golpes en la puerta, como sabía que era Joseph, le dije a Mónica, llego tu regalo de cumpleaños. Al abrir apareció la figura del joven muy bien presentado y a Mónica se le iluminaron los ojos. Él entro la saludo, le deseo un feliz cumpleaños, mientras tanto yo serví una copa y se la alcance para que brindáramos.
Paso algún tiempo hasta cuando le hice señas a Joseph de lo que habíamos acordado, yo me levante y fui al balcón y me quede allí mientras él comenzaba el cortejo, lo cual no se demoró demasiado. A través de la cortina semi transparente, pude observar los cuerpos de mi esposa y Joseph, besándose y acariciándose y así la pasaron varios minutos hasta cuando decidieron desnudarse, lo cual fue muy rápido por la poca ropa que exigía el clima. Estando desnudos, primero mi esposa estuvo mamando la verga a Joseph por un buen tiempo, más tarde cambiaron y ella se acostó en la cama separando sus piernas para que él procediera a darle sexo oral. Por momentos escuchaba los gemidos de mi esposa cuando la excitación crecía gracias a la motivación que Joseph le prodigaba en su coño, con sus labios y su lengua.
Cuando se saciaron del sexo oral vino la primera penetración en la que mi esposa se subió a horcadas sobre Joseph y esa enorme verga se fue perdiendo centímetro a centímetro dentro de ella, hasta que sus pelvis chocaron y en este momento mi esposa se quedó inmóvil asimilando tan enorme verga, claro que acompañado de un beso con cruce de lenguas interminable. Yo no podía creer que ella hubiera podido recibir dentro de su coño algo tan enorme. Cuando ya lo asimilo, ella misma comenzó a mover sus caderas para dejar entrar y salir ese miembro en su sexo y en la medida que pasaba el tiempo se fue poniendo más vertical de manera que elevaba su cuerpo y luego lo dejaba caer con el deseo de enterrarse hasta la raíz la verga de Joseph. Yo desde el balcón escuchaba las respiraciones agitadas y los gemidos de mi esposa que por momentos dejaba salir sus… agggg, agggg, agggg, agggg, agggg, agggg, fue mucho el tiempo que pasaron así, hasta cambiar de posición, ella se puso en cuatro o de perrito y él desde atrás tomándola por las caderas empezó a penetrarla una y otra vez y cuando elle le dijo, hazme más fuerte, él se esmeró por clavarle su verga con más fortaleza hasta que vino un receso, se despegaron ella se acostó boca arriba y Joseph se subió sobre ella. Cuando se acomodaron pude ver desde mi posición como la verga de Joseph la fue penetrando lentamente y como para ese momento de excitación yo ya no debía existir para ellos, cuando comenzaron los quejidos más fuertes de ambos decidí tomar un video con mi celular guardar aquel momento del clímax en que los dos dejaron aflorar todos sus deseos, él le decía que rico coño tienes y ella le respondía en medio de sus gemidos… y que deliciosa verga me estas dando, quiero tenerla dentro mucho tiempo y luego se besaban atropelladamente mientras sus caderas se movían como queriéndose meter el uno en el otro. Este fue el momento de máxima acción, en que dos cuerpos buscaban al límite el placer. Y llegando al clímax mi esposa dejo saber del orgasmo que estaba disfrutando y un minuto más tarde Joseph se estaba corriendo dentro de ella, quedando a continuación los dos inmóviles pero los besos no dejaron de existir. Ella le dijo gracias por el regalo de cumpleaños lo disfrute al límite y él le respondió para mí un placer entregártelo en persona y seguidamente rieron.
Yo en el balcón trataba de calmar mi excitación observando las luces de la noche que aparecían a la distancia. Me provocaba entrar y que mi esposa me dejara follarla para calmar mi excitación, pero esperé que ellos se recuperaran, fueron al baño, tomaron una ducha en compañía, pensé que podían demorarse, pero ya habían disfrutado lo necesario para comportarse sin excesos.
Cuando regresaron yo había servido sendas copas y antes de nada mi esposa vino directo hacia mí y me dijo… Amor gracias por mi regalo de cumpleaños, fabuloso.
Pero yo creía que la noche no estaba completa hablamos de mil cosas, bromas picantes y a la madrugada le dije a mi esposa… Alguna vez disfrutaste de un trio. Ella me respondió. Noooo, nunca ¿Por qué?
¿Te gustaría? Ella volteo a mirar a Joseph y luego a mí y dijo… depende de ustedes, de mi parte si me gustaría.
Como en ese momento el único que tenía encima alguna prenda de vestir era yo, pues procedí y los tres estando desnudos pasamos a la cama. Allí ella disfruto de las caricias por todas partes de Joseph y mías mientras ella nos daba sexo oral. Cuando los tres estábamos super excitados, creo que yo más que él, le dije a mi esposa si deseaba ya la doble penetración y ella acepto enseguida. Entonces Joseph se acostó boca arriba, mi esposa se subió sobre él acomodando la verga de él en su coño y luego yo me puse detrás de ella y observando su culo en pompa vi claramente el destino de mi verga. Tome saliva en mi mano y la puse en el culito de mi esposa y luego hice otro tanto para lubricar mi verga y empecé el proceso de penetración que imagine iba a ser más difícil, pero una vez que entro mi glande lo demás se fue adentro, desde luego sentí mucha presión, ya que el espacio estaba también ocupado por la verga de Joseph, pero lentamente nos fuimos acomodando en los movimientos y pasados unos minutos mi esposa volaba de excitación y gemía como loca. Su expresión creo nos excito a Joseph y a mí y con más fuerza continuamos la penetración por varios minutos hasta que ella dijo… No, no, no, no más, y disfruto su orgasmo. Yo también, gracias a la presión estaba que explotaba y solté mi chorro y Joseph que aguanto más, fue el último en disfrutar su corrida.
Minutos después Joseph se despidió, nos dijo que tenía que trabajar y agradeció la invitación, deseándonos una feliz estadía, y con una sonrisa de picardía mirando a mi esposa agrego …quedo a la orden para lo que se necesite. Le dio un beso a mi esposa y se marchó.
Enseguida nos fuimos a dormir desnudos con mi esposa después que ella limpio los recuerdos que habíamos dejado en su sexo. Pasaron los días restantes de nuestro paseo y la noche anterior mi esposa me pregunto si me incomodaba que ella estuviera una vez más con Joseph, le dije que no había problema y ella lo llamo y en la noche vino y atendió el capricho de mi esposa que disfruto al límite. De esta ultima noche grabe todo el tiempo en que mi esposa y Joseph estuvieron follando en todas las posiciones y ahora cuando deseamos excitarnos vemos el video en casa. Ella quedo muy agradecida y cuando lo hacemos en casa se esmera en que lo disfrutemos al limite aunque ya no cuenta con la enorme verga de Joseph, aunque me asegura que el tamaño no es lo mas importante, solo era la fantasía de lo desconocido y de su imaginación.
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