LA NENA DEL RIO
Cómo acostumbro en mis relatos no me extiendo mucho en descripciones personales de los personajes, ni tampoco de los lugares , pues bien, esto sucedió hace muchos años, en mi pueblo….
Acostumbraba ir muy seguido al río, ya sea a bañarme o de pesca, una mañana me encontraba paseando por la orilla, cuando veo que una nenita se encontraba en el río, eso sí en la orilla ya que es muy profundo y corrientoso, con una especie de camisón blanco, se bañaba, por curiosidad me acerque y pude notar que no llevaba nada debajo del camisón, se podían notar sus incipientes senos, unas piernas muy bien torneadas, y un cuerpo que para su edad (tal vez unos 12 años) era de admirar. Al percatarse de mi presencia, solo atino a saludar y su hermosa sonrisa hizo que entrara en confianza, para nada se incomodaba por qué la observaba fijamente, en especial sus teticas, al contrario levantaba sus brazos y se echaba más agua haciendo que el camisón resaltará más su figura al pegarse a su cuerpo. Hola le dije, que haces por aquí tan solita, volvió a sonreír y me dijo, vengo a recoger agua para mi casa y de paso me baño, vivo por acá cerca, yo no podía dejar de verla, estaba embelesado con la belleza de su cuerpo , Miles de pensamientos obscenos llegaban a mi mente, ella seguía como si nada, cogio un par de canecas y empezó a llenarlas, me acerque aún más con la intención de ayudarla, déjame ayudarte le dije, nuevamente su linda sonrisa me cautivo, gracias dijo, yo cogí las dos canecas y las retire de la orilla, ella salió y sin más se quitó el camisón y se puso otro seco, comprobé que no tenía nada debajo, me quedé embelesado viéndola y ella solo sonrió, eres una nena muy linda le dije, y un poco más atrevido, tienes un bello cuerpo y tus teticas son divinas, nuevamente sonrió pero esta vez con algo de malicia y coquetería, de verdad le gustan mis teticas tan pequeñas? Dijo, ya en ese momento me encontraba invadido por el deseo, mi erección era inocultable y ella lo noto, me acerque a ella y le dije, son las tetas más hermosas que haya visto, tengo un deseo inmenso de acariciarlas y besarlas, me dejarías? Pero aquí no me dijo, alguien podría pasar, mejor vamos a mi casa, solo está mi hermanita menor, sin pensarlo cogí las canecas y le dije vamos, ya quiero llegar. Caminamos como unos quince minutos y de camino me contó que vivía solo con su mamá y hermanita, que su madre salía muy temprano a trabajar y regresaba hasta la tarde, llegamos a una casita con paredes de barro y madera, su hermanita estaba en la puerta, solo llevaba puesto un calzoncito, mi arrechera aumento, pasamos y ella se deshizo de su camisón y quedó totalmente desnuda, mi verga estaba a reventar, me acerco una silla y me hizo sentar, se paró frente a mi y puso sus manos en mis hombros, ahora sí quiero que me besepor dónde quiera dijo, yo no salia de mi asombro, todo ese gran banquete a mi disposición, mire a la hermanita y con un gesto le di a entender que con ella que pasaba, no se preocupe me dijo, ella no dirá nada, no lo dude y empecé a besar sus teticas, que manjar, sus pezones paraditos me indicaban que estaba excitada, literalmente me las comía, mis manos exploraban su espalda, su culito paradito, busque su boca y empecé a besarla lleno de deseo, mi lengua se entrelazaba con la de ella, ella llevo su mano a su sexo y empezó a acariciarse , echaba su cabeza hacia atrás y sus gemidos me indicaban que estaba próxima al éxtasis, yo besaba su cuello, sus tetas, mis manos apretaban su culito, uno de mis dedos busco su ano y ella arqueo su espalda y saco su culito como invitandome a invadirlo, estaba tan ensimismado que no me percate que la hermanita se había quitado el calzon y se estaba tocando, ese fue mi límite, mi verga me dolía de lo dura, quería salirse de mi pantalón, cogí a mi presa la levanté, la descargue sobre una mesa que había y me sumergí en su conchita que ya estaba bastante inundada de sus jugos, me comí cada gota, mi lengua exploraba las entrañas de su chochito, ya sus gemidos pasaron a ser gritos de placer, no aguante y baje mi pantalón para que ese monstruo sediento de sexo dejara de dolerme al quedar libre, seguí en mi tarea chupando esa rica chichita y bebiendome cada gota de su leche, cuando de repente siento que me besan la verga, miro y la hermanita estaba agachada queriendosela meter a la boca, dale nenita, chúpamela le dije y empezó a darme una brusca pero deliciosa mamada, mi calentura estaba al límite, me agache y levanté a la nena y la puse acostadita al lado de la hermana, mientras con mi dedo daba placer a la mayor, a la otra me le comía su coñito cerradito y abultadito, ambas gritaban, ambas parecían gusanitos retorciéndose de placer, pero mi verga ya quería estar dentro de sus chochitos, así que jale de las piernas a la mayor, las puse sobre mis hombros y mi verga apunto directo a su rajita, con mi mano apuntalaba suavemente buscando penetrarla, empuje un poco y ya estaba media verga dentro de ella, ella arqueaba su cuerpo como pidiendo más, suave muy suave metía y sacaba, ufffff que deliciiiia, siiiii asiiii me decía, que riiiico, y le termine de meter mi verga en una sola estocada , ella cogía a su hermanita y la apretaba, reprimia sus gritos pero su calentura estaba al máximo, para no descuidar a la hermanita con mis dedos tocaba su rajita, metiendolos un poco, no sabría quien era más feliz, si ellas o yo, seguí bombeando lentamente a la mayor, mi verga se deslizaba por su coñito libremente gracias a sus juguitos y que al parecer no era su primera vez, me gano la arrechera y sin poder contenerme la penetraba sin piedad, le daba tan duro que pensé que la mesa se iba a romper, ella gritaba, rasguñaba la mesa, se apretaba sus teticas, parecía un manantial, sus fluidos resbalaban por mis piernas, mi verga se endureció tanto que aunque me vine dejándola inundada de semen no se ablandaba, y seguí dándole sin parar, en esas la hermanita coge mi mano y hace que mi dedo entre completamente en su húmedo coñito, saque mi verga y cambiando de lugar la enfoque en la rajita de la menor, tal vez por lo mojada que estaba tanto mi verga como la rajita de ella entro la cabeza y algo más de una, separé bien sus piernitas y empecé con el mete y saca, aún no se lo metía todo pero ya gritaba, no sé si de dolor o placer, pero esto hizo que mi calentura aumentara y de un empujón la penetre profundamente, un grito desgarrador se escuchó pero yo no me detuve, ya estaba muy cerca de venirme y solo pensaba en llenar ese chochito de leche, me dolía la verga de lo apretada que estaba esa rajita pero no me importaba, algunos bombazos más y la jale hacia mi ensartandola toda y llenandola de leche, no me moví hasta que sentí que ya salía la última gota, la saqué y ellas quedaron como en un trance, no se movían, mi leche escurría de sus chochitos, subí mi pantalón y como despedida besé sus teticas, quedaron inmóviles sobre la mesa, saliendo me encontré con una mujer con un cuerpo majestuoso, te divertiste? Me dijo, me hubiera gustado participar pero te quiero para mi solita, me guiño el ojo y entro a su casa, por poco y me quedo a vivir ahí.
¡Bueno! ¡Bueno! ¡Bueno! Si, así. Tres veces bueno. Rápido la continuación por favor. Estas historias donde las nenas de pocos años son protagonistas principales, y más si cuando tienen sexo lo hacen con mayores.
Muchas suerte . Excelente tu relató.
Nada mejor que una joven putita buscando el placer de un adulto.
Si se me diera bien escribir……
Gracias por los comentarios, son historias con una mezcla de realidad y de ficción, ya vendrán otras.
Si, si, qué vengan otras, pero no por ello dejes de continuar con la historia de la nena del río. Y pronto por favor. Gracias.
Delicioso, espero haya continuación, bien cachondo, felicidades, sigue escribiendo amigo.
Excelente relato. No te demores mucho en continuarlo.