El desvirgador de la familia III
«¡No sabes cuanto tiempo llevó esperando esto!» exclamó empujándome con suavidad en la cama, se subió encima mío cubriéndome con su cuerpo, rozó su nariz con la mia aspirando mi aroma. «¡Tan pequeño! ¡Hermoso para mi!» comentó para si mismo observando mi expresión.