a los 10 años mi primo de 20 me estrena y me enseña
A los 10 años, mi primo de 20 me enseña como coge un verdadero macho y de paso, invita a su amigo a probar mi culo recién preñado.
Tenía 9 años, aquella noche jugaba a las escondidas con mis amigos cuando mi primo se acercó a jugar, él ya tenía 19 años, en una de tantas, sentí que me tocaban el culo, pendo que era alguno de mis amigos, le dije que dejara de hacerlo, me susurró al oído: -soy Cristobal-me quedé estático sin saber cómo reaccionar, mi primo me invitó a ir a una casa abandonada, yo no puede decirle que no por que dentro de mí siempre había tenido curiosidad de estar con otro hombre, entramos a la casa vieja y él inmediatamente comenzó a bajarse el pantalón, su pene se miraba muy normal, después empezó a chupar mis pezones y esa sensación era deliciosa, nunca había sentido algo así, tenía miedo pero a la vez, había en mí una emoción inexplicable, mi primo me pidió que me arrodillara y que le mamara la verga y lo hice inmediatamente, me gustaba su sabor, era delicioso mamar su pene, además, mi primo tenía unos brazos musculosos, un abdomen marcado por el ejercicio, conforme mamaba aquella verga noté que aumentaba su tamaño, me dio mucho miedo al ver lo grande que era, a esa edad no había visto jamás algo así, eran 20 cm de pura carne, delgada pero con una cabeza enorme, mi primo jadeaba extasiado de placer y me decía que se la estaba mamando delicioso, después de eso, me puso en 4 y me dijo que aguantara, empezó a mamar mi culo y eso me gustaba, después, empezó a meterme esa deliciosa verga en mi culo, lo quiso hacer tan rápido que pegué un salto y me la saqué de inmediato, lloré y le dije que me dolía, sentí como si me hubieran pasado un cuchillo en el culo y me hubiesen cortado, después de unos minutos, mi primo me dijo que sería cuidadoso y que no me dolería tanto, así que accedí de nuevo a dejarme, todo iba bien hasta que él notó que empecé a quejarme que dolía de nuevo, entonces él me dio un abrazo fuerte y me dijo –este culo no se me va escapar, ahora sí vas a comer verga putito- y se un solo empujón me metió ese monstruo de verga, lloré y le pedí que me dejara pero eso no le importó y comenzó a meter y a sacar su verga a su antojo, yo no soportaba el dolor, cada estocada era un martirio, me ardía en exceso, así me tuvo hasta que comenzó a gemir y mientras me decía : -me vengo , me vengo-.
Al terminar me dijo, que había disfrutado mucho, y que quería repetir de nuevo, – te veo mañana aquí mismo a las 8, y más te vale venir porque te tendré una sorpresa y si no vienes le diré a tu mamá que eres puto y que te dejaste que te metiera la verga-.
Temiendo que le fuera a decir a mi mamá decidí acudir al día siguiente, después de mi primera penetración quedé muy adolorido y sangré cada vez que iba al baño.
Dieron las 8 de la noche y llegué de nuevo a la casa abandonada, ahí estaba mi primo pero esta vez me llevó a un cuarto de la casa, no sabía para qué ni cuál era la sorpresa y la regla desde eso momento era no preguntar ni negarme a nada que él quisiera, al entrar al cuarto estaba totalmente oscuro salvo por la luz de la luna que medio dejaba ver, miré que adentro nos esperaba otra persona que inmediatamente saludó a mi primo, supe que se llamaba Leonardo y que era su vecino que vivía frente a su casa y también su amigo, mi primo le dijo :-mira carnal, este es el putito que te dije, ayer le di su estrenada pero te va a gustar, aguanta bien la verga y este sí mama no como las viejas que se ponen de chiqueonas, pruébalo y verás-, su amigo sonrió maliciosamente y ambos se me acercaron con la verga afuera y me dijeron que me pusiera a mamar, obedecí por miedo a las amenazas con mi mamá, se turnaban para recibir mis felaciones, hasta que Leonardo dijo:- sobres carnal, empieza tú que quiero ver cómo se la come-, sin demorar mi primo empezó a bajarme el short y me volteó, yo solo le decía que me lo hiciera despacito por que me dolía el culo todavía, ellos solo se reían y me decían que los putitos deben saber aguantar, así comenzó mi primo con el juego, primero la punta y después el resto, para seguir con unas embestidas que me hacían gritar y doblarme de dolor pero que a él le provocaban una excitación suprema, mientras tanto , Leonardo me daba su verga a mamar pero a causa de la suerte cogida que estaba recibiendo de mi primo no podía ocupar mi boca en otra cosa que no fuera gritar y pedir que parara, tras varios minutos de tremendas metidas mi primo comenzó con sus conocidos jadeos mientras sentía que chorros de leche caliente inundaban mi ano, al mismo tiempo que me daban ganas de ir al baño, apenas sacó su verga ya flácida, Leonardo se apresuró a iniciar, empezó a meter su pene, no era tan grande como el de mi primo pero tenía un buen grosor, lo suficiente para hacerme gritar por el rato que durara esa sesión de sexo, como ya estaba muy lastimado de mi ano, la verga de Leonardo me lastimaba aún más, su pene de adulto se abría paso en mi culito de 10 años y dolía mucho, mientras me cogía me mordía las orejas y el cuello, en tanto yo no paraba de decirle que ya terminara, él estaba super excitado y me sacaba la verga lo más que podía y después me la enterraba toda hasta el fondo mientras me repetía –aguántala, aguántala, una metida más y ya-, pero él seguía y seguía mientras mi primo se reía y le animaba a que me diera más verga, después de muchos muchos minutos de sufrimiento y dolor, Leonardo comenzó a gritar al llegar al clímax, inmediatamente me subieron la trusa y el short y alardearon de las cogidas que me había propinado, acordaron volver a repetir y Leonardo se marchó, no quedamos mi primo y yo y él me dijo que volviera al día siguiente por que quería volver a cogerme.
Esa noche llegué a casa, entré a mi cuarto y me quité toda la ropa, noté que mi pequeña trusa estaba totalmente embarrada de semen, Leonardo tenía una verga muy lechosa.
Desde esa primera vez, mi primo me cogía casi a diario, a veces me violaba dos o tres veces en esa misma noche, y yo regresaba muy lastimado a casa. En otras ocasiones, aprovechando que casi siempre estaba solo en casa él iba a verme y ahí me cogía a su antojo, a veces incluso invitaba a su amigo Leonardo y entre los dos me ponían unas estocadas bárbaras. Con el tiempo me fue gustando lo que me hacían y disfrutaba mucho ser cogido por mi primo, él con el tiempo me fue entrenando para complacer a los machos adulto, con 10 años fui aprendiendo a ser una buena puta.
Me gusto buen relato amigo.. 🙂 😉 🙂 😉
Oye amigo buen relato Asi me cogi a mi primo pero el tenia 8añitos y le encantaba mamar hasta q la tuvo dentro uffs riko los culitos de esa edad.
Un abrazó y espero seguir leyendo tus relatos amigo !
Después tomare la iniciativa de hacer las mías jejeje
¿Dónde puedo contactarte para que me cuentes?
Quisiera poder hablar contigo, y que me cuentes con lujo de detalles esa increíble Historia uffff que ricoo
Yo tambien fui cojido a los 9 anos doloroso pero rico
muy bueno, gracias