Rosy y sus cinco cogidas de fin de año
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
El 30 de diciembre desperté en la cama de mi primo después de una mañana algo movida por que se la paso encima de mí, en medio de mis piernas.
Después de estirar todos los músculos del cuerpo y tallarme los ojos, me levante de su enorme cama y me fui directo al baño, mi vagina la sentía irritada mientras la pipi salía de mi cuerpo, baje a la mesa dela cocina donde la señora María estaba preparando el desayuno y mi papá estaba frente a una tasa de café, la señora María nos dio nuestros platos de comida, y entre bocado y bocado, a sí sin más mi padrastro me dijo que lo acompañara a una reunión con sus amigos, con motivo de fin de año, si han leído mis anteriores historias sabrán el tono de las reuniones.
Sali perfectamente arreglada de mi casa, con un vestido rojo suelto, llame a mi amigo el taxista para que me llevara al hotel donde se haría la reunión, llegue mucho antes de medio día ya que así me lo indico mi primo .
Mi amigo taxista muy amable y sin perder la costumbre no me cobro el viaje, es agradable saber que aun hay personas amables.
Me despedí de él dándole un beso en la mejilla, cosa que nunca hago, él se alegró, tartamudeo un hasta luego y yo entre al hotel.
Ya estando adentro, primero vi a una de las chicas que son edecanes, igual que yo, me saludo dándome un fuerte abrazo y me hizo pasar al área donde de cocina donde estaban las otras chicas entrando y saliendo con bebidas, comida y cosas por el estilo, me dijeron que había mas gente de lo normal y por eso estaban corriendo para mantener bien atendidos a todos los invitados.
Las demás chicas me saludaron, unas se acercaron a abrasarme y preguntarme por mis días de escuela otras me gritaban desde lejos un “Hola” y salían rápido al lugar donde estaban los empresarios.
Una de las chicas me dio un baso de ron y me dijo que se lo llevara a un señor que estaba platicando con un empresario, ya viejos conocidos, así es que Sali y lo primero que hice fue rodear una alberca, en ese momento solo esperaba que no se les ocurriera que nos pusiéramos a nadar ya que no traje la ropa para eso, varios empresarios se voltearon a verme mientras pasaba, los que estaban cerca me dieron una nalgada, otro alzaban su baso en motivo de saludo.
Cuando llegue a donde estaba el señor.
-Me dijeron que usted pidió esta bebida -le dije tendiéndole el vaso.
-Hola preciosa, pensé que no vendrías.
-Ya estoy aquí -Le digo mientras me dejo arrastrar a sus brazos- mi primo me dijo de la reunión a penas ayer en la tarde.
-Jajajaja… tu primo es afortunado en tenerte y yo me siento afortunado de tenerlo como amigo.
– ¿Son muy buenos amigo? -Le pregunto mientras siento su mano acariciar mi espalda.
-Claro que sí, desde secundaria.
Yo estuve en la boda cuando se casó.
– ¿De verdad? -Le digo sorprendida.
-Yo también estuve ahí -dice el otro empresario.
-Per vasta de platicas, tráele un tequila a este viejo que también tiene sed.
-Si claro.
Cuando me alejo de ellos me da una nalgada y un “Date prisa” y yo camino un poco más rápido.
Al pasar otros hombres me saludaron y me abrazaron y todos me dieron una nalgada, cuando llegue al bar sentía cosquillas en mi vagina señal inequívoca de que necesitaba urgentemente una verga.
Al regresar le entregue su tequila al otro empresario quien me abraso por la cintura y siguió platicando con su otro amigo, hablaron de números, y compras y ventas, cosas que la verdad si se me hacen interesantes y cada que los escucho me imagino yo haciendo lo mismo.
Las horas pasaron casi igual, me la pasé atendiendo a los empresarios de uno en uno, técnicamente estuve en los brazos de todos, mientras ellos hablaban de negocios yo solo me acomodaba en sus piernas y me dejaba acariciar por ellos.
Mientras tanto me divertía también viendo a mis otras compañeras haciendo lo mismo, a una de ellas ya su falda estaba por encima de la cintura y con la mano de un empresario metida en su tanga , mientras él seguía hablando por celular ella tenia los ojos cerrados gozando de las caricias de ese hombre.
Veía entrar y salir de las habitaciones del hotel a las chicas acompañadas de uno o dos o hasta tres empresarios, también veía entrar de una o dos o hasta tres chicas con uno solo de ellos, la fiesta estaba super encantada.
Mi primo estaba sentado en un sillón al verme me llamo con la mano, yo me levanté de las piernas del señor con el que estaba y me fui con él, no sin una queja del señor que me tenía.
Al llegar con mi primo me tomo de la mano y me sentó en sus piernas.
– ¿Cómo te la estas pasando amor?
-Muy bien, me estoy divirtiendo mucho.
-Cuando te quieras ir solo me dices, el chofer te estará esperando.
– ¿Sí?
-Si claro, hazlo como tu quieras, a tu ritmo, ya sabes.
-Gracias.
Y siguió hablando con su amigo.
Mi primo no dejaba de acariciarme las piernas, mientras negociaba una compra con su amigo, al terminar me dijo que él acompañaría a su amigo a su auto por que ya tenía que irse.
-Es una pena que tenga que dejarnos -le digo a su amigo mientras le tiendo la mano para despedirme de él.
-Si lo es, y más por que tu estas en la fiesta… y en el menú.
-me dice mientras pasa sus nudillos por mi mejilla.
-Eres un cabron con mucha suerte -le dice a mi primo – tienes una hija muy hermosa; ya me la prestaras un día de estos.
Hasta el próximo primo r.
-me dice dándome un beso en la mejilla.
-Hasta la próxima.
-y ellos se alejan hacia la puerta.
Necesitaba hacer una pausa e ir al baño, camine hacia las habitaciones, entre a los baños y al salir, me encontré con una chica que salía de una de las habitaciones, me vio, corrió hacia mí, me tomo por la cara con sus dos manos y me planto un beso, así sin más, sin decir nada, solo comenzó a acariciar mis labios con los suyos, sentí su lengua buscando la mía, por mi sorpresa yo solo em quede quieta, sin saber qué hacer, ella seguía con sus caricias bucales, mi temperatura comenzó a aumentar, mi lengua comenzaba a buscar la suya cuando se apartó de mí, comenzó a reírse como colegiala.
-Uff… me dejo super caliente, perdón, pero la calentura no la pude dominar jijijiji.
Y se fue al bar a tomar agua fría.
Yo me quede parada aun procesando su beso, me encogí de hombros y camine hacia donde estaba otro empresario.
-Hola chicos -salude a todos y dando un repaso rápido a los cuatro hombres que estaban ahí me decidí sentarme en el mas grande de cuerpo, musculoso y mas grande de edad- en que puedo ayudarte -y susurrándole al oído agregue- primo .
El se estremeció, su verga que la sentía en mi culo se puso super dura, y sus brazos me sujetaron por la cintura con fuerza.
Él agradeció mi compañía y siguió platicando con los demás chicos.
Otras compañeras mías llegaron y se sentaron en las piernas de los demás.
Hablaron de negocios, uno de ellos supongo que se aburrió y comenzó a besar profundamente a la chica que tenia en las piernas mientras le metía la mano por debajo de la falda.
El hombre al que le sentía su verga debajo de mi culo, comenzó a sobarme las piernas, no dejaba de hablar con el otro, momentos después comenzó a acariciarme los senos por encima de mi falda, yo ya me sentía super cachonda, de momento me mando a que fuera por un vaso de whysky, obediente fui por él, al levantarme me dio una nalgada y me dijo “tapido puta” y yo lo hice, segundos después regrese con lo que quería, se tomo todo el vaso de un solo golpe, me tomo del brazo y me jalo para que yo quedara de rodillas.
Me asusté un poco y di un gritito por la sorpresa, me dolieron las rodillas, mientras levantaba la vista y veía con mis ojos como platos como el hombre con la mano que tenía libre se abría el pantalón para después sacar su enorme verga.
Ahí estaba yo, de rodillas, en medio de un salón lleno de empresarios y putas, con una verga frente a mí que pedía ser atendida por mi boca.
Tímidamente, tomé su palo, lo sentí caliente al tacto, mi vagina se humedecio en el acto, moví mi mano de arriba a bajo un par de veces, lento, disfrutando de toda su longitud.
Lo mire a los ojos buscando su permiso, el riendo me dijo “que esperas que no usas esa lengua, si bien que se ve que tienes hambre” dentro de mí me alegre al escuchar esas palabras, saque mas la boca y rose la cabeza de su verga con ella.
El señor dio un respingón, yo repetí la operación, hasta que lenta mente esa verga se fue metiendo en mi boca, al principio me estaba muriendo de vergüenza, pero para que negarlo, me estaba gustando hacer eso; a lo lejos escuche comentarios como “Después sigo yo ““puta” “Que perra es” “Mira nada más, bien que es tragona la chamaca” y cosas por el estilo.
Continué mamando mientras el presumía mis habilidades bucales con su compañero que solo reía y decían lo buena que estaba y que al parecer yo comprendía cual es mi lugar en el mundo, de rodillas frente a un macho de verdad.
Después de un rato de estar mamando comenzaba a dolerme la quijada cuando de repente, el hombre comenzó a temblar, su verga se hincho más de lo que ya estaba, mis años de experiencia ordeñando machos me dice que estaba a punto de correrse en mi boca, y así lo hizo, 4 disparos de leche caliente, los dos primeros dieron en mi paladar, pero los otros dos, acomode mi garganta y entraron directamente a lo mas profundo de mi boca.
Cuando estaba en los baños lavando me la boca después de que me dieran de comer lechita, una chica entro con una de sus amigas, diciendo que uno de los empresarios la invito a Cancún para que lo acompañara, ella estaba super contenta por estar con el y en un lugar hermoso.
Regrese a la fiesta, pase de brazo en brazo atendiendo a quien me lo pidiera, mi culito recibía najadas tras nalgadas, me di cuenta de que, aunque las otras también recibían lo mismo, a mí era a quien le daban más nalgadas y más fuertes.
Cuando estaba caminando en medio del salón, una mano me tomo del brazo rudamente, me jalo para que caminara con él.
Yo solo camine como, me estaba llevando a uno de los cuartos del hotel, en automático mi vagina comenzó a humedecerse para recibir a tremendo macho, un hombre ya entrado a los 50 años, de 1.75 mínimo como estatura, fuerte.
Abrió la puerta del cuarto, me dio una nalgada para que entrara.
“Que linda eres “me dijo ya que estábamos frente a la cama.
Me tomo de la nuca y empujándome hizo que me recargara con las manos en la cama, acaricio mis piernas y al mismo tiempo subía mi falda, podía escuchar su respiración agitándose a medida que se iba descubriendo mas piel.
-SHHHIII… que rica piel -me decía.
Corrientes de placer nacían desde la zona en que pasaba sus manos, llego esa delicada parte donde termina mis piernas y comienza mi trasero, me puse de puntillas por el placer.
-y eso que aun no tela meto- me decía.
Se dedico a manosear mi culo por un buen rato, me daba de nalgadas a las cuales yo soltaba un gemido, hasta que comenzó a bajar mis tanga , él estaba jadeando como un loco, me dio un poquito de miedo, pero también mi vagina comenzó a mojarse más y más.
-Me voy a divertir con esto -y comenzó a metier su dedo medio dentro de mi culo.
-haaaayyy… -me queje ante la entrada de su dedo.
-que apretado lo tienes niña, hasta parece que nunca lo ha usado -me decía mientras metía y sacaba su dedo- ¿Cuántas vergas ya entraron por aquí?
-ufff.
haaaauuuu… no sé.
-Claro que si sabes.
Dime, ¿Cuántas han sido? -me dice metiendo y sacando su dedo mas rápido.
Mis piernas comenzaron a perder fuerza, él con su otra mano, me tomo de la cintura, me levanto y rápidamente me dio una fuerte nalgada sin sacarme el dedo -Para el culo putita y no te muevas.
Yo tenia los ojos cerrados con la boca abierta en un gemido silencioso mientras escuchaba como se desabrochaba el pantalón.
Sentí el clásico movimiento que ellos hacen cuando se la están jalando, Jajajaja… siempre se me ha hecho chistosa la frase “se la están jalando” yo gire mi cabeza para verlo, sus ojos estaban clavados en mi culo mientras su dedo entraba y salia de hoyito al mismo ritmo en la que su otra mano masturbaba su verga.
Después de eso restregó su verga por toda mi vagina, yo me prepare para la embestida de mi macho en turno, el seguía mojando toda su verga con mis fluidos, la pasaba de un lado a otro lubricando su verga, mientras yo estaba que no me aguantaba las ganas de suplicar que me la metiera hasta que de repente saco su dedo y puso la punta de su verga en mi hoyito, ahí me asuste, lo mire a la cara aterrada, el no me veía, estaba concentrado en su tarea.
-Por favor no.
-¿No que puta? Me dirás que nunca te la han metido por aquí
-Pero no así a la primera.
-Pues conmigo es así -me decía mientras hacía presión con su herramienta- uff… que apretada estas.
-hhhaaaaauuu…
-Sera mejor que aflojes porque si no te dolerá mucho Jajajaja.
-Mejor no por favor -le rogaba que no me la metiera de esa forma, sin juego previo, ni siquiera estaba lubricada de esa zona, bueno, su verga estaba lubricada con mis jugos, algo es algo- haaaaaaaaayyyyyy…-me dio una fuerte nalgada.
– ¡AFLOJA PUTA!!! -me dio otra nalgada que me hizo gritar- ¡AFLOJA!!!
– ¡HAAAAYY!!!
Su verga entraba en mi hoyito despacio, lento, tan lento que me pareció toda una vida.
Yo intentaba poner de mi parte para que entrara, me ponía flojita como me pedía él, pero mi hoyito por el dolor intentaba expulsar al invasor y se cerraba.
-¡Jajajaja!!! Puta mentirosa ¡Jajajaja!!! Dices que no te gusta, pero bien que me aprietas la verga.
-¡Me está doliendo!!!
-No me importa -y me dio una fuerte envestida que hizo que la mitad de su verga entrara de un golpe.
No pude gritar, ni gemir, ni nada.
Abrí tanto mis ojos que pensé que saldrían disparados, mi boca también estaba totalmente abierta en un gemido sin sonido, mi culo me ardía, todo mi cuerpo se tensó aún más… mis caderas se movieron de adelante hacia atrás en contracciones por lo que me estaba haciendo, los dedos de mis manos se pusieron blancos por lo fuerte que tenía apretando la sabana de la cama.
-Eso es, haaaaaa… que rico aprietas, siiiiii… juega con tu culo, aprieta, afloja, aprieta afloja, si mami haaaaaaaaaaa.
que rico culo tienes.
-haaaaaaaaaa…!!!!
No lo estaba haciendo al propósito, eran las contracciones que hacía mi propio cuerpo por la forma ruda en que me la metía.
Él siguió empujando hasta que sus huevos chocaron contra mi vagina, sus manos como garras en cada lado de mis caderas me sujetaban para que no me moviera, mis rodillas estaban temblando como gelatina mientras escuchaba su risa de triunfo por estar hasta el fondo de mi culo.
-Jajajaja… no se equivocaron, eres el mejor culo del mundo jajajaja…
Yo no decía nada, de hecho, no podía decir nada.
Él empresario me dio una nalgada y tomándome con mas fuerza de las caderas comenzó a sacarla despacio, disfrutando de cada contracción de mi culo, cuando mi piel comenzó a estirarse por que la cabeza de su verga quería salir sentí un fuerte dolor, solté un grito y por inercia hacer que mi culo hacia él – ¿No quieres que te la saque? ¿Quién te entiende? – me decía riendo.
Dejo la cabeza dentro, y la fue metiendo sin detenerse hasta que sus huevos chocaran de nuevo con mi vagina.
Así estuvo repitiendo la misma operación varios minutos, la verdad es que no sé cuántos; sentía cada vena de su verga, sentía como comenzaba a entrar y salir más rápido a cada momento, no puedo decir que mi culo se acostumbro al trato tan caballeroso del empresario, tal vez si se acostumbro o tal ves al empresario no le importo, a mí me dolía igual que al principio.
Sus embestidas ya eran rápidas, se escuchaba como si me diera de nalgadas.
El hombre bramaba como un toro en celo, literal, así lo estaba haciendo, sus embestidas eran pausadas pero fuertes, muy fuertes.
Mis piernas no podían con la fuerza de sus embestidas, en cada empujón me ponía de puntitas y cuando la sacaba mis piernas se doblaban, mis brazos temblaban y mis hombros me dolían por aguantar mi peso y el peso de mi macho en turno, no se si les a pasado a ustedes, pero a mí me dolía también la cara por estar apretando los ojos y los dientes; en ese momento tenia mi cara así, y solo soltaba gruñidos de aguantar sus embestidas.
-HAAAAAAGGGGG….
!!!! -Soltó un gruñido largo al mismo tiempo que me dio la estocada mas fuerte hasta el momento, se quedo quieto en lo mas profundo de mi humanidad, sus manos me sostenían con fuerza como queriendo metérmela más de lo físicamente posible, seguía en un solo gruñido, mientras de su verga salían disparados largos chorros de leche caliente y espesa, podía sentir como sus huevos se contraían y después su verga hacia lo mismo en cada disparo, no pude contar cuantos fueron.
En ese momento solo estaba de puntitas aguantando el clima de mi macho en turno.
-HAAAAAAAAAAAGGGGGGGGGRRRRRRR… SIIIIIIIIIGGGGGRRRRR….
ESO ES….
así….
siii que ricoooooooo… siiiiii….
Así continuo hasta que su verga dejo de temblar y de escupir leche; se quedo unos mementos dentro de mí, mientras acariciaba mi culo con una mano no dejaba de disfrutar de la montada que me dio, él hombre respiraba como si hubiera corrido un maratón, yo hacia lo mismo; su verga comenzó a perder fuerza y ese fue el momento en que comenzó a sacármela.
Me la saco tan rápido que su cabeza quedo apretada en la entrada de mi culo, yo lo segui para que no me la sacara tan rápido ya que me dolía mucho, el se rio de mí.
-JAJAJAJA…!!! Que puta eres, no quieres te quieres despegar de mi verga, pero tranquila, que este día aun no termina y muchos quieren probar lo puta que eres- me la saco de un golpe, yo di un grito pequeño de dolor y un suspiro de placer por ya tenerla fuera.
-jajajajaja… se ve que te encanta la verga, tendré que felicitar a tu padre por tener a tan buena puta.
Tomo la orilla de mi falda y se limpio la verga con ella, yo me deje caer en la cama respirando agitadamente, me dio una nalgada y salió del cuarto sin despedirse.
Sentía la leche de ese macho salir por mi hoyito que palpitaba, lo bueno es que la falda la tenia hasta arriba que toda la leche caía directo a la cama y así no me manchaba mi falda.
Mis nalgas me ardían solo un poco, al igual que mis piernas y brazos.
La leche seguía saliendo cada vez menos, hice un poco de esfuerzo y empuje la leche que aún seguía dentro, sonreí al sentir que ya no salía más, me levante, y tome una toalla que estaba a un lado de la cama para limpiarme el semen que escurría por mis piernas, me arregle el vestido y el cabello, me quite el brillo de sudor de la frente.
La verdad es que no sentí mucho placer que digamos, la mayor parte fue dolor por su rudo trato, pero aun así me sentía feliz y plena de saber que salió satisfecho y yo con una sonrisa en la boca.
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