Todo por un plumero
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Vivo en un paraje conocido del chaco cerca del impenetrable, soy empleado de la comuna del pequeño pueblo, para incrementar mis magros ingresos entre varios compañeros y con la ayuda del gobierno hacia un par de años avanzamos con un emprendimiento de cría de ñandúes.
Cada tres días me tocaba a mi pasar la noche en la granja dispuesta en una cabaña que quedaba a cinco kilómetros del pueblo. Estábamos en plena época estival y el calor era agobiante, ese fin de semana mientras me encontraba allí empezó a llover por la noche y yo rogaba que el tiempo no continuase así ya que quedaría incomunicado por el estado de los caminos. Esa noche después de cenar me dispuse a revisar los dormideros de los machos y de las hembras que se encontraban separados por tejidos de alambre, en cada redil había barracas de madera con techo, después de la recorrida acostumbrada, la que efectué con sumo cuidado ya que era época de celo, fui a controlar una hembra pampeana que se utilizaba como madre alfa para tener diversidad en los cruces.
Protegido con mi capa, abrí el candado de la barraca, en un rincón de la barraca estaba el hermoso ejemplar, se encontraba echada en el piso cubierto de arena y aserrín, cuando sintió mi presencia estiro su largo pescuezo y asperjo sus plumas, lo que me produjo algo de intranquilidad ya que estos animales tranquilamente matan a los perros si se ven acosados o perseguidos. En fin, seguramente vio algo familiar en mi, ya que siempre le llevaba sus alimentos, y se tranquilizo bajando sus plumas de nuevo, empecé a acercarme despacio y ella se incorporo lentamente, tranquilamente superaba los dos metros, me anime hasta llegar cerca de ella, por lo visto estaba muy tranquila, empecé a acariciar la base de su cuello, se sentía aterciopelado al tacto y luego pase mi mano sobre su lomo,el animal se mantenía tranquilo sin dejar de voltear siempre su cabeza hacia donde yo estaba.
Me saque la capa por el calor que hacia y me quede en short y remera, solo calzaba unas hojotas, antes de irme empecé a examinarla para ver si no tenia piojos o algo así, o si su piel presentaba alguna irritación, para asegurarme de que estuviese sana, cuando estaba mirando entre sus plumas ayudado con una linterna empezó a balancearse hacia los costados extendiendo sus alas, pensé que podía atacarme..pero cuando vi que enervo las plumas de la cola y levantaba un poco su grupa supe que en realidad que estaba haciendo el ritual acostumbrado que realizan cuando están en celo y van a copular.
Iba a salirme por un costado de la barraca pero mientras no dejaba de observarme y de hacer esos extraños movimientos, se interpuso en el camino y empezó a retroceder empujándome contra la pared, tenia bastante fuerza así es tuve que seguirla en los movimientos, finalmente mientras seguía empujando empezó a sentarse obligándome a hacerlo a mi también, quede sentado contra la pared, mientras el inmenso animal acomodaba su grupa sobre mi regazo, era bastante pesada, lo único que quería en ese momento era no salir lastimado en ese curioso evento, mientras cargaba todo su peso sobre mi pubis no dejaba de moverse como si estuviera acomodándose sobre mi, mientras lo hacia note que mi pantalón se humedecía sobre mi bragueta, seguramente su orificio exudaba fluidos que ahora estaban empapándome, también note que su calor corporal había aumentado, el continuo frote sobre mi bragueta también me había provocado una erección casi involuntaria y no pude reprimir sentir morbo pensar que estaba a punto de ser violado literalmente por esa ave gigantesca, ella seguía empujando hacia abajo mientras miraba con su cabeza ladeada hacia mi.
Toque con ambas manos hacia arriba la parte inferior de su grupa, estaba cubierta de plumones suaves y casi en medio de las patas toque los bordes carnosos y desnudos de su cloaca, su piel era suave y granulada al mismo tiempo, y se sentía muy caliente, metí una mano como pude dentro de mi pantalón y pude sacar mi miembro, que quedo debajo de esa inmensa concha y culo, el animal sintió seguramente la protuberancia y haciendo movimientos como para levantarse y hacia los costados, ubico el miembro justo en la entrada de su orificio, las plumas de su cola me daban en la cara y las sentía moverse, hasta que en un diestro movimiento de la ñandú, mi pene se deslizo dentro de ella, su agujero se sentía baboso, parecía estar llena de gelatina caliente, mi verga se endureció aun más y ella empezó a moverse hacia delante y hacia atrás muy rápidamente, su orificio era grande y mi miembro prácticamente bailaba en esa concha que parecía una sopa. Lo único que atine a hacer mientras literalmente era violado, fue prenderme de su grupa y sus plumas mientras la puta gallinacea se frotaba contra mi con todo su peso, y seguía con su extraño baile, por un momento pensé en la situación absolutamente bizarra de estar cogiendome una hembra gigante de otra especie, por la concha y el culo al mismo tiempo, o sea por su cloaca, de pronto vi que estiraba su cuello hacia delante y yo ya no me aguante y empecé a decirle…hija de puta..ninfomana de mierda..finalmente tenes lo que querías…que te revuelva tu sucio culo….sos una puta…si querías mi leche te la doy..puta.., y empecé a descargarme en su cloaca, abrazado a ella, asfixiado por sus plumas mientras ella continuaba restregándose sobre mi, cuando sentí que los últimos chorros de semen fueron descargados…ella empezó a alisar sus plumas y acomodándose de nuevo empezó a incorporarse,
mi verga se salió de su cloaca, mientras chorros de fluidos y semen caían sobre mi pubis, alumbre su parte inferior con la linterna, su cloaca que se abría y cerraba como el culo de una gigantesca gallina tenia los plumones desordenados y pringosos de sus fluidos y de semen, se recompuso y lentamente volvió a ubicarse en el mismo lugar donde había estado. Yo todavía quede por un momento tirado en el suelo algo aturdido con mi verga llena de suciedad y empapado de los jugos de su babosa concha, me arregle como pude la ropa y arrastrándome un poco hasta llegar a la puerta me incorpore y salí, quede un momento recostado del lado de afuera, todo había sido muy bizarro, pero si alguna vez volvía a darse esa situación extraña, volvería a quedarme.
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