INICIANDO A DOS LINDAS MUÑEQUITAS
Sucedió hace más de treinta años, administraba un negocio y todos los días una hermosa niñita pasaba por el frente del local y no disimulaba sus coqueteos.
Está hermosa muchachita, a mi juicio tendría unos 11 o 12 años, blanquita, su pelo largo y mono, muy bien formadora, ya sus teticas se le notaban claramente en los vestiditos que siempre lucía, sus piernas largas y bien torneadas hacían volar mi imaginación, todo un manjar provocativo. Por lo regular pasaba en la mañana, yo levantaba mi mano en señal de saludo y ella me daba una gran sonrisa y con su manito me respondía; así pasaban los días hasta que un día me animé a hacerle una indicación para que entrara, sin pensarlo entro y me dijo hola, hola bonita le respondí, veo que pasas todos los días, hacia donde vas?
– voy al trabajo de mi mamá.
– a qué bien, me encanta verte pasar tan hermosa y sensual todos los días
Sonrío y bajo su mirada con algo de vergüenza
– gracias, pero no soy bonita.
– claro que sí, además tienes un cuerpo hermoso, si tuviera unos años menos de seguro te pediría que fueras mi novia.
Me miró con sorpresa pero por su expresión corporal me di cuenta que mi comentario le agrado.
– pero si tú te ves muy joven, algo mayor pero eso no sería problema.
Mi corazón latía a mil, este bocadito me estaba dando la entrada, sin dudarlo cogí su manito y le dije:
– de verdad crees que podríamos llegar a tener algo? Nada me daría más gusto, lo malo es que al ser tu tan pequeña y yo mucho mayor que tu podríamos tener problemas, en especial yo.
Se acercó a mi, puso su otra mano sobre la mía y me dijo:
– nadie tiene porqué saberlo, solo tu y yo, tú me gustas mucho y yo estoy dispuesta a todo.
Fue algo instantáneo, tuve una erección que por poco me rompe el pantalón, la tenía tan cerca que tuve la tentación de darle un gran beso y acariciar su tembloroso cuerpo, pero me contuve, cualquiera podría entrar al local y por supuesto no sería bien visto, entonces le dije:
Que bien, ya eres toda una mujercita, no es bueno que alguien se entere de lo que pueda pasar entre nosotros, menos tu familia, de verdad que tengo unas ganas locas de darte un beso, mejor dicho comerte a besos.
Se sonrojo, apretó mi mano, me lanzó una mirada entre ingenua y pervertida y me dijo:
– de verdad me comerías….a besos? Como sería eso?
Mi excitación aumentaba cada segundo, me acerque a su oído y le murmuré:
– me gustaría mostrartelo, pero aquí no, sabes dónde vivo, porque no pasas más tarde y te lo explico.
Sentí su agitación, apretaba más mi mano y se puso algo temblorosa,
– pero no puedo demorarme mucho, me llamarían la atención en la casa.
Ya era mía, no podía perder esta oportunidad,
– te espero entonces a las seis, no me falles.
Le di un beso en la mejilla como despedida, ella salió con su caminar coqueto y me lanzó un beso con su mano.
Seis y diez , me matan los nervios y la ansiedad, abro la puerta y justo estaba llegando,
– pasa, pensé que ya no venías.
– me tuve que escapar, no puedo demorarme.
La tomé de la mano y la arrastré hasta el sofá, la senté en mis piernas, tome su carita con mis manos y le di un gran beso en los labios, besaba sus mejillas, su cuello, ella me abrazaba temblando, yo continúe besándola, su boca me ofrecía su ingenuidad pero también su deseo, mis manos recorrían su espalda llegando al inicio de su lindo culito, su respiración al igual que la mía se aceleraba ,
– te dije que te iba a comer a besos, voy a recorrer cada parte de tu cuerpo.
Ella no decía nada, solo se entregaba con los ojos cerrados a sus instintos que despertaban, seguí besando su cuello, mis manos ya acariciaban sus piernas, poco a poco metía mi mano bajo su vestido e iba subiendo cómo también subía mi excitación, la moví un poco a fin de que sintiera lo duro de mi verga, efectivamente lo sintió, empezó a contonearse, ya sus manos trataban de acariciarme por todos lados, cuando mi mano llegaba a su coñito ella abrió sus piernitas para permitirme más acción , estaba mojadito su calzon, con mi dedo masajeaba su rajita, gemiditos escapaban de su boca, con mi otra mano acariciaba sus teticas, que delicia, mi verga estaba por reventar, sin decirle nada la levanté, la puse de pie y le baje su vestido, como imaginaba no tenía sujetador y ver aquellos senitos incipientes aumento mi lujuria, la acosté en el sofá, quite su pantaleta y me deleite con el aroma de sus jugos, aún no abría los ojos, separe sus piernas y me sumergí en ese tesorito libre de pelitos, mi lengua acariciaba sus labios vaginales y ella cogía mi cabeza como queriendo enterrarla dentro suyo, se contorsionaba con cada chupada que le daba, parecía un manantial y yo feliz deleitándome con sus jugos, mis manos apretaban sus pezones, no aguante más y baje mi pantalón, solté esa bestia que rugía y ansiaba penetrar ese chochito virgen; justo en ese momento ella abre sus ojos y al ver mi verga dice:
– me piensas meter todo eso? Me dolerá .
– no tengas miedo, te lo haré con mucha ternura y de seguro te va a gustar.
Acomode la punta en su rajita y poco a poco la cabeza fue entrando, sus manos agarraban mi espalda, con mi mano movía mi verga para ayudarla a entrar, entro algo más y un gritico de ella me indico que quizás había roto su barrera, empecé un mete y saque lento, besaba sus teticas, su cuello, su boca, ella puso sus manos en mi culo y empujaba como queriendo más, yo estaba muy cerca, seguía en mi mete y saque, nuestros cuerpos se entrelazaban entre el dolor, el deseo y el gozo, ya no podía contenerme, mi leche salía a borbotones, aproveche y le di mi última estocada, sus uñas se clavaron en mis nalgas, seguí bombeandola sin piedad , mi verga seguía tan dura como al principio, tal vez por sentir lo apretado de su coñito, en un momento se sacudió de tal manera que hasta me asuste un poco, la tenía toda adentro y aún así empujaba como queriendo más, ya sus gemidos eran gritos..
– siiiiii, siiiii, riiiico, metemela toooodas, aaaaafff, me orino, me orinooo, dale papito dale.
Yo seguía machacandola sin piedad, metí mis manos bajo su culo y la levantaba, sus piernitas se entrelazaban en mi trasero, y llegó otro, la volví a taponar de leche, no pude aguantar un grito de emoción y placer, la bese queriendo con mi lengua explorar todo su interior, fue el mejor sexo de mi vida.
Qué delicia de relató me gustaría tener una nena así para mí, sigue relatando
Que rico relato…me puso a full
que lindo la hiciste iniciarse, las nenitas son lo más rico que hay
Excelente relato.
Hola que rico relato pero en el título dices dos lindas muñequitas y en tu relato solo hablas de una jeje espero tenga una segunda parte
Gracias por los comentarios, claro que hay una segunda parte, mucho más lujuriosa, pronto la subiré