Mi jefe
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esto pasó hace algunos años, yo trabajaba en un pequeño supermecrado que abría de 8 a 22 horas. Mi turno era de 8 a 15 horas, pero mi jefe, un señor de 60 y tantos, se puso a cambiar los horarios. Nos llamaba a su pequeño despacho y nos iba informando de cual era el nuevo turno de cada uno.
Yo tengo que decir y admitir que me encanta el sexo, sobre todo que me miren y manoseen, soy bastante putilla en ese sentido, y suelo exhibirme sin pudor, cuando el chochito se pone travieso me subo la falda ante desconocidos y dejo que me masturben o me masturbo yo para ellos.
Mi jefe me llama, entro en el pequeño despacho que esta lleno de mercancías y su mesa, solo hay una silla que es en la que él está sentado. Me quedo e pié al lado de él, y me informa de los nuevos cambios, a mi me tocaría hacer turno partido, de 8 a 1 y de 4 a 7. Yo le explico que ese turno a mi me viene fatal, porque por las tardes estudio,que tendría que dejarlos y que sería una buena faena porque a tendría que dejar de trabajar o de estudiar.
Mi jefe se pone terco y me dice que eso es lo que hay. Mi cabeza trabaja rapido, así que con toda mi cara me senté sobre su mesa, al lado de él y mirándolo de frente le pregunté que si podía hacer algo que lo hiciese cambiar de opinión, él me miraba extrañado y sin comprender. Yo le expliqué, le dije que si quería y le apetecía, yo podía dejarlo disfrutar de mi sexo, que nos podíamos hacer pajitas cada vez que a él le apeteciera, siempre que no me cambiase el horario. El me miraba asombrado, con miedo a que yo pretendiese fastidiarlo de alguna manera, estaba desconfiado. así que me puse en pié, me quité las bragas y me senté de nuevo en la mesa, me subí la falda y le enseñé mi sexo, los ojos parecía que se le iban a salir, yo le explicaba, que solo podía tocarme, de penetrarme nada, y que yo también lo haría pajitas a él.
Me deslicé por la mesa y me puse frente a él. Subilas piernas a los posabrazos de su silla y le puse todo mi chocho abierto en frente de la cara y empecé a tocarme, me quité un zapato y puse mi pié en su entrepierna, ya estaba empalmado, mientras me tocaba lo iba masajeando a él con el pié, le dije que me la enseñara, que deseaba ver su enorme polla, se la sacó, me incliné y la tomé en mis manos, el se inclinó hacia atras y se dejó hacer, yo e la tocaba con ambas manos, con una la polla y con l otra le rebusqué los huevos y se los masajeaba, él me pidió que me acostara en la mesa y pusiera las piernas sobre ella, así lo hice y quedé totalmente abierta a él, sus manos empezarona tocarme el sexo, a conocerlo, yo le xplicaba como me gustaba que lo hicera, y le pedí que me masajera fuerte el clitoris, ya estaba totalmente empapada, tuve mi primer orgasmo, y ya emepzó a meterme los dedos por mi chocho y mi culo, yo me dejaba hacer encantada, tuve un par de orgasmos mas, después lo pajee y salí del despacho. Esto duró 2 años mas, cuando el viejo venía con ganas me llamaba al depacho y nos dabamos rico uno al otro. Después encontré oto trabajo mejor pagado y me despedí…
Mis andanzas no terminan aqui, pues aún sigo con los mismos gustos… pero ya iré contando algunas de mis historias.
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