El Hoyo / Durante las fiestas navideñas
Espiaba a mi primo y a mi hermano menor.
Esto que contare ocurrió hace unos días. Debido a las fechas navideñas. Mi familia a pesar de virus o lo que sea se reúne cada año para convivir todos juntos. Cómo mi casa es grande la mayoría de la familia vino este año. En casa sólo somos mis papás, mi hermano menor que llamare Ramiro y yo. Ramiro es cuatro años menor que yo. Yo tengo 19 el ya tiene 15. Nunca me había atraído hasta este momento. El diez de Diciembre cómo mi familia es muy devota a un santo que se celebra el día doce. Llegaron ese día para empezar el famoso Guadalupe Reyes una tradición de mi país. Entre ellos mis tío Armando de veintitrés. Hermano de mi papá. Mi abuela. Y mis tíos Monica y Ulises quienes tienen un hijo que llamaré Gerardo de 16. Yo soy una persona muy antisocial. Convivía con ellos por compromiso y no por gusto. Al contrario de Ramiro que siempre le gusta ser el centro de atención y al ser el menor lo conseguía. Él y Gerrado desde muy chicos se llevan bien. Parece más hermano de él que mío. Yo a veces cambiaba palabras con Gerardo pero muy pocas. Los dos adolescentes se quedaron en el cuarto de Ramiro. Todo iba normal como siempre hasta el día doce que teníamos que ir a una iglesia para la celebración del santo. Cómo eramos varios se nos hacía tarde. Al tener sólo dos baños en toda la casa. Era difícil arreglarse. Yo fui la primera en bañarme porque sabía que iba a pasar cómo cada año. Los adultos se metieron a bañar. Y el tiempo nos estaba ganando. Ya arreglada. Escucho a mi tío Ulises decirle a Ramiro y a Gerardo que se metan a bañar de prisa. Eso captó mi total atención. No me imaginaba que aún se bañaban juntos. De pequeños siempre lo hacían pero ya de adolescentes es otra cosa. Gerardo tomo a Ramiro del brazo y se metieron a su cuarto donde había uno de los baños. No sé porque pero en ese momento me entro un morbo por verlos bañarse juntos. No entendía lo que me sucedia.
Paso el tiempo. Ya estaban listos y partimos. Pero yo tenía una curiosidad enorme por el hecho de que se bañaron juntos. No aguante las ganas y me puse a platicar con Gerardo. Discretamente saque el tema y me confirmo que si se bañaron y que cada año lo hacen. No tenia idea de que mi hermanito no era penoso delante de él cuándo conmigo es distinto. Con trabajo y a veces lo puedo ver en calzones. Deje el tema pero tenia bastantes ganas de verlos.
Esa noche pensé en ello sin poder conciliar el sueño. Mi cuarto estaba al lado de ellos. Tenia unas ganas enorme de espiarlos. Que parecía loca. Así que cuándo la gente estaba distraida. Durante 4 días hice un hoyo desde mi pared hacia el baño y otro que daba a su cuarto. Estaba muy emocionada por verlos bañarse. Tenia una ansiedad enorme. Cuándo escuche a mi madre decirles váyanse a bañar. Inmediatamente corrí a mi cuarto. Puse seguro. Quite el póster que había puesto para tapar el hoyo y me quede esperando el momento. Con el corazón palpitando a mil por hora. Ahí estaba espiando a esos dos.
Escuchaba sus voces riendo y conversando. Se abre la puerta, los veo entrar y me comienzo a poner nerviosa. Estaban platicando sobre una chica que al parecer es novia de Ramiro. Poco a poco se desvisten y mi corazón seguía latiendo de prisa. Al verlos en calzones sentía que no podía más. Mi hermano vestía un calzón muy infantil que le compra mi madre. Gerardo un boxer más varonil. Ambos se los quitan y veo sus penes al aire libre. A pesar de la truza infantil de Ramiro tenia un pene más grande que de Gerardo. Solo unos pocos vellos pubicos que se notaba apenas salian. Al contrario de mi primo que tenia una mata ahí abajo. Apostaba que Gerardo al ser mayor iba a tenerlo más grande pero no fue así. Me empecé a poner caliente de ver esa escena. Ellos como si nada siguieron hablando mientras se metían bajo la regadera. El agua caía en sus cuerpos desnudos. Reían y comentaban chistes estúpidos sobre mujeres. Tampoco sabía que Ramiro era muy machista. Pero en ese momento era lo que menos me importaba.
Seguían bajo la regadera. Ramiro tomo el jabón y empezó a emjabonarse. Se pasaba el jabón por su cuerpo. Al pasarlo por su miembro se veía espectacular. En eso le pasa el jabon a Gerardo y le dice que le enjabone la espalda. Mi primo sin decir una palabra lo toma y talla la espalda de mi hermanito. No sabia que pasaba pero me estaba calentando como nunca al ver eso. Gerardo comenzó a bajar más el jabón hacía sus nalgas. Las cuales también enjabono. No tenía palabras para describir lo que sentí al verlo. Aparte de sorprendida al ver la confianza que se tenían esos dos. Ver cómo mi primo tocaba el culo de mi hermano sin ninguna pena era espectacular. Aparte que sus cuerpos de adolescentes bien hechos. Ramiro es delgado. Más bajo que Gerardo quien tiene algo de músculos porque hace ejercicio. Verlos así era una bendición total. Ya termino de enjabonar. Ramiro se voltea y le dice» Te falto acá» señalando su miembro. Gerardo ríe y con un tono burlón le responde: «Chinga tu madre». Ambos comienzan a reír y bromear. Ramiro toma el.jabón de manos de Gerardo y le indica que se volteé. Comienza a hacer lo mismo que hizo su primo por él. Le talla bien la espalda con el jabón y con una mano enjabonada limpia de igual manera sus nalgas. Era una imagen tierna pero a la vez morbosa. Ramiro comienza a bromear diciendo: «Chale, te apesta el culo». A lo que Gerardo responde: «Ni que fuera el tuyo pinche cagón». Acto seguido Gerardo toma la cabeza de Ramiro y de un movimiento la acerca a sus nalgas. La cara de mi hermano estaba pegada por un instante en el trasero de mi primo. Y me imagino que se aventó un gas porque le dijo: «Hueletelo cabrón». Ramiro se alejo rápido diciéndole: «Pinche cerdo». Mi primo comenzó a reír cómo un loco y mi hermano jugando arremetió contra él para intentar titarlo al suelo. Sé que estaban jugando algo inocente pero para mí fue de lo más excitante. Sus cuerpos desnudos pegados uno al otro. Se podía ver como el pene de Gerardo rozaba con el muslo de Ramiro al intentarlo quitarselo de encima. Cómo Gerardo era más fuerte y practicaba artes mixtas. Logro aplicarle a un movimiento a Ramiro dejándolo inmóvil sin poder liberarse de él. Para eso lo tenía sometido. Frente a él. Su pene de mi primo ahora se encontraba pegado a las nalgas de mi hermanito. Estaba en un extasis total en ese instante. No recuerdo con claridad que pensaba. Pero no era nada puro. Era placentero ver a esos dos de ese modo.
Ramiro suplicaba por ser liberado ya que sus intentos eran en vano. Gerardo lo soltó para después decirle: ¿No qué muy chingon putito?. Ramiro con falta de aire respondió algo agitado y a la vez sarcásticamente: «Me la vas a pelar». Gerardo ríe y le responde: «Quisieras. Estas bien enqluenque». Ambos ríen y continúan bañándose cambiando el tema a cosas de boxeo. Repito era lindo pero sumamente excitante ver a esos dos así. Terminando de bañarse. Toman una toalla cada uno para secarse y hablar de lo que iban a hacer ese día. Salen del baño. Gerardo con la toalla en la cintura y Ramiro sosteniendola en la mano. Veía las nalgas bien redondas y formadas de mi hermano alejándose a la par con mi primo. Aún estaba asimliando todo lo que vi. Fue una experiencia total. Quería ver por el otro hoyo que hice. Pero decidí darles esa privacidad por ese día. Ya había visto demasiado.
En mi mente, habían tantos pensamientos sobre ellos dos. Qué no me iba a quedar con las ganas. Logre un objetivo y obviamente tenia que ir por más. Pero eso lo contaré en otros relatos ya que eso fue solo el.inicio de tantas cosas que vi e hice. Me gustaría contarlo todo acá pero es muy largo para contar. Así que por ahora solo les cuento cómo comenzó una nueva etapa de mi vida. Gracias a todos por leer hasta el final. Saludos
Que rico, ojalá hubieran hecho más.