erotika presencia
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por josecb.
Ella era demasiado bella para mi y el dulce olor de su sexo se diluia entre los brazos de otro hombre, odiaba tender la ropa pero era la unica excusa que tenia para ver de cerca esas nalgas carnosas que pedian a gritos mi semen.
Desde mi perspectiva y ayudado por sus falditas cortas podia distinguir perfectamente sus blancas braguitas, siempre estaban bien colocadas pero yo esperaba el dia en el que por algun accidente aquella morbosa tela dejara al descubierto unos labios que en mi calenturienta imaginacion se abririan invitandome a un festin de sexo.
Cada vez que se agachaba a recoger una prenda yo descubria alguna arruga sinuosa, un nuevo camino para perderme en su calido volcan, casi podria decirse que conocia su salvaje cuerpo mas que su propio marido, dado que habia dibujado el mapa de su piel cual satelite de reconocimiento.
Sabia perfectamente que no la molestaba que mis ojos se fijaran en ella y me gustaba pensar que despues de exhibirse frente a mi se pajeaba a gusto que era justo lo que hacia yo.
Sus pechos eran mas bien grandes y sumamente carnosos, le colgaban siempre sin sujetador y yo podia comprobar su grado de calidez ayudado por la ereccion de sus pezones.
Aquel dia estaba mas guapa que nunca, recuerdo que fue un mes de mayo extraordinariamente caluroso, yo estaba asomado al balcon con un minimalista bañador por el que casi se me escapaban los resbaladizos testiculos y ella yacia reclinada en una hamaca, al principio el golpe de vista no me dijo nada nuevo pero tras una nueva pasada observe con regocijo que por unica vestimenta tenia unas minusculas braguitas, deliciosamente recogidas en su rajita; me comenzaron a temblar las piernas por lo que me sente en una silla estrategicamente situada para la ocasion. Ella tenia los muslos entreabiertos y gracias a ello se podia ver maravillosamente como en su monte de Venus se iniciaba una especie de vereda por la que si no fuera por la distancia descenderia mi semen como un torrente
No se si seria el calor o la emocion del momento pero me sorprendi a mi mismo con una terrible ereccion que me delato al instante pues mi pene se escapo libre del bañador, buscando sin duda la dulce calidez de sus bragas, al principio me azore bastante, era imposible que mi vecina no se hubiera dado cuenta de todo, pues, aunque a pesar de la distancia, su punto de vista era inmejorable.
Hoy cuando rememoro todo esto sigo preguntandome con curiosidad porque jamas nos sonreimos, daba igual que nos cruzaramos en el ascensor o los pasillos, unicamente nos mirabamos, yo no sabia que aquella era la ultima vez que la veria, eso lo descubri mas tarde, pero ella se despidio de mi con una fanfarria de fuegos artificiales, lo primero que hizo fue abrirse de piernas, lo justo para que una burbuja le abriera un de las esquinas de su braguita dejando ver una sonrosada vagina llena de calidos jugos, ella entonces introdujo sus dedos para acariciarse pero no de forma ordinaria sino con un movimiento picaro, su dedito a veces se hundia entre sus labios, yo mientras tanto estaba intentando ocultar mi pene pues al tenerla tan idealizada me parecia una situacion poco sutil, mis huevos chorreaban y solo de pensar en sus bragas ardiendo bajo el sol tuve una explosion incontrolada de leche, ella al verlo se quito con suavidad las braguitas y al principio traviesamente me dio la espalda, estaba lindisima con su lindo culo enrojecido, comprendo que puede parecer extraño pero a pesar de la distancia yo podia recoger del viento su aroma.
Ella se dio vuelta con sus muslos completamente abiertos, la piel de su coño estaba completamente empapada y sus labios de un rojo encendido temblaban provocandome el dolor de tenerla lejos sin poder perforarla con mi rabo, ya libre de cualquier tipo de recato agarre con fuerza mi mango, oprimiendo las marcadas venas hasta producirme dolor, ella mientras tanto navegaba con sus dedos en las blandas cordilleras de su sexo, el resto es historia, yo tuve una corrida de tal magnitud que supe que a partir de ella mi sexo iria a menos, ella que supongo que tambien gozo, se levanto como si no hubiera pasado nada y justo antes de adentrarse en su casa se volvio y me lanzo un beso que hoy muchos años despues aun retiene mi memoria.
Ese mismo dia al anochecer vi el camion de la mudanza, puede parecer raro pero en mi interior ya sabia que se iba, y asi era, en una esquina bajo la vieja farola que habia acompañado mi juventud la vi junto a su marido, nunca habia caido pero su aura era triste, nos miramos por un eterno segundo, me di media vuelta y entre en mi portal prometiendome a mi mismo que conservaria su recuerdo para el resto de mi vida.
Al abrir la puerta habia un sobre tirado en el suelo, no llevaba remitente, lo abri y…. Bueno ya da igual lo que ponia en aquella carta pero si la hubiera pedido permiso mi leche hubiera dormido con ella aquella calurosa noche de mayo que jamas olvidare.
"CARPE DIEM"(vive el momento)
Autor: josecb
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