El traje de baño de mi Tia

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Cuando era un niño, visitábamos muy seguido a mis tíos Jaime y Aura, mi tio era agente viajero y vendedor, creo que vendía sombreros así que estaba muy seguido fuera de casa, ella era una mujer muy guapa, delgada alta y usaba el cabello corto y ondulado de manera que me parecía muy elegante, su cuello era largo y delgado y sus ojos pequeños y obscuros contrastaban con la claridad de su piel, en algunas vacaciones me invitaron a quedarme con ellos unos días pero mi tío salió de viaje y me quede junto con otros primos con mi tía Aura, quien había prometido llevarnos a mis primos y a mí a nadar ese fin de semana, así que ella cumplió su promesa y fuimos a algún balneario cercano, nos divertimos nadando y jugando pero yo no estaba muy cercano al resto de mis primos que por cierto me parecían algo maleducados por decirlo así, entonces me quede un rato platicando con mi tia Aura, y ella muy amable me hizo algo de caso lo que me hacia sentir importante, todo iba muy bien y muy tranquilo hasta el momento en que me dijo que tenia ganas de nadar, entonces se levanto de su camastro y se quito el blusón azul que la cubria… la impresión fue verdaderamente impactante, vi a mi tia como nunca había visto a una mujer, sensual, hermosa, femenina, con curvas y texturas, de piel blanca y terza, delgada pero con cintura marcada y unas caderas redondas, llevaba un traje de baño de dos piezas blanco, era bellísima, y yo encantado la segui ala alberca, me meti con ella mientras mis primos jugaban y gritaban como desaforados, yo, en cambio me quede con mi tia tratando de hacerme el interesante, presumiendole que sabia nadar en los cuatro estilos y mostrándole que podía aguantar la respiración por mas de un minuto.

Ella lo intento también y al salir a respirar se levanto hasta la cintura y con las manos hecho su pelo hacia atrás, dejándome ver de frente su senos, a través de la tela del traje de baño se transparentaron sus pezones y esa imagen encendio en mi la maquinaria de la química sexual, las hormonas en mi cuerpo despertaron de un salto, mi pene se apersono con todo el esplendor que se puede tener a los 12 años. Ella salió de la alberca lo mismo paso con la parte baja de su traje de baño, su pubis lucia natural, con bello que se adivinaba bajo la tela, pero sobre todo el contorno húmedo de la entrada de su vagina, la curvatura de su trasero, la sensualidad de sus caderas, sus movimientos con un pequeño temblor que oscilaba entre la firmeza y la sensualidad.

Me costo trabajo salir de la alberca hasta que mi erección fue menos evidente, esa tarde regresamos a la casa de mi tia y mis primos y yo jugamos un poco con un video juego que se conectaba a la televisión y era lo mas moderno que existia y consistía en dos barras moviles que hacían las veces de un ping pong.

Mis padres fueron por mi y esa noche soñé con mi tia, ese día empecé a dejar de ser niño
Meses después se repitió la vista y varios primos nos quedamos en casa de mis tios Jaime y Aura, yo estaba buscando la oportunidad de ver de nuevo a mi tia en ese traje de baño y por eso insisti en que nos llevara a nadar cuando la mayoría de mis primos lo que querían era ir a patinar, ella nos llevo a patinar pero prometio que al otro dia iríamos a nadar, yo ansioso esperaba el paseo al balneario en lugar de perseguir niñitas en la pista de patinaje, mis intereses eran un poco mas creciditos.
Al otro dia salimos al balneario prometido y yo iba exitado desde antes de llegar, en los vestidores ya estaba ansioso y tuve que taparme para que mis primos no se dieran cuenta de mi visible emoción incluso me sali del vestidor con la toalla enredada en la cintura.

Mi tia salio del vestidor de mujeres y llevaba puesto y traje de baño azul marino, completo y encima un short de mezclilla, aunque se veía hermosa, su traje decepciono mis ansias de adolescente.
Jugamos mis primos y yo mientras esperaba el momento en que mi tia se quitara el short, pero eso no ocurrio y aunque le pedi que se metiera a nadar conmigo me dijo que si pero se puso a platicar con una muchacha que estaba allí cerca y solo se asolearon un poco.

Regresamos a la casa y vimos una película, nos hicieron palomitas y dormimos hasta tarde contando chistes y jugando cartas, mi mente estaba en el traje de baño blanco.
Al otro dia mis primos querían ir al boliche, yo dije que me sentía mal y me pude librar de ir con ellos, los llevo una de las sobrinas grandes de mi tia. Yo me quede con mi tia y la señora que les ayudaba pero ella se fue a hacer algunas compras y me hice el interesante para captar la atención de mi tia, de alguna manera resultó porque se acerco a mi y me pregunto como me sentía y si me había peleado con alguno de los demás primos,
-No tia es que a veces me siento mejor leyendo algún libro y por eso decidi no ir a jugar boliche, además no traje zapatos de boliche y no me gusta ponerme zapatos prestados.
– Ayer noté que no estabas jugando mucho con los muchachos
– Es que como me habias dicho que te ibas a meter a nadar conmigo, me quede esperándote, queria enseñarte que ya aguanto la respiración mas tiempo.

Mi tia me daba por mi lado pero en el fondo sabia que yo la miraba con ojos coquetos, asi que de alguna manera decidió darme un poco de juego.
– De veras? A ver quien aguanta mas. –Me dijo. Y fue cuando se encendio la llave de la malicia en mi.
– Ah, es que no es lo mismo que en la alberca, porque el traje de baño no te deja respirar igual que la playera.
– Ahh Si?. –me dijo con fingida incredulidad sabiendo muy bien hacia donde iba yo,
– Entonces quieres que me ponga el traje de baño?
– Pues sii,
– Ella se paró y me dijo que iba a su cuarto para ponérselo, supongo que le divertia la cara de tonto que ponía yo, aunque arqueo la ceja con verdadera sorpresa cuando me apresure a decirle; “el blanco Tia, mmm, es que los tirantes de la parte de arriba te presionan la caja toraxica y si no me vas a ganar…
– Ella solto una risa muy sonora y me dijo que estaba bien, se pondría el blanco.

Mi corazón comenzó a latir como maquinita acelerada, mis manos empezaron a sudar y el exceso de sangre que mi corazón bombeaba se directo a mis calzones.
-Que te parece?. –Dijo mi tia con un mano en el marco de la puerta. Su sonrisa era de quien sabe dominar la situación, se divertia, pero creo que también tenia curiosidad.
Camino hacia mi con en traje de baño blanco, con pasos largos, descalza, y sin quitarme la mirada de los ojos, seguramente disfrutando mi cara de sorpresa, exitacion, y deseo inocente.
-Es este el traje que dices?
-Si, es ese. Yo no podía creerlo, mi tia me estaba complaciendo sabiendo que me estaba comportando como un chamaco calenturiento.
-Oye tia, crees que sea diferente aguantar la respiración con cun traje de baño seco que con uno mojado?
-Ah mira. Dijo con sorpresa. –SI que estas creciendo. Me abrazo y me dio un beso en la frente.
-Que te parece si hacemos la prueba con el traje seco y después vemos si es lo mismo con el traje mojado.
-Claro. Creo que el método científico se debe aplicar para casos como este.
Jugamos un poco a aguantar la respiración, pero mi mirada no se apartaba de mi tia, sus ojos, su piel, su perfecta sonrisa, buscaba yo la transparencia en el traje y ella se daba cuenta de ello, esta bien, vamos al baño para mojar un poco el traje y hacer la prueba con el mojado.

Me tomó de la mano y caminamos yo me quede un poco atrás para poder ver sus caderas, ella se dio cuenta y me soltó un poco para dar unos pasos con mas sensualidad que su caminar habitual, su sonrisa me termino de conquistar.
En el baño, blanco y mucho mas iluminado que la sala yo podía ver con mas claridad el contorno de sus pezones.
Tomo una toallita y la metio al lavavo, se la iba a pasar por el traje cuando volteó a ver mi cara y extendió la mano con la toalla húmeda y me dijo;
-Quieres mojar mi traje?
Me temblaban las manos para agarrar la toalla.
-Si, yo lo hago.

Fue un momento de silencio, mis manos pasaban la toalla húmeda en su traje de baño blanco, lentamente, buscando arrastrar las puntas de mis dedos para sentir su traje, su piel, ella me miraba, y por un momento creí verla también exitada, estaba experimentando conmigo. Me observaba con cuidado, paso suavemente su mano por mi frente, por mi cara, me volvió a abrazar asegurándose de que mi cara quedara junto a sus pechos, yo no hice nada, nos quedamos un momento asi…

Luego se paró, y me dijo que se hacia tarde y regresarían mis primos y ella no sabría explicarles porque tenia puesto ese traje de baño mojado. Y me dijo: Sabes porque paso esto?
Porque yo se que eres un caballero, y yo confio en eso.
Yo entendí. Y le di un abrazo antes de que se fuera a vestir.

Ciclope de cristal