Cambie a los hombres por un perro
Jamás pensé que la curiosidad que despertó el perro del vecino me llevaría a criar el macho perfecto..
Toda la vida he sido muy caliente y pocos hombres me han podido seguir el paso, siempre he buscado penes grandes y hombres que cojan fuerte, que me hagan pujar, que pueda vaciarles las pelotas a sentones pero aun así jamás era suficiente.
Todo cambio un día que ví al perro del vecino un rottweiler montando a todas las hembras que tenía, era una verga enorme, con una bola igual de enorme, apenas salía de dentro de ellas se escapaba un río de leche, esa imagen quedó grabada en mi mente, necesitaba algo así, así que empecé mi búsqueda por la web no solo quería que me cojera un semental sino que me cogiera el mejor que pudiera conseguir, mi primera opción desde luego fue un rottweiler pero pronto descubrí que eran muy entusiastas y eso podría llevar a lesiones por lo enérgicos que eran, poco a poco investigue, después el gran pastor del caucaso y tibetan mastiff fueron opciones pero son perros que requieren de mucha disciplina así que esas vergas de casi 30 cm estaban fuera de mi alcance tanto monetario como logístico, entonces apareció la opción perfecta, un San Bernardo, nobles, enérgicos, pero tranquilos y bastante obedientes, no perdí tiempo y empezó mi búsqueda.
Visite muchos criaderos pero el semental no me convencía, eran hermosos, pero pese así tamaño sus penes eran más bien medianos o así se apreciaba, un error de mi parte que pagaría muy bien después, hasta que un viaje de 6 horas a un criadero en capital valió la pena, confirme lo dicho, el pastor de Cáucaso era enorme y tenía una verga impresionante pero nada más tocar su vientre quedó en claro que ahí no había mucho espacio para negociar, el tib mastiff era más dócil pero muy terco, en algún otro momento sería ideal y desde luego amaría estar a merced de un macho enorme pero byen este quería un primer macho especial, y ahí estaba ese enorme San Bernardo, como que se olía mis intenciones y nada más verme se paró sobre mi y me dejó ver su talla, y su envergadura, mi culo se estremeció de ver solo la punta del pene de semejante animal, solo pude apretar el plug que llevo puesto a todos lados, me olió por todos lados, me dejó tocarle todo, me lengüeteaba y pedía mimos no podía ser más perfecto.
Hablando un poco con el criador quedamos en que me enviaría el cachorro más grande de la camada entre el y su perra más grande, cuando pregunto le dije que tenía una afición desde niño por los perros enormes y hasta ahora podría cumplirla, puse en mi llavero unos colguijes de San Bernardos y en la funda de mi teléfono igual, así sospechas no se levantarían, a los dos mes recibe la noticia de que habían nacido los cachorros y que por mi anticipación en el pago completo del perro se me dejaría escoger hasta la fecha de entrega en lugar de apartar desde el día de nacimiento como siempre se hace y suerte la mía ya que aparentemente nadie quería apartar machos solo hembras, así fue como 4 meses después elegí al cachorro más grande, algo más de 30 kg pesaba ya, yo tenía todo listo y estaba ansioso por recogerlo en el aero puerto, estaba hasta caliente aún que según leí aún tenía 6 meses de espera por delante aún que yo preferiría esperar a los 18 meses para cuando estuviera en su punto de desarrollo, apenas lo ví se me olvidó todo lo anterior, di un aww de ternura al sacarlo de la transportadora, era monísimo era casi completamente blanco y tan suave que podría ser un peluche, sus ojitos redondos y cafés, decide llamarlo Tomy, no podía dejar de abrazarlo, pesaba mucho y solo quería cargarlo, dormí con el todas las noches y lo mime cuánto pude, pero el pensamiento de cuál era su propósito poco a poco regresó, en un abrir y cerrar de ojos ya tenía 8 meses, empezaba a llegar la pubertad, yo lo supe cuando llegando de satisfacer mi sed de verga lo primero que hizo fue clavar su hocico entre mis nalgas y oler.
Aquí empieza el entrenamiento, no había suficiente lectura para prepararme para esto pero hizo lo más que pude y agregue algunas cosas, cuando no había visita en casa estaba siempre en tanga o suspensorio, unos de color azul que compre por paquete así sabría cuando es tiempo de jugar y cuando no, lo tocaba todos los días, me subía sobre de el y lo deja montarme cuando deseaba hacerlo, más de alguna vez le tocó limpiar mi agujero de los restos de los hombres que el reemplazaría despues, poco a poco empezó por iniciativa propia a meterme la lengua, y pedirme que lo masturbara, y como esperaba en la calle se guardaban bien las apariencias, para los 10 meses ya era mucho más grande que aquel rottweiler que despertó esto en mi, me comía el culo varias veces al día y yo lo felicitaba por ello, más de alguna vez fue suficiente para hacerme tener un orgasmo, y yo veía como aquella verga crecía para el año de edad decide hacer algo más por el, compré un masturbador de eso súper elásticos y procedí a ayudarlo a usarlo, cuando su verga creció dentro de ese juguete transparente quede horrorizado, jamás había ponderado eso, que podía no solo triplicar o casi cuadruplicar el largo sin erección, si no que el nudo fuera a ser más grande que mi puño, si esperaba a que madura por completo seguro moriría así que tocaba lanzarse a la acción, el plug que era del que yo suponía ya era el máximo de su nudo tuvo que ser reemplazado por una sucesión de juguetes que día a día me darían la elasticidad para soportar ese tremendo animal.
El día al fin llegó, había dejado el plug más grande que tenía hacia ya tres días, quería estar listo pero que mi amante también disfrutará su primer culo, no hice nada ceremonioso ni diferente previo a ello, quería que esto fuera rutinario para el, una de sus activades del día, me puse el jockstrap azul, una lastima que los perros solo vean en azul y amarillo, el de color rosa me exita más, me venía metiendo la lengua al ano ya un rato, supongo se imaginaba lo que venía, no quise ponerme lubricante de silicona por qué na sabía si sería dañino para el, pero lubricado ya venía, no estaba completamente cerrado lo cual era bueno, podría entrar sin problemas, estaba ya todo listo, ya sabía que lo dejaba montarme, ya sabía que en cuarto jugarianos con su hermosa verga, lo que no sabía es que tocaba aplicar todo lo aprendido hasta ahora pero al mismo tiempo.
Entre en posición y sentí su lengua llegar muy adentro como queriendo tranquilizarme, terminando de comerme el culo me monto, señal para usar el juguete, pero hoy no sería un látex lo que le calmaria las ansias, sería yo, mis nalgas son grandes, a los hombres más salvajes les gustan los jotitos musculosos y nalgones, pensé eso sería un problema, apenas mis dedos guiaron la punta de su verga a mi ano toda su verga se fue hasta el fondo, yo solo puje de placer, no paraba de felicitarlo – buen chico, gracias bebé, estás haciendo a papá muy feliz, buen niño, sigue asi- mordía la almohada, sus embestidas eran magistrales, y pronto creció su verga dentro de mi, a cada empujón era más grande y yo pujaba de placer, luego empezó a crecer el nudo por su cuenta, la sensación era exquisita, pujaba como nunca – si papi, así, lléname el culo, buen chico llévale el culo a papi- crecía más y mi próstata estaba comprimida por la bola, yo tenía tiempo corriéndome sin darme cuenta, pero justo ahí empezó a ser incomoda su monstruosa verga, me empecé a sentir mareado, me dolía la cadera desde dentro, el perro ya pesaba 80 kilogramos y mis rodillas se cansaba y afortunadamente se detuvo, se quedó sobre mi jadeando y son que se lo pidiera se recostó, el estaba tranquilo, prisa no traía ya tenía mis tripas llenas de su carne y leche, yo solo pujaba y lo halagaba- así bebé, córrete más, no me la saques, eres el mejor macho de todos, buen chico, llena de leche a papi anda- mi estómago estaba un poco hinchado de la faena, yo solo seguía sintiendo sus chorros calientes, una bendición que su semen sea tan liquido, sus palpitaciones me hacían pujar, casi una hora gimiendo y masturbándome con mi macho adentro, cuando empieza a sacarse la bola, trate de apretar pero sin éxito, igual logro salir, con un río de leche detrás, por suerte me limpie lo mejor que pude y salió casi exclusivamente su semen, me puse un plug, tan rápido como pude, quería la leche de mi macho adentro, el fue a limpiarse pero al ver mi deplorable estado regreso a acompañarme, no dejaba de felicitarlo por su buen trabajo y dormí ahí abrazado a el.
Al día siguiente tenía que ir al trabajo, hacia un rato que ya no le prestaba el culo a mi jefe, apenas vio que fui al baño corrió tras de mi, como siempre metió su mano entre mis nalgas queriendo desearme para ponerme tan caliente que tendrías que hacerlo ahí, pero apenas sintió lo dilatado que está, entendió el mensaje, ya no era capaz de satisfacerme y desde ese día cambie a los hombres por el mejor amigo del hombre.
El relato está bien pero puede mejorar la técnica narrativa.