Fantasia de matrimonio
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
La confianza y respeto hacia el deseo sexual que despertaba ella en mí, era tan intensa que comprendió mi sadismo quería gozarlo y beberlo de su cuerpo, todo fue dándose en forma natural e intensa durante 25 años.
Ambos fuimos liberando el lado oscuro del placer, y se fueron complementando nuestros roles en beneficio de gozar en forma intensa hacer el amor, llevándose sin darnos cuenta los límites para gozar de lo que estaba escondido en nuestra mente como pareja, donde los roles son distintivos al entregarse al placer sexual de ser una hembra y entregarse al sadismo de su hombre.
Llegado ese momento en que la confianza para hablar de sexo como algo hermoso, puro, que se desea descubrir nuevos placeres sólo con la mujer que hace cada vez que se hace el amor, sea como la primera vez.
El sadismo como hombre fue gozar como mi chinita descubrió el placer femenino por el dolor al aceptar mi propuesta de tener sexo anal, ésto fue descubrir que todo lo mas extremo, ella lo transformaba en un regalo.
Los tiempos es el secreto que todo hombre debe respetar de su mujer.
Fue así que del dolor inicial de sentir que la partía al sentir que mi pene erecto se clavaba en su colita, se transformó en un placer sublime al descubrir el orgasmo anal.
Ello nos llevó a comprar un juguete íntimo, donde la doble penetración, abuso, y violación fue no tener límites como pareja.
Fue así que renocimos que ella se reconocia como mi zorrita sumisa y yo un sádico que gozaba no controlar mis deseos de abusar sexualmente de ella.
Como decia, al llegar a los 50 años, me cuestioné seguir una moralidad impuesta por una sociedad pacata y de doble estandar.
Nuestro mayor placer era gozar los dos de una doble penetración con nuestro juguete, asi que me atreví a proponerle hacer realidad nuestra fantasía de un trio HMH, mi error fue contactar a varones jóvenes y atractivos como un regalo por aceptar y compartir mi sueño erótico, porque pensé en darle un gustó como hembra de comerse un bombon.
Todo un fracaso, porque después de cuatro citas ella se sintio objeto de placer y fantasía sexual de todo hombre joven, tener sexo con una hembra madura y atractiva y acabar cuando nosotros empezabamos disfrutar.
Fue asi que contacté a un hombre maduro de nuestra edad, mi chinita al ver su foto lo encontró mayor, que la intimidaba y excusas que la llevó a rechazar dos citas.
Hice un grupo de wsp para hablar los tres, empezar a conocernos previo contacto directo con Nicolás, el tercero que habia sido rechazado por mi mujer.
El contacto se inició por un aviso en una página de amistades, básicamente publiqué que buscaba un hombre maduro, educado, discreto y con experiencia para hacer realidad fantasía de mi mujer.
La sorpresa fue para los dos, porque la educación de una persona se refleja en saber expresar sentimientos al momento de escribir, Nicolás en forma delicada despertó la vanidad que toda mujer siente perder al llegar a los cincuenta años, además le devolvió la confianza al comentarle lo bella y sensual de sus fotos.
El pasado 12 de noviembre coordinamos una cita en su departamento para conocernos, ahi mi chinita supo la diferencia entre un jovencito atractivo y la seducción de un hombre adulto.
Al presentarsela, Nicolas besó su mano y agradeció su confianza de aceptar ser su invitada.
Unos traguitos sentados en el sofá en donde ella me dijo que se sentía tranquila, que era muy educado y delicado al seducirla bastaron para que le besara el cuello mientras hablaba con él.
Mi mano derecha acarició su seno que mostraba su pezón erecto bajo la tela de un vestido plomo, que dejaba traslucir que estaba sin sostenes, en ese momento ella recostaba su cabeza en el respaldo y nos miramos con Nicolás al sentir sus gemidos mientras descubria su seno blanco y mujer sentia la palma de la mano de ese tercero recorrer su muslo hasta rozar la humedad que mojaba su colaless.
Que una mujer se sienta tranquila, protegida y deseada es el camino al placer.
Hablar de sexo con tu esposa es darle la seguridad que ella es la única mujer que deseas descubrir como hembra, y sabía de como transformarla en mi zorrita.
Me levanté del sofá y con Nicolás la dejamos de pie entre nuestros cuerpos, asi recorrimos su cuerpo y fuimos besandola, su estado de excitación aumentaba al tomar el pene de cada uno y sentir que ambos estabamos duros por la calentura de hacerla girar para acariciarle los senos, vagina y cola mientras mi mujer gemia al sentir que sus jugos corrían desde sus entrañas.
Cuando ella creyó que la desnudariamos, Nicolás hizo lo que toda hembra madura no espera, el le trajo un regalo envuelto en un papel plateado y una rosa.
Para Ud que es una reina, y le pidio que lo modelara para los dos.
Ambos la esperamos en la cama, los juguetes sexuales que mi mujer vio en la película 50 sombras, estaban sobre la cama.
Ahi descubrió lo que le habia comentado a Nicolás.
Que para mi era regarle a mi mujer, borrar todas esas pasiones frustadas y que sabía hasta donde mi mujer se transformaba en una hembra, porque sabia de su gran secreto.
La había visto gozar como hembra cuando era penetrada en forma brutal, por la calentura de sentir el impetu sexual un jovencito .
El gozar en forma esporádica de una doble penetración interrumpida en forma abrupta.
Y descubrir mi sadismo extremo al calentarme con la sorpresa que me regalo durante la ultima cita.
Mi mujer entrego su cola para gozar con el tercero el orgasmo anal, minutos antes me había hecho acabar en su entrañas anales y ahora la veia pidiéndole a otro hombre que acabara dentro de.
su ano.
Un nuevo placer sádico, otra primera vez, el mismo placer sexual de gozar como hombre de todo el cuerpo, belleza y beber de sus jugos de hembra, fue el comprobar el gran secreto de mi mujer.
Se entregó como una zorrita sumisa sin ningún prejuicio a ser encadenada a la cama por Nicolás.
Mi sadismo era incapaz de impedir que ella se entregara como una puta a dos hombres que gozaban al ver como gritaba que era exquisito sentir ese dolor de los latigazos que le proporcionaba Nicolás.
Mi aviso encontró al hombre que buscaba para entregar a mi esposa al hombre indicado.
Sabía que solo uno que le demostrará respeto como mujer y persona, iba a ser quién compartiria nuestro mayor secreto como matrimonio.
Mi esposa es ninfómana y yo un sádico.
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