Leyendas Indigenas; los niños arcoiris
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por shotaboy.
Era una mañana humeda y fría exactamente igual a todas las mañanas en la selva del amazonas, tenía todas mis energías pero mis animos estaban de lo peor, me había separado de mi grupo por estar mas pendiente del celular que del sendero, al darme cuenta de que estaba perdido ya era tarde, en fin, maldecía mi suerte a cada paso hasta que subiendo una pequeña colina se precipita un ligero chaparrón que enturbió aún mas mi estado de ánimo, quince minutos despues el sol salió revelando dos arcoiris que se precipitaban como en dirección hacía la cima de la colina, no digo que no fueran bonitos los arcoiris, pero a demas de todo lo que estaba pasando, llevaba cerca de una semana sin poder masturbarme decentemente en este obligatorio viaje vacacional.
Al llegar a la cima de la colina me dió la impresión de que los arcoiris realmente estaban muy cerca, quité con las manos alguno que otro arbusto y mi boca casi tocaba el piso al ver a dos niños rubios como el sol bañandose y jugando en una pequeña y cristalina laguna sobre la que parecían caer los dos arcoiris, luego de salir de mi asombro, me di colirio con lo que veía, aquellos niños eran gemelos pero varón y hembra respectivamente, oscilaban entre los diez y los doce años, de piel blanca tostada y cabellos rubios como el sol y largo hasta la espalda, ambos se salpicaban agua y corrían sin hacer caso al hecho de que se encontraban desnudos; luego de razonar que no estaba desvariando procedí a saludarlos.
-Hola pequeños! -pregunté- ¿donde está su mamá?
Pero los niños se sorprendieron tanto que se arrojaron a la laguna esperando debajo del agua, me percaté de que el arcoiris había sido opacado por una nube pasajera de buen tamaño, entonces me quité la ropa desnudandome completamente, ellos quedaron inmóviles observandome con curiosidad y recelo, entonces saliendo del agua, tomé el frasco de leche condensada, hundí mi dedo en él y me lo llevé a la boca haciendo gestos de extremo placer
Los gemelitos me miraron con total interés, el varoncito salió del agua con gallardía acercandose a mí, me miró de arriba a abajo y extendió su mano como exigiendome el frasco; pero yo embarré de nuevo mi dedo y se lo ofrecí directo a la boca; pero él lo rechazó y exigió sin voz que le diera el frasco, la niña nos miraba timidamente desde la laguna; pero yo me chupé el dedo con leche condensada y el niño enojado gritó sin articular palabra haciendo una pataleta, repetí el proceso anterior ofreciendole mi dedo, si no comías de mi mano simplemente no comerías.
El rubiecito se resignó con desgano y llevandose mi dedo embarrado a los labios succionó con gran placer al sentir el dulce de la leche, tanto fué su agrado que se sujetó con sus manitos a mi mano con la que lo alimentaba; una vez hubo terminado de saborear me pidió más pero esta vez con algo de amabilidad, por lo que puse el frasco en mi erecta verga embarradola de leche condensada y ofreciendosela al niño totalmente inocente de lo que veía, la niña no abandonaba la seguridad de su laguna, el gemelito rubio como el sol se acercó con cautela a mi y durante unos segundos de espera que me parecieron eternos lamió mi endulsado glande, una vez y luego otra, cada vez mas rápido, cada vez mas pene; lo tomé delicadamente de sus cabellitos y lo atraje en un ritmico vaiven.
Me lo estaba pasando de maravilla, cinco minutos despues, el niño estaba totalmente entregado a su taréa, la pequeña salió finalmente de su escondite al mirar la entrega de su hermano gemelo, retiré mi pene de su boca a lo que este reaccionó un poco molesto pero tambien tenía que atender a esa linda muchachita, unté leche en mi verga y ella con algo de cautela la probó, pero al saborear el dulce jamás lo abandonaría, la niña mamaba con dificultad pero yo me la pasaba bien bomba, tomando mi celular grabé la felación que la niña me hacía; su hermano harto de esperar la quitó de en medio, pero tomando el control de la situación llené una vez mas mi verga de abundante dulce y turnandolos a ambos guiaba sus cabecitas hacia mi pene cada vez mas violento, que entraba cada vez mas profundo causandoles ocasionales arcadas a ambos lo que no les hacía abandonar su tarea, luego de diez minutos la prolongada felación se había convertido en un rico GANGBANG,mi verga de 18 cms entraba sin pedir permiso por las tráqueas de aquellos dos gemelitos los cuales aguantaban este castigo con tal de volver a probar el dulce de la leche condensada.
-Quieren leche? -les pregunté a punto de acabar- Aqui les va!
Mi verga palpitó dentro de la boca del niño que ya tenía los ojos húmedos de tantas lagrimas que resbalaron por su rostro al sentir tantas arcadas, un segundo chorro le cayó en la lengua, el tercero se lo eché a la pequeña en el rostro quien con desesperación se la llevó a la boca pensando que se trataba de leche condensada, pero al percibir el sabor tan salado y agrio quiso esculpirlo, en el cuarto espasmo se la hundí en la garganta hasta que mis pelos se perdieron dentro de su nariz, allí le eche adentro el quinto y el sexto, se la saqué y la pobre tocia con violencia tratando de respirar y escupir la leche, el varoncito sin embargo me sujetó de las caderas volviendo a meterse mi verga aún tiesa y caliente como un tesón encendido a la boca con la esperanza de recibir mas semen (aparentemente le había gustado).
-Calma mis pequeños! -les dije mostrandoles el frasco vacío de leche condensada.
Ambos se molestaron al verse sin su amada leche condensada pero me las ingenié -decuiden mis pequeñitos, miren esto! -dije mostrandoles un tubo grande de chocolate para untar, ambos parecieron emocionarse asi que siguiendo mis instrucciones sumisamente se acostaron como para hacer un 69, tomé el tubo de chocolate y les unté una buena porción en sus virgenes genitales, inmediatamente los gemelos iniciaron una felación mutua que no tardé en grabar con mi celular, el varoncito lamía cada pliegue y cada labio de su hermanita cubierta de chocolate, y la niña succionaba con habilidad el pequeño pipi de su hermano gemelo, así estuvieron varios minutos hasta que los separé untando un poco de chocolate en la vagina de la niña, el pequeño velózmente intentó comerse la crema de cacao de la conchita de su hermanita pero lo detuve, llenando su penesito de lo que quedó de la leche condensada los instruí hasta que bien lubricados los dos, el niño logró penetrar a su gemela, esta sensación pareció saturar el inocente cerebro del niño que instintivamente procedió con el mete y saca que todo varón conoce por instinto, la niña se quejaba de la incomodidad pero sus gritos cayeron en oidos sordos pues su hermano la penetraba con o sin su consentimiento.
Aquella vista me calentó demasiado, mi verga de nuevo lista para la acción fijó su puntería en el culito del varoncito, me unté abundante chocolate en la verga y delicadamente le clavé la cabeza, inmediatamente el chico se quejó tratando de sacarse mi pene de su culo, pero ya estaba a medio camino de desvirgarlo completamente, dadas mis insólitas circunstancias me supo a mierda si todo tenía o no sentido, simplemente se la dejé ir toda de golpe, el chico gritó dando alaridos que seguramente se escucharon en toda esa selva pero eso no me detendría, sentía la tremenda fuerza con la que su ano me constreñía la verga, comencé a penetrarlo sin mucha sutileza, cada vez que lo embestía el pequeño daba un grito, su hermanita había dejado de llorar y había comenzado a gemir, se notaba que disfrutaba de esto, el varón sin embargo era quien peor la pasaba con mi verga dura.
Penetré con fuerza a ese niño rubio, tan precioso o mas que cualquier modelo infantil que hubiese visto nunca, cada vez que la sacaba veía hilos de sangre en mi verga mezclados con chocolate, diez minutos despues el niño lloraba mientras su hermana gemía, la fuerza de mis embites era transferida de mi hasta ella atraves de su hermano gemelo, basicamente me lo cojí a los dos al mismo tiempo, mi velocidad se incrementó hasta su limite, perforé sin compasión alguna hasta que el niño comenzó a gritar nuevamente y sin previo aviso le deposité una abundante carga seminal dentro de su chocolatado culito.
El pequeño se desplomó al sentir que me retiraba de su culo, mi verga que estaba tan rígida y caliente como si no hubiese eyaculado hace segundos percibió el aroma de una conchita de chocolate, unté una copiosa cantidad de aquella crema en sus genitales para que esté las disfrutara lentamente; pero sin dejar que la niña se me escapara me acosté sobre ella y tocando su estrecha vagina infantil cuyo himen virginal apenas y había sufrido daños por la verguita de su gemelo le acomodé la cabeza perforando lentamente su entrada, la pequeña se quejó tanto como su hermano pero ella estaba mas estrecha, tuve que sostener mi verga con la mano izquierda para asegurarme de no errar el agujero y una vez que estuvimos bien asegurados ambos comencé a hacer presión en su conchita hasta que algo dentro de ella crujió cuando mi glande se introdujo dentro de ella.
-Eso mi niña, ya casi termina! -dije seguro de que este polvo duraría al menos media hora.
La pequeña lloraba mientras yo enterraba sin prisa pero sin pausa mi pene dentro de ella, luego de costosos cinco minutos ya estaba toda adentro, pasó otro par de minutos hasta que se acostumbró e inicié mi penetración formal, le gemelita había dejado de llorar y sus constantes quejidos se dejaban escuchar cada vez que mis bolas chocaban contra sus nalguitas, asi estuve bombeandola sin descanso y con buen empuje como veinte minutos, ahora lo único que la niña emitía era gemidos.
-Sabía que te iba a gustar! -exclamé.
Me sentí a punto de correrme y con toda la satisfacción del mundo le llené la vagina de mas que suficientes mecos como para embarazarla a ella y a tres generaciones más, la leche escurrió de su conchita y su hermano al ver el precioso liquido salir de la vagina de su hermana gemela se apresuró a sorberlos, y una vez que hubo terminado procedieron ambos a lamerme la verga, pero que va, no recordaba la ultima vez que había echado tres polvos seguidos, creo que fué con Cesar despues de inhalar ciertas hierbecillas, uf esa noche le reventé el culito casi siete veces seguidas.
-EL cigarro! -dije exaltado.
Rápidamente encendí el cigarrillo especial y unos minutos despues cuando sus efectos se hicieron visibles le di a los gemelitos una buena porción de chocolate en sus bocas y colocando a la pequeña en cuatro patas instruí a su hermano para que la penetrara por el ano, el niño se desempeño como todo un semental, su hermana gemía sin parar, entonces yo con mis pilas bien recargadas lo sodomicé nuevamente, esta vez sin gritos ni quejas, solo gemidos, tenía a ese par de hermanitos para mi solo, incluso pensé en llevarmelos a casa, coseguirles documentos falsos y criarlos como mis hijos "mascotas" o algo así.
La mañana le cedía paso al mediodía y este a la tarde, yo y mi verga no aguantabamos más, había roto a esos hermanitos por todos y cada uno de sus agujeros, bocas, culos, vagina, etc.
Había logrado enterrar mi verga con tanta libertad y fuerza como siempre quise, los hice sangrar, los hice llorar, – Ah! la vida no tiene nada mejor que esto.
Luego de seis polvos mas nos habiamos dormido a orillas de la laguna, al despertar el sol casi se ocultaba, busqué a los pequeños con mis ojos pero no los vi, no había arcoiris ni gemelitos ni nada, no lo comprendí.
Fuí hallado doce horas despues a cinco kilometros de aquella laguna mágica, un par de indigenas guiaron un equipo de busqueda y uno de ellos fué quien me encontró, al hablar con él le comenté lo del arcoiris y los niños que jugaban en la laguna, a lo que él me respondió diciendo:
-Ellos son Arco y Arca, hermanos del arcoiris -exclamó y prosiguiendo dijo- son dioses de temer, pueden matarte tortuosamente, pero si ofreces regalos y divertimentos ellos perdonarte.
Bah! todo eso sonaba muy comiquitas, tal vez incluso lo imaginé todo, es decir, una semana sin pajearme, perdido en la selva, sin casi comida y un cigarro especial.
Si, seguro fue eso.
Mis vacaciones terminaron y volvímos a casa, allí me esperaba mi primito Cesar quien anunciaba que se quedaría un par de semanas mientras mi mamá se iba a un congreso por largo tiempo, pude haber vivido mi vida pensando que todo había sido un sueño.
Claro, hasta que vi el video de mi celular, desde entonces estoy abierto a nuevas aventuras en tierras salvajes.
<<Que tal, espero que les haya gustado este relato, es totalmente ficticio, una mera practica para tratar de escribir mejor cada día; aprovecho de subir este relato que me retiraré una temporada de escribir>>
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