El manjar del Albañil 2 “Laila”
en ese momento mi mama no se ponía ni imaginar que su pequeña y hermosa niña ya había sigo manoseada por un pedófilo.
Perdón por el retraso es difícil encontrar la inspiración, también agradezco mucho a los que me dejan un comentario positivo o negativo pero que se toman la molestia de escribir un mensaje y comentar mis relatos, creo que es de eso que vivimos los escritores del reconocimiento, hago la invitación a que si te gusta una saga o un relato dejes tu cometario a su creador ya que nos es grato saber que hay perdonas que leen y gustan de nuestros relatos y valoran el tiempo que tomamos para escribirlo sin más la segunda parte de esta historia.
El Espacio de las pequeñitas…. :3 ….
Cuando salíamos a la calle los halagos hacia mi persona no se hacían esperar, nuestros vecinos, amigas y amigos de mi mama, los tenderos de las tiendas que visitábamos y mis maestros nadie dejaba de decirle a mi mama que tenía una hija preciosa que parecía una muñequita de aparador, mí mama se sentía muy orgullosa de que a donde fuéramos le dijeran que tenía una hija hermosa y no era para menos, a mis cortos 5 años era muy bonita, tenía mi cabello güerito casi rubio hasta casi mi cintura, mi piel era blanca y suave mis facciones como ya lo mencione eran lo más lindo de mí, mi rostro angelical adornado por mis labios rositas, tenía unos lindos ojitos azules celeste que herede de mis abuelos, lindas piernas y un lindo traserito apenas formándose esto gracias a las clases de valet que tomaba, a mi mama le gustaba lucirme y que sus conocidos reconocieran mi belleza, por eso siempre me vestía con vestidos, faldas y en ocasiones con algunos leggins para que se notara mi figura, al escuchar los alago yo sola me quedaba quietecita dejando que la gente hablara, en ese momento mi mama no se ponía ni imaginar que su pequeña y hermosa niña ya había sigo manoseada por un pedófilo he incluso ya había recibido su primera descarga de semen en la cara por parte de un viejo sin siquiera ella misma saberlo.
Las cosas para una niña de 5 años no suelen ser tan importantes como para los adultos, después de lo que ocurrió con el Maestro Beto no le di tanta importancia pero guarde mi promesa y no le mencione nada a mi mama pues quería ser una nena obediente, claro que me acordaba del unicornio que el maestro Beto me había prometido y eso me ponía feliz, al día siguiente me encontraba desayunando cuando el maestro Beto se presentó a trabajar, simplemente saludo a mi mama como si nada y se metió a trabajar al baño, la mañana trascurrió de forma normal mi mama realizando la limpieza de la casa y yo entreteniéndome con colores dibujando veía la tele o con mis muñecas, fue en un momento que el maestro Beto salió del baño y le dijo a mi mama.
Maestro Beto:- Señora disculpe tendrá un poco de agua que me regale.
Mama:- claro ahorita le sirvo.
Mientras mi mama estaba buscando el baso en la alacena el maestro Beto volteo a verme a donde estaba sentada jugando pude sentir como me recorrió con su mirada y después como dibujaba una sonrisa en su rostro, mi mama le dio el vaso de agua el tomo un poco y después dijo.
Maestro Beto:- ¿Qué ha pensado de lo que le dije que mi sobrina viniera a cuidar a Laila?
Mama:- pues vera maestro que no es mala idea pero yo creo que mejor no, porque no quiero tener problemas con mi esposo no sea que se vaya a enterar y al final hasta usted la termine llevando, mejor no.
Maestro Beto:- bueno como usted diga señora yo la entiendo, por mi parte si en algún momento usted necesitara salir puede ir sin cuidado y yo le hecho un ojo a la nena ya ve que ella ni lata da.
Terminando de decir esto el maestro Beto dio otro trago a su agua y pregunto.
Maestro Beto:- ¿le molesta si dejo en ratos la puerta abierta del baño, es que a veces se encierra mucho el polvo pero no se preocupe no se saldrá para toda la casa, solo es para darme un poco de ventilación?
Mama:- no se preocupe déjela el tiempo que quiera por mí no hay problema.
A partir de ese momento el maestro Beto dejaba la puerta abierta de donde estaba trabajando, para llegar a mi cuarto tenía que pasar por el pasillo donde estaba la puerta donde trabajaba el maestro Beto fue cuando fui por una de mis muñecas justo cuando pase por afuera del baño escuche como si alguien tosiera, eso me hizo voltear hacia adentro ahí estaba el maestro Beto parado viendo hacia la puerta en su mano sostenía un martillo y con su otra mano parecía apretar algo por encima de su pantalón justo en el centro de su entrepierna, él lo apretaba con fuerza y lo hacía con la intención de que yo lo viera, esto mientras posaba su mirada en mí y se lamia los labios, a mí eso me causo gracia y le regale una sonrisa, continúe caminando hacia mi cuarto y de regreso paso lo mismo, a partir de este momento cada vez que pasaba por afuera del baño él estaba hi parado tocándose en el mismo lugar, el día continuo de forma normal hasta que llego la tarde y se despidió dando por terminado el día.
El día siguiente fue la misma forma el llego a trabajar y mi mama a sus cosas, era cerca de medio día estaba sentada en la sala dibujando y en eso mi mama me interrumpió y dijo.
Mama:- Laila voy a subir a tender ropa, no tardo en bajar.
Para tender la ropa mi mama tenía que subir a la azotea ya que en ese lugar teníamos un espacio para eso, pude escuchar como ella subía las escalera y después como abría y cerraba la puerta de la azotea, fue justo en ese momento que desde el baño rápidamente salió el maestro Beto y comenzó a buscarme, no tardó en darse cuenta que estaba en la sala y rápidamente llego hasta ahí a unos pasos de donde yo estaba y dijo.
Maestro Beto:- Hola pequeña, ¿Qué estás haciendo?
Yo:- dibujando.
El maestro Beto se veía nervioso y de vez en cuando voltea a ver hacia el pasillo que llevaba a las escaleras por donde había subido mi mama, su voz se escuchaba como temeroso entre cortada y me dijo.
Maestro Beto:- haber muñequita me enseñas tu dibujo.
Con mis manos levante y le mostré mi dibujo a lo que él me contesto.
Maestro Beto:- no pequeña tráemelo hasta aquí para que lo pueda ver.
Me levante y camine hasta donde él estaba, ese día estaba vestida por un vestido morado de tipo holandés que me llegaba justo hasta las rodillas, el final del vestido tenia bordadas barias florecitas, llevaba unas zapatillas blancas y mi pelo suelto, mi ropa interior era de color blanco de blanca nieves, al llegar hasta donde estaba el maestro Beto me puse de ladito para mostrarle mi dibujo, podía escuchar su respiración agitada, el no perdió el tiempo y rápidamente puso su mano en mi cinturita, su mano era tan grande que sin ningún problema abarcaba toda mi cinturita y parte de mis pierna.
Maestro Beto:-pero que bonito está tu dibujo nena, me gusta mucho.
Mientras me decía esto pude sentir como su mano bajo por mi vestido y comenzó acariciarme mis nalguitas por encima de mi vestido, yo solo sentía como las sobaba y no dije nada, pues no tenía idea que había partes de tu cuerpo que no deben tocar para mí era algo como si tocaran tu mano, el continuo con sus caricias mientras me preguntaba cualquier cosa de mi dibujo.
Después pude sentir como bajaba su mano hasta el final de mi vestido y después como iba subiendo poco a poco por debajo de mi vestido deslizando sus toscos dedos por mi piernita, fue en ese momento que me moví un poquito y di dije como riéndome.
Yo:- ¿Por qué mete su mano debajo de mi vestido?
Él cómo que se sorprendió por mi reacción y mi pregunta y después dijo.
Maestro Beto:- es que quería sentir como se siente tu calzoncito a ver si es suave ¿me dejas?
Yo asentí con mi cabeza y regrese a mi posición, el rápidamente metió su mano por debajo de mi vestido y se apodero de mis dos nalguitas, pues su mano era tan grande que abarcaba las dos sin ningún problema, comenzó acariciarlas pero ahora más enérgicamente me acariciaba y me apretaba una y después pasaba a la otra y hacia lo mismo, mientras me hacía preguntas de mi dibujo.
Maestro Beto:- ¿y dime como dibujaste este y porque lo pintaste así?
Pude sentir como pasaba dos dedos por en medio de mis nalguitas sus dedos eran tan grandes que abrían mis nalguitas a su paso, esto también provocaba que mi calzoncito se metía en medio de ellas dejando un poco descubiertas mis nalguitas, podía sentir como sus dedos ásperos y rudos las recorrían, al ser mi piel tan suave y sus dedos tan ásperos los sentía como si fueran lijas, al contacto con las partes destapas de mis pequeños glúteos, podía sentir su respiración agitada y su olor a sudor, polvo y mugre que emana, el continuo acariciando sus nalguitas hasta que saco su mano de mi vestido y me dijo.
Maestro Beto:-tengo los huevos llenos de crema para ti, que siento que me van a explotar, pero ya no debe tardar en bajar tu mama, bebe ¿Por qué no me enseñas tus calzoncitos que color son quiero verlos?
Entonces con mis dos manitas levante mi vestido para enseñarle mi calzoncito color blanco, el pelo los ojos y rápidamente saco sus celular.
Maestro Beto:-así déjatelos levantados mi amor deja te tomo unas fotitos.
El comenzó a tomar unas fotos mientras yo obedecía y mantenía mi vestido levantado, después pude sentir como metió su mano en medio de mis piernas por enfrente y toco con su dedo mi pequeña vaginita, esto me provoco a mi una sensación como de cosquillas por instinto baje mi vestido y eche un poquito mis caderas para tras y lance una sonrisita.
Maestro Beto:- ¿te gusta cómo te toco verdad zorrita?
Me dijo esto al ver mi reacción y mi sonrisita y lo único que le dije fue.
Yo:- es que me hace cosquillas con sus dedos.
Maestro Beto:- si de verdad que vas a convertirte en una zorrita, y yo seré el encargado de eso.
Yo lo mire con ojos de curiosidad y le pregunte.
Yo:- ¿Qué es zorrita?
Maestro Beto:- es lo que tu serás Laila serás mi zorrita, es como yo les digo a las niñas muy bonitas y que son muy obedientes como tú, pero esa palabras solo yo te la puedo decir yo tu no la vayas a repetir, ok.
Yo acento con mi cabecita a lo que el maestro Beto me decía terminando de decir esto se escuchó como se cerró la puerta de la azotea seguido de los pasos que avisaban que me mama estaba bajando las escaleras, el maestro Beto rápidamente se puso de pie y casi corriendo se volvió a meter al baño, justo cuando acababa de entra mi mama termino de bajar las escaleras y llego hasta donde yo estaba, el resto de la tarde se desarrolló de forma normal.
A veces intento imaginar lo que pasaría por la mente del maestro Beto, el siendo seguramente un pedófilo amante de las niñas se había encontrado con una niña hermosa de esas que solo veía en televisión o catálogos de moda infantil, la cual lo dejaba que la manoseara y era obediente y más que nada sabía guardar secretos vaya todo un regalo para él, sumándole también que era muy inocente a mis 5 añitos.
A partir de ese momento los siguientes días fueron igual, el maestro Beto llegaba y se ponía a trabajar y en cualquier momento de descuido de mi mama ya sea que salía por algo al patio, pasaba al baño, hablaba por teléfono o cualquier cosa que la alejara lo suficiente de mí, lo aprovechaba el maestro Beto para tomarme alguna foto o simplemente tocarme mi traserito siempre por encima de mi vestido para mí esto también se estaba volviendo normal, y yo seguía guardando el secreto de lo que el maestro Beto me hacía.
Supongo que para el maestro Beto los día debieron ser desesperantes, pues se podía decir que me tenía al alcance de su mano, esto no era si, era como la frase tan cerca y sin embargo tan lejos, pues ya que mi mama no me dejaba mucho tiempo sola, esto me imagino lo desesperaba porque hubo un día donde no se me pudo acercar casi nada, esto supongo lo llevo a tramar un plan, el mismo que ejecuto un día que papa no estaba en la ciudad.
Era un día como cualquier otro yo jugaba con mis muñecas y mi mama cortaba verdura para la comida cuando el maestro Beto salió de baño y dijo.
Maestro Beto:- disculpe que la molestia señora, pero mire que me salió un pequeño inconveniente.
Mama:- dígame maestro Beto que pasa.
Maestro Beto:-pues vera señora es que estuve checando y su baño va a necesitar ciertos codos y clavos de concreto que no tengo y una cinta aislante, pero esas cosa solo las venden en home depot, y la verdad yo no tengo carro para ir hasta haya y bueno si se necesitarían ahorita, porque si no ya no podré hacer nada por el día de hoy.
Mi mama se quedó pensando por un momento hasta que contesto.
Mama.- está bien maestro pero va tener que cuidarme a Laila mientras voy por sus cosas y anotármelas en un papel porque ya sabe que yo de esas cosas no conozco, y también voy aprovechar para comprar algunas cosas que me faltan en la cocina.
Supongo que para sus adentros del viejo pedófilo esas palabras eran música para sus oídos, el inmediatamente dijo.
Maestro Beto:- claro señora usted vaya y yo le hecho un ojito a Laila, usted no se preocupe.
Supongo que mi familia le tenía gran confianza al maestro Beto pues mi mama comenzó a alistar sus cosas para salir, sin imaginar que iba a dejar a su preciosa hija en las manos de un pedófilo, y para el maestro Beto era como si un niño adicto al dulce le dejaran abiertas las puertas de la dulcería, pero para esto mi inocencia seria el platillo principal en el festín del pedófilo del maestro Beto, (o que piensan ustedes), mi mama salió dándome la misma indicación que siempre me portara bien, que le hiciera caso al maestro Beto y lo obedeciera y salió cerrando la puerta y dejándome en la garras del suertudo viejo panzón de don Beto.
Ese día estaba vestida con un vestido blanco completo, de manga larga, con adornos bordados en blanco de la parte de arriba el vestido era tipo falda pegada que me llegaba hasta la mitad de mi piernitas levantado de la pierna izquierda en estilo de V, y en la parte de arriba de la V un moño blanco, mi cabello amarado con una cola de caballo y mis zapatillas blancas, mis calzoncitos eran blancos con letras en color arcoíris de Little pony y sus personajes.
Apenas cerró la puerta mi mama y el maestro Beto se acercó rápido a la puerta y miro por la ventana supongo que vigilando que mi mama se fuera, se pudo escuchar como hecho andar el coche y salió, todavía el maestro Beto se quedó vigilando unos minutos y después volteo a verme con una mirada que casi me comía, me veía de pies a cabeza supongo que no creyendo su suerte que tuviera ese hermoso ángel a su disposición y después dijo.
Maestro Beto:-Laila pequeña te tengo una sorpresa espera aquí no te muevas.
Fue al baño que estaba remodelando y trajo consigo lo que parecía era un Tablet.
Maestro Beto:- mira he visto que te gusta jugar jueguitos en tu Tablet, yo traje la mía que tiene un juego muy divertido, ¿quieres que te la preste para que lo juegues?
Yo asistí con la cabeza, era verdad que tenía mi propia Tablet, pero los juegos que esta tenía ya me aburrían entonces la curiosidad me gano.
Maestro Beto:-bueno pero vente vamos a jugar a tu cuarto, ahí te voy a decir de que va a tratar el juego mi pequeño ángel.
Me tomo de la mano y caminamos hacia mi cuarto, podía sentir lo áspero de sus manos y lo fuerte que era nada que ver con la mano de mi papa, al llegar al cuarto me dio la Tablet misma que ya tenía un juego y me dijo.
Maestro Beto:-mira este juego van a ir bajando cuadritos y tú los tienes que acomodar por color y ya eso es todo si lo hacer ganas, pero como yo sé que tú eres una princesa muy inteligente lo pondré un poco más difícil, te vas acostar en tu camita, y tienes que jugar ahí acostada.
Por mi parte dije que si me quite mis zapatillas y me subí en la cama y me acosté boca arriba asiendo aun lado muchos peluches que tenía sobre mi cama, el maestro Beto se quedó en silencio y después dijo.
Maestro Beto:- que bonito es tu cuarto muñequita, tiene impregnado tu aroma por todas partes, con que así es el cuarto de una nena rica, nunca había estado en uno, en tu propio cuarto te voy a convertir en mujercita ya verás.
Muchas de las palabras que decía el maestro Beto no las entendía pero era cierto mi cuarto era muy bonito en típico cuarto de una nena de 5 años, había peluches y dibujos por todas partes una mesita de perfumes mi guardarropa y fotos mías de más niña y con mi familia, esto parecía gustarle al maestro Beto ya que miraba a todas partes mientras con su mano ya se tocaba justo en medio de su pantalón como lo hacía cuando trabajaba en el baño, después de esto me volteo a ver y de nuevo dijo.
Maestro Beto:- mira Lailita, lo primero que voy hacer es que te voy a preguntar algunas cosa y quiero que me las contestes mientras estas ahí acostadita.
El saco de su bolsillo su celular y supongo que comenzó a grabar me enfocaba a donde estaba acostada y mi recorría de pies a cabeza, después comenzó con sus preguntas.
Maestro Beto:-¿Cómo te llamas?
Yo.- Laila
Maestro Beto:-¿Cuántos años tienes?
Yo:-tengo 5 años.
Maestro Beto:-¿en dónde estamos?
Yo:- en mi cuarto, en mi casa.
Después de esto bajo su celular y me dijo.
Maestro Beto:-muy bien Laila juegas muy bien, yo sabía que eras muy buena jugadora, ahora lo siguiente es más fácil solo te voy a decir algunas cosa y tú tienes que contestar que si a todo lo que te diga.
Asentí con mi cabeza y continúo el juego el viejo depravado.
Maestro Beto:-¿dime te gusta que te toquen los viejos?
Yo:-si
Maestro Beto:-¿eres una zorrita?
Yo:-si
Maestro Beto:-¿vas a deja que te coja por todos tus agujeritos hasta que queden mis huevos secos de semen?
Yo.-si
Maestro Beto:-¿vas a dejar que te cojas mis amigos y cualquier viejo que quiera descargar su semen en tu lindo cuerpo?
Yo:- sí.
Todo esto lo decía mientras el continuaba grabando con su celular la verdad yo no entendía ninguna de las cosas que me decía todas esa palabras eran extrañas para mí solo le seguía el juego, el bajo el celular nuevamente y dijo.
Maestro Beto:-muy bien Laila era muy buena en este juego ahora comienza la última parte y la más difícil, cuando yo levante mi mano quiero que levantes tus rodillitas y te quedes así, después comienza a jugar el juego de los cuadritos, por ningún motivo tienes que dejar de jugarlo o mirar a otra cosa que no sea la pantalla, solo si yo te pregunto tienes que contestar, mientras te voy a estar haciendo cosquillitas en tu cuerpo pero ya te dije no tienes que dejar de jugar o mirar la pantalla o pierde.
Igual que siempre yo asistí con mi cabecita y el comenzó a grabar de nuevo, levanto su mano y yo hice lo que me había dicho levantado mis rodillas quedando acostada aun boca arriba pero con las rodillas levantadas sostenidas por mis pies, supongo que deje a la vista mi calzoncito por la parte d enfrente pues el viejo hizo una expresión como de picante, y dijo.
Maestro Beto:-pero que lindos calzoncitos, se ven que están súper suavecito y dime que figura es lo que traen como se llama.
Yo:- son de Little pony
Maestro Beto:-pero que delicia, bueno ahora concéntrate en tu juego princesa.
Hizo lo que me dijo y comencé a jugar, aunque el juego era un poco lento, comencé a escuchar unos sonidos como de un cinturón sin querer voltee y pude ver como el maestro Beto se estaba quitando su pantalón y quedando solo en un tipo calzón que se notaba sucio, por curiosidad y sorpresa le pregunte.
Yo:-¿Por qué se está quitando su ropa Maestro Beto?
Maestro Beto:-quiero estar cómodo para jugar princesa, además tengo algo de calor, pero que te dije que solo vieras tu juego, ya no voltees más o si no pierdes.
Hice caso a lo que me decía el maestro Beto y concentre mi atención en el juego mientras el maestro Beto seguía en la suyo, después pude sentir como se subió a la cama, pude sentir como se bajó y comenzó a rechinar por los ruidos provocados por el peso del viejo ya estaba muy gordo, después pude sentir como bajo un poco más mis falda y dijo.
Maestro Beto:-pero que delicia pequeña, mira nada más lo que tenemos aquí.
Comenzó a pasar sus dedos por encima de mi calzoncito tocando mi vaginita por encima, por mi parte volví a sentir esa sensación como de electricidad, como cosquillas pero diferentes, soltaba pequeñas risitas. Después pude sentir algunos movimientos y algo de frio justo en mi vaginita, el maestro Beto había hecho a un lado mi calzoncito y ahora estaba mirando directamente mi vaginita.
Maestro Beto:-mi princesa que belleza justo como me la imagina pequeñita y bien rosita, déjame tocarla a ver si es suavecita.
Al contacto de su dedo con mi vaginita di un pequeño saltito era la primera persona ajena a mi madre que tocaba esa parte de mi cuerpo, podía sentir su dedo áspero y grueso recorrer toda mi vaginita, hubo un momento en que hizo precio como intentando meter su dedo eso me causo un poco de dolor y lance un pequeño quejido.
Yo:- haaayy
Maestro Beto:- estas bien cerradita princesa, voy a tardar en abrirte, pero te terminare rompiendo todos tus agujeritos ya verás.
Esa palabra me asusto un poco más por el dolor que había sentido, no entendía mucho de lo que me decía pero eso de romper claro que lo conocía y me dio un poco de miedo, después el viejo quito su dedo de mi pequeña vagina, pero solo unos segundos después sentí una sensación diferente otra vez era el contacto con piel pero diferente no se sentía áspero se sentía caliente, duro y mojado, al contacto con mi vaginita se sentía que se pegaba y como que me dejaba un poquito mojado.
Maestro Beto:-mmmmm. Princesa, que sensación, te gusta sentir la verga en tu vaginita verdad, que suavecita es y tu carita de ángel, mmm no tardara en bañarte de semen.
Yo me daba risa todo lo que decía pero seguía concentrada en el juego, el comenzaba a mover de arriba abajo esa cosa caliente y dura por toda mi vaginita, la pasaba de un lado a otro de arriba abajo mientras lanzaba suspiros, hubo un momento que sentí una ligera precio de esa cosa en mi vaginita y me dolió un poco.
Yo:-haaayy
Seguido de otro empujón más fuerte.
Yo:-haaayyy
Después hizo un empujón aún más fuerte y pero esta vez no retrocedió siguió haciendo precio, yo sentía como si me estuviera empujando con algo en mi vagina.
Yo:-hay, hay,hay,hay, haaayyy
Maestro Beto:-ufff, que sensación estas bien cerradita voy a necesitar de más tiempo para abrirte y cogerte, ya eso lo are después ahora solo gozare lo que me queda.
Pude sentir como soltó mi calzoncito y metió debajo del esa cosa caliente y dura, quedando aprisionado entre mi vaginita y i calzoncito, la dureza y lo caliente que estaba se sentía por toda mi vaginita, después él se ladeo como poniéndose sobre mí pero sostenido por sus piernas y sus brazos, la panza del maestro Beto colgaba hacia abajo esto ocasionó que bajara un copo más la Tablet quedando casi pegada a mi cara, pude sentir de nuevo su olor a sudor y polvo, después comenzó a moverse arriba de mí, mi cama comenzó a moverse y a rechinar como nunca la había escuchado.
Maestro Beto:-aaaa si bebe es como si te estuviera cogiendo, es como si te estuviera cogiendo, que sensación se siente, puedo sentir tu piel de seda en mi pene, aaaa.
Sus movimientos eran cada vez más rápidos mi cama se movía más y más y algunos peluches comenzaron a caerse de ella, podía sentir como su cosa iba e arriba abajo por toda mi vaginita, comenzó a sentirse más fuerte el aroma a sudor y un aroma diferente que hasta ese momento nunca había olido en mi vida.
Maestro Beto:- o sii bebe ya no resisto más tomaaaaa.
Terminando de decir esto pude sentir como recargo un poco más su pesado cuerpo en mí y luego una sensación de un líquido caliente se me vaciaba dentro de mi calzoncito y corría por mis pliegues de mi vaginita, era como si quemara mi piel de lo caliente que estaba, pude contar como 4 chorros y después el viejo se desplomo aun lado de mi cansado y bufando.
Podía sentir como me eso caliente por toda mi vaginita y mi ingle como resbalaba hasta llegar algunas gotas al nacimiento de mis nalguitas yo me quede inmóvil aun viendo la pantalla de mi juego mientras el viejo resoplaba, me sentía mojada de la parte de abajo.
Maestro Beto:-uuufff, fue maravilloso mi amor, estuvo muy ri.
Antes de terminar su frase se escuchó como se estacionaba un carro afuera de mi casa, el maestro Beto se levantó como rayo, tomo su ropa y me quito la Tablet y así sin pantalones salió corriendo y cero la puerta del baño donde él trabajaba, se escuchó que abrían la puerta, era mi mama la que entraba, dentro del baño se empezaron a escuchar sonidos como si el maestro Beto golpeara algo y después mi mama hablo.
Mama:- ya llegue maestro Beto ya traje sus cosas.
Maestro Beto:-ya salgo en un momento deje término algo aquí.
Mama:- Laila hija donde estas.
Yo:- aquí mami en mi cuarto
Mama:- que haces haya sal te compre fruta.
Como pude me senté sentía mojado mi calzoncito y cada vez que me movía sentía como el líquido pegajoso que me había dejado el maestro Beto se especia por mis piernitas, me acomode mi ropa que estaba subida y después me puse mi zapatillas y Salí en cuanto mi mama me vio dijo.
Mama:- niña que haces en tu cuarto mira nada mas como vienes de acalorada estas bien rojita.
No me había percatado pero era cierto estaba rojita como un tomate pero no era porque estuviera caliente mi cuarto era por tener encima de mí al maestro Beto, mi mama me dio mi fruta y me fui al sofá a comerla, mientras caminaba sentía como mis piernitas se sentían pegajosas, pero como poco a poco con la ayuda de mi ropa interior se iba secando ya sea en mi calzoncito o en mi pierna, el maestro Beto salió como si nada, también algo sudado pero en él no se notaba tanto por su color de piel oscuro, mi mama le pregunto que como me había portado y él dijo que bien que como si no estuviera nadie, la tarde trascurrió como si nada al final del día el maestro Beto se despidió como si nada, ya en la noche mientras mi mama me leía un cuento ya acostada ella no podía imaginas que no hace muchas horas en ese cama su nena había estado a punto de ser violada por un viejo pedófilo quien me había llenado con su semen en mi propia cama, y que mis peluches eran testigos silenciosos de lo que había pasado….
Continuara………………..
Dulce….Luna
Déjame tu opinión besitos.
Hola Amiga, la verdad me gustó muchisimo tu relato.
Por favor continualo porque la verdad escribes muy bien. Muchas Gracias por compartirlo.
Que linda inocencia tan bien prevalecida, me encanta! Es mi fantasia que me hubieran iniciado asi de una forma tan sucia pero tan inocente, al punto de grabarte y tomarte fotos pero que fuera totalmente normal y divertido.
Hola, me encanta el relato, espero con ansias la continuación.
Excelente relató porfavor continúa.