Rocío Matutino
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por sallette.
Hola soy Sallette, hace mucho que no subía un relato, este es uno real espero les agrade.
Una mañana después de una noche de fogosidad penetrante, me desperté y viéndolo tan bello, hermoso y sensual, me acerqué y lo besé en su boca.
Ambos estábamos desnudos así que el empalme de nuestra piel aún es cálido y adormilado, solo cubiertos con una sábana azabache de seda, él empezó a besarme con esos besos obscuros que me encantan.
Se puso encima de mí y le vi los ojos obnubilados por el deseo, aclarando que es un deseo mutuo, empezó a palpar mi cuello muy suavemente recorriéndolo centímetro a centímetro con su lengua llegando hasta las orejas donde las mordisqueó suavemente.
Seguidamente me chupó las orejas tirando de ellas con los labios, notaba su deseo en cada respiración, por lo que mis escalofríos se desbordaban.
Retornó a mi boca y me penetró con su lengua para que yo pudiera atraparla, chuparla y saborearla.
Me levanté sutilmente entregándole mis tetas, no son muy grandes pero sí redondas, con pezones erectos y duros, se los entrego directamente en su boca sabiendo que me encanta que los sorba y los mordisquee.
Me vuelve loca lo que me hace, empieza a lamer mi pezón derecho y con su mano me acaricia la otra teta, apretándola toda y pellizcándome el pezón, yo gimo de placer y logra lo que nadie ha podido alcanzar, mi pene se erecta, sus 4 centímetros están en todo su esplendor.
Vuelve a besarme en la boca y pasa su lengua por mi cuello de nuevo pero esta vez bajando hasta mis pezones, me los deja bien paraditos, limpios y duros con su lengua y poco a poco va bajando por mi cuerpo hasta mi ombligo, mete su lengua dentro dando movimientos circulares me hace cosquillitas.
Justo después se coloca para restregarme su verga por todo mi cuerpo, mirándonos fijamente a los ojos, le noto la pasión en su mirada.
El masaje que me está haciendo me encanta y poco a poco baja hasta mi pene, que más bien es clítoris grande.
Chocando su enorme verga con mi clítoris y con mis bolitas, es avasallador ante tales miniaturas, pero delicioso.
Un segundo después, se pone aceite por todo su cuerpo, especialmente en su verga y en su barriga.
Abro las piernas para que pueda colocarse cómodamente.
Primero pasa sus manos por mi verguita y empieza a masturbarme.
Me encanta ponerle mi clítoris entre sus manos grandes, ya que se pierde en ellas y hace que me sienta en las nubes.
Con sus manos aprieta mis tetas y empieza un masaje a manera de redondeces muy suave, las sensaciones son más intensas pero mi amiguito sí que está bien despierto jijiji.
Me levanto montando a mii macho, de tal manera que mi espalda y mis nalgas quedan en su cara, con mis senos tomo su verga 20 centímetros de carne poderosa y dura, y la masturbo.
Saco la lengua y con el sube y baja de mis tetas empiezo a lamer la punta de esa hermosa verga aprisionada en mi regazo, que ya empieza a sacar un poco de ese líquido pre seminal que tanto me gusta, y con mi lengua lamo todo ese delicioso fluido.
Me coloco, él se tumba debajo de mí, con la mano le tomo la verga y empiezo a acariciarla suavemente.
Le comienzo a hacer una masturbación, primero lenta pero apasionada, con la otra mano le acaricio los huevos notando que poco a poco se está llenando de la leche, esa leche que quiero tragar sin desperdiciar nada.
Cuando tiene la verga bien dura, acerco mi boca, abriendo al máximo y poco a poco me la meto una vez dentro la voy mamando, cada centímetro de esa verga en mi boca, Le doy una mirada con su verga entera en mi boca y volvemos a ver la pasión que hay entre los dos y empiezo a lamer todo el tronco con la lengua.
Voy dejando todo su pene húmedo, como a mí me gusta, bajo hasta los huevos y se las como enteros chupando intensamente.
Le dejo los huevos húmedos.
Lamo los huevos y subo de nuevo por el tronco de su verga hasta la punta.
Le doy un beso a la punta, abro la boca y la trago entera hasta el fondo.
En este momento ya estoy ida y él está encantado de lo que le hago.
Me quedo un rato con su verga hasta el fondo de mi garganta y subo de nuevo.
La mamada que estoy haciendo es lenta pero con mucha pasión, con mucho ardor, muy fogosa, sigo con un sube y baja de la cabeza hasta los huevos; él me acaricia el cabello de mi cabeza, jalándolo suavemente, anunciando su placer y satisfacción que mi boca, mi lengua y saliva le han proporcionado, acelero mis movimientos de sube y baja, los gemidos de placer se escuchan por todo el cuarto, está al límite, salta el primer borbotón inundando mi boca, una leche tibia y espesita con un sabor entre salado y dulce, delicioso, el cual trago rápidamente mientras llegan más… uno… dos… cinco… seis, trago lo más rápido posible y siento como su verga palpita con cada disparo tengo la boca completamente llena de semen que poco a poco me va saliendo por la comisura de mis labios mientras su verga pega hasta el fondo de mi garganta, siento el sabor de su semen.
Y sigo mamándole hasta que un sonoro grito de placer, se escucha, saco un poco su verga para agarrarla con mis dos manos y sigo sorbiendo ese delicioso pene mientras trato que su leche no se derrame fuera de mi boca, la voy tragando hasta que trago toda la dotación de mi macho, con mi lengua voy lamiendo esa enorme verga limpiándola tanto de leche como de mi saliva, dejándola esplendorosa, suave y semi-flácida, mi culito ha respondido con un orgasmo que lo dejó húmedo para continuar la batalla mientras esa enorme y hermosa verga se recupera, mi clítoris tuvo un poco de líquido seminal que él limpio con su enorme mano…
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